14 Presentaciones

"Bueno querido hermanito, ahora me toca hablar a mi"

Y con una expresión aburrida, Adán entra al salón, dejando a todos aturdidos, y a una jadeante Koneko.

Mirando a todos por primera vez frente a frente, Adán se congelo por un breve segundo al mirar a una persona en particular.

*Ba~Dump* *Ba~Dump*

Por primera vez, después de milenios, Adán sintió su corazón latiendo fuertemente por un breve momento, cosa que solo paso 2 veces en su vida.

La primera vez, fue cuando conoció por primera vez a Eva.

La segunda fue cuando nacieron sus hijos.

Aunque con Lilith, sintió algo familiar, solo paso después de tiempo después de conocerse, no a primera vista.

Adán sabe perfectamente que es este sentimiento, después de todo es todo menos denso, pero después del último fracaso con Lilith, este sentimiento lo deja algo complejo.

Mirando tranquilamente a la persona que le causo este sentimiento, Adán, se le acerca después de pensarlo un poco.

Ignorando a todos en la habitación, que siguen en blanco por la repentina intrusión, Adán se para frente a cierta mujer de cabello negro.

Mirando tranquilamente sus hermosos ojos violetas, Adán quedo brevemente aturdido.

Aunque no es algo nuevo para el ese tipo color de ojos, después de todo en el paraíso experimento muchos rasgos diferentes y únicos, pero son específicamente estos ojos de ella, los que tanto lo están atrayendo, sus hermosos ojos violetas, unos ojos que, aunque parezcan sonrientes, solo reflejan dolor en ellos, causando amor y odio hacia ellos por parte de Adán.

Akeno sin duda está completamente estupefacta.

Cuando todo estaba tranquilo, un tipo extremadamente guapo, entra a la sala como si fuera su propia casa, dejando a todos desconcertados por el hecho de que nadie pudo sentirlo llegar.

Pero eso no fue lo más raro, apenas entro, ella sintió su corazón estremecerse cuando sus ojos se encontraron, dejándola desconcertada con el nuevo sentimiento.

Pero el tipo sin siquiera decir una palabra se paró frente a ella, violando completamente su espacio personal, mirándola directamente a los ojos, con solo unos pocos centímetros de distancia, dejándola completamente nerviosa, después de todo ella puede actuar audazmente por fuera, pero sigue siendo una joven que nunca ha experimentado el amor, y todo lo que muestra no es más que una simple fachada para sus inseguridades.

Aunque si le preguntaras, lo que más le causa impacto son los ojos del joven, sus ojos azules, un azul que solo refleja calma y seguridad, pero cuando los observa bien, en el medio de su pupila se encuentra un pequeño punto rojo, que solo refleja dominación y orgullo para quien lo mire, sentimientos muy opuestos en el mismo ser, una combinación tan hermosa que la amenazaba con perderse eternamente en ellos si no los dejaba de mirar.

Después de unos segundos de observarse mutuamente, Adán pregunta.

"Tu... ¿Cómo te llamas?"

Aunque Adán sepa el nombre de ella, no es lo mismo que la persona en si se presente ella misma a saberlo de otros.

"A-akeno Himejima... ¿Y tú?"

Con un tartamudeo inconsciente y un breve sonrojo, Akeno responde apartando levemente la mirada.

"Adán Hyoudou pero solo dime Adán..."

Responde Adán con una pequeña sonrisa, aturdiendo nuevamente a la pobre Akeno.

Mientras los dos están perdidos en sí mismos, Rias sin poder aguantar más la atmosfera incómoda, decide hablar.

"Tu... ¿Qué haces aquí?"

Saliendo del estupor causado por los sentimientos incontrolables, Adán recuerda su motivo al venir, observando a Rias quien le hablo, puede ver que sigue alerta, con su ceño fruncido.

Dándole una última mirada a Akeno, Adán camina hacia los sofás para sentarse en medio, mientras todos los miran sin saber que hacer.

Al sentarse tranquilamente, mira hacia Rias y le habla.

"Por favor toma asiente Rias Gremory, después de todo tenemos mucho que hablar"

Terminando de hablar con una pequeña sonrisa, Adán mira a su hermano que se retuerce nerviosamente en una esquina.

"Y tu... querido hermanito parece que acabas de destrozar completamente mi vida tranquila, después hablaremos de ello..."

Con una sonrisa que no llena a sus ojos, mira a Issei, dejándolo aún más nervioso.

"H-hai"

Mientras tanto Rias aún está mirando fijamente a Adán, frunciendo sus cejas aún más, después de todo no le gusta nada esta situación, después de todo investigo un poco de Issei, sabía que tenía hermanos, pero todo decía que eran normales, una familia común, con algo más de dinero que los demás.

Pero no importa como mire a este hermano suyo, no tiene nada común, desde su aura, hasta su apariencia, toda grita excepcional, ni en lo oculto se puede encontrar a algo parecido.

Es un humano sin duda, pero el problema es que no siente nada mas de él, incluso si está sentado frente a ella, directamente no lo puede sentir, como si simplemente no existiera en sus sentidos, ni la barrera que cubre el edificio le advirtió de él.

(¿Qué es este tipo?)

Pensando seriamente, decidido tomar asiento frente a él, dándole señal a sus sirvientes que tomaran asiento con ella, sin olvidar preparar una runa de comunicación hacia su hermano, en caso de que todo salga mal.

Mirando el ambiente tenso, Adán, decide calmar un poco las cosas.

"No tienes que estar tan tensa Rias, después de todo no vengo con malas intenciones, es más, si no fuera porque mi hermano está involucrado, ni siquiera me molestaría con este jueguito que tienen en lo 'Oculto' pero bueno... a veces las cosas no salen como uno quiere, déjame presentarme otra vez soy Adán Hyoudou, hermano de Issei"

Mirando hacia Rias, Adán se presenta con una sonrisa amistosa, para luego continuar hablando.

"No necesitan presentarse, ya escuché su presentación con Issei..."

"Rias, Koneko, Kiba y... Akeno"

Mirando uno por uno mientras dice sus nombres, deteniendo levemente su mirada en Akeno, para luego volverse hacia Rias.

"Ahora sé que tendrás muchas dudas, pero déjame decirte primero mi motivo al venir hacia ti"

Hablo Adán, colocando una cara seria por primera vez desde que llego al lugar.

Mirando profundamente a Adán, Rias pensó un poco y respondió.

"Adelante, escucho..."

"Bueno, para empezar, tengo que agradecerte por salvar a este tonto hermano mío... Solo por eso voy a dejar pasar el hecho de que lo dejaste morir, sabiendo que esta Yuuma o Raynare era un ángel caído con malas intenciones..."

Terminando sus palabras mira a Rias agudamente, causando un leve temblor en ella.

Pero antes de que ella pueda hablar, Adán continuo.

"Pero tampoco soy un hipócrita para decir cosas como 'Si pudiste salvarlo porque no lo hiciste',

Después de todo, él no era nada tuyo, tampoco tenías la obligación de ayudarlo... Puedo decir amargamente que todo esto fue por mi negligencia, después de todo me deje llevar por la emoción de Issei, y no la verifique personalmente, sin duda un gran error mío"

Con una sonrisa amarga Adán mira a su hermano, hablándole.

"Me deje llevar por tus sentimientos, al ver tu emoción no quise entrometerme, mis instintos me gritaban que había algo mal en ello, pero considerando que no había sentido seres diferentes en esta ciudad, me deje llevar por ello, pensando que la niña solo te estaba engañando con una broma o algo, pensé ingenuamente que te ayudaría a crecer como persona, y bueno el resultado fue algo que no imagine, tu muerte... lamento todo hermanito"

Mirando hacia su hermano, Adán se disculpa.

Issei, ya no está al borde del colapso mental, desde saber que existen diferentes seres, hasta saber que murió, y cuando pensó que era todo, aparece su hermano, actuando de una forma que nunca vio, causando un caos en su mente.

Cuando vio que su hermano lo miraba, pensó que tenía que decir algo, pero antes que empezara a hablar Adán lo interrumpió.

"No digas nada por ahora, puedo ver que estas en un caos, hablaremos en casa en otro momento"

Volviendo su cara hacia Rias, Adán continuo.

"Por eso te agradezco profundamente Rias Gremory, no sé cuánto me hubiera tomado tener su alma devuelta si hubiera muerto ese día, y debido a tu ayuda dejare pasar todo. Desde dejar que muriera, hasta el hecho de que todo pudo haber sido para llevarlo a tu nobleza, porque como dije antes no soy un hipócrita, no tenías ninguna razón para ayudarlo, y aunque tu ayuda solo fuera para tu propio beneficio, sigue siendo una ayuda... Bueno eso es todo, si tienes alguna pregunta puedes hacerla, puedo responder lo que quieras, después de todo parece que nos veremos mucho desde hoy"

Terminando con una sonrisa amistosa, Adán se recuesta sobre el sofá, mirando tranquilamente a la pelirroja frente a él.

Desde que empezó hablar Adán, Rias paso por una montaña rusa de emociones, desde temor, asombro, hasta incredulidad.

Todo lo que dijo fue la simple verdad, ella siempre supo que Issei estaba en peligro con Raynare, pero nunca intento salvarlo o algo, hasta que confirmo que tiene un Sacred Gear, asegurándolo en su nobleza al instante, haciéndola sentir avergonzada por sus propias acciones.

Pero también le sorprendió su calma y madures, después de todo no se sorprendería si otra persona en su situación la culpara sin parar por todo, después de todo ella dejo morir a su hermano.

Aunque como él dijo, ella no tenía por qué salvarlo, después de todo no eran amigos, ni siquiera eran conocidos, no tiene por qué meterse en problemas por un desconocido, no hablamos acá de pequeños matones, si no, de seres sobrenaturales, ángeles caídos para ser exactos, el menor conflicto puede llevar a una guerra completa, y ella no quiere llevar esa carga sin motivo alguno.

Mirando al hombre frente a ella, Rias no pudo evitar bajar su guardia, desde que llego, aunque causo un pequeño caos con todo, nunca mostro actitud agresiva, y al escuchar sus palabras, pudo discernir levemente su personalidad, una persona que cuida sus queridos, pero sin dejarse llevar ciegamente por sus emociones, sin duda alguien raro... pero agradable.

Con un pequeño suspiro, deja de cargar la runa de comunicación con su hermano y le habla.

"*Suspiro* No tiene agradecerme, después de todo, como dijiste tenía mis propios motivos en ello, agradezco tu comprensión... sabes, no es fácil ser una heredera de una casa noble, no puedo actuar como quiera, pequeñas acciones pueden llevar a la guerra entre razas, espero que me comprendas..."

"No te preocupes, vi muchas cosas para comprender estas cosas, como dije antes, fue mi error, no el tuyo, ahora pregunta lo que quieras, llevémonos bien ¿Sí?"

Terminando con una sonrisa, Adán habla, recibiendo una gran sonrisa de parte de Rias, con un pequeño 'Um' en forma de confirmación.

Sentándose rectamente, Rias piensa un poco y pregunta.

"Para empezar... ¿Qué eres?"

Con una mirada dudosa, Adán responde.

"¿Yo? Soy un humano"

"Pero es imposible que seas un humano normal, después de todo no puedo sentir nada en ti, incluso la barrera del edificio paso por alto tu existencia, no es algo que un humano normal pueda hacer..."

Con una cara de comprensión, Adán responde junto con una leve sonrisa.

"Bueno... si vi la barrera, aunque no sé porque tu ni tu barrera me puede detectar, supongo que porque son muy débiles ¿Creo?"

Terminando sus palabras con una leve duda, nunca se preguntó porque nadie lo puede sentir, incluso cuando irrumpió al juzgado por Eva, ninguno de los dioses presente pudo sentirlo, hasta que se mostró a si mismo...

Pensando seriamente, Rias observa a Adán, y la verdad es que, aunque no siente nada en él, puede decir que él es más fuerte que ella, no sabe cómo explicarlo, pero su instinto se lo dice, a la vez explicaría porque la barrera no lo reconoció, es algo común dentro de lo 'Oculto' que cuando una persona es fuerte, todos los que sean más débiles que esa persona, jamás podrán encontrarlos a menos que ellos mismos se muestren, pensando en todo esto, se le ocurrió otra pregunta que podría al menos explicar algo sobre él.

"Veo, entonces... ¿Quién eres? Aunque no siento tu fuerza, puedo decir que debes superarme incluso a mí, no creo que seas un desconocido cualquiera"

Al escuchar su pregunta, Adán sonrió levemente, anteriormente ya pensó en ello, y nunca pensó en ocultar su identidad, no es que sea arrogante, pero prefiere morir luchando que esconderse por miedo, él es el primer Humano, el Humano Primordial, y debe estar orgulloso de ello.

"Yo, bueno... Soy Adán, el primer humano, Padre de la humanidad, un gusto"

Con una sonrisa amistosa, Adán inclino levemente la cabeza, en señal de saludo.

Dejando a toda la sala estupefacta con su revelación.

avataravatar
Next chapter