2 2 Día actual

"Adiós viejo, nos vemos mañana."

"Si, nos vemos mañana, Al, cuídate."

El chico de aproximadamente 20 años de edad, salió del taller mientras llevaba puesto un traje de mecánico de cuerpo completo, embarrado de aceite de motor por aquí y por allá, también, tenía un cigarro medio doblado en la boca, y su pelo gris, daba una vista inusual, sin contar sus ojos azules profundos cercanos al índigo.

Él venía aquí de vez en cuando para ayudar al gerente del negocio con la mecánica de algunas máquinas, y aunque el viejo siempre le quería pagar, el chico sólo aceptaba cigarrillos gratis del viejo.

El viejo, exasperado, sólo podía darlos adecuadamente y continuar con el trabajo.

"Hmm, así que no vino hoy..."

Entonces, el chico se sacudió las manos frente al taller y empezó a caminar por los caminos internos de la ciudad.

La cual se llamaba, Ciudad Continental.

Y tal como su nombre lo indica, la ciudad era la más grande e importante, así como avanzada tecnológicamente, de todo el Continente Yailiano.

Bastaba con mirar los automóviles de aleaciones de hierro yendo y viniendo por toda la ciudad, o incluso los grandes trenes que existían sobre los rieles a los lejos cercanos a las montañas, o también los aparatos planos sobre algunas edificaciones de la ciudad que mostraban imágenes y sonidos.

La ciudad era posiblemente la más avanzada de todo el mundo, ya que en otros lugares, inclusive del mismo Continente Yail, todavía había ciudades estampadas en la edad de piedra con un atraso tecnológico demasiado grande.

Para las personas de este Continente entero, eruditos, guerreros, seres mágicos, semi-humanos, Demonios o seres sin forma, la ciudad era algo así como el centro del mundo, como la capital a la que todos querían viajar para hacer su vida mejor.

El humo se desprendía del cigarro mientras se veía al chico caminar de espaldas, y cuando pasó a unas decenas de metros de una escuela para niños que había allí, se detuvo unos momentos mirando en esa dirección.

Era casi como si pudiera escuchar lo que decían allí, incluso a esta distancia.

...

"Maestro Taba, ¿hoy tendremos una clase de historia aburrida?"

El Maestro, al parecer, respondió.

"Silencio mocoso, la clase que toca ahora en la tarde es de la civilización Sagrada de hace cientos de años."

Por algún motivo, los niños parecieron emocionarse.

"¡¿Ehhhh!? ¡¿En serio!?"

"¡Si! ¡Finalmente una clase que se puede tener! ¡Si! ¡Niño sagrado, Kya!"

"¿Hoy no hablaremos de las Valquirias? Eso es una lástima..."

"Profesor, tengo deseos de ir a orinar, ¿puedo ir a baño?"

"¡Ni lo pienses, James, ya lo has echo 5 veces hoy...! *Go-hon* Como sea, todos atiendan aquí."

El Maestro aplaudió y llamó la atención de los estudiantes.

"Como todos saben, la tarea de ayer tenía que ver con la clase de hoy, así que empezaremos la clase y no quiero interrupciones, ¿quedó claro?"

Los niños le respondieron en coro y el Profesor al rato empezó a relatar.

"Después de que se convocó mediante las estrellas al niño sagrado de un lugar muy lejano, la civilización Sagrada y su fuerza de la Trinidad comenzaron una guerra con las otras naciones cercanas, que se decía eran malvadas, y comandadas por el Señor Vampiro Primogénio de toda la Raza en un extremo, y el Señor Rey Demonio, por el otro extremo, hasta que años después todo acabó con la victoria de la civilización Sagrada que tenía de líder espiritual al niño sagrado de las estrellas."

"¡Kya!"

En ese momento, el Maestro se detuvo al parecer para mirar a quién sea que fuera la chica que hizo ese sonido, luego continuó.

"... Las Naciones Oscuras no tuvieron otra alternativa que firmar el acuerdo Resplandeciente, que obligaba a todos los seres de allí a no atacar a los humanos, y a formar un consejo entre cada una de las Naciones, y la civilización Sagrada, en aras de mantener un gobierno centralizado en la igualdad entre todas las regiones de este Continente. Y como los libros narran, fue algo increíble de ocurrir, ya que en ese momento, los humanos eran sólo el 5% de la población total de todo el Continente..."

El Maestro hizo una pausa, y luego, con diversión aparente, preguntó, "Entonces... ¿quién sabe que pasó después? Le daré un 10 a aquél que me lo diga correcto, hmmm, haber James, que levantaste la mano, (increíblemente...)"

El Maestro pareció murmurar al final.

"Maestro, de verdad no me puedo aguantar más, ¿puedo ir a baño ahora?"

Todo estuvo en silencio, y entonces el Maestro dejó escapar un gran suspiro.

"Ve... maldita sea ve, y te quiero aquí en 5 minutos."

"Bien."

"Haber, ¿quién más? ¿Si, Ana?"

"Ah, umm, ¿el niño sagrado no se vuelve malo después?"

"¡Kya!"

"... Si, pero eso no es lo que quería decir... suspiro, como sea, ¿alguien más? ¿Por favor?"

El Maestro estaba algo triste porque nadie levantaba la mano para responder, aunque después sonó bastante recuperado al ver que el estudiante estrella levantó la mano.

"Si, Teli, ¿sabes que fue lo que pasó?"

"Si Maestro, en ese momento, la civilización Sagrada capturó al descendiente de el Señor Rey Demonio, para aprender sobre sus magias y secretos, pero esto no fue de gusto de el niño sagrado, lo que provocó desacuerdos entre las fuerzas más poderosas de todo el Continente en ese momento, y luego de matar al Papa y los 12 Arch-humanos, desapareció junto al descendiente del Señor Rey Demonio, más tarde, sólo se supo que la Raza demoníaca lamentó la pérdida de su descendiente principal, culpando al niño sagrado perdido de esto, lo que ocasionó nuevamente otra guerra llamada "La Segunda Guerra Continental", y que terminó con todos los bandos igualmente afectados. Y aunque la humanidad fue el bando más perdedor, aún así todavía se respetó el tratado Resplandeciente pasado. En ese momento, hace aproximadamente 90 años, apareció un hombre muy poderoso, el Señor Smith, que por sus propios medios creó una ciudad en el medio de todo el Continente, llena de todo tipo de Razas y criaturas, llamándola en ese tiempo, "Ciudad Continental", que ha sido así hasta el día de hoy."

"¡Bien bien bien! Un 10 nuevamente para ti, Teli, eres uno de los niños humanos más inteligentes que he visto."

"Hmph, fanfarrón."

"Sabelotodo."

"¡Kya, el niño sagrado!"

"¡Natalia, deja de gritar niño sagrado esto y niño sagrado lo otro, te pones demasiado intensa!"

Luego de una diatriba de parte de los niños, el Maestro trató de callarlos a todos para entonces seguir con la lección.

...

"Cretino."

El chico vestido de mecánico bufó, antes de seguir su camino hacia el castillo al Norte de la Ciudad.

Que estaba dividida en muchos sectores y núcleos más pequeños, y a vista de toda la inmensa ciudad se podía ver el castillo de Señor Smith allí, una enorme edificación que fácilmente abarcaba casi kilómetros de largo, y donde vivía el actual jefe de toda la ciudad, con sus sirvientes.

Aunque de hecho... el Señor de la ciudad hace bastante tiempo que no mostraba su cara publicamente, y como recién es que se había inventado la cámara digital mágica, a lo sumo había pinturas no tan exactas de su porte y aspecto. Ni siquiera había una estatua o algo así del Señor porque él mismo no lo permitía.

El Castillo era un área completamente diferente de la ciudad, y sus guardias tenían una súper estricta vigilancia en sus fronteras, sin impedir ni que un grillo pase.

Y no sólo eso, sino que habían innumerables barreras mágicas que rodeaban toda la estructura del castillo, tanto en la parte exterior como la parte interior, y se podía decir fácilmente, que este era el lugar más seguro conocido en todo el maldito mundo.

El chico tiró su cigarro, o el pequeño cabo que quedaba del mismo, y siguió lentamente su camino hacia el castillo.

Al llegar allí, los guardias los saludaron con respeto y sin si quiera mirarlos, él entró al Castillo sin preocupaciones.

Adentro, en el extenso jardín, más parecido a un bosque, que había allí, el chico vió a un viejo pequeño y arrugado con los ojos cerrados sentado en el suelo, y sus cosas por alrededor, casi como si fuera un nómada o un comerciante ambulante.

"¿Quiere Té?"

Sin abrir los ojos, el viejo dijo.

El chico lo miró, "¿... No tienes café?"

"No."

"..."

"..."

El ambiente se puso raro.

"Déjalo, igual sigo mi camino."

"Por cierto." El viejo pequeño revisó en sus cosas, con sus ojos cerrados, y le dió algo envuelto al chico vestido de mecánico, "Aquí tienes, la correspondencia de esta semana."

"Gracias."

El chico le pagó unas monedas de plata al viejo, tomó los folletos doblados, y siguió para el enorme Castillo.

No le tardó mucho al joven llegar a las puertas principales del Castillo extrañamente desierto, y entró para ver los largos y anchos pasillos del mismo, así como elegantes con una miríada de colores en todo lados.

El chico caminó tranquilamente allí, y de vez en cuando vió alguna que otra ama de llaves que lo saludaron con una reverencia.

Después de un rato, pasó de largo mirando a un gran cuarto en específico, donde al parecer habían muchas chicas entrenando lo que parecía ser ballet allí, y siguió cuando llegó al final de la pared exterior de el cuarto, sin notar los ojos sobre su espalda.

...

Una mujer diabólicamente hermosa, y devastadoramente celestial en cuanto a su más que perfecto cuerpo se trataba, estaba llevando a cabo la clase de danza para las chicas jóvenes allí presentes, con solo gestos de su mano blanca perlosa.

La cara de la mujer era fina, recta y hermosa que parecía ser una obra de nivel divina sólo tallada por los Dioses, y debido a su mirada fría y sin emociones en sus ojos rojos, parecía una persona imposible de acceder con un corazón tan frío como frío eran las montañas más nevadas.

Agitando su mano, y moviendo su cuerpo de curvas simplemente diabólicas, las chicas vestidas de un uniforme de tela elastizada se movían en respuesta.

Y cuando pasó el chico vestido de mecánico fuera del aula, la mujer dirigió sus ojos rojos hacia su figura desde que entró en el campo de visión hasta que salió de el, sin cambiar de expresión.

Entonces, siguió agitando su mano y la clase continuó, mientras las chicas ni siquiera producían un simple sonido, haciendo la habitación entera tan silenciosa que sólo la tela y el pisar del suelo, se podían oír.

...

El chico llegó a la puerta del baño principal del castillo, y una mujer madura vestida de Maid, con un cuerpo de reloj de arena, y con cabello rojo que fluía por su espalda, lo notó.

"¿Se va a bañar, Señor?"

"Si, estoy un poco sucio, como siempre, y después de bañarme iré a dormir directamente, hoy también..."

"¿La maldición, de nuevo?"

La mujer extremadamente bella, se mordió un poco los labios con la cara preocupada.

La cara del chico se hizo más suave al notar los cambios en la cara de su criada, "No importa, si sigo igual no pasará nada."

"... Bien, entonces le avisaré a la Señora Aryaniel ahora mismo... y dicho esto, también hay algunas chicas nuevas por lo que... en caso de un accidente, no pasa nada."

"Haaa."

Escuchando la afirmación de su criada, el chico suspiró cansadamente y asintió antes de meterse en el baño.

La mujer vestida de Maid miró la espalda de el chico hasta que cruzó la puerta, y luego salió por los pasillos a continuar sus deberes.

Justo cuando el chico se había metido al agua caliente de el espacio grande en el baño, como un baño termal, oyó unos pasos en la entrada y la voz de una chica algo nerviosa se oyó.

"B-Buenas Señor Smith, soy la n-nueva encargada del baño y hoy es mi primer día..."

El chico se dió la vuelta, sentado en el agua con su cuerpo delgado y con algunas cicatrices, y cuando puso sus ojos sobre la chica vestida de Maid parada en la entrada...

"H-H-H-H-Hiii~"

La chica se sonrojó tanto y abrió los ojos tanto, que se desmayó haciendo un sonido lindo.

El chico se movió rápidamente, e inhumanamente, para no dejar que la chica golpeara el suelo ahora que estaba inconsciente, luego, suspirando, la acomodó en el suelo puramente limpio de allí y entonces desnudo, el chico terminó de bañarse rápidamente para vestirse con una túnica de dormir holgada y negra.

'Por Dios... estas chicas... siempre es lo mismo... ¿soy tan aterrador?'

El chico caminó a su habitación con la espalda doblada y un aura sombría sobre sí, sin tener en cuenta la casi física ironía de lo que acababa de decir, y finalmente, llegó a una gran puerta en la parte más profunda del Castillo.

Entró y obviando todo lo demás en la habitación, fue explícitamente a la cama.

Se acostó boca arriba y cerró sus ojos.

Al cabo de unos minutos, oyó que se abrió la puerta, y después de unos segundos, un cuerpo celestial de mujer se acostó también en la cama, cuando el chico la miró, vió que era la misma mujer aterradoramnente hermosa que estaba dándole a otras chicas una lección de danza, sólo que ahora con una bata muy holgada sobre ella. Al punto de que su piel estaba muy a la vista, casi mostrando completamente los gigantescos y blancos senos de la mujer.

Viendo a esta mujer así en la cama, el chico sonrió suavemente, "Madre."

"Hmm~"

La mujer también sonrió ligeramente, lo que fue como si la primavera llegase, y después de un zumbido por su incapacidad de hablar, acurrucó la cara de su amado hijo en medio de sus enormes pechos, el chico crispó un poco los labios, todavía algo extrañado con la muestra de afecto maternal... demasiado cercana, pero dejándose en las manos de su amada mamá, el chico pudo dormirse tranquilamente bajo las suaves caricias en su cabello.

El aura Semi-Divina de la Señora Aryaniel, su madre, era lo único que actualmente podía hacer que los constantes susurros en su cabeza se calmaran por un tiempo y así poder tomar un respiro.

Él pensaba que se trataba de una maldición que el Dios Oscuro recientemente engrandecido, lanzó sobre sí.

Ese chico, se llamaba Allen T. Smith.

Era el hombre que era llamado el Señor de la ciudad, así como el Amo del Castillo.

Era el chico sagrado que salía en los libros de textos.

Y era el chico que hace cientos de años, había muerto de su mundo anterior porque muy posiblemente una maldita bomba nuclear detonó en su ciudad.

....

avataravatar
Next chapter