20 18

Capítulo Dieciocho

Academia del Roble Partido

La mañana siguiente, después de mi meditación, me dirigí a desayunar. Todos los estudiantes de la Academia del Roble Partido me reconocieron. No solo había avanzado a acólito en minuto que me había convertido en un iniciado, también probé mi superioridad frente a todos en la competencia del dirigible. Para ser honesto, estaba disfrutando ser el mejor en algo, aunque fuera por unos momentos. Estaba consciente de que el momento en que llegáramos a la academia iba a convertirme en un acólito prometedor, más no el mejor de todos. Esto se debe a la gran cantidad de tiempo que se necesita invertir para avanzar a un mago completo.

—Oye, Zekke, ¿qué planeas hacer una vez que lleguemos a la academia con tu dinero? —me preguntó Tomu evidentemente refiriéndose a la gran cantidad de arcanas que gané el día anterior —Si no puedes decidirte, te puedo dar un par de buenas sugerencias…

—No es necesario —contesté con una sonrisa —. Planeo usarlos para comprar materiales o cosas por el estilo. Tal vez hasta clases privadas. Quiero tener un muy buen desempeño académico para cuando llegue el momento de avanzar a un mago completo.

—Pero, ¿qué materiales vas a comprar? —preguntó con una sonrisa

—Ninguno al principio. Después, los necesarios —respondí dejando en claro que no quería hablar más del tema —. ¿Y tú? Estoy seguro que al hijo del primo del rey le dan bastante dinero… —le pregunté con una sonrisa traviesa

—Voy a gastar todo mi dinero comprando libros de hechizo —respondió decididamente —. ¿sabías que los acólitos de cursos superiores se aprovechan de los recién llegados para robar sus recursos? Claro, no lo hacen descaradamente ni a plena luz del día. Aún en el mundo de los magos donde el más fuerte manda se deben de seguir algunas reglas. Por ejemplo, nadie se atrevería a asaltarte en plena academia, tal vez te traten de extorsionar o estafar, pero jamás asaltar. Otra cosa…

Tomu siguió hablando por minutos enteros. Antes, su información me había sido útil y me parecía una buena persona, por lo que pasé mucho tiempo con él durante todo el viaje. Sin embargo, no le tenía miedo a un par de acólitos que quisieran robarme. Aún como soy, estoy seguro de poder defenderme de acólitos de grado dos. Los magos de acero, sin embargo, eran una cosa aparte. Aunque ya no eran considerados acólitos, seguían siendo magos en formación; también eran llamados magos incompletos. Si un mago de acero quisiera algo en mi posesión, no tendría muchas opciones más que dárselo, pero dudo que alguien de ese nivel considere que un acólito tenga algo de valor. Añadiendo a eso, mi mentor era un poderoso mago de plata, el segundo mago más fuerte en la academia, solo segundo al director.

—Oye, Zekke, ¿me estás escuchando? —dijo Tomu evidentemente molesto por la falta de atención.

—Lo siento, estoy un poco distraído por la llegada a la academia… —contesté con una media sonrisa.

—¿Eso? No te preocupes. Tú ya tienes un mentor, así que solo es cuestión de formalizarlo —dijo Tomu tratando de "calmarme" —. Los que deberíamos de preocuparnos somos nosotros los acólitos normales que no sabemos si algún mago nos querrá. —dijo evidentemente preocupado.

—No, los que deben de preocuparse son aquellos que aún no han avanzado a acólitos. Ellos ni siquiera van a ser considerados. —dijo Zhari detrás de mí.

—¿Desde cuándo estás ahí? —pregunté con una mirada extraña

—Desde que vi a Tomu hablando y a ti pensando en otra cosa —contestó jovial —. Dime, ¿en qué pensabas? ¿en qué vas a gastar tu dinero? —preguntó con envidia en sus ojos.

—¿Por qué todos preguntan sobre el dinero? —porque a ellos les falta, pero a mi no. Era obvio.

—Porque se requiere mucho dinero para estudiar magia, Zekke. Deberías de saberlo. —contestó Tomu.

—Ya lo sé, pero también se necesitan otras cosas. Si solo se necesitara dinero, todos los nobles serían magos. —respondí cansado de hablar de dinero

—Zekke, el rey del continente más rico del mundo tiene la mitad del dinero que un mago de plata. Ya lo sabías, ¿cierto? —ante la pregunta de Tomu me quedé atónito. Sabía que los magos tenían muchísimo dinero, pero, ¿tanto?

—Entonces, si son tan ricos, ¿por qué necesitan trabajar para obtener más? —pregunté

—Porque cada que avanzas en el camino de la magia se vuelve más difícil tomar el siguiente paso. Piénsalo como una montaña. Al principio no es nada, pero cuando llegas a un lugar con una inclinación casi nula, necesitas el equipo necesario para seguir escalando. Lo mismo pasa con los magos, solo que nuestro equipo es miles de veces más caro. —respondió Tomu con una mirada lúgubre.

"Cling – Cling"

—Atención a los pasajeros con destino a la Academia del Roble Partido, hemos iniciado el descenso. Es estimado que aterrizaremos en treinta minutos. Por favor, estén listos para salir de la nave en ese momento. —dijo una voz metálica. Poco después, Devren salió de su habitación acompañado por el resto de magos. Al vernos, su mirada parecía una de desesperanza.

—¿Qué no escucharon? ¡Vayan por sus cosas! —gritó Devren —El que no esté listo cuando bajemos del dirigible se queda en él y tendrá que unirse a otra academia. —cuando terminó de hablar pensé en quedarme donde estaba y salir, pero decidí que no era una buena idea. Al abordar el dirigible tenía una espada colgada en la cintura, al igual que una bolsa de dinero. Fui a mi cuarto y saqué estos objetos de la cartera espacial. Los acomodé en mi persona y me miré al espejo. Pantalón y camisa de mago, túnica de mago, capa de mago y espada de noble. Era una combinación interesante, a decir verdad. Sentí una sacudida que parecía indicar el dirigible había aterrizado. Me apresuré a salir de mi habitación y dirigirme al comedor, donde apenas pude alcanzar la procesión de estudiantes bajando del dirigible. Las escaleras, como siempre, fueron más livianas bajando que subiendo.

—Escuchen todos, las zonas alrededor de la academia son peligrosas para estudiantes de nuevo ingreso como ustedes —dijo Very con una mirada seria —. El año pasado murieron dos estudiantes pasando por aquí solo para llegar a la academia. Si no quieren ser los siguientes por favor no hagan algo estúpido como acariciar un perro que se ve adorable, probablemente los devore vivos. —dio media vuelta y empezó a caminar.

Bajo la advertencia de un mago sobre los peligros del lugar, activé mi aura de alta densidad y coloqué mi mano en el pomo de mi espada. No estaba seguro exactamente qué tan útil fuera, pero me sentía más seguro de esta manera. A mi alrededor, dos acólitos más adoptaron mi idea, pero fueron inmediatamente detenidos por los profesores. Si no eran capaces de controlar su aura de manera que no se extendiera por más de cinco centímetros alrededor de su cuerpo no podrían usar esta defensa. Recibí miradas de desprecio. Afortunadamente, después de tres horas de caminata alcanzamos la entrada de la academia sin ningún problema. El lugar por el que caminamos era uno de los pocos caminos considerados relativamente seguros para personas normales, según nos dijeron los profesores.

La academia era gigantesca, construida casi por completo de mármol negro. Frente a nosotros había un arco de por lo menos veinte metros de altura, también negro. Sin embargo, el arco palidecía cuando era comparado con la torre más adelante. Parecía estar bastante lejos y, aun así, se veía gigantesca. En las bases del arco había dos estatuas de gárgolas, sus detalles increíblemente realistas. Sus ojos estaban hechos con algún tipo de gema carmesí que contrastaba con su cuerpo de piedra gris. Al llegar a la altura de las estatuas Very se detuvo. Las dos estatuas saltaron de su pedestal y bloquearon el camino.

—Nombre, emblema y clave. —dijeron las dos gárgolas al unísono. Estaba genuinamente sorprendido. Había escuchado historias de magos que pueden animar objetos sin vida, pero esto era simplemente muy extraño. Las gárgolas actuaban por si mismas e incluso tenían la capacidad de razonar.

—Mago de plata, Devren —dijo mi mentor mientras le entregaba una pieza de metal a la gárgola. Se parecía a mi medalla, por lo que supuse que el emblema es solo una versión superior —. El relámpago parte al roble. —dijo mientras la gárgola le regresaba su emblema; lo guardó de nuevo.

—Maestro Devren, es un placer tenerlo de vuelta. —dijeron las gárgolas nuevamente al unísono mientras regresaban a sus lugares.

—Muy bien. Zekke y cualquier otro que tenga activado cualquier tipo de defensa, desactívenlo mientras pasen por debajo del arco o el sistema de defensa los categorizará como enemigos. —dijo Devren mientras pasaba por debajo del arco. Obedecí y retiré mi aura mientras cruzaba. Sentí algo así como si una substancia pegajosa se adhiriera a mí, pero desapareció cuando crucé por completo. Solo para estar seguros di un par de pasos más antes de activar mi aura de nuevo. Cuando el último iniciado cruzó el arco Devren nos dirigió una mirada y nos sonrió.

—Bienvenidos a la gran Academia del Roble Partido —dijo con una sensación de júbilo en su rostro —. Síganme, por favor —dijo mientras empezaba a caminar de nuevo —. Justo ahora nos estamos dirigiendo al salón ceremonial. Ahí se celebran diferentes tipos de eventos, tales como la recepción de nuevos estudiantes para el proceso de selección —dijo mientras seguía caminando. Su voz no era muy alta, pero se escuchaba muy claramente —. También celebramos aquí cuando alguno de nuestros estudiantes avanza para convertirse en un mago completo o cuando uno de nuestros magos sube de rango. Fuera de eso, la academia está dividida en varias secciones. La Torre que vieron hace unos momentos es el corazón de la defensa de nuestra academia, también es el lugar donde se encuentran la mayoría de dormitorios, talleres y laboratorios para profesores. Cuando avancen a magos completos, pueden pedir una habitación ahí. En la parte más baja de la torre se encuentra el mercado, ahí encontrarán materiales y conocimiento que no podrán encontrar en ningún otro lugar dentro de la academia. Todo se puede comprar con arcanas, por supuesto. También pueden vender los resultados de su trabajo o experimentos —dijo Devren en voz alta, pero sentí que sus palabras estaban dirigidas hacia mí —. Si prefieren un enfoque un poco más directo, cerca de donde entramos se encuentra la administración de encargos, donde pueden aplicar para misiones, completarlas, y obtener una recompensa; aunque sugiero que se vuelvan un poco más fuertes antes de intentarlo. Otras zonas importantes son los talleres, laboratorios, cuartos de experimentación, dormitorios, jardines, biblioteca, aulas, y otros. Más adelante aprenderán sus ubicaciones —dijo mientras seguíamos caminando —. Nuestra academia fue fundada en el año doce mil trescientos uno, hace más de mil doscientos años. Nuestros fundadores fueron un grupo de poderosos magos que se reunieron aquí para poder dominar el arte de la alquimia. Pronto, atrajeron la atención de otros magos y acólitos con intereses en el área. Poco después, también se adoptó la investigación y el estudio de las pociones, por lo que esos campos son considerados nuestra especialidad aún hoy en día. La conjuración como las gárgolas de la entrada nació como una necesidad para poder compensar la falta de habilidad en combate de los alquimistas y magos de pociones. Hoy en día tenemos un poder mucho mayor, pero algunos recuerdos de esa época aún se mantienen —Devren se detuvo frente a una gran puerta amarilla que prácticamente te golpeaba con el contraste que hacía con el negro de las paredes —. Antes de entrar, dos cosas más. Todas las variedades de la magia están construidas sobre las bases del lenguaje Drah'khn, por lo que antes de siquiera considerar aprender un hechizo deben de dominarlo. Cuando un iniciado avanza a un acólito, el lenguaje se vuelve un poco intuitivo, por lo que aquellos que ya se encuentran en este nivel deberían de encontrarlo relativamente fácil. La última es referente a la impartición de conocimiento en sí. Sus mentores deciden qué enseñarles y a qué precio, aunque usualmente ofrecen cierto número de materias de manera gratuita. El resto lo deberán de pagar con arcanas y pueden obtenerlo de cualquier profesor que esté dispuesto. Recuerden, los únicos objetos que pueden comprar con monedas comunes son lápices y hojas de papel; para todo lo demás es necesario tener Arcanas —dijo Devren y suspiró, como si un gran peso se le hubiera quitado de encima —. Bien, ahora vamos a proceder con la elección. En cuanto entren al salón acomódense en donde puedan siempre y cuando se mantenga la formación de media luna. —Devren dio media vuelta y con una sola mano abrió de par en par las gigantescas puertas.

Detrás de ellas, había un salón inmenso, de al menos cien metros de largo por ochenta de ancho. Todo estaba alumbrado por candelabros enormes que colgaban del techo. En total había seis de ellos. Devren rápidamente caminó dentro del salón, seguido por el resto de magos. Los estudiantes con los que había viajado se habían quedado congelados ante tal atmosfera de intimidación, poder y respeto, por lo que no se habían movido en lo absoluto. Solamente yo, con mi campo de aura estaba inafectado. Les di un pequeño golpe en los brazos a Tomu y Zhari que se encontraban a mi lado para llamar su atención y empecé a caminar para incorporarme a la formación de los otros estudiantes. Calculaba que había cerca de cien, al menos la mitad usando la ropa de un acólito de la Academia del Roble Partido. Convenientemente, había espacio suficiente para todo nuestro grupo en uno de los lados de la formación, me acomodé ahí inmediatamente seguido por Zhari y Tomu. Al resto les tomó unos segundos, pero eventualmente también tomaron su posición. Frente a nosotros había al menos sesenta profesores.

—Llegaste tarde, Devren. —dijo el mago al centro de los profesores. Su negro cabello estaba corto, llevaba una barba de candado bien cuidada y usaba una túnica de color negro con varios patrones dorados. El escudo del Roble Partido era visible en ambos lados de su túnica.

—Lo siento, director Ceres —dijo Devren con reverencia —nuestro dirigible empezó el viaje lento.

—No importa —contestó el director —. Ahora que están todos aquí, ¿comenzamos? —dijo mirando a los nuevos estudiantes frente a el —. Bienvenidos sean todos a la Academia del Roble Partido. Un libro con la historia y reglas de nuestra institución les será entregado por su mentor cuando firmen el contrato —dijo sin darle importancia —. Ahora, voy a llamar su nombre uno por uno y van a pasar al centro de la formación mirando hacia nosotros. Van a decirnos su nombre de nuevo y su grado de aptitud, si un profesor tiene una pregunta la van a contestar. Después, van a crear un campo de energía utilizando su mana. Si se sienten lo suficientemente confiados pueden utilizar aura en su lugar, pero no podrán repetir la prueba. Si un profesor está interesado en tomarlos como aprendiz este levantará la mano. Si hay más de una oferta por parte de profesores ustedes pueden elegir quién quieren que sea su mentor —dijo antes de cambiar su mirada a una de extrema seriedad —. Si, por el otro lado, ninguno de los profesores presentes está interesado en ustedes, su mentor será asignado al azar. Los profesores que se encuentran aquí somos los más fuertes y sabios magos de la academia, por lo que, si ninguno se interesa en ustedes, serán asignados al resto de los profesores —dijo mientras sacaba un libro de sus túnicas —. Estoy seguro que les dijeron, pero el orden será descendente basándonos en su aptitud —se colocó unos lentes —. Primero, Zekke, del Archipiélago de Lonrok —dijo el director y empecé a caminar hacia el centro. Pude ver miradas de sorpresa por parte de los profesores —. ¿Y bien? ¿Qué esperas? —dijo e inmediatamente contesté.

—Mi nombre es Zekke, acólito con aptitud de grado diez más. —dije con seguridad. Antes de poder seguir con mi demostración, sin embargo, escuché una risa entre los profesores.

—¡Ja! Sí que tienes agallas para venir a mentir frente a nosotros, niño. —dijo una voz e inmediatamente un murmuro empezó entre los profesores.

—Cállate ahora mismo, Janiel —dijo Devren con una voz profunda y amenazadora —. Yo confirmo su identidad, al igual que el director. —en ese momento el mago de nombre Janiel se quedó callado y, de haberle visto la cara, estoy seguro que habría palidecido. —Discúlpalo, Zekke. Por favor, continúa.

—Si, señor. —dije e inmediatamente liberé toda mi aura. El rango era de un poco más de dos metros y medio. Los profesores me vieron con seriedad, pero no se veían sorprendidos. Inmediatamente después comprimí todo el mana hasta que tenía solo un milímetro de grosor. En ese momento, los profesores se veían sorprendidos.

—Zekke, atácame con tu aura de la misma manera que atacaste a Netsuo, pero con un noventa y nueve en ataque y después inviértelos. —dijo Devren con una sonrisa en su rostro. Era obvio que mi mentor solo quería presumir a su más nuevo pupilo frente a los otros profesores, pero tampoco es como si afectara mis planes.

—Si, señor. —dije y casi instantáneamente transferí el noventa y nueve por ciento de mi aura a un ataque en forma de flecha frente a mí, ataque que después lancé contra mi mentor. Al impactar el único efecto que tuvo fue que su barba se movió un poco, como si un ligero viento hubiera soplado. Para cuando su barba se detuvo yo ya había invertido la proporción de mi aura usando el noventa y nueve por ciento para defender y ataqué con un uno por ciento. Sin efecto, evidentemente. Al terminar me incliné en reverencia frente a los magos presentes.

—¿Tuviste entrenamiento mágico antes de inscribirte? —preguntó una voz femenina entre los profesores.

—No, señora.

—¿Cuánto tiempo tardaste en avanzar a un acólito? —preguntó un mago.

—Mi avance al rango de acólito fue instantáneo, señor.

—¿Cuáles son tus afinidades? —preguntó alguien cuya voz ya conocía, el director Ceres.

—Oscuridad al cien por ciento, fuego al noventa y siete por ciento, viento al ochenta y nueve por ciento, afinidad inutilizable, y tierra al ochenta y tres por ciento. —contesté de memoria. Todo el lugar cayó en un silencio de ultratumba, no se podía escuchar ni el sonido de alguna respiración.

—Y… ¿derivados? —preguntó el director. En ese momento las miradas se volvieron aún más intensas. Un mago estaba a punto de decir algo, probablemente protestando que me preguntaran algo así, pero antes de que pudiera hacerlo me apresuré a hablar.

—Sombra al cien por ciento, relámpago al cien por ciento, metal al noventa y tres por ciento, sensación térmica al cincuenta y uno por ciento. —contesté y sentí como todo se volvió aún más callado, si es que eso era posible.

—¿Cómo demo…? —dijo un mago, pero rápidamente fue interrumpido por el director.

—¿Alguna otra pregunta? —nadie contestó —Bien. Todos aquellos interesados en Zekke, levanten sus manos. —dijo el director.

El salón se llenó de murmullos en el momento en que el director terminó de hablar, todos los profesores, con la excepción del director, habían levantado la mano. Casi no pude contener la felicidad.

—Bien, Zekke. ¿Tienes preguntas para los profesores o quieres escoger de una vez? —me preguntó el director. Yo reconocía a la mayoría de los magos presentes del registro que me prestó el mentor Devren, por lo que no necesitaba preguntar. Aún si no los conociera, ya había hecho un trato con Devren, por lo que de cualquier manera estaba listo para escoger.

—Estoy preparado para escoger, director. Elijo al mago de plata Devren. —dije con seguridad e inmediatamente todos los magos bajaron las manos.

—Bien, regresa a tu lugar y al terminar la ceremonia ven conmigo a mi taller. Firmaremos el contrato ahí. —dijo Devren con una voz seria.

—Si, mentor. —dije y regresé a mi lugar. Pude sentir la envidiosa mirada de varios de mis compañeros.

Aunque se había sentido como una eternidad, realmente solo estuve frente a los profesores por menos de tres minutos, y la mayoría del tiempo había sido respondiendo sus preguntas. Después de mí fue el turno de un acólito de nombre Kawser con aptitud de diez, quien igual generó mucho interés. La mayoría de profesores levantaron la mano y decidió unirse a un especialista en conjuración. La siguiente fue Zhari. Al parecer, mis suposiciones de ella estando en la cima del grado nueve de aptitud eran acertadas, pues fue la primera de este grado en ser llamada. Ella terminó eligiendo un profesor de ilusión. Después de ella, pasaron tres acólitos más con grado nueve y dieciséis acólitos de grado ocho, entre ellos Ewerard. Después del grado ocho, la mayoría de los magos perdieron interés y algunos hasta se retiraron del salón. De cualquier manera, nadie con aptitud por debajo de ocho tuvo la oportunidad de escoger a su mentor. Dicho esto, todos los acólitos restantes tuvieron una oferta, incluyendo a Tomu, que terminó con un especialista en alteración.

Después de que la ceremonia terminara me acerqué a Devren.

—Bien hecho, Zekke. Los dejaste con la boca abierta. —dijo Devren aparentemente divertido.

—Muchas gracias, mentor. —contesté respetuosamente.

—Como te dije antes, sígueme a mi taller, vamos a firmar el contrato.

Caminamos por veinte minutos hasta llegar a la puerta del taller de Devren. Me di cuenta que estábamos muy alto en la torre central, pero en ningún momento recordaba haber subido escaleras.

—Mentor… —dije, claramente incómodo

—Ah, claro, que tonto, no te avisé —dijo murmurando —. La torre central es prácticamente un objeto mágico. Posee más de cien entradas, pero nadie puede infiltrarse en ella. En cada entrada hay un hechizo que hace que, si la persona usándola no tiene la autoridad suficiente, simplemente llegue a otra puerta. En cambio, si la persona tiene autoridad en una zona de la torre, es automáticamente llevado a ella después de caminar por unos minutos, aunque la habitación se encuentre en lo más alto de la torre. —dijo Devren mirando a través de la ventana.

Al abrir la puerta, el olor a madera, metal, fuego y otros olores me inundaron. En pocas palabras, olía muy mal. Entré al laboratorio de mi mentor y vi un material escamoso en la mesa de trabajo.

—Mentor, ¿esas son escamas de dragón? —pregunté sin reparos

—¿¡Las reconociste!? Dios, es increíble que las hayas reconocido. La mayoría de la gente dice que parecen trozos de metal —en realidad sí parecían trozos de metal, pero nadie que hubiera estado tan cerca de un dragón como yo lo estuve olvidaría la forma de sus escamas jamás —. En realidad, es una escama de dragón negro. Es un material muy valioso, cada una se vende por mil o dos mil arcanas. —dijo entusiasmado

—¿Cuáles son sus principales usos? —pregunté

—¿De las escamas? No tiene muchos, en realidad. Pero contiene un metal muy precioso llamado Dether. Es un material muy resistente que además absorbe muchas cualidades mágicas, por lo que es muy fácil de usar para la alquimia. Con Dether como tu material catalizador, puedes crear artefactos arcanos al menos un grado superior a tu habilidad. —dijo mi mentor. Realmente tomé la opción correcta

—Mentor, ¿cuánto de ese metal hay en una escama de dragón? —pregunté

—Zekke, solo te voy a contestar esa pregunta y ya. Si quieres saber más, daré comienzo a tu periodo de asesorías gratuitas —me miró con una mirada severa, pero se borró inmediatamente una vez que comenzó a hablar de alquimia —. Honestamente, depende del tipo de dragón, edad del dragón y tipo de escama. El dragón plateado es el que más Dether posee en su cuerpo, especialmente en las escamas de sus alas. La edad adecuada para recolectar el material es cuando recién ha madurado. Una sola de esas escamas es suficiente para crear un artefacto arcano de grado "S+", si lo hace un gran alquimista. De hecho, tienen tanto metal por sí mismas, que no es necesario fundirlo para extraerlo, se puede lograr un resultado adecuado solo usando la escama, aunque sería de grado "S-" a lo sumo. —me miró con curiosidad.

—Mentor, ¿cuál es su tarifa por una sola pregunta más sin incurrir en mis tres meses de asesoría? —le pregunté.

—De cinco a diez arcanas, depende de la pregunta. —contestó con curiosidad en sus ojos. Saqué diez arcanas de mi bolsa y se las entregué a mi mentor.

—¿Cuánto valen los materiales recogidos de un dragón negro en su etapa adolescente y qué clase de artefacto arcano se puede crear a partir de él? —Devren me miró con curiosidad.

—Depende de la técnica con la que fueron recolectados y el estado de los materiales, pueden llegar a valer hasta quinientas millones de arcanas. En cuanto a sus usos… Sus usos son casi ilimitados. Si un alquimista de nivel gran maestro usa todos los materiales para transformarlos en artefacto arcano, el resultado se podría vender en cerca de cinco mil millones de arcanas. Eso es suponiendo que un gran maestro alquimista lo hace. Si yo lo hiciera, por ejemplo, solo obtendría un resultado pasable —Devren me miró por varios segundos, esperando a ver si tenía otras preguntas y después habló —. ¿Estás listo para el contrato?

—Si, mentor. —dije mientras Devren sacaba un pergamino de su túnica. Los puntos en el contrato eran muy simples y era exactamente lo que habíamos discutido con excepción de tres puntos. El primero, no podía divulgar el conocimiento que él me impartiera sin su permiso. Segundo, no vendería los materiales que él me diera ni vendería un objeto nuevo sin su aprobación. Tercero, jamás mentir sobre el trabajo o los materiales usados para este. Acepté todos los puntos y firmé el contrato.

—Bien. Zekke, este contrato permanecerá válido hasta que te conviertas en un mago completo o yo muera. Si lo rompes, una marca negra aparecerá en tu brazo. Si la otra parte del contrato, en este caso yo, no la remueve en menos de un mes inevitablemente morirás, así que por favor no rompas el contrato. —dijo Devren mientras sonreía.

—Si, mentor. —dije y sentí la mirada de Devren.

—Bien, ten estos dos libros. Uno es para el estudio del idioma Drah'khn y el otro es el manual de la academia. Te recomiendo que los leas ambos lo antes posible. Especialmente necesitas aprender con urgencia el Drah'khn, de otra manera no importa que tan talentoso seas todos tus esfuerzos serían inútiles. Tienes una semana para aprenderlo. En esa semana no tendrás la necesidad de ayudar con las tareas impuestas, solo enfócate en el Drah'khn y toma algunas clases libres. Si no aprendes el lenguaje en esa semana, serás expulsado de la academia, ¿entendiste?

—Si, mentor. —dije con más convicción de la que realmente sentía. ¿Expulsado la primera semana? Sería un chiste. Aunque estoy seguro que puedo aprender el Drah'khn en una semana la amenaza de expulsión colgaba sobre mi cabeza.

—Bien —dijo mientras chascaba sus dedos y una luciérnaga apareció —. Sigue a la luciérnaga, te llevará a tu habitación. Por cierto, mañana una de mis pupilas irá a tu habitación para darte un recorrido por la academia, trátala bien o lo lamentarás. —dijo mientras me indicaba que saliera de su taller, así que lo hice. Seguí a la luciérnaga por unos veinte minutos hasta llegar a una habitación con puerta roja. El número que estaba en ella era el ciento cuatro. La puerta estaba abierta, pero no encontré un picaporte o algo por el estilo, ¿no había privacidad? En ese momento vi una hendidura en la parte derecha de la pared con un cristal dentro. Acerqué mi mano para tocarlo e inmediatamente se tornó de color rojo, absorbiendo un poco de mi mana. Después, la puerta se cerró. Me quedé confundido por unos segundos, pero al colocar mi mano de nuevo en el cristal, entendí lo que se necesitaba hacer. Apliqué mana al cristal y la puerta se abrió.

—Debe de estar diseñado para registrar el mana del dueño de la habitación y no dejar entrar a nadie más, que inteligente. —murmuré y entré al cuarto.

El espacio era definitivamente más grande que aquel en el dirigible, aunque aún había espacio para mejorar. Había una cama en la que podían caber dos personas cómodamente con sábanas que parecían nuevas, un baño, una pequeña sala y un escritorio con una silla. Denominé al escritorio la estación de trabajo y rápidamente coloqué los dos libros que Devren me había dado sobre de él. Guardé varias cosas que tenía en mi persona en la cartera espacial y me puse a leer el libro del lenguaje Drah'khn.

Unas horas después, ya había terminado el libro. Al parecer, un acólito realmente tiene la capacidad de entender el lenguaje de manera instintiva. No era de ninguna manera bueno en el idioma, pero ya podía hablarlo y entenderlo con muchísima dificultad. Esperaba que, con una semana de práctica, ya pudiera ser, aunque sea decente. No sabía qué hora era pues no había ventanas en mi habitación, pero me sentía muy cansado. Medité y dormí como bebé por primera vez en semanas.

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