29 Capítulo 29: Hermano gemelo

Cuando Sei abrió el refrigerador, frente a sus ojos apareció un lindo pastel con forma de corazón, con una cereza encima.

A primera vista, cualquiera podría darse cuenta de todo el tiempo que se tomó para darle la forma, al punto de que podría llegar a pensar que era un desperdicio comérselo.

Luego de leer la nota por segunda vez, Sei movió su mano suavemente, cogió el pastel y se sentó a la mesa en silencio. Observó el pastel por un largo rato, y luego pasó aún más tiempo viendo la nota.

—Si no te lo vas a comer, déjamelo a mí. Además, te dejó esa romántica nota, es más que suficiente para ti, ¿no? Y, de todas formas, no eres tan fan de la comida tampoco.

El rostro de Zaki apareció de forma abrupta junto con su fastidiosa voz. Su mirada estaba fija en el pastel que Sei tenía en la mano, se lamió los labios, a punto de babear.

Viendo su lamentable apariencia, Sei lo miró fríamente. E ignorándolo, cogió una cuchara y empezó a comerse el pastel como si no hubiera nadie más con él. Cuando estaba a punto de devorarse el último bocado, Zaki finalmente colapsó.

—Ahh, pero que hombre más glotón. ¡Al menos déjame un poco! —suplicó, pero el frío hombre ni siquiera lo miró. Frustrado, Zaki se jaló el cabello, lucía como si su espíritu estuviera a punto de abandonarlo.

Pero lo siguiente que escuchó, hizo que le volviera el espíritu al cuerpo.

—Ah, Senpai, la señorita, de hecho, dejó un poco de pastel, pero este no tenía forma. Creo que solo eran restos, por lo que me comí la mitad. Está sorprendentemente... delicioso. —Dijo otro joven que parecía ser de la misma edad de YiJin. Se parecía tanto a él, que cualquiera que los viera pensaría que son gemelos y estarían en lo correcto. Él era de hecho, el hermano gemelo de YiJin. La única diferencia entre ellos era su color de cabello, el de YiJin era negro y sedoso, mientras el de su hermano YuJin era rubio y desordenado.

—Maldito mocoso, ¿por qué no lo dijiste antes? No me importa la forma, solo me lo quiero comer. ¡Tráelo! —Zaki estaba enojado, sorprendido, y al mismo tiempo, encantado. Su rostro presentaba una mezcla de emociones, que cualquiera que lo viera en ese momento, se confundiría. Pero por supuesto, una emoción en específico se rehusaba a mezclarse con las demás. Su impaciencia se estaba saliendo de control, como si su vida dependiera de comer ese pastel de chocolate, y que moriría si pasaba otro minuto sin probarlo.

Tan pronto como el chico le entregó el pastel, su rostro deslumbró y sin ningún otro contratiempo, se lo comió. Como esperaba, el nivel de delicia de la comida no se hizo esperar y apareció en su rostro. Una perfecta calificación de cinco estrellas invisibles, como su nota personal, se reflejó en sus ojos.

Unos minutos después, Zaki finalmente giró la cabeza y le habló al recién llegado que tenía al lado suyo.

—Bueno, YuJin, ¿cuándo llegaste?

—Anoche. —replicó y luego se volteó hacia Sei. —Uhm, jefe. ¿Puedo hacerle guardia a la señorita también? Si se queda con YiJin puede que se muera de aburrimiento, de eso estoy seguro.

—¿Quién dijo que ella sabe que le están haciendo guardia? —Zaki respondió a pesar de que estaba haciendo una pregunta. Pero gracias a su respuesta, YuJin comprendió por qué nadie más que su hermano menor era el candidato perfecto para el trabajo. Por la habilidad especial de su hermano gemelo.

—Oh, ya veo, por eso escogió a YiJin. Él es de hecho, el hombre perfecto para el trabajo.