2 Capítulo 2: Borrón y cuenta nueva

Christopher POV

Estaba buscando a Eliana por todo el lugar, estaba desesperado, no sabía cómo estaba, no sabía que había pasado, simplemente no sabía nada, la estaba buscando desesperadamente por todo el lugar pero no sabía dónde podía estar.

Busco en nuestra habitación, nada; la cafetería, los baños, el pequeño patio que usábamos en nuestro tiempo libre, y en todos consiguió el mismo resultado, nada.

¿Dónde se habrá metido? ¿Estará bien? es lo único que pasaba por mi cabeza en ese instante, estaba desesperado no tenía idea que hacer, resignado volví a nuestra habitación, dónde pasaron unas horas, hasta que sentí la puerta abrirse, dejando ver a Eliana.

-¿Dónde estabas? Me tenías preocupado, pensaba que te había pasado algo,- dije casi al borde del llanto, me vio con tristeza, y se acercó a mí.

Ella me abraza, yo me aferró a ella, soltando unos pequeños sollozos, mientras que Eliana me trataba de calmar, después de que logro calmarme, ella es la que habla:

-Perdón, no quería hacerte esto.- dijo en un susurro y con cara apenada y lo ojos un poco aguados- Necesitaba aclararme, necesitaba poder estar sola.

Yo asentí lentamente, secándome las pequeñas lagrimas traicioneras. A muchos le parecerá exagerada mi reacción pero conocía mejor que nadie que cuando Eliana estaba en situaciones muy estresantes suele ser muy autodestructiva y eso me preocupaba, vi su cara, sabía que estaba diciendo la verdad, su cara era totalmente sincera.

17 de agosto de 2020

Eliana POV

No me gusta ocultarle cosas a mi hermano así que decidí mostrarle a él y a Athan, mi lugar secreto, necesitaba que alguien lo cuidara no quería dejarlo así como así.

Así que al día siguiente, le dije a los dos que después de almuerzo les mostraría algo.

-Morenaza, no me puedes dejar con esta duda.- Se quejó Athan por enésima vez en el almuerzo. Tenía que aceptar que daba un poco de gracia verlo tan estresado por no saber algo.

-No me digas así.- respondí tajante, y después sonreí de medio lado- y si tienes tanta duda come rápido, que eres último-

Dicho y hecho, el empezó a comer tan rápido que casi se ahoga con la comida, cuando ya había tragado su comida, me rio por lo bajo. El me miro como si hubiera visto como un fantasma.

-Dios, Eliana Alexandra Pérez Ruíz, se acaba de reír.- dijo como si me hubiese visto escupiendo fuego.- Este es el fin del mundo.-

Escuchaba de fondo como mi hermano se retorcía de la risa, mientras que Athan me veía con extrañeza, rodé los ojos, me levante de la mesa y les hice un gesto para que me siguieran, ellos entendieron y empezaron a seguirme tratando de caminar de la manera más normal posible.

Cuando llegamos a esa puerta que había atravesado casi a diario, ellos me veían de manera confusa, abrí la puerta a lo que ellos rápidamente me siguieron. Vi como ellos examinaban todo a su alrededor como ella había hecho la primera vez.

-¿Que hacemos aquí, Eli?- pregunto mi hermano con una mirada confundida.

Sonreí, y negué con la cabeza ellos se quedaron más confundidos que antes. Seguí caminando por ese patio que conocía tan bien y me dirigí a esa tabla suelta, pase por ella y vi a ese jardín.

Mi hermano y Athan miraban el jardín sorprendidos a la vez me miraba esperando una explicación pero solo les dije unas pocas palabras:

-Bienvenidos a mi refugio.- dije con una sonrisa un poco tímida, ellos a paso lento se acercaron a la casita de madera, entraron y quedaron fascinados cuando entraron a ella ya que tenía unos libros y snack suficientes para pasar un buen rato.

-¿Cómo?- pregunto esta vez Athan

-Se acuerdan de aquella chica, que le hable aquella vez,- ellos asintieron- la conocí aquí, ella me ayudo, me escucho...-

-¿Por qué nos muestras esto? ¿Por qué ahora?- dijo Athan, confundido.

-Porque nos quieren adoptar...- susurro Chris con un poco de tristeza, yo simplemente asentí.

Nos quedamos en silencio un momento, pero no un silencio incómodo, sino estábamos disfrutando del momento, el silencio se rompió con un sollozo de parte de Athan, Chris y yo nos miramos y fuimos a abrazarlo, al abrazarlo se me salió un sollozo involuntario, no dijimos nada.

Los tres estábamos ahí llorando porque teníamos miedo de no volvernos a ver, no quería perder a mi otro hermano que aunque no era de sangre, en esos 3 años juntos siempre se había ganado una parte en mi corazón, no quería despedirse, no quería a hacerlo.

Cuando nos separamos los tres sin decir ni una palabras se sientan en la casita, se miraban unos a otros hablando con la mirada.

Después empezaron a hablar mientras comían una que otra bolsa de papas fritas, tratando de aprovechar el mayor tiempo posible, siguieron hablando de temas sin importancia, hablando como si nada.

Narrador omniconsiente

A unos cuantos metros de los tres amigos, en la oficina del Director del orfanato, había un hombre confundido por la reacción que había tenido Eliana el día anterior, normalmente los chicos al decirle eso se emocionan, ella se quedó como si le estuviera diciendo que tenía que matar a alguien

El hombre se encontraba sumido en sus pensamientos, que solo vuelve a la realidad cuando se escucha unos leves golpes en la puerta.

El solo musitó un "Pase", al abrirse la puerta deja ver a los señores Williams. Sorprendido el director les dice que se sienten, ellos se veían un poco incomodos, e igual que el dueño del lugar, confundidos.

-Solo queríamos decirle que seguimos queriendo adoptarlos.- dijo con voz firme el señor Williams.

-No hay problema, solo tienen que hacer cierto papeleo.- dijo después de un rato el Director.

Los señores Rivera, asintieron. Pasaron toda la tarde haciendo el papeleo.

Al caer la noche, los tres chicos regresaron a sus habitaciones, tristes pero a la vez felices porque los gemelos podrían iniciar una nueva vida, una mejor después de todo lo que habían pasado, iban a hacer un borrón y cuenta nueva.

O eso creían ellos...

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