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Vuelta a casa

-Como que no ha llegado aun el pedido de telas, los necesitamos ya- le exigió a su asistente - te lo dije desde el principio nada se puede retrasar, no tengo tiempo.

Su asistente asintió y salió corriendo de su oficina, todo estaba saliendo mal y ella estaba sujeta a los continuos retrasos, estaba cansada, no había dormido en varios días, pero ya dormiría en el avión.

Un par de horas más tardes, por fin había solucionado en problema de las telas y ella podía irse al aeropuerto dejando todo encaminado en su taller, sabía que trabajaba con gente muy competente, pero tenía que controlarlo todo, se había quedado sin tiempo, ese viaje a casa le iba a salir muy caro, pero no se había podido negar a la llamada de sus padres.

En su casa había surgido un problema en la empresa familiar, ellos eran productores de telas, de muchas calidades, pero al parecer habían tenido un contratiempo y su padre ya mayor se encontraba en un callejón sin salida, y ya no tenia fuerzas para seguir peleando, así que habían decidido vender el negocio a la Corporación Lee, pero su padre quería que ella lo intentara al menos una vez, que hiciera el último esfuerzo antes de abandonar el trabajo de su padre de toda una vida.

El vuelo de 15 horas fue un verdadero placer para ella, llevaba demasiado sin dormir y comprar un billete en primera clase la había dejado dormir y recuperar fuerzas de toda una semana de locura, no había tenido ni tiempo de pensar en que estaba volviendo a casa después de 5 años fuera, es verdad que se fue pensando que serían 2 años de estudio, pero le había gustado su vida en Francia, allí había estudia con mucho esfuerzo, y había empezado su sueño de ser diseñadora, y tenía su taller, presentaba sus colecciones y poco a poco se estaba haciendo un nombre, y como moverse en el mundo de la moda era difícil, había abierto una pequeña boutique, ahí podía hacer los diseños que quería, su idea era expandir ese mismo concepto a su ciudad y así poder hacer ropa maravillosa en 2 partes del mundo que le gustaban.

Ella misma había cambiado mucho en esos años, ya no era una chica tímida, ahora era una mujer que sabía lo que quería y que hacia lo que hiciera falta por ese objetivo, ya no era invisible a nadie y su belleza había florecido, durante su tiempo en la universidad más de un compañero suspiró por ella y con algunos había tenido alguna cita, pero ninguno la emocionaba como su ángel negro, así que un día decidió que ya no iba a perder más el tiempo en citas.

Nada más llegar, y tocar tierra, se retocó el maquillaje y se puso sus gafas de sol y salió por el aeropuerto cual estrella de cine, sonaba muy pretencioso, pero en la ciudad C las apariencias importaban mucho, si se mostraba accesible la gente la iba a tomar como fácilmente manipulable y ella estaba allí por un objetivo y lo iba a lograr.

Llegar a la casa donde se crió le trajo muchos recuerdos y cuando Nana le abrió la puerta no pudo sino echarse a sus brazos. Nana era el ama de llaves de sus padres, era la mujer que la crio, era su confidente y amiga, ella quería mucho a sus padres, pero eran personas ocupadas,y mantener su negocio les había quitado mucho tiempo con su hija, ella no tenia hermanos pues su madre casi no lo cuenta cuando ella nació y sus padres no quisieron arriesgarse más.

-¿ Cómo has estado mi niña? -dijo Nana mientras la miraba- No pareces la misma, estas muy hermosa, siempre fuiste muy guapa, pero ahora eres una preciosidad.

-Gracias Nana, te he echado mucho de menos...- no pudo contener que algunas lágrimas se le escaparan.

- Venga entra, tus padres están deseándote verte- dijo con una sonrisa.

Nada mas entrar en la casa fue como viajar al pasado, algunas cosas habían cambiado, pero nada importante, casi podía verse correr por aquella casa de 2 plantas, era una casa grande pero sin llegar a ser una mansión, estaba en un buen barrio y su padre siempre pensó que era la mejor inversión que había hecho, y no estaba desencaminado en sus pensamientos.

Cuando entro en el salón estaba su madre tomando un té y su padre leía un libro, se le notaban esos años, pero aun eran jóvenes.

- Papa, mama ya estoy en casa

- Pero Anna casi no te conozco- mientras su madre se levantaba y se acercaba a abrazarla.

Su padre no podía dejar de mirarla una y otra vez, y también se acerco a abrazarla.

-Mi querida Anna por fin llegas a casa.

Durante las siguientes horas solo pudo disfrutar de la compañía de sus padres, cinco años sin estar en casa era mucho, y aunque hablaban por teléfono, la diferencia horaria y el trabajo hacían que fuera siempre escaso el tiempo.

Cuando por fin calló la noche estaba mas despierta que nunca, el cambio horario y lo que había dormido hacían que fuera imposible dormir, así que cogiendo el coche de sus padre decidió ir a dar un paseo, por esa ciudad que la vio crecer, cogió su blog de dibujo y su bolso y empezó a conducir sin rumbo fijo, hasta que llego a la orilla de un lago a unos cuantos kilómetros de su casa, el embarcadero estaba desierto, y la luna llena estaba subiendo en el cielo, esplendorosa, sentada en un banco, dejándose envolver por la noche, vio en la colina la mansión de la familia de Ryo, y por primera vez en mucho tiempo pensó en que sería de su vida, en si ya se habría casado, o si ya habría tenido hijos. Ella ya tenia veintitrés años, y el con sus veintiocho años era muy joven, pero sus obligaciones eran muchas.

Durante un tiempo quiso volver, volver a verlo, admirarlo desde la distancia, pero ya no tenía caso, posiblemente no se acordaría de ella, así que era una tontería perder su tiempo soñando en inalcanzables.

Cuando se sintió reconfortada por la luna y el sonido del agua, se dispuso a volver a casa, al mirar a la lejanía vio a un hombre apoyado en una barandilla, aunque en la distancia no lo distinguía bien podía ver que tenia un cuerpo atractivo, su posición era casi la de un modelo, así que no se resistió y con su cuaderno de dibujo lo dibujó rápidamente, antes de que se moviera y se fuera...la luna reflejada en el le daba un aire de fantasía, era casi como un príncipe del lago... quizás acababa de encontrar inspiración para su trabajo.

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