358 Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 37: Prioridad.

Aurora puso una expresión fría mientras se rompía la barrera que cubría el campamento.

Decenas de jaulas estaban en el lugar, unas arriba de otras y dentro de esas jaulas se encontraban todo tipo de bestias mágicas.

Todas eran crías y estaban inconscientes.

Aves de fuego, panteras, leones alados, Homotherium e incluso Goliathus… Varias de las especies mágicas que había escuchado estaban aquí en este lugar.

La expresión de Aurora se hizo más seria al acercarse observando ese lugar con su espada en sus manos.

Cada bestia mágica estaba atada con cadenas a las rejas de las jaulas, y estaban completamente inconsciente mientras círculos mágicos brillaban en las rejas de metal.

No era una experta en magia, pero entendía que todo esto estaba diseñado para debilitar a esas crías y mantenerlas inconscientes.

—Abdellah acaba de informar. Cada jaula tiene un encanto explosivo. El detonador es a larga distancia.

La información del mensaje de su reloj holográfico fue trasmitido a su mente y la expresión de Aurora solo se hizo más fría.

Su mirada estaba en la jaula de mayor tamaño en el que estaba una figura de pelaje oscuro.

Una pantera negra de cinco metros de longitud y cuatro metros de alto estaba acostada en ese lugar y entre todas las bestias mágicas era la de mayor tamaño.

Era una pantera del tipo tigre y Aurora pensó en la situación.

Esta era la única jaula que era diferente y había una razón para ello.

"No te muevas y no hagas nada." Ordenó una voz fría a su espalda.

Aurora reconoció esa voz y también se dio cuenta de que esa voz no le estaba hablando a ella, sino que a la figura que estaba en esa jaula.

Esa gran bestia abrió sus ojos y el color púrpura brilló con una ira y rencor inconmensurable.

La jaula en la que estaba encerrada era fuerte, pero el tema era que si la rompía unas pocas jaulas de su alrededor explotarían… Y eso llevaría a que las crías murieran.

Los rehenes eran para contener a esa bestia.

—Ordena a todos que salven a las bestias y las liberen... Esa es la mayor prioridad, no importa si son descubiertos.

En su mente dio la orden a su sistema y ella al sentir la presencia a su espalda, solo levantó sus manos en alto como si se rindiera.

La tigresa que sería clasificada como una pantera negra por su pelaje oscuro, cerró sus ojos debilitados por los encantos.

—Llevará tiempo romper todo sin dañar a las bestias y la Cardenal Brousseau todavía no ha llegado a su objetivo. Abdellah priorizará primero su apoyo.

Su sistema dio la respuesta que necesitaba en este momento y Aurora respiró hondo.

No pidió que vinieran los refuerzos, ya que había encontrado lo que ese gran Homotherium buscaba.

La tigresa que estaba debilitada era aquella que era 'débil ante sus crías'… Y todas esas crías eran los rehenes que la mantenían encerrada en este lugar y no le permitían buscar su libertad.

Los refuerzos se demorarían en llegar, pero la prioridad ahora mismo era liberar a esas bestias mágicas y básicamente rescatar a los rehenes.

"Jefe una cazadora ha llegado. Espero que venga pronto."

Escuchando la voz a su espalda, Aurora actuó de inmediato al planear su forma de moverse.

Sosteniendo su espada, ella se giró hacia su oponente a alta velocidad y reconociendo al arquero que se encontró en la misión 'arca', se abalanzó hacia él.

Ese arquero le había estado apuntando con su arco y Aurora desvío la flecha con su espada a lo lejos para evitar que dañara a una de las crías, entonces trató de cortarlo.

"UGH…"

Su ataque fue rápido, pero el arquero se protegió con su arco que sirvió para evitar su espada y entonces la trató de patear, para alejarla.

Aurora recibió la pata y si bien la fuerza del arquero no era tan alta, retrocedió hacia atrás para tomar distancia.

Fue una mala decisión cuando se enfrentaba a un arquero, pero su objetivo no era derrotarlo.

"¡PERRA!"

Ella en vez de eso sacó pergaminos de rescate de su anillo espacial y los empezó a tirar a la mayoría de las jaulas.

Logrando que cuando se activarán los pergaminos, las jaulas desaparecieran por completo.

El arquero se enfadó y Aurora al ver que disparaba sus flechas, también pudo distinguir un poco de miedo.

*BOOM*

Sin importarle las emociones de su oponente, al ver la flecha, ella levantó una barrera con su aura celeste para atraparla en una esfera y evitar un daño en área.

La flecha explosiva terminó rompiendo la barrera, pero el daño a su alrededor se redujo a gran escala y ella volvió a balancear su espada utilizando sus cortes verdes.

"Tch…"

El arquero trató de esquivar y cuando se dio cuenta de que esos cortes verdes pasaban las jaulas y evitaban las bestias mágicas para perseguirlo, su expresión se hizo horrible.

Por su parte, Aurora volvió a utilizar pergaminos para pegarlo a las jaulas, logrando reducir el número de las jaulas en gran medida.

No podía romperla debido a que podía hacer estallar el encanto, y alejarlo era lo mejor que pudo hacer.

El pergamino de rescate los enviaba a los alrededores para alejarla de la zona y generaba una barrera a su alrededor, esa barrera impediría que los encantos explotaran cuando se enviara la señal de activación.

Su tiempo de duración no era alto, pero era un tiempo que ahora necesitaba.

"Gha…"

Escuchando el gemido del arquero que no pudo esquivar sus cortes verdes, ella actuó de inmediato al sentir ciertas fluctuaciones mágicas.

Avanzando a gran velocidad, el arquero la detectó con sus reflejos y le disparó varias flechas.

Debido a que las jaulas se redujeron Aurora no la desvió, sino que saltando en el aire la esquivo por centímetros y luego su aura roja brotó de su espada.

Cortando a su oponente, el arquero activó su barrera personal y se trató proteger con su arco.

La barrera fue cortada por su aura roja y el arco fue partido a la mitad.

"UGaahh…"

La fuerza de su corte se redujo y no pudo asesinarlo, pero pudo crear una herida en el rostro de ese hombre que cayó al piso mientras gritaba de dolor.

Su espada dio a parar en el cuello mientras que las fluctuaciones mágicas se convirtieron en un hechizo de teletransportacion, que hizo aparecer a tres individuos.

Uno era el Archimago de fuego que se encontró en la misión arca y que era el líder.

La siguiente fue un Archimago de tierra femenino y también estaba la luchadora… Ambos habían participado en el ataque a la misión arca.

"Oh, ¿no es la gran 'Protectora de Zerzura'? ¿Qué haces por estos lares?" Dudó el líder con una sonrisa amistosa mientras llevaba en su mano un gorila atronador bebe.

La luchadora y la Archimago de tierra se desviaron para rodearla, pero cuando ella acercó su espada en la garganta del arquero, ambas se detuvieron.

"Es mejor que no intentes eso… Ninguna de las dos." Ordenó el Archimago y levantando el gorila atronador bebe, advirtió. "Al menos que quieras que muera."

Sus palabras estaban dirigidas también a esa gran bestia mágica que se había levantado en su jaula.

Aurora pudo sentir que esa tigresa bajaba su cabeza sin atreverse a hacer movimiento.

Las 'crías eran su debilidad'… Aurora no pudo negar que la entendía y para ella esa también era su mayor debilidad.

Tres enemigos de rango S con rehenes y ella sola con un rehén.

En este momento estaba en desventaja y no solo necesitaba tiempo para que los demás se movieran, sino que también se encontraba en una situación peligrosa.

Entre el grupo faltaba un lancero, así que tenía que hacer lo mejor posible para esperar que su grupo se moviera o rescatar a los 'rehenes'.

Incluyendo el gorila atronador que tenía en sus manos.

Eso era lo primero que debía hacer antes de pensar en la eliminación.

—Abdellah ha terminado de romper las jaulas y liberar a las crías sin baja. Los dejo al cuidado de Arnold y ha ido a apoyar a la Cardenal Brousseau… Alice ha acelerado su trabajo, pero le llevará tiempo. Pide que no te arriesgues y no sean imprudente.

Aurora observó al líder a la vez que leía el mensaje de su sistema en su mente.

—Es mejor que no lo hagas.

Los planes en su mente se estaban llevando a cabo y ella estaba decidida, fue por eso que ignoró a su sistema que estaba comprendiendo sus planes.

Su objetivo estaba al frente de ella… Y nada la detendría.

Ahora solo necesitaba una oportunidad y al ver un brillo, dio una sonrisa al encontrarla.

******

Edward maldijo de múltiples maneras en su mente, pero al final actuó.

No podía asustarse ahora a pesar de que se enfrentaba a tres rangos S y por eso al ver que Aurora apuntaba con su espada al arquero, él lanzó su hechizo.

Enormes relámpagos fueron disparados a gran velocidad al líder y debido a que estaba cerca, fueron lo suficiente rápido como para golpear a ese mago antes de que su barrera se activara.

Su hechizo no fue explosivo o de daño, fueron relámpagos paralizantes y eso fue lo que Aurora necesitaba.

Cortando la garganta del arquero, Aurora balanceó su espada lanzando cortes verdes a la mujer maga y luego, avanzó con una rapidez que Edward no pudo distinguir.

En un parpadeo ella estuvo al frente de Archimago de fuego y a pesar de que ese Archimago levantó su barrera y se protegió con su bastón, cubriendo su cabeza y puntos vitales, Aurora atacó otra parte.

"¡AAAAAAGHHHHH!"

En vez de priorizar asesinarlo apostando a cortar las defensas, ella con su aura roja cortó el brazo que sostenía al gorila atronador y lo tomó con éxito.

Edward se sintió alegre ante el éxito, pero luego tuvo un escalofrío cuando sintió un extremo peligro.

*BOOM*

La luchadora había utilizado la habilidad de 'parpadeo' y Edward recibió el puñetazo con su barrera, siendo enviado a volar y golpeando un árbol.

"Ugh…"

Tosiendo sangre el dolor llego de repente y… Sintió que fue menos doloroso que al golpe de Alice.

Había reaccionado tan rápido debido a que Alice le había hecho lo mismo y él no iba a cometer el mismo error dos veces.

"¡PERRAA!"

El grito enfurecido del líder sonó y extendió una enorme llamarada que hizo que Aurora parpadeara al frente de él.

Aurora clavó su espada generando un domo de celeste que le permitió defenderse de la llamarada y con el tiempo disponible, utilizó un pergamino de rescate en el gorila inconsciente.

El brazo y el gorila desaparecieron por completa.

"Quedan seis jaulas sin contar la de la gran bestia… ¿Puedes hacerlo?" Preguntó Aurora dejando caer varios pergaminos de rescate.

Edward suprimió su dolor y le dio un asentimiento silencioso, al ver como la llamarada cubría toda la barrera celeste que se debilitaba.

Aurora sin mirar hacia atrás hizo que el aura celeste cambiara a roja a penas la barrera desapareció junto a la llamarada, y sin dudarlo avanzó con una enorme velocidad.

Edward sin quedarse atrás mantuvo su atención en la batalla y corrió a una jaula con los pergaminos en su mano.

Pudo ver como Aurora esquivaba el puñetazo de la luchadora cortando ligeramente el estómago de esa mujer y luego la vio cortar la bola de fuego del Archimago.

Él puso un pergamino en la jaula y luego en otra, entonces cuando fue por la tercera sintió el peligro y rodó por el piso.

En su posición y en donde estaban esas dos jaulas, enormes púas de tierra salieron desde el suelo atravesando la nada.

La Archimago de tierra lo estaba mirando fijamente y lo deseaba matar.

Las auras de rangos S estaban en toda su potencia y gran parte de ellas eran intenciones asesinas que causaban miedo, pero no el terror que le causó a Alice.

Era por eso que pudo resistir la presión y agitó su varita lanzando relámpagos mientras ponía un pergamino en la tercera jaula.

La Archimago de tierra recibió sus relámpagos que fueron repelidos por su barrera y ella lanzó su siguiente hechizo.

Unas enormes lanzas de piedra fueron disparadas a Edward y antes de que llegaran a él una línea celeste que se solidificó se interpuso en su camino.

Edward pudo ver las puntas de las lanzas atravesando la barrera, y para su alivio momentáneo, la barrera pudo detenerlo por completo.

*BOOM*

Lamentablemente Aurora al protegerlo tuvo que recibir el puñetazo de la luchadora en el rostro y la fuerza de tal puño, la hizo volar por el aire.

Esa jovencita giró su cuerpo en el aire y aterrizo de pie reduciendo la fuerza de empuje al pisar el suelo.

Tres en contra dos, siendo él un rango A... Edward sabía que solo estaba siendo un fastidio y mirando las tres jaulas restantes, junto a la jaula de la gran bestia, preparó su siguiente hechizo.

Esas jaulas estaban lejos entre ellas y si continuaba yendo de una a otra siendo protegido por Aurora, solo le causaría que ella fuera herida de gravedad.

Ella no podía defenderlo y luchar.

Soportando su impotencia, apretó el agarre de su varita y se movió.

Primero lanzó varias bolas de fuego guardadas en sus varitas y cuando el Archimago de fuego las controló para devolverlas, Edward parpadeó en el centro de las jaulas.

*BOOM*

Un relámpago cayó del cielo a su cuerpo extendiendo ramificaciones y pequeños relámpagos directamente a las jaulas.

Esos relámpagos golpearon los círculos mágicos que conformaban los encantamientos y los rompieron, impidiendo que estallaran.

Antes que pudiera sonreír, pudo ver que la luchadora parpadeaba a Aurora para golpearla y luego la Archimago de tierra también atacaba para bloquearla.

Todo mientras dejaban que su líder que había perdido su brazo se moviera.

Ese hombre había quemado su brazo para que dejara de sangrar y ahora agitó su varita directamente a él.

Edward vio como una potente llamarada arrasaba a su posición y ese fuego cubriendo toda el área lo hizo darse cuenta de que no iba a poder salir.

Fue rápido y solo tuvo tiempo para activar su barrera de la túnica antes de ver que el fuego se acercaba, trayendo la muerte consigo.

Sintió que todo se ralentizaba ante la sensación de muerte y antes de que esa llamarada se acercara, pudo ver como una figura aparecía al frente de él, al 'parpadear'.

Llevando una armadura ligera de cuero, desde su espada en sus manos una enorme barrera celeste se extendió como un domo cubriéndolo a él y a las jaulas que estaban cerca.

"¡MUERE!"

El rugido del Archimago llegó del otro lado de la barrera y el fuego se intensificó centrándose en esa jovencita.

Aurora se giró para dar su espalda al fuego y cubriéndolo con su cuerpo ella clavó su espada al suelo, aumentando la intensidad del aura celeste.

"Ugg…"

Al sentir su voz llena de dolor y oler un aroma a carne quemada, Edward se dio cuenta de lo que sucedía y en donde se encontraba.

No sabía cuándo, pero había caído al suelo y estaba sentado en el lugar mientras su mente no podía conectar ideas.

"No te preocupes… Estoy bien." Dijo Aurora dándole una suave y tranquilizadora sonrisa.

El fuego seguía ardiendo a su espalda y la barrera trataba de mantenerlo a él y las jaulas fuera mientras ella también usaba su cuerpo para protegerlo.

Esa sonrisa tan tranquilizadora hizo que Edward mirara atónito, sintiendo miles de emociones en un segundo.

Estaba sufriendo, pero aquí estaba sonriéndole para tranquilizarlo al ver su estado mental tan inestable.

"Edward necesito que hagas algo por mí…" Dijo Aurora mientras soportaba el fuego con esa sonrisa que lo calmaba.

Su sonrisa no disminuía a pesar de que su armadura de cuerpo en su espalda se estaba derritiendo por el fuego y la barrera celeste temblaba ante los ataques de maga de tierra.

"Una vez que te vayas, busca las jaulas. Estarán alrededor y sentirás la barrera. Quiero que rompas los encantos, liberes y protejas a las bestias." Ordenó Aurora mientras su espada volvía a extender otra ola de aura celeste para protegerlos.

La intensidad del fuego había disminuido, pero Edward podía oler el aroma a carne quemada que venía desde la espalda de la joven.

Y solo una palabra salió de su boca.

"Entiendo." Murmuró Edward recuperando algo de racionalidad.

Aurora actuó de inmediato y con su mano libre le puso un pergamino.

Edward no pudo apartar los ojos de su mirada y ella nunca dejo de darle una sonrisa tranquilizadora.

Estaba funcionando… Esa sonrisa que le decía que todo iba a estar bien estaba funcionando en él y eso lo estaba calmando.

Incluso cuando el espacio se distorsionó a su alrededor, ella mantuvo su sonrisa a pesar de que el fuego la rodeaba.

Y sus ojos nunca cambiaron la determinación y decisión que tenían.

Edward al momento siguiente parpadeó y notó que se encontraba en medio de la nada.

Su cerebro todavía trataba de procesar lo que sucedía, pero su cuerpo actuó de inmediato extendiendo sus sentidos para encontrar las jaulas.

Aurora le había dado una misión y él la iba a completar lo más rápido posible.

******

El fuego se apagó y Aurora respiró pesadamente mientras el dolor ardiente venía de su espalda.

—Las quemaduras son muy graves necesitas usar un pergamino…

Su sistema no pudo continuar cuando ella sacó un pergamino de su anillo espacial y lo rompió.

No fue un pergamino de curación, sino que un pergamino espacial de sellado del área y ese pergamino evito que todos huyeran y que llamaran refuerzos.

A la vez que hizo algo mejor… Evitó que cualquiera de ellos hiciera estallar las jaulas al impedir todo tipo de señales.

"Necesito utilidad no un niñero." Murmuró Aurora mientras su armadura plateada la protegía.

Su otra armadura era de menor calidad comparada a su armadura plateada y fue prácticamente destruida con ese hechizo, logrando que su espalda doliera como el infierno.

No le importaba que su ropa se cayera, pero necesitaba una nueva protección y su armadura plateada era lo ideal.

—La Cardenal Brousseau ha llegado están limpiando todo. Alice ha guardado las jaulas en su sombra y mientras rompe los encantos, lo ha desconectado de la señal. En este momento está volviendo, pero le llevará varios minutos.

Su sistema dejó su preocupación evidente y trató de ser informativo, pero tal información no fue agradable.

No tenía esos 'varios minutos'.

*BOOM*

Esquivando el puñetazo poderoso de la luchadora con algunos pasos cortos, utilizó su espada apuntando al cuello, pero esa luchadora se protegió con sus brazos.

El aura de combate rodeó esos brazos y golpearlo se sintió como tratar de cortar metal… No, el metal era menos duro ante su espada.

Sin embargo, su aura roja se elevó y pudo adentrarse en el brazo de forma superficial, logrando que la luchadora retrocediera.

"No te muevas si deseas que las crías sigan vivas." Ordenó el líder mientras levantaba una esfera con una única mano.

Estaba mirando a la gran bestia que se había levantado y estaba mostrando sus colmillos irradiando oscuridad de su cuerpo.

—Esa esfera es el detonante de los encantos de la jaula.

Su sistema dio la confirmación que necesitaba y ella reaccionó de inmediato.

Avanzando hacia la luchadora esquivó su puñetazo y paso por su lado, cortando superficialmente su costilla.

Sin darse vuelta siguió avanzando esquivando las púas de la maga de tierra y al ver que esa maga creaba una barrera de tierra para protegerse, ella solo desvió su camino de forma repentina.

La forma tan rápida de hacerlo ocasionó que el Archimago de fuego que trataba de controlar a la tigresa se sorprendiera y retrocediera con temor manteniendo el cristal en su única mano.

Aurora en vez de perseguirlo se detuvo y realizó un poderoso corte a la jaula de la bestia encerrada.

Ese corte solo dividió la jaula y la dejo a ella indemne.

"Vete ahora y llévate a las crías. Mi gente está en los otros terrenos de caza liberando a los demás, mientras ellos no salgan de este lugar no pueden hacer estallar los encantos." Avisó Aurora con una voz seria.

"…"

El silencio se extendió por el lugar y Aurora pudo ver como los demás palidecían.

"¡No te atrevas a irte o todos morirán!" Gritó el Archimago de fuego alarmado y horrorizado al mismo tiempo.

La luchadora y la Archimago de tierra en vez de prepararse para atacarlos, dirigieron su atención a las tres jaulas restantes.

Aurora desvió su mirada hacia esa bestia cuyos ojos púrpuras la miraban… Necesitaba que confiara en ella y esa gran bestia reveló sus colmillos.

Eso fue suficiente entendimiento para ella y Aurora avanzó a una de las jaulas más lejanas de su posición mientras que esa gran bestia avanzó a otra de las jaulas.

Balanceando su espada a la tercera jaula, una línea celeste evitó las lanzas de tierra de la Archimago y a la jaula que ella misma se dirigía, utilizó su cuerpo para proteger a la criatura del puñetazo del luchador.

*BOOM*

Ese puñetazo hizo que volara golpeando un árbol con una fuerza aterradora, pero la jaula salió ilesa.

Eso fue suficiente para Aurora.

La gran tigresa protegió a una jaula del fuego del líder y las otras dos fueron tragadas por una densa oscuridad.

Entonces aparecieron cerca de donde se encontraba ella y Aurora conteniendo el terrible dolor de su espalda, liberó a las bestias con su espada apuntando a los encantos de forma precisa.

Lo hizo al mismo momento que regresó esa tigresa, saliendo de la oscuridad con una cría que había protegido.

Esa gran bestia era una criatura de tipo oscuridad.

"¿Lo sabes no?" Preguntó el Archimago de fuego a la bestia y levantando su cristal, declaró. "Si rompo esto tu gente morirá… ¿Confiarás en que su gente está liberando a todos? ¿Incluso a las que tenemos muy secretamente escondidos?"

La gran bestia dudó.

Las palabras de ese hombre apuntaban a que su gente no podía liberar a todas las crías y era posible que tuvieran áreas secretas, Aurora no pudo negar su temor ante esa realidad.

Era posible… Muy posible.

Aun así, levantó su espada en alto a pesar de que un mínimo movimiento hacia que su espalda quemada doliera de forma terrible.

Era muy posible que sus quemaduras se hubieran empeorado debido al golpe en contra el árbol, pero el dolor no hizo que su mente fluctuara y sus ojos mantenían la lucidez.

Estaba muy lucida en este momento y era porque su objetivo estaba al frente de ella… Nada podía detenerla y su cuerpo debía dejar de funcionar por completo para que no se moviera.

Su entrenamiento con su maestro fue doloroso y ese individuo era aterrador para entrenarla, pero lo que siempre la empujo más allá de cualquier límite era su objetivo.

Y ahora su voluntad para continuar era imparable.

"Déjamelo a mí y vete por los demás… No dejaré que nadie salga de aquí." Declaró Aurora entrando en una posición de batalla.

Esa bestia estaba debilitada tal vez porque no la alimentaron y cuidaron, pero en ese estado debilitado tenía un aura terrorífica.

La otra parte estaba temiendo a que se fuera, ya que podría ser el fin de ellos y de su plan.

"Si dejas que tomen el control, ya no habrá vuelta atrás." Murmuró Aurora y al ver que las orejas de la tigresa temblaban, anunció. "Y muchas bestias te buscan… ¿No dependen de ti?"

Aurora todavía recordaba ese desfile que le hizo ver el Homotherium.

Leones alados, homotheriums, tigres y panteras negras junto a goliathus y aves de fuego… Cada vez que lo recordaba pensaba sobre lo que ellos estaban siguiendo.

No era a las crías, era a la bestia cuya debilidad eran las crías de otros y esa bestia, era la tigresa que estaba al lado de ella.

Esto era una trampa y tal como le dijeron era grande… Trataban de atrapar a una poderosa bestia utilizando de rehenes a crías indefensas.

Y había funcionado.

Antes de que la otra parte pudiera decir algo más la gran bestia huyó mientras que tentáculos de oscuridad atrapaban a las crías inconscientes y se la llevaba con ella.

"¡MIERDAAAA!"

El Archimago de fuego gritó con temor y trató de huir para alejarse del área sellada.

Una vez que estuviera fuera y el cristal funcionara podría hacer estallar todo o volver a controlar a esa bestia.

Era un problema para Aurora, ya que esa bestia, aunque estaba debilitada ahora, estaba claro que no solo era importante, sino que aterradora.

Fue esa razón por la cual cargó otra vez y utilizando la velocidad a su favor, esquivó el puñetazo de la luchadora que era lenta.

Su forma de esquivar no lo hizo perder velocidad y tras continuar aumentó de velocidad para evitar las lanzas de piedra de la maga de tierra.

Su objetivo era el Archimago de fuego que le dio la espalda, y Aurora sabía que para lograr su objetivo necesitaba ser imprudente, tomando un gran riesgo… Y lo hizo.

Deteniéndose de repente, su barrera de su armadura plateada la rodeo y repelió las rocas de piedra de la Archimago de tierra rompiéndose en el proceso.

En ese punto ella balanceó su espada con su aura incolora.

Una hermosa línea apareció en su visión y por primera vez desde que despertó esa aura, le gusto el 'cuadro' que cortó.

El Archimago de fuego se había detenido al sentir el peligro de ese poderoso ataque y a pesar de que activó su barrera, al mismo tiempo de forma inconsciente utilizó sus brazos para protegerse.

Su barrera fue cortada con una fina línea, al igual que su brazo y su rostro.

No murió en el acto, pero su única mano disponible cayó al piso y su herida en su rostro solo podía considerarse extremadamente grave.

Sin manos ese individuo no podía activar el cristal que había guardado en su anillo espacial.

No obstante, el precio fue extremadamente alto.

En una posición inestable y con su brazo en lo alto tras haber realizado un corte, ella no pudo retroceder ante la luchadora que había aparecido a su lado tras usar 'parpadeo'.

"¡HAAAA!"

Esa luchadora fue despiadada y tomando su hombro y la palma de su mano, dobló su brazo con fuerza.

Su grito intenso de dolor salió cuando vio su hueso quebrarse, y el dolor por primera vez la hizo perder lucidez, dando la sensación de que se desmayaría.

Pero no podía hacerlo... Todavía debía continuar y ese deseo fue lo que la empujo.

Sacando otra espada de su inventario que apareció en su mano izquierda, ella la empuñó clavándola en el estómago de esa mujer.

No era ambidiestra, pero sabía manejar su espada con ambas manos.

"Ugh…"

Retorciendo su espada en el estómago de la luchadora, Aurora utilizó su aura roja y movió la espada desde el interior.

"Ughh…"

El cuerpo de la luchadora cayó al suelo con una herida que permitió que sus entrañas salieran.

El temor en sus ojos y el horror fue notable, pero Aurora la ignoró.

Esa era la mirada que le daban a una asesina horripilante y eso era lo que ella se había convertido… Y estuvo bien para Aurora.

Su objetivo de ayudar esta vez fue secundario y su principal objetivo era vengar a esas personas que murieron por el ataque de este grupo.

"…"

Y ahora lo iba a hacer.

Avanzando a la maga de tierra que era la última que se mantenía en pie, esa Archimago se puso pálida y levantó varios muros de piedra, pero Aurora las cortó con su aura roja y cuando alcanzó el otro lado se dio cuenta de que estaba huyendo.

Había parpadeado para alejarse y en vez perseguirla Aurora se detuvo y volvió balancear su espada con su mano izquierda.

La ira, su dolor y todas sus emociones fueron tragadas por su aura incolora dando a su espada una fuerza aterradora.

"…"

Su visión otra vez se dividió, pero esta vez tal división fue muy grande.

El corte había dividido los árboles, la tierra y llegado a más de cien metros, golpeando a esa indefensa mujer que había tratado de huir.

Dividiéndola a la mitad.

"…"

En medio del silencio Aurora sintió una mala premonición y en vez de huir avanzó al brazo del Archimago de fuego y sintiendo el peligro a mayor nivel, pinchó la mano cortada para llevarse el anillo espacial.

No sabía si había otro lugar y el detonante no solo serviría para evitar que alguien hiciera explotar las jaulas, sino que también podría permitirle rastrear otras ubicaciones si existía.

Cuando empezó a correr su aura celeste de su espada se extendió creando una esfera a su alrededor y el peligro llegó.

*BOOM*

El Archimago de fuego que tenía sus brazos cortados y parte de su rostro, no había muerto y había quedado gravemente herido.

En su sufrimiento no trató de huir, sino que causó una enorme explosión que hizo que Aurora volara lejos.

Su aura celeste que había conformado la barrera en forma de esfera voló por el aire, golpeando varios árboles y agrietándose, hasta que se rompió y Aurora se estrelló en contra de un gran árbol.

"Ugh…"

La sangre salió de su boca y el dolor vino todo junto y se combinó con sus graves quemaduras logrando que su visi��n se volviera borrosa y su mente se apagara con sutilidad.

—Iniciando protocolo de emergencia.

El texto apareció en su mente y luego sintió una suave aura que la cubría, calmando el dolor.

Cuando abrió los ojos lentamente pudo ver el aura blanca que estaba en el área de entrenamiento de su maestro, rodearla.

Su hueso roto y su brazo que sangraba de forma horrible volvió a su lugar gracias al aura y en su espalda el dolor se redujo en gran medida.

Su visión se volvió a estabilizar y Aurora observó cómo amanecía a lo lejos.

La onda expansiva de la explosión derribo todos los árboles alrededor de cien metros y dejando todo hecho un desastre.

El cansancio la desbordo por completo y su mente entró en un letargo mientras se quedaba con una mirada en blanco al ver que no había quedado nada de sus enemigos.

En su espada quedaba la mano del Archimago de fuego pinchada.

"Creo que debo buscar mi espada principal…" Dijo Aurora ligeramente perdida y recostándose en el árbol, murmuró. "Es un regalo de mi maestro."

Esa espada que siempre llevaba era su principal espada y era importante para ella, porque su maestro se la regalo.

El aura blanca la rodeo con más fuerza y la curación se aceleró, pero también lo hizo su cansancio.

Entonces pudo ver a una figura volando a lo lejos a gran velocidad.

Al principio pensó que era su amiga, pero al momento siguiente su mirada se entrecerró cuando vio que era el lancero.

Todavía faltaba uno.

Ese fue el primer pensamiento que vino a su mente y cuando ella se intentó levantar, se dio cuenta de que estaba en el límite.

Al mirar su cuerpo pudo ver en su pierna un trozo de madera atravesándolo y en ese punto se dio cuenta del mal estado que estaba.

Su armadura plateada la protegió bastante, pero al final ella se había arriesgado demasiado.

"…"

El lancero aterrizó con su lanza en su mano y su mirada aturdida demostraba lo sorprendido que estaba, pero al mirar alrededor la notó a ella.

En el campamento de sus amigos, la única que sobrevivió fue ella.

Aurora no tuvo miedo al ver como el lancero se acercaba emitiendo una intensa aura asesina.

La única sobreviviente en este lugar que estaba quemándose por la explosión final de un Archimago de fuego… Sí, estaba claro que la única sobreviviente sería la culpable.

Sin tener miedo, ella observó al lancero.

¿Por qué no se asustó?

¿Era por qué su mente estaba letárgica y le costaba pensar con claridad?

No, la razón era esa aura blanca y…

—No te preocupes, te protegeré.

Por primera vez en bastante tiempo Aurora pudo leer una extrema preocupación en el texto en su mente y ella en vez de sentirse alerta solo dio una suave sonrisa dejándose llevar por la sensación.

Confiaba en su sistema con su vida… Y ahora lo demostró.

El aura blanca la rodeo y cuando su cuerpo estuvo por desaparecer, Aurora vio una mancha negra salir al lado del lancero, saltándole al cuello.

Empujando al lancero al suelo sin que pudiera reaccionar el felino mordió su cuello y le arrancó un pedazo de carne.

"¡HAAAAA!"

Luego decenas de tentáculos salieron de la espalda de esa tigresa y se clavaron por todo el cuerpo del lancero, mientras se movían por su interior.

Causando el mayor dolor posible.

Aurora solo escuchó el grito de dolor hasta que no quedo nada.

"Alguien se te adelanto." Murmuró Aurora a su sistema que mantuvo el aura blanca, pero detuvo el movimiento.

Era posible que su sistema la deseara llevar al lugar en donde estaba su maestro, después de todo nunca nadie dijo que había restricciones para cuándo o dónde moverse.

Solo ella misma lo usaba cuando nadie la veía.

Viendo a la tigresa acercase, Aurora pudo ver en esos bestiales ojos agradecimiento y ella dio una sonrisa.

El pelaje negro se volvió a su forma normal y daba la sensación de ser agradable y suave.

Era una gran tigresa de pelaje negro… Era una poderosa pantera negra.

"Ya he enviado un mensaje para reunir a las crías… Todas están bien." Murmuró Aurora con una voz suave, repitiendo lo que su sistema le había informado.

Su mente no estaba en el mejor momento y ella sentía que no había descansado en meses.

La regeneración no era algo que funcionaba de forma simple, necesitaba nutrientes para reponer la rápida regeneración dada por las células.

Ahora se sentía que podía dormirse en cualquier momento y su estado mental no era el mejor.

Era por eso que cuando la tigresa se acercó bajando sus orejas, ella levantó su mano queriendo tocarla.

¿Era irrespetuoso?

Ese pensamiento desapareció cuando la tigresa tras dudar un momento acercó su cabeza y Aurora sintió que estaba tocando a un muñeco de peluche.

Sumamente suave y agradable, ella no pudo ocultar su emoción y se dejó llevar acariciando sus orejas, su pelaje y tocando sus bigotes.

La sangre en su mandíbula era un poco asquerosa, pero la suavidad del pelaje lo recompensaba.

La tigresa también estaba cansada y se notaba no solo preocupada, sino que también daba la sensación de la lamentación.

¿Era por qué se dejó atrapar por las crías?

Se notaba que mayormente no eran sus crías, ya que había de todo tipo de bestias mágicas, pero igualmente era una debilidad.

"No te preocupes… Fue la decisión correcta." Murmuró Aurora mientras acariciaba a la felina.

En su mente tan desorientada los pensamientos de abrazarla y utilizarla como almohada para dormir aparecieron.

"¿Lo es?"

Aurora tembló al escuchar esa voz femenina salir de la tigresa y dudando de seguir acariciándola, pudo ver que la tigresa la miraba acercando su cabeza a sus manos.

"Si lo es… Vale la pena morir por lo que crees." Dijo Aurora y acariciando a esa gran felina, murmuró. "Pero siempre debes luchar. Proteger a aquellos que te importan."

Su tono salió más serio de lo que había pensado y la razón fue que recordó su pasado.

Ella lamentablemente no pudo proteger a aquellos que la admiraban como una heroína, aquellos que la respetaban y la querían… Al final los perdió.

Los más jóvenes eran su debilidad especialmente los niños y por eso se arriesgó tanto hoy a pesar de que esos 'niños', eran crías de bestias mágicas.

Ante su mirada, cada herida que recibió, fue necesario para proteger a esas crías… Eso fue todo para ella.

La gran felina no respondió, sino que retrocedió y se giró hacia adelante mirando el cielo mientras gruñía.

*BOOM*

Una enorme criatura negra cayó del cielo y al sentir el aura de esa gran bestia, esa criatura sacó sus garras.

"Si la le haces algo, te devoraré." Dijo Alice con una frialdad lo suficiente aterradora como para que Aurora temblara de forma inconsciente.

"Está bien. Ella es mi amiga." Reveló Aurora mientras se recostaba.

Al ver a su glotona amiga el cansancio la desbordó cuando la tranquilidad empezó a levantarse.

La gran criatura y la gran felina se miraron con seriedad ante la palabra 'amiga'.

¿A quién estaba dirigida esas palabras?

Alice fue la primera en actuar deshaciendo su forma de guerrero y sacando varias crías de su sombra.

Era un número muy elevado y todas estaban inconscientes.

La gran felina extendió unos tentáculos de su pelaje negro atrayendo a cada cría pegándola a su cuerpo.

Aurora pudo ver como su glotona amiga miraba atentamente como esa pantera negra utilizaba magia de oscuridad y les encontró cierta similitud a ambas.

La gran felina tras cargarse y ver que Aurora estaba cayendo inconsciente, se acercó.

No lo hizo lo suficiente, ya que la sombra de Alice estaba extendiéndose todavía en guardia, pero fue lo suficiente como para que Aurora viera alivio en los ojos de la otra parte y la escuchara.

"Gracias."

Una voz suave y agradable que llevaba un alivio inconmensurable.

Que alguien trajera las crías tal como se había prometido hizo que esa gran felina no pudiera ocultar su alivio.

Aurora la miró directamente y dio una suave sonrisa.

"No te preocupes… Ya sabes como es." Dijo y al ver que la felina esperaba sus palabras, murmuró con un tono débil. "Hoy ustedes y mañanas nosotros."

Esas fueron las últimas palabras de Aurora antes de que el cansancio la abrumara y cayera inconsciente.

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