webnovel

Reino Enano.

El espacio se estabilizó alrededor de Aurora y ella llegó a una amplia plaza.

Lo primero que notó no fue la gran cantidad de enanos que se encontraban en los alrededores, sino que el ambiente general y los edificios.

A diferencia de la capital del Imperio Falion aquí los edificios y tiendas eran diferentes. Si bien las paredes eran de piedra, en la pared se notaban varias cañerías que se extendían por cada edificio y liberaban un humo blanco casi perceptible.

Por la calle no se encontraban carruajes movidos por golems o de animales, sino que automóviles que similares a los autos de la tierra, aunque diferentes en algunos aspectos.

Aurora alejándose del portal observó la ropa y sonrió al darse cuenta del estilo que la ciudad había adoptado.

"Steampunk, ¿no?" Preguntó Aurora a Urfin que estaba a su lado.

Ella había leído historias de este tipo e incluso en la tierra existían series y películas con este estilo.

La ropa era un estilo victoriano industrial muy diferente al estilo victoriano que ella noto en el Imperio Falion y el estilo era bastante vistoso debido al número de enanos y la baja cantidad de extranjeros.

"Los terrícolas han tenido un gran impacto." Respondió Urfin y acercándose a la carretera, añadió. "Es especialmente cierto para nosotros. Como una nación dedicada a la artesanía y el desarrollo tecnológico aceptamos sus ideas con mayor facilidad."

Aurora que escuchaba notó que un automóvil se estacionaba al frente de ellos abriendo la entrada. El automóvil era grande, lo suficiente como para que humanos como ella entraran cómodamente, pero también era extraño.

La mayoría de los automóviles tenían un diseño que revelaban los engranajes que componían el interior del vehículo y era especialmente cierto en el lateral y al frente en donde Aurora suponía que se encontraba el motor.

Obviamente tales engranajes estaban cubiertos por lo que Aurora supuso que era algún tipo de metal traslucido.

A pesar de la extrañeza del exterior, el interior eran asientos de cuero que Aurora al entrar encontró cómodos.

Urfin entró en el asiento de pasajero y le dio una orden al conductor que asintió con respeto, no a ella sino a que a él.

"A la ciudad subterránea." Pidió Urfin en calma.

El conductor asintió y empezó a conducir.

Aurora se sorprendió de la suavidad con la que el auto funcionaba. Desde que arrancó hasta que empezó a transitar la carretera fue suave y cómodo.

Ella no pudo evitar observar las calles de la ciudad y sintió que esto era más cercano a la modernidad que la capital del Imperio Falion.

Amplias calles con múltiples vehículos algunos con diseños diferentes a otros transitaban las calles. Un tipo de semáforo en varias esquinas importantes y luces a cada lado de la calle.

Todo funcionando con electricidad y no magia.

"Wow…" Aurora que estaba viendo todo se centró en la vista de adelante cuando el conductor dobló una calle para dirigirse a la carretera y ella no pudo evitar estar sorprendida.

A lo lejos al final de la carretera a varios kilómetros de distancia se encontraba una enorme montaña que antes ella no había podido ver por los edificios.

Sin embargo, ahora la vista fue clara y ella no pudo evitar sorprenderse al ver el gigantesco castillo cubriendo la montaña.

Era una fortaleza de metal con tuberías que se extendían desde el pie de la montaña hasta la cima con altas torres y en cuanto el vehículo más se acercaba, Aurora podía ver los cañones e incluso cientos vehículos voladores que despegaban.

No existía carretera para subir a la cima o al menos Aurora no podía ver ninguna, pero vehículos parecidos a arañas se movilizaban escalando la montaña.

"Somos un importante reino con múltiples recursos únicos y artesanos de todo tipo. Necesitamos cierta protección." Dijo Urfin con una sonrisa orgullosa y viendo la fortaleza, añadió. "Sin el apoyo del Imperio Falion hubiera sido imposible mantener nuestra existencia."

Aurora observó al conductor que asentía en silencio por el comentario de Urfin y luego observó a su colega.

Ella sabiendo que Urfin la invitaba al Reino Autónomo Enano, ella había buscado información y entendía a lo que se estaba refiriendo.

"Hace cien años éramos un grupo de refugiados de otros reinos. Sin hogar y si bien nos asentamos en estas tierras y progresamos, los conflictos eran habituales." Narró Urfin en calma.

Hace cien años miles de refugiados fundaron una ciudad en la frontera del Imperio Falion y si bien recibieron permiso y lograron progresar gracias al comercio, tuvieron múltiples conflictos.

"Tuvimos democracias, dictadores y múltiples presidentes en par de días… Hasta un lunático quiso fundar una teocracia. Eran tiempos caóticos." Contó Urfin con una extraña sonrisa y viendo el final de la carretera, añadió. "Todo cambio cuando le ofrecimos lealtad al Imperio Falion. En vez de pensar en autoridad, decidimos concentrarnos en el progreso."

Aurora vio un túnel en el interior de la montaña en una carretera y al acercarse Urfin únicamente tuvo que revelar su rostro al guardia para que lo dejaran pasar.

Terra nova era un mundo de por si caótico, pero la historia de este reino era una representación de lo caótico que fue.

"Esas personas que tomaron la decisión fueron inteligentes." Dijo Aurora y Urfin al entender el significado se giró para mirarla y ella sonrió y explicó. "Me gusta leer las historias sobre los lugares que visito."

Urfin Jadegrog era una de esas personas en la historia del Reino Enano… Aurora que se había preguntado porque él tenía un puesto tan importante en la Tierra lo entendió.

Un libro de una historia de más de cien años en donde Urfin fue mencionado múltiples veces.

"No, es tan como dice los libros. Solamente fui un mercenario con un poco de suerte." Respondió Urfin y la calle por la que iban, empezó a ser iluminada.

Aurora que había estado concentrado en la conversación abrió su boca al ver la ciudad subterránea que lentamente se revelaba.

La carretera circular bajaba hacia abajo y debajo de la montaña se encontraba una masiva ciudad.

En el techo se encontraba lo que parecía un sol artificial que iluminaba cada rincon y ella desde su posición podía observar una gigantesca ciudad con miles de casas y edificios de todo tipo.

El sol artificial iluminaba con suavidad permitiendo que ella observara mientras el auto descendía por la carretera circular.

"Hace más de cien años los niños mataban por un pedazo de pan y míranos ahora." Dijo Urfin con cierto orgullo y viendo su rostro lleno de sorpresa, añadió. "Por cierto, hay cinco niveles como estos. El primer nivel es el residencial. Nosotros nos dirigimos al cuarto nivel comercial. Allí encontraremos una espada para ti."

******

Aurora siguió a Urfin que entró a una amplia sala comercial. Según Urfin el edificio pertenecía a una importante compañía comercial que se extendía por todo Terra Nova y esta era la sede.

La sala era amplia con múltiples compradores, trabajadores y miembros de seguridad. Lo extrañó era que la gran mayoría de enanos, se inclinaban ligeramente a Urfin cuando lo veían.

Urfin Jadegrog no era un noble, pero en su tiempo fue fundamental para la creación de lo que este reino era actualmente. Uno de los pioneros que pidió la ayuda del Imperio Falion y si bien él podría haber sido alguien influyente en ese nuevo reino, decidió ceder todo su poder político e influencia.

Por supuesto, él no era el único, pero los enanos tenían una esperanza de vida de 300 años y tenían buena memoria en ese sentido.

"Traigo una nueva clienta. ¿Se encuentra Jadun Jadegrog? Dígale que su tío ha venido de visita." Dijo Urfin con una sonrisa animada a la secretaria.

"Por supuesto, en un momento bajara." Respondió la secretaria.

Urfin se acercó a ella con una sonrisa animada.

"Te aseguro que mi sobrino podrá ayudarte con tu espada. Él no es herrero, pero es comerciante. Uno muy bueno, por cierto." Dijo Urfin y señalando el cartel al frente de la secretaria, murmuró. "La Compañía Comercial Oro la empresa más importante de Terra nova. Ellos producen de todo y entre sus filas se encuentran los mejores herreros de la historia."

Aurora al escuchar la confianza en la voz de Urfin sintió un poco de emoción, pero de inmediato se calmó.

"Veré. Sinceramente no sé muy bien lo que deseo, así que puede ser complicado." Respondió Aurora.

Estaba siendo honesta. Quería una espada como su espada de entrenamiento, pero también deseaba algo que se adaptara a su capacidad.

El problema era que la mayoría de las espadas de Terra nova estaban diseñadas para terranovense, ya sea teniendo habilidades poderosas o simplemente diseñadas para el control natural de energía mágica que los terranovense eran conocidos.

Si bien ella tenía un alto control de energía mágica, Aurora también tenía que pensar en que la espada se adaptara a la energía mágica de la tierra y más específicamente a sus auras.

"No te preocupes. No miento cuando digo que los mejores herreros de la historia están aquí. Literalmente algunos viejos semidioses viven miles de años ni hablar de aquellos que optan por la inmortalidad como los liches o vampiros." Comentó Urfin en calma.

Aurora parpadeó sintiendo lo irreal de las palabras de Urfin y ella eventualmente sonrió.

Este mundo existía individuos que han vivido miles de años y múltiples razas con esperanzas de vida milenarias e incluso Semidioses como Dioses, así que sus palabras no eran extrañas.

"Por supuesto, le pediré a mi sobrino que te ayude con el precio, pero estoy seguro que encontraremos algo que te guste… O pediremos que lo puedan diseñar." Añadió Urfin notando su expresión.

A diferencia de Cithrel que probablemente diría que le regalaría las armas, Urfin conociéndola fue claro con el precio, lo que fue agradable para Aurora.

Luego de un par de minutos un enano delgado con una barba ligeramente recortada de color negro se acercó y sonrió abrazando a Urfin.

"Tío! ¡Hoy es un día de suerte!" Exclamó Jadun Jadegrog luego de las presentaciones y con una sonrisa, explicó. "Actualmente está presente uno de los supervisores. Cuando le conté que tu vendrías con una acompañante queriendo ayuda, él me comentó que nos ayudaría."

"Un Supervisor es como un Director Ejecutivo de la Tierra. Ellos generalmente supervisan empresas de este tipo." Explicó Urfin en calma al mirarla.

A diferencia de Jadun que parecía emocionado, la expresión de Urfin fue extraña lo suficiente como para que Aurora pudiera identificarlo.

"¿Hay algún problema? Preguntó Aurora con curiosidad.

"No. Para nada. Los Supervisores se encargan de empresas como estas en diferentes mundos. Ellos pueden acceder a una cantidad de infinitas de recursos y tienen contactos con todo tipo de personas." Explicó Jadun emocionado.

Urfin le dio una señal para que se calmara y luego la observó a ella.

"La Compañía Comercial Diamantes es la más grande de Terra nova, pero ellos son una sucursal en el gran esquema." Dijo Urfin y dudando un momento, explicó. "En cierto sentido ellos pueden considerarse una Iglesia Comercial. Cientos de compañías por diferentes mundos bajo un dios."

Aurora primerió asintió encontrando extraño la relación que Urfin acababa de hacer, pero luego de un momento frunció el ceño.

"¿A que Dios pertenece?" Preguntó sintiendo que ya sabía la respuesta.

Ella entendía que los Dioses en este mundo eran normales y al igual que existían Iglesias que adoraban a diferentes 'Dioses', también existían otros medios de adoración y organización. Para Dioses centradas en artes marciales como espada, se encontraban 'academias de artes' e incluso para dioses más aguerridos 'Ordenes'.

La 'Religión' podía presentarse en diversas maneras y los dioses mostraban su poder por distintas formas no solamente por un sistema de 'Iglesia' ortodoxo.

Aquí era similar. Un Dios que controlaba diferentes compañías comerciales por diferentes mundos extendiendo su dominio y control por ese medio.

El problema para Aurora era a qué tipo de dios se trataba.

"El Dios de la Riqueza, del Comercio y la Usura." Respondió Urfin en calma.

Aurora reconoció los títulos, pero faltaba un título que era más conocido que otros.

"Vamos." Dijo Aurora con un medio suspiro.

Ella controló su expresión y Urfin asintió sin notar su estado y sus preocupaciones, pero Aurora no decidió aclararlas, simplemente continuó.

Ambos subieron por un ascensor mecánico durante varios pisos y cuando la puerta se abrió avanzaron por un pasillo hasta una oficina cuya vista daba a la ciudad.

Jadun tocó la puerta y luego de recibir permiso entro sin ocultar su emoción.

"Señor he traído a mi tío y su invitada." Informó Jadun.

En el asiento detrás del escritorio un enano de cabello blanco levantó su mirada revelando sus ojos dorados. Ojos brillantes y relucientes era lo único extraño de ese enano cuya larga barba se extendía hasta el abdomen.

"Oh, el legendario Urfin Jadegrog y…" Dijo el enano con una sonrisa animada saludando a Urfin y luego dando su mano hacia ella, la observó detenidamente y preguntó. "¿Y tú eres su invitada, cierto?"

El enano la observó y su sonrisa reveló que la conocía, llevando a que Urfin frunciera el ceño sin entender.

Sin embargo, Aurora dio su mano.

"Aurora Campbell." Respondió Aurora en saludo y estrechando la mano con calma, preguntó. "Gruvreas, cierto?"

Gruvreas el Dios de la Riqueza, del Comercio y de la Usura. Mejor conocido como Avaricia, el Guardián del Tercer Infierno sonrió al ser reconocido.

"En carne y hueso." Respondió Gruvreas.

Next chapter