Confesando crímenes 1

- Te apetece que nos sentemos un rato.

- Si, claro.

Durante unos minutos se quedaron sentados mirando el reflejo de la luna en el lago, el ambiente era tranquilo, la noche de primavera era un poco fresca, pero sin llegar a demasiado fría, el silencio los cubrió, solo se oía el pequeño susurro del agua , los arboles del bosque se veía al fondo meneaban sus copas con una ligera brisa, dando la música a la noche que estaban teniendo, casi parecían trasportados a un sueño, a un cuento de hadas, el ambiente y la compañía invitaban a ello.

- Anna quisiera preguntarte algo, pero temo que te ofendas.- Ryo quería preguntarle por aquella noche, aunque sabía que podía pasar que aquella noche terminase abruptamente.

- Adelante, pregunta....- ella sabía por donde irían las preguntas.

- Aquella noche... ¿Por qué viniste a mi encuentro? ¿ y porque desapareciste sin decirme ni siquiera tu nombre?

Aquella pregunta puso nerviosa a Anna, aunque se había prometido que si algún día él le preguntaría, ella iba a ser sincera, pero aun sabiendo eso no sabía ni por donde empezar.

- Bueno...- respiro hondo antes de continuar.- En aquella época te admiraba y estaba enamorada de ti, si sé que es una estupidez, ya que no habíamos hablado casi nunca, pero eso no contuvo nunca mis sentimientos hacía ti, era una ilusa, así que decidí que a modo de olvidar ese primer amor te iba a entregar aquello que solo yo podía darte. Así que planee con cuidado mi plan, conocía tu casa de otra fiesta a la que fui una vez, así que me arregle y saque la persona que ya estaba en mi interior y fui a por ti, casi no lo consigo, pensé que alguna otra chica se te echaría en tus brazos, pero parece que tu manera de ignorar a las mujeres en general me ayudo mucho en aquella época, también supe que al besarte podría llevarme un empujón, pero si no me arriesgaba no podría ganar, así que me arriesgue.

En cuanto al nombre no quise decírtelo, sabía que era invisible a tus ojos, así que quise seguir siéndolo, supuse que en un par de días te olvidarías de lo que paso, eso suponiendo que el alcohol no me ayudara a ser olvidada del todo.

En cuanto a lo de irme, ya lo había planeado, tenía justo el vuelo al día siguiente, así que una vez deje tu casa, recogí mi maleta y me fui al aeropuerto, puse muchos kilómetros de por medio, y estaba tan casada que dormí las 15 horas de vuelo casi sin moverme.

-.....- él estaba sin palabras al oír todo aquello, desde luego lo había planeado todo muy bien. - pero... ¿Por qué hiciste eso en vez de venir a hablarme?

- Como te dije fue una locura, no se me ocurrió nada mas loco, pero fue de gran ayuda, me ayudo a poner punto y final a esa estúpida fantasía, y si te lo preguntas, no me arrepiento.

- Y que pasará si conoces a alguien en el futuro.

- En los tiempos que corren ya eso no es importante, de todos modos no esta en mis planes casarme y formar una familia, supongo que al final lo haré, pero será por la presión familiar, con lo cual que más da si soy virgen o dejo de serlo.

Anna después de confesar aquello y hablarlo por primera vez después de tanto tiempo se sintió liberada, era algo íntimo, pero el no habérselo contado ni siquiera a un amigo era como una carga que llevaba en su corazón, y ahora que por fin había hablado de ello se sintió flotar en el aire.

- Supongo que siempre puedes casarte con Lu.- los celos le picaron la piel, pero tenia que preguntarlo.

Anna no pudo mas que reír...-Lu... estas mas loco que yo.

-Yo pensaba que tu relación con Lu era la de compañeros inseparables.

-Lu y yo nos criamos juntos, vivíamos muy cerca y para mi él es maravilloso y le quiero un montón- aquella frase hizo que sus ojos se encendieran.- pero en mi caso sería un pésimo marido, no es nada serio, por no contar que parece ser que está muy enamorado de una chica, así que más que novia en su caso seré madrina.

- Sea como sea creo que Lu ha tenido mucha suerte de tenerte a su lado.

- Te aseguro que la suerte ha sido mía, sin él hubiera sido mas solitaria de lo que fui, otro motivo mas para romper con todo, me fui para estudiar y para descubrirme a mi misma, y aunque en un país extranjero uno se vuelve mas solitario, pero también paseando por la calle me conocí a mi misma, y me di cuenta de que realmente con muy pocas personas a mi lado puedo estar completa, encontré varias de esas personas allí.

- Así que si que tienes a un hombre especial allí- no pudo contener esa pregunta...