1 capítulo 1: La vida despreocupada de un niño

capítulo 1: La vida despreocupada de un niño

Año XXXX

La lluvia estaba corriendo en la trágica noche, en donde comenzó todo.

Los gritos de un chico, se escuchaban en el aire, mientras los rayos retumbaban en el cielo.

La sangre en sus manos y la gran cantidad de cuerpos muertos a su alrededor, eran la prueba del más grande error para su corazón que una vez fue puro como la de un niño.

Año XXX

Las risas de un niño se escuchaban en una pequeña aldea mientras corría saludando a sus vecinos y amigos residentes de su aldea.

A pesar del gran avance científico en el mundo y en especial en estados unidos, en la pequeña aldea a varios kilómetros de la ciudad de Raccoon City, todas las personas que Vivían ahí no conocían nada del mundo exterior o al menos la mayoría era ignorante del mundo exterior.

La aldea estaba conformada por los nakfa, una tribu que vivía desde cientos de años atrás en las cumbres de las montañas que rodeaban a Raccoon City.

La tribu se encargaba de cuidar una rara flor que florecía cada cien años.

El florecimiento de dicha flor era el día más hermoso, porque significaba el cambio de líder de la aldea.

La flor, al igual que la que cuidaban antes la tribu Ndipaya, también ocasionaba un aumento exponencial en las cualidades físicas de quien consumía la planta y salía vivo.

"Dos partes de la verdadera ascensión que nunca podrán juntarse"

Una frase que se encontraba en los cuentos de hadas que se escuchaban en la aldea nakfa.

La ascensión del sol, era el nombre de la planta que cuidaba la tribu Ndipaya de áfrica y era la contraparte de la ascensión de la luna, que era la flor que custodiaban los nakfa.

El lugar en donde Vivían la tribu era un lugar frío y nevado en donde la mayor parte del tiempo ocurrían ventiscas y avalanchas, pero que todos creían que los dioses los protegían.

Las casas estaban hechas de barro y varios compuestos, que hacían que las casas no se deteriorasen, información que los nativos aprendieron con el paso del tiempo.

"¡Papá!"

Ethan gritó mientras iba a los brazos de su padre, Ethan era un niño de 12 años, muy inteligente, siempre ayudaba a su padre.

Era el próximo jefe de la aldea y también el favorito de todas las amas de casa, era demasiado tierno a la vista de la mayoría de las mujeres.

Lo llamaban la reencarnación de la luna por su sedoso y hermoso cabello blanco y ojos brillantes y dorados como las estrellas.

"¡Hijo!"

"¿Qué haces aquí?"

Alan, el padre de Ethan, preguntó mientras revolvía el cabello de su primogénito y único hijo Ethan.

Alan era un padre amoroso con su hijo, luego de que él sea la única cosa importante en el mundo que le quedaba luego de la muerte de su esposa, quien murió luego de dar a luz.

La mayoría de los padres que hubieran pasado por lo que pasó Alan, luego de ver morir a su amada esposa delante de sus ojos con impotencia, lo más seguro es que se hubieran deprimido o abandonado a su hijo culpándolo de lo que pasó.

En casos extremos, hasta hubieran desquitado su odio con sus propios hijos.

Pero Alan no fue así, siempre cuido a su hijo como su mayor tesoro o al menos es lo que intentaba, pero era el líder de la tribu.

"¿Qué haces aquí campeón?"

"Deberías disfrutar de tu cumpleaños número 12 junto a tus amigos"

Alan estaba sonriendo mientras veía a su hijo, se parecía tanto a su madre.

"¡Papá suéltame!"

Se quejó Ethan mientras sacaba la mano de su padre que estaba despeinando su cabello.

"¡Sabes que no me gusta que me hagas esto!"

*Risas*

Las personas que estaban con Alan se estaban riendo de Ethan mientras veían cómo el niño trataba de parecer molesto.

"Papá ¿puedo ayudar?"

Ethan habló con un giro de 360° en su actitud mientras trataba de convencer a su padre.

"Lo siento hijo, pero no puedes"

Alan volvió a revólver el cabello de Ethan, mientras lo dejaban para volver a trabajar.

*Susurro*

"Yo podría ayudar si me dejaras"

*suspiro*

"Como me gustaría ser mayor, es aburrido ser un niño a quien nadie toma en serio"

"¿Quieres unos dulces?"

"¡Qué lindo!"

"¡ARGH!"

"¡Que no soy lindo!"

"¡Ya no soy un niño pequeño!"

Ethan se estaba quejando mientras pasaba por las casas de la gente para llegar a su casa.

A veces me gustaría ser más útil.

"¡Ya volví!"

El silencio recibió a Ethan mientras iba a la cocina de la vacía casa.

La cocina no tenía mucho, pero era mejor que nada porque tenía recuerdos invaluables fabricados por Ethan y su padre como ollas y cubiertos.

La casa estaba muy ordenada, todo gracias a Ethan, quien siempre se ponía a limpiar la casa.

"De no ser por mí de seguro todo esto se volvería un basurero de casa"

*Risas*

Ya dejando de hablar solo Ethan fue a calentar la comida, ya era hora del almuerzo y él debía de hacer todo porque no quería sobrecargar de trabajo a su padre, quien estaba ayudando a construir nuevas casas para la gente.

Ethan tomó un trozo de leña de la hoguera que tenía para encender las ramitas que estaban debajo de la pequeña parrilla de ladrillos en el medio de la cocina.

*Sonido* *sonido*

Los trozos de leña comenzaron a hacer sonidos junto a la carne que soltaba sus jugos.

El olor estaba inundando la pequeña cocina luego de varios minutos de espera, cuando las ganas de comer de Ethan ya no pudieron ser contenidas.

¡GRRRHH! El estómago de Ethan sonaba más fuerte cada vez que el rico aroma de las especies y la carne llegaban a sus fosas nasales.

Las verduras y el pollo, ahora cocinados, eran vistos por los grandes ojos dorados de Ethan, quien luego de ir a buscar una cuchara de madera ahora estaba comiendo feliz su comida.

"¡DELICIOSO!"

La felicidad de Ethan ahora no se podía describir luego de probar la carne que su tío Paul le trajo luego de que bajó por las montañas y cazó a un ciervo.

Ethan rara vez comía carne y de las pocas veces que comía siempre los disfrutaba.

La suavidad de la carne, la jugosidad y el delicioso sabor que combinaba con las especies provocaba una explosión de sabor en su boca.

"Gracias por la comida"

Había terminado su comida Ethan y se encontraba muy satisfecho estirado en la silla.

Quiso disfrutarlo, pero era imposible porque cuando se dio cuenta ya había terminado de comer y su plato estaba vacío.

*Sonido*

El agua caía del fregadero mientras Ethan lavaba sus platos antes de salir nuevamente a ver a su mejor amigo Richard.

Un niño de cabello negro y ojos negros de la misma estatura que Ethan, ese era uno de los mejores amigos de Ethan.

Todo el mundo siempre decía que eran como el bien y el mal.

Uno era muy travieso y el otro siempre humilde y servicial.

"¡Ethan ven!"

Gritó una voz detrás de Ethan, siendo Richard quien vino corriendo no antes de lanzarle a Richard bolas de nieve.

"¡Vamos a jugar!"

Le hizo señas Richard a Ethan para que jugaran.

La batalla de bolas de nieve comenzó, ambos niños se estaban lanzando bolas de nieve mientras atraían la atención de los demás niños del pueblo.

"¡Vamos!"

"¡Que no me das!"

"¡Lanzas como niña!"

"¡No insultes a las niñas!"

La batalla de nieve terminó con el último lanzamiento de una niña quien terminó derribando a Richard.

"Te dije que no te burlaras de Sara"

Habló Ethan mientras se acercaba junto a la niña llamada Sara, quien estaba sonriendo con una mirada orgullosa para molestia de Richard, quien vio a la odiosa niña que estaba al lado de Ethan.

"¡Qué hacemos ahora!"

Sara ahora estaba más animada y quería seguir jugando más. Era la más hiperactiva de los tres.

"Tengo una tabla de madera, ¿y si nos deslizamos por la nieve?"

La idea de Richard fue aceptada rápidamente por Sara, pero fue todo lo contrario para Ethan.

"Eso es demasiado peligroso"

*Suspiro*

(Sé que me voy a arrepentir)

Luego de varios minutos, Ethan por fin se rindió ante sus amigos mientras era arrastrado por ellos durante todo el camino.

"¡Me voy a conseguir mejores amigos, lo juro!"

Sara y Richard se estaban riendo de las palabras de Ethan mientras seguían yendo a una colina.

"¡sabemos que nos quieres!"

Ethan estaba atónito ante el comentario de sus amigos.

"Ya llegamos"

Richard, ahora apartándose del camino, dejó ver un pequeño trineo.

"Lo hice hace poco para nosotros y ahora como ven ya se encuentra terminado"

"Qué mejor momento para estrenarlo que en tu cumpleaños Ethan"

"No sé cómo sentirme sí feliz porque hicieron esto por mi cumpleaños o mal, porque dentro de un momento estaré arriesgando mi vida con ustedes"

Río nerviosamente Ethan.

"¡Vamos hombre!"

La hiperactiva Sara habló mientras palmeaba la espalda de Ethan, quien estaba un poco rígido.

"Además, solo bajaremos la colina pequeña y nada más"

"¿Colina pequeña?"

Bajo la mirada, Ethan, cuando vio el tamaño de la colina en todo su esplendor y no era para nada pequeña.

"¡esto no se debería considerar una colina, sino una montaña gigante!"

"Vamos, es una pequeña colina"

Trato de calmar Sara a Ethan, algo que no parecía funcionar mucho.

"¿tengo que bajar en serio con ustedes?"

"Sí..."

"¿en serio?..."

"Muy en serio"

Sonrieron ambos.

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