Si no lo intentas no sabrás si puede pasar algo bueno
Declan fue el último en salir, su mirada estaba pegada al piso mientras arrugaba el papel entre sus manos.
-Hola chicos, ¿Cómo les fue?
-jejeje.
Una risa nerviosa provino de Ethan mientras miraba a Alex.
-El examinador dijo que rompí un record.
Exclamo alex con una sonrisa forzada.
- ¿Qué puntaje marco la maquina?
- ¡Cinco!
Dijo en voz alta, Ethan, luego levanto el pulgar en aprobación.
-Es bueno saber que alguien es peor que tú, que alivio.
Alex enrollo su brazo sobre su cuello y lo tiro.
-Es un puntaje realmente bajo, el promedio para una clase E es de al menos 80 y es la clase más baja.
Ethan saco un cuadernillo pequeño de su bolsillo trasero.
-Eres prácticamente una persona normal, si lo piensas de cierta manera eres realmente raro, nunca he oído de alguien en tus zapatos.
Añadió Ethan mirando desconcertado a Alex.
-Vamos, que tan malo puede ser, ¿Cuánto sacaron ustedes?
-Yo saque 51.
Ethan les enseño una brillante sonrisa.
-Bueno ese resultado es también muy poco, yo conseguí 72 puntos.
-Me alegro que al menos uno de los tres sea algo decente para estar en rango E.
-Haa, tantas sorpresas me han dado hambre, vámonos de aquí.
-Señor Declan, ¿gusta acompañarnos?
-Parece una buena idea, conozco un buen lugar cerca de aquí.
Cuando el grupo comenzó a caminar Liz salió del edifico, era una mujer con un traje impecable de oficinista sus gafas combinaban a la perfección haciéndola parecer la imagen modelo de una asistente, pero, aunque caminaba rápido con tacones se notaba el esfuerzo que esto le tomaba.
-Señor Alexander.
Alzo la voz a la distancia, el grupo giro y se quedó desconcertado, así que se acercó a Liz.
-Señorita Liz, Alex está bien para mí.
-Me parece bien, Alex, el señor Rilearth les pregunta si están interesados en ser cazadores.
Todos se quedaron de piedra, mirando nerviosamente la cara de los otros.
-Señorita Liz nosotros somos peores que rangos E normales, ¿Por qué la pregunta?
Los ojos de Liz destellaron una luz mientras se acomodaba las gafas.
- ¿Lo están?
Con una sonrisa provocativa miro a Alex, Declan apretó fuertemente el puño mientras su brazo temblaba y respondió rápidamente.
- ¡Si señorita me gustaría!
-No te precipites Señor Declan.
Ethan añadió mientras interponía su brazo entre Declan y Liz.
- ¿Por qué?, que busca el señor Rilearth con clases E de tan baja calidad.
"A veces Ethan suele ser de utilidad".
Pensó Alex mientras le daba la razón.
-Señorita Liz tendrá que explicarse mejor.
-Primero que todo, ¿Por qué no entramos?, tenemos mucho que discutir.
-El grupo siguió lentamente a la mujer entrando nuevamente al edifico, al llegar al ascensor subieron directamente a la planta 59.
- ¿59?, ¿el piso de la división de contratos?
-Veo que sabes mucho... ¿Declan?
-Sí, ese es mi nombre.
Pensativo se tocó la barbilla hasta que una idea llego.
-La respuesta obvia es que nos podrían dar un contrato para minar o recolectar como la mayoría de la clase E, pero ¿porque entonces preguntaste si queríamos ser cazadores?
Sin mostrar una muesca de emoción Liz simplemente ignoro su pregunta.
-Pronto llegaremos a nuestro destino.
Cuando el ascensor se detuvo salieron a un largo pasillo repleto de puertas donde colgaban placas plateadas con todo tipo de nombres en ella.
-Intercord, Kiarz, Lotus…
- ¿Todos son nombres de grupos de cazadores?
-Sí, estas oficinas están destinadas para la administración individual de cada grupo de cazadores en el gremio de esta área del país.
Pronto se detuvieron en una puerta al final del pasillo, su color era más fuerte que las otras y olía a pintura fresca con una placa completamente en blanco adornando su centro, Liz se paró de lado a ella con una mano agarrando la perilla.
-Entren.
Al ingresar la única persona en la oficina era el señor Rilearth continuamente lanzaba una bola de goma contra la pared y la volvía a atrapar.
-Hola chicos.
Detuvo la bola y luego se acomodó en su asiento poniendo una cara seria con un aire de autoridad.
-Hablemos de negocios.
Ya había oscurecido cuando el grupo salió del edificio un poco desorientados.
-No puedo creer que realmente haremos esto.
-Señor Declan, ¿está de acuerdo?
-Parece una oportunidad para poder ser cazadores.
-No seriamos exactamente cazadores.
Señalo Ethan mientras oscurecía su rostro.
-Vamos amigo, anímate, la paga no es mala, minar o recolectar cadáveres parecen trabajos horribles, si no tenemos potencial esto es lo máximo que podemos conseguir…
Alex le dio golpecitos en la espalda, tratando de animarle.
-Ahhh parecía tan genial ser un cazador, matar monstruos, vestir armaduras, la fama el dinero, las mujeres...
-Simplemente no es nuestro destino.
Les recordó Declan mientras se volvían a deprimir.
-Deberíamos estar agradecidos que el señor Rilearth pensara en nosotros.
-Me gustaría pensarlo un poco antes de aceptar, quiero ver mis opciones.
-Es una pena Declan, parecías el más entusiasmado de todos.
-Sí, siempre me han gustado los cazadores y cuando desperté como uno… me sentí realmente frustrado, ahora solo quiero tocar, aunque sea un poco ese mundo, pero no puedo tomar esta decisión a la ligera.
-Comprendemos, ¿Por qué no vamos a comer ahora?
-Lo siento le dije a mi padre que llegaría temprano y miren la hora.
-Mejor dejarlo para otro momento, ¿Por qué no me dan sus números?
-Parece una buena idea así podemos seguir en contacto.
Alex y Ethan sacaron sus móviles y añadieron a Declan.
-Hasta la próxima señor Declan.
-Nos vemos Alex, cuídate Ethan.
Declan camino en dirección opuesta al par y rápidamente desapareció de la vista.
- ¿Le dirás a tu viejo?
-Sí, quizás se enoje mucho si acepto…
-Eso pensé, nos vemos Alex, ten cuidado.
-Claro.
Después de llegar se bajó de la bicicleta, camino lentamente hasta la entrada y la abrió la puerta lentamente, la madera crujió haciendo un ligero ruido, pero rompió el silencio del lugar pareciendo un ruido muy estridente, aunque aún faltaban más de una hora para media noche Alex era consciente de que se había tomado todo el día, dejando a padre trabajando solo, suficiente motivo para estar en problemas, se escabullo entre la oscuridad de la casa hasta subir al segundo piso donde la puerta de la habitación de su padre era la única abierta con la luz del foco saliendo de ella, era obvio que aún estaba despierto, por lo que sería difícil llegar al final del pasillo donde estaba su habitación.
"¿porque soportar un regaño hoy?, si lo puedes tener mañana"
Se repitió mentalmente mientras se deslizo con cuidado hasta que casi podía tocar la luz de la habitación, al asomarse vio a su padre tomando alcohol mientras masticaba una jugosa pierna de pavo mirando directamente hacia la puerta, el estómago de Alex protesto con un fuerte gruñido.
"No he comido nada en todo el día, esto es tortura"
La baba casi se resbalaba de sus labios, así que tomo una rápida decisión, apretó los puños, tomo valor y se mostró.
- ¿Qué tal viejo?, ya llegué.
-Hoo, ya veo.
Con una respuesta seca, siguió masticando aún más fuerte la comida.
-Veras, fue un largo día… y yo.
-Lo Siennntoo, ¿quee deciaas?
Comenzó a hablar con la comida en la boca por lo que sus palabras se hicieron un poco menos comprensibles.
-Maldito viejo, entrégame el pavo.
Alex se lanzó a la carga para tomar el resto de la comida sobre la pequeña mesa en el centro de la habitación, pero los movimientos de Andrew fueron aún más rápidos logrando tomarla antes haciendo que Alex se tropezara.
-No olvides que fui un gran soldado, niño.
Con la cara enrojecida por el golpe volteo para verlo.
-Lo siento, ¿es lo que querías oír?, surgieron unas cosas…
-Cuéntame más al respecto.
Después de explicarle lo sucedido en la prueba la risa de Andrew rompió la atmosfera tensa de la casa.
- ¿5?, ¿Qué clase de broma es esa?, jajaja.
-No te burles de las desgracias de tu hijo, viejo.
-Pobre muchacho, bueno al menos te hará reflexionar un poco sobre esas locuras de ser un cazador, toma, toma.
Le entrego un trozo de pavo junto con una de las cervezas, Alex comió y bebió en silencio hasta que termino.
-Viejo…
- ¿Qué pasa?
-Voy a ser un cazador.
Todo quedo nuevamente en silencio pasaron varios minutos antes que Andrew rompiera el hielo.
- ¡No!
Dijo rotundamente, se levantó y camino hasta el armario.
- ¡Lo es viejo, pero debo valerme por mi mismo, no quiero vivir encerrado en una burbuja!
Respondió Alex mientras se mordía fuertemente el labio inferior.
-Quiero saber porque madre se adentró a este mundo.
-La respuesta es simple, éramos unos tontos y no teníamos otra opción más que seguir ordenes, tu eres libre de escoger tu futuro.
-Por esa razón escojo ser un cazador.
- ¡Eres un tonto!, pero si no fueras así no serias mi pequeño Alex.
Andrew se acercó nuevamente a él y le sobo el pelo, luego tomo su mano y le dejo un objeto plateado parecido a un colgante, se dio la vuelta y hablo despacio.
-No comprendo porque insistes tanto en hacer parte de un lugar que nos quitó a tu madre, pero tampoco puedo detenerte.
Alex abrió la tapa del colgante y una piedra multicolor que ajustaba a él estaba incrustada casi tan grande como el ojo de un adulto.
- ¿Qué es esto?
-Eso lo tenía la criatura que mato a tu madre, cuando deje el servicio se me cedió, menuda broma tan cruel, eso no tiene ningún uso para mí, pero sé que muchos artesanos de equipos para cazadores les dan valor a esos objetos, estuve averiguando y este al parecer es uno realmente raro, se puede usar para forjar equipamiento de al menos rango C, por lo que su valor debe ser muy alto, para revitalizar el negocio con ese dinero, pero te sirve más a ti, úsala como quieras.
-Viejo…
Lagrimas fluían de su rostro.
-Ya estás muy grande para llorar por pequeñeces, el trabajo de un padre es apoyar a sus hijos.
Con su manga se limpió rápidamente.
-Eres el mejor.
-Lo sé, lo sé, ¿pero ¿cómo conseguiste un grupo?, sé que son muy elitistas con eso del poder.
-Para no gustarte los cazadores estas bien informado.
-Uhg, ya sabes lo que dicen, conoce a tus enemigos mejor que a tus amigos.
Dijo con una mueca en su rostro.
-Un hombre llamado RIlearth trabaja en el gremio como evaluador, pero desea renunciar a ese puesto y crear su propio grupo, por lo que nos invitó a unirnos.
- ¿Por qué ustedes?, ¿no dijiste que sus resultados son peores que una clase E normal?
-Sí, su plan es reclutar a un equipo incompetente y aunque en términos de poder no estamos bien, podemos balancearnos usando métodos de combate en grupo y así poder limpiar de forma efectiva.
-Es porque son más baratos, ¿cierto?
-Sí, aunque sabemos que él es de una familia pudiente al parecer lo desheredaron por lo que usara sus últimos ahorros en este proyecto.
-Aun así, sigue siendo una locura, los derechos de las puertas valen cientos de miles de dólares.
-Pero las ganancias son equiparables, pero aun así no es lo que parece no seremos realmente cazadores y las puertas que limpiaremos son las revendidas de rango E.
- ¿Revendidas?
-Son aquellas puertas donde el bioma es molesto o los enemigos por lo que la gente los suele evitar, cuando ese tipo de puertas se agota y las criaturas salen es más efectivo preparar un escuadrón e incinerar el área.
-Ahh como esos gusanos mal olientes, no parece un trabajo agradable ¿Por qué aun quieres hacerlo?
-No eras tú el que decías, 'si no lo intentas no sabrás si puede pasar algo bueno'.
-No uses mis sabias palabras para justificarte.
-Jajaja.
-Aun así, no parece rentable, ¿para sacar ganancias no se necesitan otros equipos?
-Sí, el minero junto con el de recolección, nosotros seremos todos los equipos al tiempo, por lo que la paga será realmente buena, aunque el trabajo sea malo.
-Ya veo, solo una última cosa, ¿no sería estúpido mandar un montón de debiluchos a morir?, aunque las criaturas sean débiles, los errores les pueden costar la misión y la vida.
-Nosotros le planteamos la misma pregunta, la respuesta es que nos capacitaremos unos meses antes de comenzar las incursiones.
-Ese tal Rilearth parece bastante preocupado por economizar, ¿Por qué no le consultas si los puedo entrenar?, estoy harto de tener una pizzería, ¿Qué dices?
- ¿Tu?, ¿no estás muy viejo para eso?
-Niño, en mis tiempos fui uno de los mejores, no será que te da pena que tu viejo te enseñé a pelear.
-Ya quisieras.
Ambos se miraron ferozmente hasta que comenzaron a reír.
-Creí que te enojarías.
-Lo estoy, también frustrado por no poder hacerte cambiar de opinión, pero ante todo soy tu padre así que será mejor entrenarte a ti y a tu grupo para que regresen siempre a salvo.
Alex saco la daga y la contemplo por un momento, luego se agacho poniéndola en el piso.
-Por favor, padre, enséñame a ser un buen cazador.