2 primer capítulo:comienza la escuela

10 años después de la guerra, el mundo cambiaba lentamente y trataba de crear un sistema que evitará tanto odio hacia los dos extremos de la sociedad, pero era imposible muchas personas todavía tenían recuerdos y desagrado hacia lo que había pasado. Las escuelas procedían a empezar un nuevo año escolar, apesar de que sabían los inconvenientes que se vivían en ese momento.

Uno de los tantos chicos que se preparaban para entrar a la preparatoria, caminaba las calles de una ciudad llamada Glosbar, era conocida como la ciudad del cielo estrellado. Se dirigía con sus maletas a hacer la prueba final, y ser admitido en la Escuela North Waltz, era un internado en el cual se había hecho una inscripción previa logrando pasar entre miles de estudiantes. De pronto vio a varios hombres tratando de robar a una chica. El no quiso intervenir pues temía que le hicieran algo, él era albino cabello corto, tez morena y ojos azules, mientras caminaba distraído por la situación, chocó contra otro chico de cabello negro y ojos carmesí, de contextura delgada. Cayó al suelo y trato de disculparse con el, pero antes de decir la primera palabra, este fue a ayudar a la joven.

Enfrentándose con los dos sujetos, a uno le dio una patada en la cabeza, sin que esté pudiera reacciónar. El otro de inmediato reaccionó alcanzando a hacerle un rasguño en el brazo, pero respondió rápido y lo noqueó con un solo golpe, el último sujeto huyó de la escena. Mientras tanto el chico albino miraba desde lo lejos la escena y se dirigió hacia su destino que era la escuela North Walt.

Tomo un tren que lo dejo casi en las puertas de la escuela preparatoria, a pocos metros se podía ver su estructura. Esta estaba constituida por unos 20 bloques de diferente longitud, y un de color beige, que predominaba en todos ellos.

Mientras se acercaba se cruzó con otras personas que iban hacia ese mismo lugar, pero primero tuvo que cruzar la puerta. Al entrar, paso por un pequeño parque, con poco vegetación, pero bien cuidada. A su alrededor estudiantes nuevos y antiguos, caminaban de aqui para allá, a los que parecia no importarle mucho su presencia. Hasta que  llegó al primer edificio, que por su ubicación parecía ser administrativo.

Procedió a entrar y hablo con la recepcionista, le entregó los papeles en los cuales se verificaba que ya había hecho la preinscripción.

—Por favor diríjase hacia bienestar integral, para hacerse los exámenes— le informo ella.

Hacia ese lugar se dirigio y al llegar  a ese sitio, se encontró con cientos de personas que hacían fila para ser admitidos. El aire  acondicionado, apenas daba abasto para tantas personas, el lugar   estaba completamente lleno, los  exámenes eran por turnos. Lo cual aumentaba la agonía de la espera, así que estuvo una buen parte del día en esa sala a la esperando, como todas las personas que estaban alli. Hasta que por fin fue su turno.

Primero le hicieron exámenes médicos básicos, para escatimar cualquier problema. Simultáneamente otras cinco personas estaban allí, atendidos por otras enfermeras, que reflejaban el cansancio de trabajar un día completo. Una mujer joven, cabello negro y ojos violeta la lo atendió. Vestía igual que las demás enfermeras, pero tenia la escarapela que de la escuela.

—Dime, ¿tienes alguna discapacidad, o problema?

—Eh...creo que mejor lea este informe, de la preinscripción—respondio el.

—Ok, lo anexarle a tu registro médico. Primero te haré un exámen de rutina.

Como todos las otras personas, tuvieron que medirle el peso, la estatura y la presión. Después de eso tuvo que hacer una serie de examenes de rendimiento físico, para eso tuvo que ir a un gimnasio.

Rápidamente subió a una máquina para medir la resistencia física y velocidad, poco después que termino se dirigió a calcular si fuerza, con pesas de 10 libras al principio y poco a poco llegaron al límite que podría alcanzar.

—Ok, eso era todo, puedes ir a la siguiente prueba— dijo la mujer, al terminar de anotar los resultados.

Luan, un poco cansado por el esfuerzo físico, y junto al mismo grupo se dirigió a una sala para  hacer una prueba psicológica.

Aquí le hicieron preguntas referentes a la situación del país,  respecto a la sociedad, y los niveles de poder. El un poco nervioso de cuál sería el resultado que arrojaría el examen, respondio casi al azar y sin ninguna coherencia, dado que no estaba seguro como lo evaluaría.

Poco después de pasar el examen sicológico, se dirigía hacia el último de ellos. Allí le medirían la cantidad de energía que podía manipular. Pero para bien o para mal. Los resultados de todos se podían ver en una pantalla. En ese momento habían unas cincuenta personas, que constantemente querían saber el Ce de todos, pues sentían curiosidad por los que serían sus compañeros los próximos años.

Al momento en que le tocó, puso su mano en la máquina y de inmediato empezaron a verse los resultados.

Cantidad de ce 80. Nivel 1.

En silencio salió de ese lugar ignorando las miradas que tal vez podía hacer el resto de personas. Y  llegó a el auditorio, al cual no le cabía una persona más.

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A eso de las 7:00 de la noche empezaron a dar los resultados de 1200 solo quedarían 375. Y sus nombres estaban en una lista.

La presión por quedar estremeció a todos las personas que se encontraban allí.

Abiertamente pegaron las lista en un solo lugar de los que habían quedado.

Una gran cantidad de personas se agruparon a ver si su nombre estaban y poco fue disminuyendo, caras tristes y de felicidad se veían en ese auditorio. Que poco a poco empezo a ser desocupado ese lugar.

Luan casi de último fue a mirar la lista, al final de todos esa interminable fila de nombres, encontró el suyo.

370.Luan Olivera.

El estaba feliz, no podía contener la emoción.

—Pasaste, ve a los dormitorios — le dijo un hombre que estaba cerca de ellos.

—Tienes que ir al dormitorio de paso y después te asignaran salón y un cuarto en el dormitorio central.

—Eh...¿como sabe que yo pasé?.

—Te vez feliz, los que no lo lograron hace rato se fueron, y se veían triste.

—Eh...ok, entonces adiós.

Cuando se dirigía a ese lugar se encontró con aquel joven de ojos carmesí e intercambiaron miradas, él se detuvo y le hablo.

—Se te cayó este carné de secundaria—le dijo el chico de cabello negro.

—Gracias, no creí que la había perdido.

—Bueno, si nos toca en el mismo salón—mi nombre es Alison.

—Creo que ya lo sabes... mi nombre es Luan, dijo dudan de las palabras que iba decir.

—Ok, hasta luego.

Ambos se despidieron y se fueron a su cuarto de paso asignado.

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                               ⚡

Al día siguiente Luan se bañó y se dirigió hacia el auditorio donde le mostrarían el salón en el cual estaría. Caminando por los pasillos, casi llenos de estudiantes de cursos superiores, se dio cuenta que todos  lo observaban. Todos sabían que era uno de los nuevos, por no tener el uniforme y ser tan joven. En medio de su recorrido, se encontró con un rostro conocido su prima Hana, que lo llamo.

—Hola—dijo Hana amistosamente ella.

—Eh…hola.

—Hola Luan, ¿buscas el auditorio?.

—Eh...si, me levanté tarde y no alcance al grupo.

—No importa yo te llevo, recuerda yo soy la vicepresidenta de la escuela.

Ella era de cabello castaño ojos amarillos, mirada expresiva y venía con sus amigas, ellas lo llevaron hacia el auditorio.

Solo había estudiantes nuevos, los representantes de cada salón superior y el presidente estudiantil.

Los nuevos de ingreso estaban con ropa y sus maletas.

El presidente estudiantil y el director les dieron la bienvenida. el presidente del consejo se llamaba  Snaider, era de pelo castaño oscuro y ojos verdes, y una mirada sería.

Mostraron los resultados en una pantalla y del primer salón, cada uno de los que aparecieron en la lista se agruparon, y después llamaron el segundo, allí estaba Luan, él se agrupo con los que serían sus compañeros y se encontró con aquel chico intercambiaron miradas, por un momento, su profesor se hizo al frente de ellos, y prosiguieron los otros salones restantes.

Cuando terminó la reunión cada profesor llevo a sus estudiantes, a sus dormitorios formales.

El grupo se dirigió hacia el bloque 40 donde estaban los dormitorios, primero llevaron a las mujeres a su dormitorio,  y después se dirigieron a los dormitorios femeninos, en el curso eran 17 hombres y 8 mujeres.

  Luan se distrajo unos minutos y quedo de último en la asignación, cuando pregunto por su compañero, le mostraron a ese chico de ojos carmesí y su otro compañero había pedido un cambio de salón pues consideraba que no debería estar allí.

Cuando entro a su cuarto habían tres camas. él se fue a la primera cama y el otro a rincón. La habitación era bastante amplia, de color beige, un armario, y dos ventanas, una de ellas con una especie de balcón, además tenía una aire acondicionado. El baño era de color azul y bastante confrontable.

Ambos se quedaron en silencio y ninguno hablo, el resto de la noche, fue bastante extraño, para ambos chicos.

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