11 CAPÍTULO 11- Un trap masoquista.

CAPÍTULO 11- Un trap masoquista.

Al ver la fotografía que la Diosa inútil me envió, por un momento pensé en enseñársela a Yuik, para que se dé cuenta de que los bandidos que la torturaron están sufriendo... Y sufrirán más de lo que ella sufrió... Mucho, mucho más... Mierda, Yuik me está observando raro... Oh... Estoy sonriendo raro... Pero no pude evitarlo. Odio a los violadores... A los presumidos... A los que tienen harem... Y, por supuesto, a los Dioses.

Me da tanta satisfacción ver a los bandidos sufrir.

... Realmente quiero mostrarle la fotografía a Yuik, pero no puedo hacerlo.

Durante todo el tiempo que he estado con ella, pude darme cuenta de que tiene una personalidad amable... No es una chica agresiva, vengativa ni arrogante... Es una chica dulce... Una chica adorable.

Si le muestro la fotografía, es muy probable que se sienta culpable... También es posible que ella sienta satisfacción... Pero prefiero evitar correr el riesgo de que llore y se sienta mal.

Si yo estuviera en su lugar, sentiría tanta satisfacción que lloraría de alegría... Pero yo soy un hijo de perra que disfruta matando a las personas malvadas... Disfruto del sufrimiento de las personas malas... Y no siento empatía por casi nadie... Soy todo lo contrario a Yuik.

No le mostraré la fotografía... Es lo mejor.

Yuik es una persona con un corazón amable... No quiero que se sienta culpable.

—Bueno... Es momento de regresar al trabajo... Pero primero entraré al baño.

Yuik asintió.

Me levanté de la mesa y me dirigí al baño.

Bueno... Conociendo a Seirak, no se rendirá fácilmente... Debo alejarla de mí.

Entré al baño y suspiré.

—Hace años que no hago esto.

Desde que reencarné, decidí solamente usar las habilidades y la magia que obtuve en este mundo, pues mis otras habilidades, las que tenía antes de reencarnar en este mundo, eran mucho más raras, no quería que me consideraran un fenómeno.

... Bueno... Soy un fenómeno.

Mi título como "el humano más odiado por los Dioses", no es nada normal.

Pero decidí comenzar una nueva vida, una normal... Y los normales no son considerados fenómenos.

—[Activar: "Doble sombra".]

—Ah... Ya me aburrí.

Faltan dos horas para que mi turno termine.

Quiero darme un baño caliente, ver una película de comedia y cenar.

Eso hacen las personas normales, ¿verdad?

—Supongo que sí...

Ah... Ser normal es más difícil de lo que imaginé.

—¡¡Dreimo!!

Lo sabía, era predecible.

Seirak entró a la biblioteca con varios guardias.

Después de todo, es una aventurera muy importante. Aunque su familia la expulsó, sigue teniendo contactos importantes. Ella tiene una nueva identidad y dejó atrás su vida pasada. Muchas familias nobles se acercan a ella para pedirle favores y contratar sus servicios.

—¡¡Es tu última oportunidad, admite que eres el héroe Dreimo!!

Participé en una obra de teatro en la primaria, tengo experiencia actuando... Aunque fui un personaje de relleno.

Debo actuar como un cobarde.

—¡S-señorita, y-yo no soy el héroe Dreimo, s-solo nos llamamos igual!

—¿Sigues actuando? ¡Te sacaremos la verdad a la fuerza!

Los guardias me tomaron de los brazos.

—¡Estás arrestado!

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!

—¡Porque quiero!

—¡Esto no es justo!

Yuik me observó nerviosa y asustada.

—Y-Yuik, no te preocupes, estaré bien. ¡Soy inocente, me liberarán rápidamente!

Fui arrestado y me están interrogando... Un clásico interrogatorio.

—¡Admite que eres el héroe Dreimo!

—¡Y-ya te dije que solo nos llamamos igual! ¡Yo no tuve la culpa, culpa a mi abuela!

—¡Ya me tienes harta!

Intentó golpearme y cerré los ojos cobardemente... No me golpeó... Ah, llegó a tiempo.

—Oye, idiota, ¿qué crees que haces?

—¡¿D-Dreimo?!

Abrí los ojos y me emocioné... Bueno, fingí emoción.

—¡¿El verdadero héroe Dreimo?! ¡Es idéntico a su estatua!

Un segundo Dreimo, que está usando mi verdadera forma, entró al cuarto de interrogatorios y tomó del brazo a Seirak.

—Oye, tú.

—¿Y-yo?

—Vete de aquí.

—S-sí, señor.

Me fui rápidamente... Ah, funcionó.

(Pov- Segundo Dreimo.)

Habilidad [Doble sombra]: Es una habilidad que me permite dividirme en dos... Básicamente, creo un clon.

Mi clon tiene el 50% de mi poder.

Es muy útil para pelear con muchas personas al mismo tiempo, pero es inútil si tengo que pelear con alguien más poderoso que yo.

—¿R-realmente eres tú?

—No puedes arrestar a un inocente simplemente porque se llama igual que yo. Tú ya sabes lo que pienso sobre las personas que se aprovechan de su poder.

Puse su cabeza contra la mesa del interrogatorio.

—P-por favor, perdóname.

—Debes recibir tu castigo.

Cuando ella se aprovechaba de los débiles, le daba fuertes nalgadas y no podía levantarse por horas.

Con el tiempo, aprendió su lección... Pero volvió a cometer la misma estupidez.

—¡Nalgadas no, por favor! ¡Solo trataba de encontrarte!

—Estoy viviendo en el bosque. Solo regresé para comprar comida. ¿Y qué es lo que me encuentro al llegar? A ti, arrestando a un ciudadano normal solo porque se llama igual a mí.

—¡S-solo quería encontrarte para rogarte que regreses!

—Fui traicionado.

—¡E-ellas están arrepentidas de lo que hicieron! I-intenté castigarlas, pero... B-bueno... Y-ya sabes... Ellas son héroes... No soy rival para ellas... ¡Por eso te estaba buscando, para que las castigues y regreses con nosotras! ¡Te daremos lo que quieras! ¡¿Quieres tener muchas esposas?! ¡Las héroes y yo seremos parte de tu harem! ¡Puedes incluir a más mujeres si quieres!

... Odio el harem.

Nunca he tenido... Y he tenido la oportunidad de tenerlo, pero siempre las rechazaba. ¿Por qué? Porque todas las mujeres a mi alrededor solo querían tenerme por interés. ¿Acaso nadie se enamora de una persona por sus sentimientos?

—... Odio el harem, y lo sabes perfectamente. ¿Acaso olvidaste cuando obligué al Rey a no tener concubinas? ¿Acaso olvidaste cuando el Rey me pidió que tuviera sexo con varias mujeres y lo dejé casi muerto?

—... ¡Mierda, lo olvidé! ¡P-perdóname!

Bajé su mini shorts y su ropa interior.

—¡No, por favor!

Comencé a darle fuertes nalgadas, como en los viejos tiempos.

—¡Kya!

Sus nalgas se están poniendo rojas.

Fufu. Esto le pasa por... ¿Eh?

E-espera...

—¡D-detente! ¡E-esto es muy cruel!

...

...

...

Debes estar bromeando.

—T-tan fuerte... T-tan cruel como siempre... N-no tienes piedad.

—... ¿Eh?

Mientras la nalgueo, ella está gimiendo... Su respiración se escucha rara... Ese rostro no es de dolor... ¡Esa expresión es de placer!

—¡¿Eh?!

Dejé de nalguearla y me alejé de ella.

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué te detienes?!

—¡Oye, ¿qué significa esto?! ¡¿Por qué estás gimiendo?!

—P-pues... E-este... Ups.

Se dio un golpe en la cabeza, guiñó un ojo y sacó la lengua.

—¡No trates de parecer adorable! ¡Tú lo estabas disfrutando, ¿verdad?!

—¡Había pasado tanto tiempo desde la última vez que me golpeaste, que no pude evitarlo! ¡Extrañaba ser golpeada por ti!

—¡Esto debe ser una broma!

—Perdón por extrañar tus nalgadas.

—... Tu castigo será no ser golpeada por mí... Nunca más.

—¡¿Eh?!

—Adiós.

Salí rápidamente del cuarto de interrogatorios.

—¡Dreimo, vuelve!

Al salir del cuarto, se dio cuenta de que Dreimo ya no estaba.

—¡Soy una idiota, lo arruiné!

Los dos Dreimo se reunieron en el baño y se volvieron a unir... Y sus recuerdos se combinaron.

—Ah...

Dreimo suspiró.

—Es mi culpa, lo sé... ¡Ah! ¡Soy un idiota! ¿Por qué no la castigué poniéndole orejas de burro o ponerla a correr? ¡Soy un idiota!

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