935 Ambición.

Aurora que estaba sentada en un asiento observó cómo los escenarios pasaban por la ventana. Ella por más extraño que se sintiera estaba viajando en un tren del Imperio Falion.

Uno de los tantos trenes que conectaba todo el imperio y el escenario a su alrededor pasaba rápidamente y no era por la velocidad del tren, sino que el mismo tren viajaba mágicamente.

"No es la mejor idea poner vías en estas tierras." Dijo Cithrel y con una sonrisa, señaló. "Incluso el Imperio Falion tiene problemas en mantener la seguridad en todo su territorio."

El Imperio Falion era el imperio más grande de Terra nova y tal idea era a nivel de territorio que cubría, sin contar las colonias u otros territorios.

Era más, el terreno durante los tiempos de los jugadores se extendió aún más, ya que durante esos tiempos el Imperio Falion ganó la guerra con otro imperio y su tamaño se había duplicado… Aurora había tenido bastante tiempo para escuchar las historias de Cithrel.

"Suena complicado." Murmuró Aurora y mirando a su amiga, preguntó. "¿Sucede a menudo accidentes?"

"No tan recurrente, pero si suceden. Tienes a los sectarios de toda clase de dioses, enemigos del imperio, rebeldes, bestias inteligentes, razas malignas, invasores de planos, asaltadores y… Bueno, digamos que el mundo es peligroso." Dijo Cithrel con una sonrisa al darse cuenta de que estaba enumerando demasiados enemigos y dando una media sonrisa, señaló. "El Imperio tiene sistemas mágicos en las grandes ciudades, pueblos y aldeas que dan aviso en caso de problemas. Antiguamente la nobleza intervenía para solucionar los problemas. Legalmente ellos están obligados a subir de nivel y fortalecerse."

"¿Supongo que ese sistema de nobles no se mantuvo?" Supuso Aurora con entendimiento.

Actualmente ya no solamente se trataba de ciudades, pueblos y aldeas conectadas de diferentes formas, sino que existían tanto portales como estos trenes mágicos.

Todo ese sistema ayudaba a las personas para poder viajar de un lado a otro con mayor facilidad y era más económico que pagar magos o teletransportarse directamente, pero era inevitable que sucediera peligros.

Después de todo, al igual que portales en la tierra cuyos viajes podían ser interceptados por expertos, aquí también sucedía lo mismo y la diferencia era que aquí existían muchos más expertos en estas tierras.

Los nobles no parecían suficiente y por la expresión de Cithrel y lo que Aurora había aprendido de la historia del Imperio Falion, ellos no siempre fueron tan útiles.

"Si. Mi abuelo fue un emperador débil que llevó a que los nobles se fortalecieran. Mi tía los purgó, mi padre mantuvo la estabilidad y yo los dejo surgir, para purgarlos otra vez. Digamos que ellos no tienen las capacidades que tenían antes." Explicó Cithrel y sonriendo, añadió. "Ahora hay fuerzas de seguridad profesionales dedicadas a la protección de todo el territorio."

Con tales palabras ella apuntó por el pasillo a la entrada donde un joven estaba mirando para todas partes y luego pasó por el pasillo a su lado hasta el otro vagón de pasajeros.

"El Imperio se encarga de dar muchísimas becas y luego cobramos por medio de darle trabajos. Trabajaban un par de años para nosotros y nos ayudan con estas tareas." Comentó Cithrel y en calma, detalló. "El poder no está centrado únicamente en una sola persona."

Aurora estaba de acuerdo con ese sistema y era más, ella sabía que un sistema similar aplicaba la Empresa Apicius e incluso Zerzura.

Sin embargo, en la tierra era más evidente la fuerza detrás de las becas ya que no era fácil subir de rango y el conocimiento que se podía obtener normalmente era limitado.

"Imaginaba más aventureros." Murmuró Aurora honestamente.

Las historias de los jugadores hablaban de aventureros que trabajaban realizando toda clase de tareas, pero se notaba que desde que los jugadores llegaron este mundo progreso más.

Cithrel se rio suavemente.

"Existen gremios de aventureros en regiones más alejadas, pero ellos están mayormente centrados en cazas de bestias y monstruos." Dijo Cithrel y cuando la visión del exterior se estabilizó revelando un bosque, murmuró. "Ya llegamos."

El tren que antes viajaba espacialmente llegó de repente moviéndose por un par de vías entrando lentamente a una pequeña estación de tren.

Las vías eran lo que se encargaban de determinar el punto de llegada o de salida a nivel mágico para que los trenes se pudieran mover. Para Aurora era curioso como los terranovense utilizaron ideas terrícolas para volverlas suyas, similar a los que ellos hicieron en la tierra.

Aurora siguió a su amiga que iba disfrazada de 'Lina' y al bajar a la estación, ella notó que muy pocas personas se encontraban en el área.

De por si, en el tren no había demasiado pasajeros y fue obvio que este sitio era bastante pequeño.

"Lina. ¿Vienes de vacaciones? ¿Cómo va la universidad?" Preguntó una señora de mayor edad de repente cuando ambos salieron de la estación.

La señora parecía estar de viaje por la maleta y la ropa ligeramente formal y Cithrel sonrió al verla.

"Si, vine para mostrarle a mi amiga los alrededores, pero todavía tengo mucho que hacer en la universidad." Respondió Cithrel y con una sonrisa, preguntó. "¿Qué tal Will? ¿Sigue causando problemas?"

"Siempre. Oh, el tren se está por ir. Saludo a tu abuela. Dile que si quiere venga a tomar té." La señora saludo apresuradamente antes de ir al tren que estaba esperando los pasajeros.

Aurora le dio una mirada de reojo a Cithrel que ocultaba su aura y prácticamente su identidad. La forma que había hablado antes tan amigable fue muy diferente a lo que esa princesa hacía.

Cithrel era carismática y amigable, pero siempre revelando cierta presencia que daba a entender a todos lo que la rodeaban que ella era importante, pero aquí no estuvo nada de eso.

Aurora caminó por la vereda de la calle notando los árboles y las diferentes casas apartadas. Este pueblo daba la impresión de ser un tipo de suburbio o barrio, similar a lo que ella vio en el pueblo de novato.

Cithrel fue saludada por muchas personas a veces señoras o jóvenes se acercaban le hablaban de sus historias y su amiga siempre fue cordial recordando por completo los nombres.

Siempre dando la impresión de que conocía a todos y tal escena trajo admiración a Aurora.

Para Aurora era complicado recordar todos los nombres de las personas que alguna vez se habían presentado y si bien al ser un individuo de alto rango tenia ventajas, no se podía comparar a un mago.

Cuando ambas se alejaron de la zona más concurrida, Cithrel se rio suavemente por su mirada.

"¿Quién eres?" Murmuró Aurora con un tono extraño y exagerado.

"No te burles. Tuve una infancia extraña." Comentó Cithrel y al ver que ella mostraba curiosidad, contó. "Esto empezó antes de que yo naciera. Mi tía se obsesiono con su maestro. Bueno, puedes decir que se enamoró de tu hermano si te gusta esa clase de historias.

Ambos caminaron alejándose de los suburbios, pero el lugar se mantuvo agradable. Calles pavimentadas, farolas a cada lado y arboles decorando las veredas.

De vez en cuando se podían ver algunos carruajes que eran tirados por golems caballos o que se movían por su cuenta, pero por lo demás, fue tranquilo.

"Mi tía fue la heredera perfecta. Talentosa, inteligente y sabia. Una mujer poderosa con una mente brillante. Mi abuela estaba orgullosa." Dijo Cithrel revelando cierto apreció y la vez su voz llevaba algo extraño.

"¿La decepcionó?" Preguntó Aurora curiosamente.

Por lo que Aurora había oído la tía de Cithrel desapareció al igual que lo había hecho su hermano.

Sin embargo, tal suposición fue negada de inmediato por Cithrel.

"No. Mi tía le dio un regalo a mi abuela. Hizo que mi padre se casara con mi madre. La Heredera del Imperio Lunar, la dotada, talentosa y ambiciosa Emperatriz Elamaris se casó con mi padre. En esto le dio crédito a mi padre, no tengo ni idea de cómo logró conquistarla." Dijo Cithrel y Aurora dio media sonrisa, pero siguió escuchando. "Del Imperio Falion y del Imperio Lunar nací yo. Esta vez mi abuela en vez de dejar que las cosas se desarrollaran por su cuenta me trajo aquí y me puso a su cuidado."

Cithrel señaló una casa al final de la calle. La casa no era grande ni lujosa como lo que Aurora había visto en los palacios.

Daba la impresión de ser una casa tipo de un suburbio. Dos dormitorios, cocina, comedor y sala o al menos tal era lo que Aurora suponía desde afuera.

Y para su sorpresa, el interior era tal como suponía. La sala no era tan amplia y estaba amueblada sin nada lujoso o extravagante y Aurora vio como Cithrel se tiraba en el sofá, haciéndole la señal para que se sentara.

"Mi abuela me crio aquí. Desde que tengo recuerdos hasta que llegue a la mayoría de edad." Dijo Cithrel y en calma, señaló. "En cierta forma, yo fui el regalo de mi tía para mi abuela."

Aurora no supo que responder y Cithrel no lo necesito.

"Me educo aquí. Fui a la escuela. En una de las escuelas públicas que mi tía fundo." Dijo Cithrel y al ver la sonreír por las fotos de cuando ella era pequeña disfrazada de 'Lina', continuo. "Esto fue un preparativo. La razón por la cual vine a vivir aquí fue para conocer como las personas que eventualmente gobernaría viven. Desde la infancia hasta la adultez. Durante ese tiempo me di cuenta de muchas cosas. De lo que tengo, de las carencias del imperio y lo que se puede mejorar."

Aurora que se distrajo por la pequeña Cithrel que sonreía encantadoramente y la señora con arrugas que estaba a su lado, se centró en su amiga al sentir un tono serio en ella.

"Reforcé la seguridad pública, incentivé la movilidad, la comunicación y mejoré la educación pública que tu hermano instauró con mi tía. Funde miles de escuelas y universidades por todo el territorio del Imperio e incluso más allá." Dijo Cithrel y al recibir su mirada, continuo. "Proporcione becas, brinde programas y di pie a muchas ayudas sociales de la que había oído en la tierra. Mi padre, no se quejó, no era que pudiera. Mi madre estaba ocupada gobernando su imperio y mi abuela estaba encantada de que el conocimiento se extendiera sin fronteras, ya que para ella significaba más poder divino."

Cithrel a pesar de estar narrando sus logros no revelaba orgullo ni felicidad, sino que seriedad. Como si cada paso que diera desde que vino a esta casa fue metódicamente preparado.

"¿No es algo bueno independientemente del fin?" Preguntó Aurora dudando ligeramente.

Aurora sabía que Cithrel era similar a Alice en relación a la indiferencia, pero la segunda lo mostraba y la primera siempre actuaba amigablemente manteniendo una fachada.

Volviendo su mirada a las fotos de la pequeña Cithrel, Aurora notó la pequeña sonriendo disfrazada de Lina, pero los ojos eran serios y fríos.

Una frialdad y también cierto pragmatismo que una niña no debería mostrar, pero luego en las fotos la frialdad fue ocultado detrás de una sonrisa carismática tan distinguible de Cithrel.

Era probable que Cithrel desde su infancia recordara todos los nombres de sus compañeros de la escuela, pero probablemente ninguno era su amigo.

"¿Cual fue tu objetivo?" Preguntó Aurora curiosidad honesta.

Cithrel la observó durante un momento y sonrió.

"Mi tía fue mejor que yo. Más capaz, más hábil, más inteligente y más conocedora. Sin embargo, nunca logro lo que mi abuela buscaba de nuestra familia. Nunca se convirtió en una Diosa." Reveló Cithrel y observándola, señaló. "En este mundo son los dioses quienes gobiernan. Detrás de cada Imperio existe un Dios y de cada reino la iglesia conectado a uno de esos dioses."

Cithrel se sentó en el borde del sofá y su expresión a pesar de que era seria revelaba emoción.

"Detrás de cada iglesia existe un dios que requiere fe. En caso de mi abuela, conocimiento. Tal persona es la motivación de cada imperio, de cada guerra y cada conflicto."

Tal revelación hizo que Aurora dudara un segundo. Las historias de conquistas y de guerras que escuchó de Terra nova, ocultaban conflicto de dioses… En cierto modo, detrás de cada conflicto existían influencias e intereses de personas poderosas, solamente que aquí el poder era divino y abrumador.

Aurora al pensar en eso, se dio cuenta algo repentino y miró a Cithrel.

"Por eso fuiste a la tierra." Murmuró al darse cuenta de las acciones.

¿Por qué Cithrel había ido a la tierra? La respuesta era simple.

"Recibí la bendición de una Primordial para mi ascenso. Construí mi apoteosis desde niña." Reveló Cithrel con calma y observándola, señaló. "Una vez que ascienda al trono obtendré divinidad y eventualmente con el imperio como mi base, me convertiré en una Diosa."

Cithrel no había ido en búsqueda de su tía, sino que queriendo conseguir la aprobación de la Primordial del Fuego y la Destrucción, la Emperatriz del Infierno.

Aurora entendió porque le pareció algo planeado cuando Cithrel mencionó que hizo que los nobles no fueran educados por sus padres. Probablemente esa parte también era parte de su plan.

Por supuesto, era probable que Cithrel obtuviera ayuda y consejos, pero aun así ella lo había hecho todo.

Después de todo, la ambición y ese deseo era natural de ella.

"¿Por qué me dices esto?" Preguntó Aurora con curiosidad.

"Sabes la respuesta." Replicó Cithrel de inmediato.

Cithrel mencionó que deseaba usar el imperio como su base para ascender y dio a entender que Aurora podía usar Zerzura para lograr el mismo objetivo.

Quizás Zerzura no era tan grande como el Imperio Falion, pero fue unida y todavía mantenía cierto respeto hacia ella e incluso algunos podían decir lealtad.

"No te estoy forzando." Dijo Cithrel y suspirando, comentó. "Yo no te puedo ayudar a mejorar tu arte de espada. Tampoco puedo ayudarte a evitar las reglas de tu universo para fortalecerte, pero si quieres tomar este camino puedo ofrecerte consejos."

Cithrel era una maga de Terra nova y Aurora era una terrícola de la tierra. Ambas de mundos diferentes ligadas a reglas diferentes.

Aurora no podía subir de nivel para convertirse en una calamidad y Cithrel no podía cambiarlo. Tampoco podía ayudarle directamente con su arte de espada y con su desarrollo personal.

No obstante, podía darle consejos directamente sobre cómo establecer una apoteosis para el ascenso a la divinidad teniendo un imperio como centro.

Aurora pensó en ese camino, pero luego recordó a al Duque Harmald, un Semidiós de la espada y suspiró.

Era imposible ocultar su deseo de ir por ese camino y a pesar de que no tenía respuesta de cómo avanzar, le interesaba avanzar haciendo lo que le gustaba.

Después de todo, en este punto de su vida había llegado amar su arte de la espada.

Aun así…

"Lo pensare." Murmuró Aurora con un suspiro.

No podía rechazarlo, ya que ese camino todavía era desconocido y si no obtenía un camino claro, eventualmente tendría que optar por otro camino… Uno que quizás no se ajustara a ella.

Cithrel asintió y luego sonrió levemente.

"No pensemos en eso. Déjame hacerte el almuerzo y luego vamos a la universidad en donde estudio." Dijo Cithrel con una sonrisa.

Aurora al ver que su amiga estaba relajada luego de contarle su secreto, ella también sonrió.

Este momento no necesitaba pensar demasiado.

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