955 955 Traidor Traidor

Después de que ella lo dijo, Tong Liang fue repentinamente golpeada por un pensamiento y su cara palideció significativamente.

—Nadie le dio una vacuna —Xinghe la miró fríamente—. El doctor solo le dio sales de sangre normales, y hemos analizado su sangre. Su cuerpo contenía el antígeno mucho antes de la administración nacional de las vacunas. Srta. Tong, ¿le importaría explicarme por qué?

Las pupilas de Tong Liang se ensancharon. Miró a Xinghe con abierta incredulidad. No podía creer que la hubieran atrapado tan pronto y le hubieran puesto trampas...

Incluso pensaron en analizar su sangre en busca de antígenos.

—¿Podría ser que supieran de antemano sobre el brote del virus? —preguntó la gente en la multitud en voz alta mientras caía la implicación.

—En efecto —respondió Xinghe—, no solo lo sabían, sino que también fueron ellos los que iniciaron el brote del virus.