340 Alguien está jugando con lo que no debe.

Subiendo la escalera a gran velocidad, el capitán se detuvo de repente.

*BOOM*

Las paredes del piso al que estaban llegando explotaron cuando un gran fantasma se reveló.

Era un fantasma que parecía formado por diferentes partes de cuerpos, dando la sensación de que fueron cosidas entre sí para formar un nuevo horror tenebroso.

Era grande y gordo con diferentes caras y partes de cuerpos formando una sola entidad y se veía fuerte.

El capitán empujó su lanza generando una oleada de hielo que expulsó al fantasma para que retroceda.

"¡Ataquen!"

Antes de que su orden saliera, sus compañeros se movieron lanzando todo tipo de ataques con sus armas.

Su equipo tenía varitas, artefactos, pergaminos y todo tipo de objetos que contenían poderosos ataques, lo que permitió que incluso al estar cansado tuvieran formas de defenderse y atacar.

Rusia les proveyó toda clase de equipo y ahora ellos lo estaban usando.

No debían cansarse antes de llegar al último piso y lo que buscaban era estar en buenas condiciones para lo que sea que se tuvieran que enfrentar al final.

Ese gran fantasma al recibir tantos ataques, se volvió menos corpóreo hasta que desapareció por completo.

Al momento siguiente el sacerdote de la Iglesia del Orden rompió un gran pergamino.

Una esfera de luz se generó al frente de todos y luego ese sacerdote la extendió al pasillo de ese piso para impedir que los fantasmas en ese lugar, los atacaran.

El grupo volvió a avanzar a gran velocidad subiendo por las escaleras.

A diferencia de las escaleras de la torre anterior, esta escalera daba la sensación de ser una escalera de emergencia y no había tanto espacio para volar y al estar en el aire, no tenían espacio para estabilizar su posición.

Había muchos fantasmas en la torre y el problema era que los sacerdotes que murieron en este lugar tenían un alto deseo de protegerlo, lo que hizo que sus fantasmas generan un retorcido objetivo y fueran territoriales.

Como si fuera poco, ningún fantasma podía entrar desde afuera y eso llevo a que los fantasmas del interior se devoraran entre ellos para fortalecerse.

Aquellos que quedaban eran enemigos poderosos y problemáticos.

—¿Cómo se encuentra su situación? —Preguntó Vladislav por medio de telepatía.

Los artefactos de telepatía fueron diseñados para permitir una comunicación a larga distancia y por eso era que el capitán escuchó la voz de ese anciano.

Su voz se notaba un poco agotado, tal vez debido a que su misión se había vuelto más complicada.

Todo era posible cuando se encontraba en la torre principal.

—Estamos en el séptimo piso, faltan tres para llegar al décimo. —Respondió el capitán y con un tono solemne, preguntó. —¿Cómo se encuentra usted?

Avanzando de forma veloz cuando llegaron al octavo piso la puerta se abrió y dio pie a un infierno.

Literalmente la puerta dejo ver un infierno… El fuego en ese piso ardía sin parar y cuando se abrió la puerta se dirigió hacia ellos.

En ese lugar era posible que se encontrara algún antiguo mago de magia de fuego que fue lo suficiente aterrador como para que su magia perdurara en su forma espiritual.

*BOOM*

Habían levantado varias barreras de seguridad y les permitió escapar del asalto del fuego, pero recibieron los ataques explosivos posteriores y algunos de su miembro fueron expulsados golpeando la pared.

"¡Que no avance!" Gritó el Archimago de aire y agitó su varita.

Un torbellino empujó el fuego, presionándolo para que volviera a la habitación y ese hechizo fue tan espléndido, que pudo revelar el interior.

El pasillo de ese piso estaba todo quemado y en medio del lugar, se encontraba un fantasma con un cuerpo quemado.

Era un Slaran y por su cuerpo daba la sensación de que se había inmolado a sí mismo… Tal vez para detener su sufrimiento.

Esta vez otro pergamino fue roto y el hechizo que contenía fue uno diseñado por Vladislav.

Una enorme oleada de agua fue expulsada del pergamino y se adentró al pasillo.

El fuego y al agua chocaron entre sí, y el humo empezó a extenderse.

Sin embargo, con esa distracción ellos siguieron avanzando con más rapidez.

—La situación es complicada. Hay un Slaran vivo en la torre, al parecer mantuvo su cuerpo usando la divinidad de los dioses de este mundo. Mi suposición es que es inmortal mientras la divinidad de sus guardianes se mantenga. —Informó Vladislav con un tono solemne y tras un momento, agregó. —No parece querer dialogar y está preparando su arte secreto para romper el límite del rango S y entrar al rango SS.

Tales palabras hicieron que la expresión del capitán temblara.

Estaba avanzando por las escaleras, pero cada paso se sentía demasiado eterno y la escalera dio la sensación de ser muy alta.

Vladislav estaba señalando que estaba a punto de luchar contra un rango SS y lo peor de todo, era que esa criatura era 'inmortal'.

Si ese anciano estaba lo correcto y ese Slaran mantenía su vida atada a la divinidad de sus dioses, solo cuando esta era destruida, él podía ser destruido.

Eso significaba que ellos tenían que moverse con mayor velocidad.

Necesitaban destruir el altar, para permitir que Vladislav destruyera también su parte y a la vez pudiera ganar.

Ese anciano era fuerte, pero nadie en este momento estaba en condiciones para una batalla de resistencia.

Incluso si la otra estaba en las primeras etapas del rango SS y Vladislav era un experto bastante antiguo, la situación se volvería complicada si la batalla se transformaba en una pelea de resistencia.

Uno se debilitaba lentamente y el otro era inmortal.

Si la batalla se luchaba con tales condiciones, las oportunidades para su lado iban a disminuir muy rápidamente.

—No tiene que preocuparse. Nosotros nos encargaremos de nuestro lado. —Informó el capitán.

—Entiendo. —Respondió Vladislav y con un largo suspiro mental, agregó. —Buena suerte.

Con tales palabras la comunicación se terminó y el capitán puso una expresión seria al llegar al noveno piso.

Haciéndole una señal aparte de su grupo, cuatro miembros se quedaron en ese lugar con sus armas levantadas.

Habían optado por avanzar directamente al último piso y en ese punto dividir a su gente, dejando un grupo de cuatro para cuando los fantasmas trataran de atacarlos.

Ellos iban a usar todos los pergaminos y artefactos que tenían para resistir cualquier enemigo que viniera desde los pisos inferiores.

Dándole la oportunidad para que ellos actuaran con lo que sea que estuviera en la última torre.

******

Vladislav observó al Slaran que no lo que quitaba la mirada de encima.

Era posible que ese individuo fuera el Sumo Sacerdote y por su intensa mirada estaba claro que estaba esperando que atacara.

Guiando su mirada hacia atrás de ese círculo, pudo ver el portal abismal.

Los rusos no podían enviar refuerzos y no solo era por la situación de este mundo, sino que era porque ese Sumo Sacerdote interfería con los movimientos espaciales.

"Rendirse sería la mejor idea." Dijo Vladislav mientras usaba un artefacto mágico.

Estaba convirtiendo su voz en energía mágica para trasmitir sus palabras a la otra parte no importa que idioma hablara.

En otra parte de la sala el espíritu del profeta seguía golpeando la barrera con la misma fuerza que cuando él había llegado.

El Sumo Sacerdote no respondió.

Está vivo, eso era indiscutible.

No sabía cuánto vivían los Slaran e incluso si vivieran mucho, este mundo los corroería lentamente para darle fin, antes de que llegaran al máximo de su vida.

Sin embargo, este Sumo Sacerdote estaba usando la divinidad para atar su vida y seguía protegiendo el altar.

"Tienes mi respeto por tu devoción y por ello te liberaré de tus ataduras." Declaró Vladislav con su bastón en su mano.

El Slaran entendió sus palabras y su frialdad se extendió, entonces de repente observó a lo lejos.

"¿La expedición ha comenzado su batalla?" Dudó Vladislav y dando una sonrisa, agregó. "Ellos creen que estoy cansado y seguramente se esforzaran para terminar con todo rápido."

Su voz y apariencia dejaba en claro que de ninguna manera estaba 'cansado'.

¿Cuál era la razón por la cual mintió?

Solo él lo sabía.

La expresión del Sumo Sacerdote cambio y entonces cerró sus tres ojos.

Una fuerza intangible fue movilizada en la misma torre y empezó a acercarse a ese Slaran.

El profeta golpeó con más fuerza la barrera sintiendo el peligro, pero incluso en ese punto su ferocidad no paraba.

Era posible que incluso hasta su muerte no pudiera romper esa barrera y era normal, ya que tal barrera era protegida por la otra torre.

Vladislav no detuvo al Sumo Sacerdote de utilizar su torre.

En Terra nova los Archimagos le gustaba crear su propia 'torre mágica' en el cual estaba su laboratorio y era posible guardar su grimorio e investigación.

Esa torre potenciaba los hechizos de los magos que la controlaban y ahora ese sacerdote estaba usando algo parecido.

Solo que no potenciaba un hechizo o una habilidad, aumentaba la fuerza de su cuerpo.

La presencia de ese Sumo Sacerdote fue creciendo hasta llegar al límite del rango S, y entonces rompió esa 'pared' que le impedía ascender.

La fuerza generada por su cuerpo aumento y Vladislav frunció el ceño al sentir que su alma temblaba, pero continúo observando sin miedo.

Pasando de la etapa inicial del rango SS, fue subiendo de fuerza y alcanzo la etapa media.

La diferencia en potencia y fuerza general era mayor, pero todo dependía de cómo era usado esa fuerza.

Vladislav no solo lo superaba en fuerza, sino que no le tenía miedo y vio como el Sumo Sacerdote se movía.

Abriendo sus ojos una enorme presión se extendió hacia él y Vladislav utilizó su bastón para levantar una barrera de agua.

*BOOM*

Parte de la torre fue destrozada y Vladislav fue empujado afuera de la torre con una enorme fuerza.

Sin embargo, estaba en perfecto estado y controló su cuerpo en el aire, mientras daba una sonrisa al ver al Sumo Sacerdote salir.

Decenas de miles de almas que rodeaban todo el lugar se alteraron al ver a ese Slaran flotar en el aire y se manifestaron de forma tangible.

No fueron en dirección del Sumo Sacerdote, sino que fueron directamente a Vladislav.

"Aquí hay más almas de lo que uno piensa… ¿Tal vez eran los creyentes? ¿Murieron devotamente rezando?" Dudó Vladislav sin cambiar de expresión.

A pesar de que él no estaba moviéndose para atacar, en realidad estaba manipulando el elemento agua y lanzando su hechizo sin mover un dedo.

Las nubes se formaron en el cielo y entonces gotas de agua empezaron a caer.

Empezaron siendo pequeñas como una ligera llovizna, pero a gran velocidad fueron creciendo de tamaño y su caída se hizo más veloz.

Hasta que dejaron de ser 'gotas' y se volvieron esferas de agua del tamaño de un puño de un adulto.

Había iniciado su dominio.

Ni los fantasmas que se materializaron pudieron resistir ser golpeados por esas enormes gotas de agua.

Ese era su 'Dominio', su capacidad natural al cambiar el clima y sus alrededores, generando un ambiente perfecto para sí mismo.

Un rango S controlaba el elemento a voluntad, pero un rango SS había avanzado hasta el punto de que podía generar un 'dominio' propio… Cambiar el clima creando un 'terreno' ideal para sí mismo.

Entonces esas enormes gotas se transformaron en lanzas de agua cuando Vladislav la manipuló y todas apuntaron a su objetivo.

"¡Ven!" Instó antes de disparar su ataque.

******

Una enorme onda se extendió con fuerza y el capitán de la expedición se lanzó a un lado, rodando por el suelo.

*BOOM*

La fuerza de ese ataque fue lo suficiente aterrador como para explotar la pared de la torre y revelar el exterior.

El capitán se movió de inmediato y levantándose, avanzó hacia su oponente.

Era un esqueleto de un Slaran que lo único que mantenía con carne, era el tercer ojo en medio de su cráneo.

Su fuerza era al límite del rango S y era poderoso, pero no hubo miedo en el capitán.

Sin temor a salir herido avanzó desviando los ataques de su oponente con su lanza.

Ese Slaran usaba un estilo de magia espiritual que le permitía crear una fuerza intangible para atacar de forma física y también tenía una gran capacidad de ataques espirituales.

Los ataques que el capitán evitaba con su lanza y su aura, eran esos ataques físicos.

Desviando, cortando o esquivando se acercó a su objetivo.

Ese Slaran no-muerto intentó retroceder, pero una ventisca de aire lo detuvo y luego del otro lado un caballero se interpuso en su camino.

Todo fue un movimiento sumamente planeado y el líder al acercarse empujo su lanza con fuerza.

El hielo se extendió con su propia aura especial y congeló la barrera de ese Slaran, junto al cuerpo.

"¡Ataquen!"

Volviendo a saltar los otros miembros usaron sus artefactos para lanzar diferentes ataques.

Bolas de fuego, de agua, de relámpago, de tierra, lanzas de todo tipo vinieron y golpearon a la estatua del hielo.

*BOOM*

Cuando los ataques golpearon, la explosión resultante fue bastante estruendosa y cubrió gran parte de la visión del equipo.

Sin embargo, el capitán pudo sentir la presencia de ese no-muerto, que todavía seguía 'vivo' y al momento siguiente sintió el peligro.

"¡Cuidado!" Gritó en alerta realizando un empuje.

Su decisión fue la correcta, pero él fue uno de los pocos que se movieron rápido.

*¡BOOM!*

La explosión que le siguió fue estruendosa y no solo llevaba una potente fuerza expansiva que empujo a todos, sino que huesos se extendieron para todas partes.

Tal poderoso ataque fue tan potente que el capitán de la expedición salió volando en el aire, golpeando la pared de la torre.

"UGhh…"

Su ataque había mermado la fuerza expansiva, pero incluso tras escapar, el golpe contra la pared de metal quebró varios de sus costillas y lo hizo vomitar sangre.

Apretando sus dientes con fuerza y utilizando una poción todavía en alerta, observó el lugar de la explosión y cuando el humo se estaba disipando, solo vio un cráter en el suelo.

"Están todos bie…"

Antes de que pudiera preguntar, se detuvo al ver que uno de los miembros del grupo había sido empalado contra la pared.

La destrucción de la batalla había sido muy alta y ese hombre tuvo la mala suerte de ser empujado a una parte puntiaguda… Dándole muerte de inmediato.

"¡Necesitamos ayuda aquí!"

"¡Atención médica!"

"Un hueso ha perforado sus órganos, ¡está sangrando!"

Eran diez miembros en contra un solo individuo y si bien ellos estaban debilitados lograron derribarlo de forma metódica sin arriesgarse.

Sin embargo, esa última explosión fue una autodestrucción que llevo a que los heridos aparecieran.

Los sacerdotes y aquellos que tenían pergaminos de curación se movieron a los heridos.

Algunos se pudieron proteger, pero otros golpearon la pared al igual que él y al tener un cuerpo menos fuerte, sufrieron grandes heridas.

"¡Sacerdotes atiendan los heridos! ¡Aquellos que todavía están en condiciones de luchar vayan a apoyar a los del noveno piso!" Ordenó el capitán con una expresión solemne.

Sabía que abajo estaban luchando en el noveno piso para evitar que nadie subiera y lo atacaran por la espalda.

Si bien tenían artefactos y pergaminos de hechizos, eran cuatro miembros y no sabían su estado.

Mientras no ocurriera un evento desafortunado como el que había sucedido aquí, era posible mantenerse a salvo.

Al escuchar sus palabras algunos se movieron, pero las miradas que le dieron a su compañero que había muerto era seria y con cierto miedo.

Murió en este mundo y eso significaba que era posible que siguiera atado a este mundo o le sucediera lo mismo que los nativos de este mundo… Nunca obtener paz.

"¡Muévanse! ¡Una vez que terminemos con esto el Anciano Vladislav se encargara de todo!" Alentó el capitán con seriedad.

Si lograban romper la 'maldición' de los Slaran era posible que su compañero difunto pudiera tener esa 'paz' que todos buscaban y no se transformara en un espíritu maligno o su alma vagara a la deriva.

Los demás miembros se movieron y el capitán no pudo evitar poner una expresión seria.

Cada uno de ellos temía a morir en este mundo.

La expedición había traído muchos pergaminos de ataque con diferentes hechizos destructivos e incluso artefactos psiónicos para ataques mentales, pero el campo del 'alma' y el 'espíritu' no fue su fuerte.

No tenía cristales para tomar el alma de su compañero caído y tampoco ninguno de ellos era nigromante o tenía la capacidad de revivir.

Si hubiera venido un nigromante o mago espiritual tal vez este lugar fuera un ambiente idóneo e incluso si alguien muriera pudiera tomar el 'alma' para liberarla en otra parte.

O incluso un nigromante revivirlo como no-muerto consciente.

El capitán también temía, pero no lo reveló y actuó.

Dirigiéndose al altar y viendo que todos los demás estaban lejos, observó la esfera que estaba arriba del altar.

La energía que contenía tenía un color negruzco, pero no daba la sensación de ser ominosa, sino que tranquila y calmada.

¿Esa era la divinidad?

El capitán no sabía la respuesta, pero con su lanza golpeó la esfera de inmediato.

"…"

Lo que se extendió no fue una explosión fue una oleada de energía que hizo que su cabello se agitara por el aire, atravesando paredes y muros, extendiéndose a lo lejos.

Por la pared destruida por ese Slaran, el capitán pudo ver que los espíritus y fantasmas se alejaban ante esa oleada y cuando eran golpeados, se calmaban con sutilidad.

Recibiendo el hechizo de curación de un mago cuyo rostro era pálido debido a su cansancio, el capitán se acercó a la pared destruida y observó a lo lejos.

El mundo de negros y blancos estaba obteniendo una tonalidad más grísea dando la sensación de que era posible que el color volviera.

El cielo seguía oscuro sin nada a la vista como si este mundo estuviera solo… Desconectado de todo.

Sin embargo, ahora se podía sentir como si hubiera algo más allá a lo lejos y si bien no se podía ver estrellas, daba la sensación que la 'maldición' de los guardianes estaba llegando a su fin.

Observando como el grupo del noveno piso se acercaba ileso, el capitán asintió a sus miembros.

"Utilizamos barreras y ataques para evitar que se acercaran." Dijo el líder de ese grupo.

Eran cuatro miembros y en vez de centrarse en atacar a sus oponentes para derribarlos a todos, priorizaron la defensa, tratando de evitar que interfirieran.

Los miembros suspiraron aliviados al ver que un sacerdote se estaba haciendo cargo del cadáver del que había muerto.

El sacerdote de la Iglesia del Orden estaba rezando para que el alma de ese hombre pudiera descansar en la tierra y por el sutil brillo que liberaba de pureza, estaba funcionando.

"Al menos no tiene que esperar con los nativos de este mundo." Murmuró alguien en el grupo.

La Diosa Primordial del Orden era una entidad muy poderosa y podía otorgar el descanso en la tierra llevando el alma de ese hombre.

El capitán suspiró.

Había pensado sobre si el sacerdote podía hacer eso, pero siempre dependía de los dioses que adoraban y era por eso que no levantó esperanza.

Redirigiendo su mirada a lo lejos en donde se podía ver una pequeña torre, el capitán dio una mirada seria.

"Iré a ayudar al Anciano Vladislav." Declaró el capitán con seriedad.

Los miembros se miraron entre ellos y solo cuatro de ellos dieron un paso adelante, queriendo apoyar.

Los otros estaban heridos o cansados, pero mayormente seguían teniendo cierto miedo.

Era natural.

Podían sentir en el ambiente cierta humedad y la sensación era como si se estuviera acercando una gran tormenta.

Vladislav como un Gran Archimago de rango SS, cambio el clima con su magia de agua y una vez cambiado, empujaría a que sus alrededores también cambiaran.

Saber tal hecho, dejaba en claro que se estaba enfrentando a un gran enemigo que lo empujo a generar tan enorme cambio.

El capitán no se molestó y asintió.

"Quédense escondido en este lugar. Traten a los heridos y no luchen. Cualquier situación avisen con los artefactos telepáticos o de comunicación." Ordenó el capitán con seriedad.

No podía obligarlos a que lo acompañaran y si bien en esta misión dependía la vida de todos, cada uno dio su mejor esfuerzo.

Observando al mago espacial que estaba pálido por sus múltiples hechizos, ese mago entendió lo que deseaba.

"Te enviaré lo más cerca de la torre principal que pueda." Declaró el mago espacial tomando una poción de recuperación de energía mágica antes de moverse.

El espacio alrededor del capitán y su grupo se distorsionó y al momento siguiente su visión se estabilizó.

Las gotas de lluvia lo empezaron a golpear y cuando el grupo observó sus rostros se hicieron serios.

La lluvia estaba cayendo de forma torrencial y si bien las gotas eran ligeramente grandes, parecía un día desastroso.

Esa lluvia dejaba en claro que no estaban lejos del área de batalla y activando las barreras, todos se movieron.

Se fueron acercando a la batalla cada vez más, hasta que pudieron ver la batalla a simple vista.

Estaban lejos, pero todos podían ver enormes esferas de agua que volaban en el cielo chocando con una figura que extendía enormes ondas expansivas.

Todo estaba lejos, pero era destructivo.

Las explosiones eran escuchadas hasta su posición y la lluvia había cambiado el terreno, volviendo esa tierra llana e infértil, en un enorme pantano.

Los 'cañones de agua' eran disparados con una gran presión creando gran destrucción y la otra figura, extendía enormes ondas expansivas creando enormes cráteres.

El problema era que esa figura a la que se enfrentaba Vladislav no lo dejaba moverse con normalidad.

"Iré a la torre, ustedes quédense aquí." Declaró el capitán y antes de que alguien pudiera decir algo, agregó. "Me moveré rápido y necesito ir solo."

El Anciano Vladislav estaba enfrentándose a esa figura y estaba claro que no había destruido el altar final y por su batalla, muy posiblemente era detenido cada vez que lo intentaba.

Era por eso que necesitaba moverse para tratar de ayudarlo y como iba a entrar en un campo de batalla de rango SS, necesitaba moverse solo para pasar desapercibido.

Todos los demás asintieron.

El capitán respiró hondo y comenzó a volar a la torre principal mientras sostenía su lanza.

La lluvia caía con mayor fuerza, cuanto más se acercaba a la torre y las gotas parecían piedras cuando golpeaban su barrera.

Cambiar el clima a que lloviera fue el inicio para desencadenar una gran tormenta torrencial y ahora había viento que empujaba esas gotas.

Las gotas se empezaron a volver más grande en cuanto más se acercaba a la torre, pero al momento siguiente fueron empujadas en dirección a Vladislav.

Estaba preparando un enorme ataque y estaba reuniendo la máxima cantidad de agua posible al reunir todas las gotas que caían del cielo.

Usando ese momento para escabullirse, el capitán volvió a volar, hasta que pudo ver la torre e incluso pudo ver el interior.

Gran parte de las paredes de la torre estaba destruida y le permitió ver el interior, pero lo que vio hizo que se quedara tieso.

Había un espíritu de un Slaran en el lugar y estaba parado mientras que sostenía un artefacto de magia de luz.

Ese artefacto era lo que proveyeron las autoridades rusas y el capitán se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

Era posible que el Anciano Vladislav diera ese artefacto a ese espíritu para purificarlo y esa purificación llevo a que ese espíritu de ese Slaran se calmara.

El Slaran con el artefacto en su mano se acercó al cristal en el altar y como no había barreras u otros medios para detenerlo, llego a la esfera y la rompió.

Su puñetazo fue fuerte como si soltara toda su ira y rencor de tanto tiempo.

*BOOM*

Tras que el cristal se rompiera una onda expansiva se extendió desde la torre y se elevó a lo lejos hasta que llego al sacerdote que se enfrentaba a Vladislav.

Esa figura a lo lejos tembló y empezó a perder fuerza.

Al mismo tiempo el Anciano Vladislav realizó su ataque y usando toda el agua que había reunido la comprimió y la disparó como un cañón concentrado.

*BOOM*

El ataque fue tan mortal que desapareció el cuerpo entero de su oponente y cuando llego a la tierra penetró profundamente creando un formidable cráter.

Dio la sensación de que había sido un ataque láser, pero fue el agua concentrada y disparada a una enorme velocidad, lo que creó ese efecto.

El mundo volvió a quedar en silencio otra vez y Vladislav observó la grieta que se estaba generando en el cielo.

Estaba lejos como si en realidad estuviera en el espacio de este mundo y la grieta se fue extendiendo de forma masiva hasta que conformó una enorme grieta en todo este mundo.

Y cuando se abrió esa grieta se reveló la tierra desde una vista espacial.

Impactado, fascinado y aterrado… El capitán sintió demasiadas emociones al mismo tiempo y esas emociones se magnificaron.

Alrededor de la tierra extendiéndose de forma infinita se encontraban un largo rio de almas cuyo final no tenía fin en ese espacio ilimitado y ese río se conectó a este mundo.

Ciento de miles de almas y espíritus desafortunados se elevaron al cielo y se convirtieron en millones cuando todas las almas de este mundo se dirigieron a ese río.

El 'Río de la Reencarnación' había entrado en funcionamiento de vuelta sacando a los millones de almas de este mundo de su sufrimiento.

Deteniendo la maldición por completo y dándole paz a los muertos.

La vista era tan impactante y el número de almas era tan alto que podía ser visto desde cualquier lugar.

Daba la sensación de que las almas de este mundo estaban conformando un pequeño afluente que se conectaba a ese gran río de la reencarnación.

El capitán fascinado por esa vista pudo notar que Vladislav se acercaba a la torre.

Ambos no estaban lejos, pero ese anciano no parecía haberlo notado o si lo había notado, no le dio importancia.

Acercándose para hablar con el Slaran que había roto la maldición, el capitán pudo ver que Vladislav murmuraba algo.

¿Fue una despedida? ¿Una advertencia? ¿Una pregunta curiosa? ¿O algo más?

Esa alma que había dado el último golpe para terminar la maldición, se elevó al cielo y el capitán pudo ver que cuanto más se acercaba obtenía color.

Entonces cuando estuvo lo suficiente lejos para no ser visto, la grieta cambio dando una sensación natural.

Pasando de una vista de la tierra junto al río de la reencarnación, se apuntó directamente a la tierra sola, como si alguien girara una cámara con lentitud.

Ver ese mundo azul gigante que era su hogar en el foco principal, dio la sensación de que era ese mundo que estaba tragando todo.

Y el capitán junto a todos lo que miraban se dieron cuenta de que los cambios que sucederían serian inimaginables.

******

En medio de un hermoso jardín en un lugar desconocido en el norte de América, un anciano estaba regando las plantas.

Su barba y cabello blanco le daba una sensación antigua con la ropa simple que llevaba, pero su espalda estaba erguida como si el paso del tiempo no lo afectara.

Sin embargo, su apariencia no era lo que resaltaba.

Aquello que llamaba la atención de cualquiera que lo viera, eran las dos alas blancas a su espalda.

Plumas blancas que resaltaban de forma notable.

Regando las plantas con calma, dio una sensación solitaria y desapegada del mundo.

Entonces, levantó su mirada observando el cielo que brillaba con claridad y calma.

Sus ojos se volvieron blancos y sus alas se extendieron mientras que su expresión se volvía seria.

El Arcángel Miguel solo pudo mostrar seriedad a lo que estaba viendo.

******

El Emperador Víctor caminó hacia el jardín con una expresión fría.

Sentía una sensación extraña en su cuerpo y cada vez que miraba al cielo se volvía más evidente, pero no pudo discernir que lo que era.

Observando a Nicole quien entrenaba al jardín ignorante de ese malestar que estaba sintiendo, Víctor volvió a fruncir el ceño.

Sus instintos que había pasado lo sobrehumano le decían que algo estaba sucediendo, pero sus ojos no podían discernir nada más allá del sol.

"Que sensación molesta." Gruñó Víctor con un tono de disgusto evidente.

Era una sensación muy molesta, que no podía definir la causa o de dónde provenía.

Buscando todo lo que sabía sobre su conocimiento mágico, se preguntó sobre asuntos que no podría ver al menos que usara un hechizo o algún artefacto en particular.

¿Algo psiónico? ¿Elemental? ¿Espiritual? ¿Espacial? ¿A nivel deidad?

Era uno de los hombres más poderosos de este mundo, pero no significaba que no tuviera limitaciones.

Como un luchador y no un mago esas limitaciones eran más evidentes.

Antes de que pudiera caminar al palacio para buscar algunos artefactos que lo ayudaran, pudo sentir como el espacio se distorsionaba a su lado.

"¿Qué sucede?" Preguntó Víctor a Ersin que había aparecido.

La pregunta no estaba dirigida a su repentina aparición, sino que observando esos ojos que brillaban de una forma muy distinta a lo normal… Y con una forma diferente.

"Un cambio." Respondió Ersin con seriedad.

******

En una aldea al norte de china se encontraba un granjero trabajando su tierra.

Ese granjero era común, no tenía nada notable y su pasado era de lo más simple… Era un granjero como cualquier otro.

Con una familia, amigos y un trabajo digno para mantenerse.

Sin embargo, antes de que pudiera dejar su herramienta, se detuvo de repente cuando sus ojos se volvieron purpuras.

Otra entidad había tomado su cuerpo y esa entidad observó al cielo.

A diferencia de lo que cualquier otro podía ver, esa existencia observaba la enorme grieta en el cielo y los miles de almas que bajaban al mundo.

Sus ojos brillaron con una tonalidad purpura y la energía psiónica se extendió como un maremoto de su cuerpo.

La visión se reformó a sí mismo.

Ya no solo podía ver el río de la reencarnación o la grieta al otro lado, también podía ver el velo que protegía a este mundo de lo psiónico y pudo sentir unas pequeñas grietas en ese lugar.

Un cambio oculto tras un enorme cambio.

"Alguien está jugando con lo que no debe." Murmuró el granjero con una voz femenina.

La luz purpura desapareció y el aldeano sin saber lo que acababa de ocurrir volvió a su trabajo.

Sin darse cuenta de los cambios que estaban ocurriendo.

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