23 Capítulo 23: Un caballo negro

Xia Zhi envejeció bastante esa noche.

Llegó a ser mucho más maduro y tenaz.

Xinghe había tenido un inmenso impacto en la transformación de su carácter, fortaleciendo su constitución para ayudarlo a soportar las atrocidades de la vida con un propósito inquebrantable.

Después de muchos años, cuando estuviese viejo y cansado, esa noche sería la más memorable.

El cuerpo frágil de su hermana cuando salió del hospital para hacer el milagro que cambiaría sus vidas para siempre quedó grabado en su mente.

Había encontrado una heroína en la vida real.

—¡Xia Xinghe!

La larga noche finalmente había terminado.

Xinghe había hecho trizas una cantidad incontable de sistemas.

Cuando creía que había hecho más que suficiente, detuvo su mano derecha, estrujó sus ojos cansados y dejó el café, aturdida.

De regreso al hospital, antes de que pudiera llegar a la unidad médica de su tío, vio a Xia Zhi corriendo hacia ella.

Xia Zhi había estado preocupado por ella toda la noche. Él suspiró aliviado cuando finalmente la vio acercándose.

—Hermanita, ¿estás bien? ¿Cómo te sientes? ¿Dónde estuviste toda la noche?

Xia Zhi la bombardeó en el momento que estuvieron lo suficientemente cerca como para conversar.

Xinghe respondió vagamente: —Pasé la noche en un cibercafé. Zhi, ¿tenemos suficiente dinero?

—¡Sí!

Xia Zhi asintió desesperado, añadiendo finalmente: —¡Hermanita, eres tan increíble, tenemos un poco más de 400.000 renminbi!

Xinghe había superado los 300.000 renminbi requeridos para la operación de Chengwu.

Xia Zhi nunca había estado tan feliz en su vida.

—¡Hermanita, eres mi heroína! —dijo Xia Zhi mientras la veía con una admiración inesperada en sus ojos.

—Hermanita, por favor, dime, ¡¿cómo lograste ganar tanto en una sola noche?!

—Déjame descansar primero —respondió Xinghe.

Solo en ese instante, Xia Zhi notó el rostro pálido de Xinghe, los ojos inyectados de sangre y los círculos pronunciados debajo de sus ojos.

Los años recientes no habían sido particularmente buenos para Xinghe y ahora ella lucía mucho peor.

Xia Zhi dijo amablemente: —Hermanita, entonces deberías descansar al lado de papá. Iré a comprar tu favorito, albóndigas y pinchos para tu desayuno. Descansa y yo me encargaré del resto.

—Está bien.

Xinghe asintió y se fue a la habitación de Chengwu.

Había un pequeño sofá para que los familiares del paciente descansaran en la habitación de Chengwu. Xinghe se acurrucó en el mismo, cubriéndose con una manta, y entró en un sueño reparador.

Xinghe, en su agotado estado, estaba sumamente inconsciente, mientras que Xia Zhi estaba feliz, yendo por la ciudad y comprándole el desayuno.

Ninguno de los dos sabía que lo que Xinghe había hecho la noche anterior había sacudido al mundo online de Hwa Xia hasta lo más profundo.

En el lapso de una noche, el hacker con el usuario 001 se había convertido en un nombre familiar en la industria informática.

¡Este 001 había desafiado a los 20 hackers más importantes de Hwa Xia durante una noche y los eliminó a todos!

Incluso neutralizó el último sistema de seguridad del Imperio Xi que había sido publicado a mediados de ese año, y no hacía falta decir que los sistemas lanzados por compañías más pequeñas también habían sido eliminados.

¡Vale la pena señalar que estos sistemas habían sido desarrollados por algunos de los mejores equipos de seguridad en Hwa Xia!

Estos equipos de seguridad habían detenido a los hackers más influyentes, ¡pero el 001 los había atacado en una noche!

Como alguien audaz, 001 había borrado su pista en el mundo cibernético, pero los rastros no llevaban a ninguna parte. 001 no había dejado ninguna pista que guiara a su verdadera identidad.

Anoche, gracias a Xinghe, el mundo online de Hwa Xia había sido el más concurrido de los últimos años.