51 CAPÍTULO 44- La chica que no se rinde.

CAPÍTULO 44- La chica que no se rinde.

Tiempo atrás.

—Y es por eso que queremos que Kiarna se case con su hijo.

Kei, de 7 años, estaba reunido con la familia "Vizkei", una familia noble de categoría alta.

Su madre estaba sentada al lado de él, escuchando con atención.

—Ya veo... Sus razones son buenas. El desarrollo económico de nuestras familias crecería y nuestros territorios mejorarían… Tiene un excelente plan.- Dijo Sei.

Kei observó a Kiarna, la primera hija de la familia Vizkei. Era una niña de 10 años. Tenía el cabello negro y largo, y ojos cafés. Era muy linda y adorable.

Su rostro estaba un poco rojo y estaba un poco nerviosa por la mirada de Kei.

—Escuchen. El plan que tienen es bueno. Las cosechas mejorarán y los productos mejorarán… Pero no es necesario que me case con ella. Madre, acepta la oferta de ayuda, pero no me casaré con ella. Si no me necesitan, debo retirarme.

Kei se levantó y se alejó caminando.

—Bueno, ya escucharon a mi hijo. Aceptaré la oferta de ayuda. Mañana comenzaremos con...

—¡E-espere, por favor!

Kiarna se levantó y se acercó rápidamente a Kei.

—¡¿H-hay algo malo conmigo?! P-puedo cambiar si es necesario…

Kei le dio un pequeño golpe en su frente y Kiarna se quejó un poco. Le dolió un poco.

—No seas tonta. No te rebajes de esa manera. Eres hermosa, pero no te conozco. Soy diferente a esos nobles idiotas que aceptan matrimonios arreglados solo porque las chicas son lindas. Yo no te conozco… Y, sinceramente, no quiero casarme… No puedo hacerlo, lo siento. Debes casarte con alguien que te ame y que ames. No debes casarte solo porque tus estúpidos padres te obligan a hacerlo.

Los padres de Kiarna reaccionaron ante esas palabras y Sei Molfer comenzó a reír.

—Realmente se parece a mí. Yo rechacé todos los matrimonios hasta que conocí a su padre.

—El amor es importante, no lo olvides.

Kei salió del salón y el corazón de Kiarna comenzó a palpitar r��pidamente.

—Tan genial como siempre.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué me está rechazando?! ¡Todavía queda tiempo!

Kei estaba discutiendo con una mujer. Estaba haciendo fila para inscribirse en el torneo, pero cuando llegó su turno, la mujer lo rechazó.

—No aceptamos débiles. Sal de mi vista.

Kei intentó controlar su furia y suspiró.

—Luna, necesito tu ayuda.

Luna, que estaba detrás de él, se acercó a la mujer y mostró su estatus.

—Soy Luna, una de las héroes. Crisfa tiene lo necesario para participar.

Inmediatamente, todos se arrodillaron ante ella.

—¡M-me disculpo por mi estúpido error!

Kei se dio cuenta de que todos estaban arrodillados… Ser un héroe significaba que el destino del mundo estaba en sus manos. Debían ser respetuosos y tratarlos como Dioses.

—Realmente te tratan con respeto… ¿Debería arrodillarme también?

—No es necesario, odio que hagan eso.

Kei sintió un escalofrío.

—¿Eh? ¿Por qué estoy sintiendo miedo?

—¡¡Crisfa, llegas tarde!!

Kei comenzó a temblar.

—Mierda.

Sei Molfer se acercaba a él. Estaba furiosa. Kei sabía que él tenía la culpa por llegar tarde.

—Lo siento, me quedé dormido.

Sei Molfer lo tomó del cuello de su camisa y comenzó a caminar mientras que Kei se ahogaba porque Sei Molfer lo jalaba con demasiada fuerza.

—¡Ya te inscribí, idiota! ¡Mueve tu trasero!

Luna comenzó a caminar al lado de Sei Molfer.

—Es un gusto verla de nuevo.

—¿Luna? Veo que te llevas bien con Kei.- Dijo en voz baja.

—Me interesa su talento.

Mientras que Kei se preparaba para el inicio del torneo, lejos de ahí, en una ciudad, Mei estaba sentada sobre una mujer.

La mujer estaba gravemente herida y una multitud las rodeaba.

—¡Visha, estás arrestada por aumentar los impuestos sin permiso! Robo de impuestos. Extorsión. Asesinato. Y por burlarte de mi hermoso hermano. Yo, Mei Molfer, te sentencio a pena de muerte.

—¡E-esto es un malentendido! ¡Yo nunca traicionaría a Sei Molfer!

Eso era falso.

Kei escuchó rumores sobre Visha, así que le pidió a Mei investigar mientras que él estaba en otra ciudad.

Rápidamente, Mei comprobó que los rumores eran ciertos. La ciudad está dentro del territorio de la familia Molfer. Si algo malo le pasaba a la ciudad, la reputación de la familia Molfer estaría en peligro.

—Ya investigué lo suficiente.

Mei se levantó, la tomó de los brazos y comenzó a dar vueltas rápidamente.

—¡Esto te pasa por llamar a mi querido hermano "inferior idiota" solo porque rechazó casarse con tu sobrina!

Con un gran impulso, Mei soltó a Visha y ella salió volando hacia arriba.

Mei levantó la mano derecha y comenzó a crear una enorme esfera de fuego.

—¡Esfera infernal!

La lanzó hacia Visha. Cómo no podía hacer nada para evitar su muerte, Visha cerró los ojos y maldijo a Mei.

—¡Pronto morirás, Mei! ¡Espero que tengas una muerte dolorosa!

La esfera impactó con ella y explotó.

Los habitantes de la ciudad comenzaron a celebrar y Mei infló el pecho con orgullo.

—¡Kei ahora me debe un beso!

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