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Capítulo Veintitrés

Daga de Rapaz

Al llegar a la puerta del taller de Devren, su voz me indicó que entrara. Usualmente me hacía esperar por unos segundos, pero esta vez me había permitido entrar de manera inmediata. Al abrir la puerta, la expresión de Devren nunca había sido más graciosa. Su mandíbula estaba casi zafándose del resto de su rostro y sus ojos solo necesitaban ser abiertos un poco más para que salieran de sus órbitas. Era la más pura imagen de sorpresa que hubiera visto jamás.

—¿De… verdad… avanzaste? —preguntó dándole énfasis a cada palabra.

—Sí, mentor —respondí inclinándome —. He avanzado anoche. Es el primero en enterarse. —dije mientras fingía una expresión de seriedad.

—¿Tienes la menor idea de cuánto tiempo le toma a un mago en formación avanzar a un mago de acero? —preguntó aún con expresión de asombro.

—De tres a cuatro años, mentor. —respondí rápidamente.

—¡JAJAJA! —Devren soltó una carcajada después de unos cuantos segundos de tensión —No, Zekke, tres a cuatro años es la medida de un acólito extraordinario. A la mayoría les toma al menos seis años. Los acólitos que avanzan a mago incompleto antes de los dieciocho son considerados tesoros de sus respectivas academias. Un mago incompleto de catorce años es, sin duda, algo sin precedentes. —dijo Devren muy serio

—Mentor, ¿por qué no me mencionó nada de esto ayer? Le comenté que probablemente avanzaría anoche… —dije un poco confundido

—Zekke, creí que estabas mintiendo —contestó sin tapujos —. Creí que te estabas escudando en tu meditación para justificar la falta de trabajo práctico.

—Señor, yo jamás haría eso —contesté —. De hecho, he decidido que voy a rentar la habitación superior para empezar hoy mismo con mi primer trabajo alquímico. —dije con una voz solemne.

—Ah, ¿sí? Dime, ¿qué planeas hacer?

—Estoy planeando en un artefacto arcano ofensivo, mentor. Usaré como base la garra de un Reftor esmeralda y una hoja pequeña de Krabath. Como catalizador utilizaré la sangre del corazón de un dragón murciélago y como estabilizador un gramo de Dether. —respondí detalladamente.

—Zekke, el Dether es muy precioso para ser usado como un estabilizador en tu primer intento, más aún un gramo. Deberías de restringirte por ahora a crear medidores espirituales. Dentro de unas semanas llegará la siguiente tanda de aspirantes y ese objeto estará en gran demanda.

—Mentor, ya me he decidido. Ayer compré los materiales y ya tengo todos los planos listos. —dije con convicción.

—¿De dónde obtuviste los planos para un artefacto de una índole tan dragónica? —dijo Devren con una sonrisa de burla.

—Me apoyé en Las Bases Alquímicas de Haffer y Propiedades Mágicas de los Guivernos de Gwohill. Al mezclarlos pude obtener una buena idea para este artefacto en particular. —dije con convicción

—Es… ¿un artefacto original? —preguntó incrédulo.

—Sí, mentor. Hace tiempo decidí que quería que mi primer artefacto arcano fuera uno original. —dije con resolución.

—Ayer dijiste que no creías estar listo para fabricar un artefacto, ¿qué cambió? —preguntó muy serio

—Mentor perdió confianza en mí después de dos años de estudio, por lo que decidí probarle mi valor fabricando uno. —Devren permaneció en silencio por unos segundos hasta que, finalmente, suspiró.

—Está bien, está bien —dijo resignado —. Como has avanzado a un mago incompleto puedes rentar la habitación superior por doscientas arcanas al mes. También dame tu medalla —dijo mientras estiraba la mano. Obedecí y pude ver cómo, de nuevo, Devren manipulaba mi medalla para que tomara otra forma. Esta vez era un diseño heptagonal con el escudo de la academia en el centro, Estaba hecha de puro bronce —. Listo —dijo mientras me devolvía la medalla —, ahora necesitas ir a la sección administrativa y registrarte como un mago de bronce. Justo ahora, eres de la facción más fuerte de estudiantes, no lo abuses. —dijo con una mirada severa.

—No lo haré, mentor. —respondí solemne

—Bien, en cuanto a la renta de nuevas habitaciones, eso también lo necesitas arreglar en el área administrativa. Al avanzar a mago de bronce eres liberado de las tareas que realizas para mí. Sin embargo, soy libre de asignarte tareas más peligrosas una vez al mes, así que prepárate.

—Sí, mentor. —dije mientras me inclinaba y salía del taller. Después de tanto tiempo de interacciones diarias, podía notar cuando Devren quería que me retirara.

Caminé hacia el área administrativa por poco tiempo antes de llegar. A estas alturas ya conocía muy bien los caminos y atajos en la academia. Dentro, había una joven sentada detrás del contador, su medalla indicaba que era una acólita de segunda etapa.

—Hola, Seri. —dije con un tono un poco juguetón.

—¿Quién eres, muchacho? —preguntó con desconfianza en sus ojos.

—¿No me recuerdas? Soy Zekke, pupilo de Devren. Te conocí hace casi dos años, venía con Mae en esa ocasión. —contesté

—Ah, claro, el niño prodigio —sus ojos denotaban molestia y pude sentir su aura atacándome sutilmente, no pude más que sonreír —. Dime, ¿qué quieres? —dijo muy grosera

—Hoy he venido por varias cosas, pero, primero que nada, ¿podrías retirar tu aura? Tu intento me parece patético e insultante. —dije con un tono de voz desafiante.

—Pequeño… ¿no te enseñaron a respetar a tus superiores? —dijo claramente enfadada.

—Sí, me lo enseñó mi madre, pero yo no veo a ningún superior alrededor, ¿tú sí?

—Eso es todo, voy a dejar tus reservas tan heridas que vas a llorar por siete días, mocoso. —dijo mientras desataba toda su aura sobre mí. Al poder ver de cerca ese tipo de energía, pude darme cuenta las diferencias que hay entre un mago incompleto y un acólito en su pico. Seri era considerada la acólita con más fuerza y estaba próxima a ascender, pero no se compara en absoluto con alguien que ya ascendió.

Sin dejar de sonreír en ningún momento, empecé a reírme levemente. La mirada de Seri cambió al ver esto y pareció preocuparse mucho. De un momento a otro, liberé toda mi aura. Al avanzar a un mago de acero, no solo su rango había aumentado, sino que también su densidad había aumentado dramáticamente. Tan solo estar en el rango de mi aura causó que las defensas de Seri se rompieran, ni se diga cuando enfoqué el noventa y nueve porciento en un ataque listo para lanzarse en cualquier momento.

—Disculpa, ¿cómo exactamente voy a llorar por siete días? —pregunté burlándome de ella.

—Cómo… ¿cómo demonios avanzaste a mago de acero? —preguntó

—No es de tu incumbencia. Ahora, ¿podemos continuar de manera profesional? —pregunté con una sonrisa.

Después de eso, el proceso fue simple y rápido. Le entregué las doscientas arcanas por un mes y me registré oficialmente como un mago de bronce. Coloqué mi medalla sobre el escudo de la academia de mi capa. Una hora después llegué a mi nueva habitación. En simples términos, era monstruosa. Era más como un apartamento que una habitación. Al entrar, accedías a un recibidor muy amplio, de al menos diez por diez metros. Había sillas y una mesa, así como sillones. Los libreros tampoco escaseaban. Desde el recibidor podías ir a una pequeña habitación de visitas con una cama individual o a la recámara principal. Era gigante. Una cama en la que podían caber diez personas, todo con acabados lujosísimos. Había varios libreros y un escritorio. También había tres roperos y un cofre al pie de la cama. Sin embargo, lo mejor eran los dos cuartos a los que se podía acceder por medio de la habitación, un laboratorio de pociones y un taller de alquimia. Ambos estaban equipados con herramientas y aparatos que no palidecían frente a los de un mago completo. Las dos áreas de trabajo incluían todas las instalaciones necesarias, haciendo mi trabajo mucho más fácil. Antes de acomodar libros o mi ropa, saqué los materiales para mi proyecto de la cartera espacial.

Si bien es cierto que un alquimista necesitaba fabricar cientos de objetos mágicos y artefactos arcanos antes de intentar crear un artefacto original, yo me sentía confiado. Había estudiado todos los libros referentes a alquimia tanto de la biblioteca de una academia especializada en alquimia y de la colección privada de un alquimista de plata. También había obtenido todo el conocimiento teórico y práctico de un maestro alquimista gracias a un divinador. De hecho, de no ser por mi falta de experiencia, se podría decir que yo era un maestro alquimista. La mayoría de los ingredientes habían sido preparados de antemano. Las hojas de aleación de Krabath ya tenían inscritas las runas necesarias, la sangre del corazón de dragón murciélago ya había sido extraída, las garras del ala del reftor esmeralda ya estaban preparadas y el dether necesario ya había sido separado de mis reservas personales. El resto de los materiales eran cosas insignificantes que un herrero podía manejar; el mango de ébano para la hoja, la piel de guiverno para la funda, el metal para el recubrimiento y la lima para su afilado.

Siendo completamente honestos, la sangre de dragón plateado recorriendo mis venas me daba una ventaja frente a otros alquimistas. Mientras que ellos necesitaban experimentar con varios materiales para poder deducir el procedimiento adecuado para incorporarlos a un proyecto, yo no necesitaba nada de eso. La noche anterior el alma del dragón me había dicho que una de las ventajas de ser parte de su raza era la influencia que tenía sobre otras razas y especies de dragones. Sentía que tenía razón, pero había más. Tenía la capacidad de entender los cuerpos y almas de los dragones, vivos o muertos. Esto, afortunadamente, se extendía a poder entender a la perfección las propiedades de los materiales provenientes de ellos. Por esa razón, yo no necesitaba experimentar con escamas, garras o cuernos, solo tenía que analizarlos por unos momentos. Por supuesto, esa habilidad solo funcionaba con materiales de dragón; si tratara de hacer lo mismo con materiales naturales o de alguna otra criatura probablemente fallaría miserablemente.

Coloqué todo en su lugar antes de empezar. Puse el dether a fundir mientras que preparaba mis herramientas. Después me quité mis posesiones y me dispuse a trabajar. Me descubrí casi por completo el brazo izquierdo, refinando mana y enviándolo hacia el sello del alquimista. En la otra mano me coloqué un guante, necesario para evitar daños.

—Bien, aquí empezamos. Es todo o nada. —dije mientras respiraba profundamente.

Primero que nada, lo importante era hacer una abertura minúscula a lo largo de toda la hoja de Krabath, lo cual hice sin ningún problema gracias a las herramientas provistas en el taller. El paso más importante para la creación de cualquier artefacto arcano era la vinculación del objeto al que planeas modificar y el material que posee la propiedad que deseas imbuirle. Usualmente a estos objetos se les llama el receptor y el emisor. El catalizador es el material usado para facilitar y maximizar la absorción de las cualidades del emisor al receptor, por lo que escogí sangre limpia de guiverno. El estabilizador era un material necesario para mantener las propiedades mágicas en el artefacto arcano sin que este cediera por el esfuerzo. Dependiendo del estabilizador un artefacto podría ser un gran éxito o un rotundo fracaso. El dether era un muy buen estabilizador.

Para eso era la incisión a lo largo de la hoja de Krabath, para poder vaciar Dether dentro y que fuera el alma del artefacto. Rápidamente hice el vínculo entre el emisor y el receptor usando mana. Una estela de energía rosada se podía ver flotando desde la garra del ala de guiverno hasta la hoja. El proceso se necesitaba hacer con un cuidado extremo, ya que se necesitaba depositar la suficiente esencia de la garra en cada una de las runas grabadas en la hoja. Un poco más y el metal explotaría mientras que un poco menos causaría que el producto final fuera defectuoso. Usualmente la esencia del emisor es muy agresiva y difícil de controlar, lo que hace este proceso aun más complicado. Afortunadamente, gracias a la gran afinidad que tengo con los dragones y mi marca del alquimista, pude controlarlo de manera relativamente sencilla.

—Al terminar de mover la esencia del emisor al receptor es necesario añadir el catalizador e inmediatamente después el estabilizador. —dije mientras recordaba lo aprendido en el último año.

Usando mana añadí una fuerza de atracción a cada una de las runas, causando que absorbieran cualquier sangre que entrara en contacto con ellas. Después, coloqué una gota de sangre de guiverno en cada una, causando que el resto del líquido almacenado en la probeta rápidamente fuera distribuido de manera uniforme a lo largo y ancho de la hoja. Poco a poco, noté como las runas absorbían la sangre, por lo que pasé al siguiente paso. Con el mana de mi sello de alquimia manipulé el dether fundido que estaba a un par de metros y gentil mente lo introduje al orificio que había hecho en la hoja con anterioridad. Después de esperar un poco, la cavidad ya no podía soportar más dether, por lo que interrumpí el proceso. Casi al mismo tiempo, la sangre había sido completamente absorbida por las runas, señal de que estaba casi terminado.

El proceso final de la creación de un artefacto arcano siempre era el más difícil, que era despertar sus cualidades. Había muchos métodos para lograrlo, pero yo tenía el mío propio. Activé mi aura y concentré el noventa y nueve por ciento en mi sello de alquimia, haciendo que el metal carmesí brillara con intensidad. Después, poco a poco, liberé todo el aura desde la punta de mi dedo índice. Es como tratar de vaciar una piscina a través de un orificio de un milímetro de diámetro, tardaría mucho. Pese a esto, no perdí mi concentración en ningún momento; tiempo después terminé este proceso. La hoja de Krabath adoptó una coloración ligeramente rosada, sin ignorar su tonalidad metálica. Las runas en el metal brillaban constantemente, señal de un encantamiento exitoso. Suspiré y dejé caer todo mi cuerpo en una silla que se encontraba cerca, solo entonces miré el reloj de la pared. Nueve horas habían transcurrido, ya era muy entrada la noche. Los últimos pasos del artefacto eran muy sencillos. Tallar el mango y la funda, solo procedimientos manuales. Tomó menos de una hora en terminar. El resultado, era una daga de unos cuarenta centímetros de tamaño; quince pertenecían al mango hecho de ébano dándole una tonalidad negra muy elegante. La hoja tenía una tenue coloración rosada, lo que hacía buen contraste con el mango. Después de trabajar en procedimientos meramente manuales, recuperé suficiente mana para activar el artefacto. Las runas empezaron a moverse lentamente a lo largo de la hoja, pero nunca tocándose entre ellas. El nombre Daga de Rapaz apareció en mi mente, al lado de una leyenda en Drah'khn.

"Artefacto mágico ofensivo clase "E-", Daga de Rapaz posee el filo suficiente para atravesar las defensas de algunos magos y criaturas. Daño de doce puntos. La energía dura un mínimo de diez golpes. El artefacto se recarga al absorber la sangre de seres vivos; la cantidad de energía recuperada depende de la fuerza de la víctima."

Sonreí muy satisfecho con los resultados, había logrado crear un artefacto arcano. No solo eso, uno de grado "E-". Esperaba que su clasificación fuera "F", no una dos grados mayor. Sin mucha energía restante, coloqué la Daga de Rapaz en el área de almacenamiento del taller y dormí después de meditar.

Las semanas siguientes no hice otra cosa mas que comprar materiales en el mercado y fabricar artefactos arcanos. El día anterior a la llegada de los nuevos magos en formación ya tenía un alijo bastante decente. Había fabricado un total de tres unidades de Daga de Rapaz, dos de Visión Divina y un Fuego de Guiverno. Un total de seis artefactos arcanos. Tomando en cuenta que son objetos muy poco comunes y, además, son artefactos originales de mi propia invención, nadie podría decir que no estaba al nivel de un mago especialista en alquimia.

Mi tasa de éxito también era superior a la que había estimado, con un porcentaje de sesenta por ciento. En total, gasté un poco más de dos mil arcanas en todos los materiales necesarios, pero los resultados eran perfectos. Todos los proyectos los hice con materiales comprados en el mercado de la academia, por lo que mis reservas personales estaban intactas.

Visión Divina era un artefacto mágico del tipo biológico, por lo que era necesario estar enlazado al torrente sanguíneo del usuario. Su energía se recarga con la sangre del usuario, por lo que no se puede usar muchas veces en el mismo día. Sin embargo, era muy útil. Tomé el artefacto redondo en mis manos y lo inspeccioné con mi mana. Hoy era el día en el que le presentaría mi trabajo a Devren, por lo que quería que todo estuviera en orden.

"Artefacto arcano de apoyo clase "F+", Visión Divina es un artefacto sintetizado del ojo de un guiverno, es necesario colocarlo en la cavidad ocular del usuario. Al activarse, el usuario es capaz de ver sus alrededores con una claridad perfecta hasta dos kilómetros a la redonda; también se posee visión nocturna. La energía dura por quince minutos, se requiere un periodo de veinticuatro horas para recargarse con la sangre y el mana del usuario."

Asentí, feliz con los resultados. Aunque el periodo útil era muy corto, su efecto era increíblemente útil, especialmente en situaciones furtivas. Era el artefacto más fácil de sintetizar, aunque necesitaba que su usuario removiera uno de sus propios ojos para poder usarlo. También podría usarse como tercer ojo, pero se requería un mago con conocimientos muy buenos en transformación. Calmado, tomé un dedal de color negro de mi escritorio y lo examiné.

"Artefacto arcano ofensivo clase "E", "Fuego de Guiverno" posee la habilidad de conjurar el fuego de un guiverno sin necesidad de usar un hechizo. Daño de quince puntos. Es necesario que el mana para el funcionamiento del artefacto sea provista por su usuario. Cada uso requiere seis puntos de mana, alcance de hasta quince metros. Rango crítico de cinco metros. Ya que funciona con el mana del usuario, no es necesario recargarse."

Ese era el mejor artefacto de todos, aunque también uno de los más simples. Era equiparable al uso de un hechizo, con la diferencia de que no era necesario tiempo de preparación para lanzarlo. Su preparación instantánea y su bajo consumo comparado con su fuerza, le habían dado a este dedal negro una clasificación de grado "E". Revisé también la Daga de Rapaz, aún mantenía los mismos efectos.

Me dirigí al taller de Devren para mostrarle los resultados de mi trabajo. Llevaba tres artefactos arcanos diferentes. Al llegar a mi destino, sin embargo, la puerta estaba abierta. Dentro se encontraba Mae, la estudiante de mentor. Era muy fuerte entre los acólitos, pero no era nada para un mago de acero. Los oí discutir, algo que se me hizo muy raro. Mae fue subiendo de tono hasta que Devren la calló con una sola palabra.

—Zekke, ¿podrías pasar? —dijo Devren con una calmada voz —Espero que ya hayas terminado un proyecto. De otra forma, me temo que necesitamos discutir el castigo. —dijo mientras miraba una mochila que llevaba a mi lado.

—Mentor —dije mientras me inclinaba —, he terminado tres artefactos mágicos originales diferentes, los he traído para que los examine. —dije mientras le entregaba la mochila.

—¿¡Tres!? —gritó Mae, sorprendida —¿Originales? Yo apenas puedo con artefactos básicos comunes, ¿cómo demonios puedes crear tres originales en dos meses?

—Mae, cállate. Respecto a lo que hablamos, nos vemos mañana. —dijo Devren, imperturbable.

—Sí, mentor. —contestó Mae a regañadientes antes de salir del taller.

—Zekke, ¿de verdad son artefactos originales? —preguntó mostrándose un poco incrédulo.

—Sí, mentor —respondí sin demora —. Aunque solo pude ser capaz de crearlos gracias a los recursos que tenía a la mano y la afinidad con mi sello de alquimia —dije mientras mantenía una expresión solemne —. Espero que mentor me de su visto bueno y los valore.

—Esto… es bastante impresionante —dijo mientras inspeccionaba los artefactos —. Visión Divina es muy útil aún si se considera su poco tiempo de utilidad, debería de ser un artefacto en gran demanda. Daga de rapaz también es increíble, pero dudo que haya muchos magos dispuestos a tomar parte en combate cercano, por lo que su precio baja un poco —dijo antes de pausar —. Sin embargo, Fuego de Guiverno es una verdadera joya para magos de acero o acólitos. Un daño de quince puntos por un costo de seis de preparación instantánea es, sin duda, uno de los mejores artefactos de su clase. El alcance también es muy bueno, es el artefacto más valioso de estos tres —dijo Devren al final —. ¿Los planeas vender?

—Sí, mentor. Planeo venderlos en la subasta de la academia dentro de un mes. —dije rápidamente.

—Bien, excelente —dijo Devren sin problemas —. Por cierto, Zekke, tengo una misión para ti —dijo Devren calmado. Cuando avancé a mago de acero Devren suspendió mis tareas regulares, pero nunca me había asignado una misión —. Este año hemos recibido un gran número de solicitudes para evaluación de aptitud, por lo que vamos a despachar a dos magos en formación para cumplirlas. Te vamos a mandar a ti y a Kawser, otro mago de tu generación. Aunque el solo es un acólito de segunda etapa, su poder es muy alto, no creo que haya problemas enfrentando bandidos y demás. Tu cubrirás los pedidos del Archipiélago de Lonrok y Kawser cubrirá el norte de Merdibriek. Otras academias también han enviado representantes al archipiélago, pero no deberían de tener conflictos. Los cristales de detección los comprarás tu mismo y decidirás el precio de la examinación basado en ello, pero no debes de usar cristales de calidad inferior a la media, ¿está claro? —preguntó Devren.

—Sí, mentor. —respondí rápidamente.

—Bien, en cuanto a tus proyectos… —dijo mientras me entregaba la mochila con los tres objetos —Daga rapaz debe de costar al menos novecientas arcanas, Visión divina al menos mil cien y Fuego de Guiverno un mínimo de mil quinientas arcanas. Felicidades, ya eres un alquimista. —dijo con una sonrisa.

—Gracias, mentor.

—No me agradezcas, esto es producto de tu trabajo —dijo pensativo —. De hecho, creo que estás listo para acceder a la sección de alquimia avanzada en la biblioteca. Usualmente un alquimista debe de trabajar por cinco años para ganar acceso, pero tu cumples los requisitos. —dijo seriamente.

—¿Alquimia avanzada? —pregunté confundido —Creí que los libros de su colección privada eran conocimientos avanzados. —dije

—Lo son —contestó después de pensar por un rato —, pero este es conocimiento muy peligroso, Zekke. Aún dentro de la academia pocos estudiantes tienen acceso. Son temas que necesitas guardarte para ti mismo; nunca lo comentes con algún otro mago en formación, ¿entendido?

—Si, mentor. —contesté, aún bastante incrédulo.

—Bien, me encargaré de los procedimientos. Deberías de tener acceso a partir de mañana, pero no lo prometo.

—Muchas gracias, mentor. —dije con un tono reverencial mientras Devren me indicaba que saliera de su taller.

El resto de la mañana estuve en el mercado comprando más materiales y algunos libros de hechizo nivel acero que me faltaban. Justo cuando planeaba regresar irme, un rostro familiar me detuvo.

—Zekke, ¿cómo te fue con Devren? —preguntó Mae, molesta.

—Bien —contesté sonriente —, aprobó mis tres artefactos y me dio un precio de referencia, aunque planeo venderlos un poco más caros. —respondí

—¿En serio? ¡Felicidades! A mi me tomó cinco intentos en crear un objeto mágico básico que mentor aprobara, deberías estar feliz contigo mismo —dijo con una sonrisa.

—Sí, muchas gracias. Por cierto, ¿por qué peleabas con mentor? —pregunté

—¿Escuchaste? —preguntó con una sonrisa amarga —Pues, últimamente mentor me está considerando menos importante con tu presencia. De hecho, ya no me ha dado lecciones en los últimos ocho meses. Simplemente le estaba pidiendo que me asesorara más y las cosas se salieron de control un poco. —dijo avergonzada

—No te preocupes, Mae. Estoy seguro que vas a poder ganarte la confianza de mentor de vuelta. —respondí con una mirada cálida.

—Eso espero. De cualquier modo, ¿a dónde ibas? —preguntó

—Iba a la zona de misiones. Quiero probar mis artefactos antes de ponerlos a la venta —respondí confiado —. De hecho, planeaba unirme a una misión del escuadrón disciplinario de la academia para adquirir un poco de experiencia de combate.

—Zekke, no creo que debas. Les dan misiones muy peligrosas, es una terrible idea. —dijo Mae.

—No te preocupes, lo voy a lograr. Soy más fuerte de lo que parezco. —dije con una sonrisa

Mae y yo nos despedimos. Poco después, estaba en el área de misiones de la academia y apliqué para una misión de combate con el escuadrón disciplinario con el pretexto de ganar experiencia de combate. Fui aceptado gracias a mi registro como mago de acero y me asignaron a una misión rápidamente.

Varias facciones de la academia están divididas en escuadrones. El escuadrón disciplinario es la más fuerte de todas cuando se refiere a combate. Usualmente manejaban cosas como acólitos fugados o acólitos sin facción que causaban problemas en los territorios que pertenecían a la academia, casi siempre terminaba en batalla. Hace unos meses algunos miembros del escuadrón disciplinario salieron a eliminar algunas bestias que atacaban viajeros en un camino cercano, pero ellos fueron atacados por un mago completo; solo uno sobrevivió, aunque muy mal herido. Gracias a esto, dicho escuadrón había abierto vacantes para nuevos miembros. Solo tuve que aplicar e inmediatamente fui asignado a una misión. Los magos de acero eran bien recibidos no importa donde se encontraran. El escuadrón estaba dividido en cinco jerarquías. El líder de facción, un mago de bronce. Bajo él estaban tres magos de bronce más, los coordinadores. Cada coordinador tiene a su mando cinco magos de acero, que son conocidos como generales de tropa. Cada uno de ellos manda a tres magos de acero más, que son los comandantes de escuadrón. Cada escuadrón estaba formado por siete magos sin contar al comandante. Por lo que, en total, esta facción tenía un total de trescientos sesenta miembros. A mí me habían asignado al escuadrón de Dhers, un mago de acero. Tenía que reportarme en el área de reunión mañana a medio día. Pero antes de eso, no se especificaba cuales eran las órdenes.

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