930 Otro mundo.

Aurora siguió caminando por el amplio pasillo y en vez de hacer preguntas que podrían alterar el mal humor de Helisent, simplemente se concentró en las armaduras vivientes.

¿Cuánto les pagaban a esas armaduras vivientes para quedarse quietas todo el día? Por lo que Aurora sabia las armaduras sirvientes eran un tipo de no muerto y probablemente no se quedarían todo el día como estatuas gratuitamente.

¿O sí?

Aurora en un punto ya no supo que pensar debido a que el número de armaduras vivientes que notó fue elevándose y un punto los dejo de contar.

Se encontraban cada varios metros y entre más avanzaban por el pasillo los detalles de las armaduras empezaban a cambiar siendo cada vez más complejos y a la vez mas relucientes.

"…"

Aurora al llegar a una encrucijada amplia en la que se encontraba una puerta doble de cuatro metros de altura notó aún más armaduras, pero estas de color negro azabache y ella las contó.

Dos armaduras a lado de las puertas y dos a cada lado de los seis caminos que se conectaban a esta encrucijada y cada uno de ellos eran armaduras vivientes y si bien ocultaban el aura, era fácil notar que eran calamidades.

Rangos SSS como estatuas… ¿Se quedaban quietas todo el tiempo? Para Aurora los no muertos eran como cualquier otro ser 'vivo' lo que significaba que tenían consciencia como para decidir y le parecía extraño que aceptaran quedarse como estatuas.

¿Diferente estilo de vida? ¿Diferentes pensamientos de especies? Aurora no pudo responder su propia duda ya que siguió a Helisent a una puerta unos metros de la puerta de mayor tamaño y al entrar pudo ver una gran y amplia sala.

Cerca de sesenta metros de longitud y unos ochenta metros de altura con pilares blancos rodeando una amplia mesa rectangular en los que hombres y mujeres se encontraban sentados.

Aurora que observó rápidamente a esas personas bien vestidas se fijó en Cithrel que estaba en la parte delantera de esa mesa y que al verla primero sonrió y luego frunció el ceño con una mirada extraña.

"Su Majestad he traído a su invitada." Dijo Helisent al arrodillarse.

Ellas no se acercaron a la mesa amplia sino se quedó al lado de un pilar y guiados por Helisent se arrodillaron mirando al suelo.

Aurora que fue tomada por sorpresa por la rápida reacción de las sirvientes que ya tenían entrenado el saludo.

"¿Debo?" Preguntó Aurora a Cithrel sin saber qué hacer.

La razón de su pregunta fue en parte a las miradas del grupo que estaba sentada en la larga mesa. Cerca de veinte hombres y mujeres bien vestidos la estaban mirando y si bien las auras eran serenas, algunos no ocultaban su poderío.

Mayormente rangos SSS y si bien ninguno la miraba de mala manera y era una mirada de curiosidad, para Aurora fue claro que cada uno de ellos eran personas importantes.

"¿Puedes arrodillarte con ese vestido?" Preguntó Cithrel levantándose de su asiento con comodidad y mirándola de pie a cabeza con extrañeza, dudó. "No voy a negar que te queda bien. Resalta tus atributos y todo, pero… ¿Qué demonios haces con eso?"

La pregunta fue directa y Aurora notó de inmediato que Helisent tembló como si se diera cuenta de la extrañeza de la voz de Cithrel.

Cithrel estaba sorprendida de verla llevando este vestido y para ella fue claro que la orden de vestirla bien no fue dada directamente.

"Me veo bien." Respondió Aurora y encogiéndose de hombros, añadió. "Y me gusta."

Cithrel soltó un bufido ante su simple respuesta y se acercó al frente de las sirvientas y la fue mirando una por una. Ninguna se atrevió a levantar la cabeza y la sola mirada de Cithrel causó temblor en la mayoría de ellas.

Aurora notó el sudor y el temblor de Helisent que le era imposible ocultar el miedo.

Al final la mirada de Cithrel dio a parar a la sirvienta más tímida y…

"¿Melorrill no te pedí que vieras si Aurora estaba despierta? ¿Por qué ahora tengo una muñeca?" Cuestionó Cithrel con un tono autoritario.

La sirvienta rubia que para Aurora había supuesto que era la más tímida se levantó y su cuerpo empezó a cambiar al igual que su cabello.

El cabello rubio paso a un colorido rojo intenso y la altura disminuyó varios centímetros. Lo único que se mantuvo igual fue la esbeltez, ya que le aura, la presencia e incluso la mirada cambio por completo.

Aurora reconoció los ojos rojos de la mujer y Melorrill que se levantó caminó al frente de Cithrel y señaló a Helisent.

"Fui a buscar a su amiga, pero a mitad de camino me encontré con la noble hija del Duque Torvaris." Dijo Melorrill e ignorando el temblor de Helisent y de un hombre de la mesa, aclaró. "Helisent me obligó a revelarle mi objetivo y como ella deseaba ser una 'digna' sirvienta de Su Majestad tomó el liderazgo de traer a la 'sucia' plebeya."

El tono de Melorrill fue burlón y sonrió al mirar a Helisent que paso de arrodillarse a golpear su cabeza con el piso.

"Lo siento…"

"Silencio." Ordenó Cithrel de inmediato y toda la sala cambio.

Las auras se levantaron de inmediato y aplastaron a todas las sirvientas hasta el punto de que las cabezas golpearon el piso.

Una de las auras vino de Melorrill que sonreía y las otras vinieron de aquellas personas de la mesa y la mayoría de ellos mostraron auras de rango SSS controladas a la perfección.

Ninguna de esas auras la toco a ella y Aurora no pudo evitar admirar el control tan meticuloso y más que todo eso… Tantas personas poderosas reunidas en una sala.

Cithrel se frotó el rostro y les hizo una señal simple a las personas en la mesa como si les ordenara que dejaran de 'molestar'.

"Lo siento. Es mi culpa." Dijo Cithrel y suspirando al mirar a las sirvientas, añadió. "Estoy contratando sirvientas nuevas. Las más leales se encuentran encargándose de mi coronación, así que tuve que reclutar a las hijas de los nobles." 

Ambas miraron a Helisent que temblaba y parecía llorar en silencio, entonces se miraron.

"Como ves no son las mejores opciones." Dijo Cithrel con desprecio y mirándola directamente, preguntó. "¿Entonces qué quieres hacer? Normalmente seria ejecutada."

Aurora al escuchar las últimas palabras observó a Cithrel con extrañeza tratando de ver si estaban jugando con ella, pero…

"Es verdad. Te invite como mi amiga personal y teóricamente deberían tratarte con el mismo respeto que a mí y, por ende, recibir un castigo similar si existe cualquier falta de respeto." Explicó Cithrel como si fuera obvio.

"El Imperio Falion es bastante tradicional." Dijo Melorrill en calma y apunto a la mesa en donde varias personas estaban reunidas. "Mira hasta el Duque Torvaris no opondrá resistencia si ejecutan a su hija. Probablemente eso sea mejor a que le castigo se extienda a la familia."

Aurora observó la mesa y notó que algunos asentían al comentario de Melorrill y otros agitaban la cabeza mirando a Helisent e incluso otros miraban a un hombre que mostraba un rostro furioso al mirar a Helisent.

El rostro tenía una similitud a Helisent. De cabello rubio y ojos azules. El hombre de mediana edad delgado y de barba recortada no ocultaba su ira hacia lo que Aurora supuso como su propia hija.

"Que me regale algunos vestidos extra. Creo que a Kairos le sorprendería si visto uno de estos." Dijo Aurora encogiéndose de hombros y notando a Cithrel que sonreía, añadió. "Y tampoco me interesa asesinar personas por algo tan insignificante."

Por la mirada de Cithrel y la seriedad de las personas en la amplia mesa este asunto era grave. Si esto fuera un trabajo normal y se tratara mal a un invitado seria despedido, pero esto no era un simple trabajo y las consecuencias iban más allá de perder el trabajo.

"Ya escuchó Duque Torvaris. Su hija fue salvada por la misericordia de mi buena amiga." Dijo Cithrel mirando al hombre de mediana edad y luego a los demás, declaró. "Sinceramente espero que controlen a sus vástagos. Les he permitido que me sirvan, pero si vuelven a cometer cualquier falta serán ustedes lo que pierdan la cabeza."

"Entendemos, ¡Su Majestad!"

"Entendemos, ¡Su Majestad!"

"Entendemos, ¡Su Majestad!"

Las voces se levantaron al unísono y Aurora notó que recibió la mirada del Duque Torvaris.

"Mi familia estará eternamente agradecida con usted, Su Excelencia." Dijo el Duque Torvaris.

Si al principio Aurora se encogió de hombros como si no le diera importancia, luego frunció el ceño al ver la mirada del duque.

La mirada del hombre era solemne. No era un agradecimiento al azar, sino que era sincero y profundo. Aurora solo había visto ese tipo de mirada en algunas personas de Zerzura.

Era la mirada de un hombre que daría su vida si ella lo pedía. El problema aquí que tal lealtad venia de un poderoso individuo cuyo trasfondo y autoridad era elevado en el imperio.

"Necesitas acostumbrarte. Ser mi amiga no es simple." Dijo Cithrel al acercarse a ella y palmeándole el brazo, añadió. "Duque no se olvide de alejar de mi vista a su vástago."

Aurora que se sintió ligeramente incomoda al final suspiró y siguió a Cithrel.

Quizás estaba menospreciado lo que significaba ser la amiga de Cithrel… De la futura Emperatriz del Imperio Falion.

Aurora siguió a su amiga.

"Deberías haberle pedido algo más al Duque Torvaris. Es probable que ceda hasta su asiento de Duque si lo pides." Dijo Cithrel sonriéndole y cuando ella la miró, se rio y añadió. "Bienvenida a Terra nova, Aurora."

Esta era la primera bienvenida desde que ella llegó a este mundo y Aurora al darse cuenta de que recién estaba empezando su viaje, suspiró.

De verdad estaba en otro mundo.

avataravatar
Next chapter