14 Capítulo 14 – ¿Qué Pasó Con Lo De Frío Y Brutal?

Era un hombre increíblemente atractivo, probablemente de raza mixta. Su aspecto era una mezcla perfecta de una belleza asiática y las características profundas y pronunciadas de los occidentales. Su piel tenía un tono saludable de bronceado, y sus ojos, bajo la luz del sol que se filtraban a través de los árboles, reflejaban un matiz verde profundo. Sus extremidades eran delgadas y bien proporcionadas, y el escote de su parte superior reveló sus músculos bien definidos. Estaba sentado tranquilamente bajo el árbol, sin embargo, el aire a su alrededor se sentía un poco peligroso como si pudiese volverse agresivo en cualquier momento.

Xia Ling lo miró y luego dio un paso calculado hacia atrás.

Sonrió, revelando sus dientes frontales mientras decía: —No muerdo. De hecho, estoy herido. 

Se encogió de hombros cuando lo dijo.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que tenía una venda gruesa alrededor de su abdomen, manchada de sangre oscura. Cuando el leopardo se acercó alrededor de él en frustración, se dio la vuelta y acarició su cabeza, como si tratara de consolarlo.

 —¿Cuál es tu nombre? —preguntó otra vez.

—Ye Xingling —Ella le dio el nombre que llevaba en su vida actual.

—¿Del equipo de grabación del MV?

—¿Quién eres entonces? —preguntó ella.

Él sonrió de nuevo, sus embriagadores ojos verdes brillaban bajo la luz, mientras decía: —Pequeña belleza, yo soy el que hace las preguntas aquí, ¿Lo entiendes?

El leopardo le rugió.

... Y así, ella lo comprendió.

—Soy aprendiz en el campo de entrenamiento de Skyart Entertainment —Xia Ling cedió—. Estamos aquí con Tan Ying para grabar un MV.

La miró satisfecho, y el leopardo pareció alterarse.

—¿Tan Ying está aquí también? Estoy de suerte —dijo. Entonces preguntó: —¿Tienes su número? ¿Me prestas tu teléfono un momento?

Xia Ling realmente no quería prestárselo, pero dada la situación, no tenía más opción.

Él lo tomó con una mano y luego marcó un número.

—Hola, ¿es Tan Ying? No, no soy Ye Xingling... Es tu jefe...

De acuerdo, ella finalmente supo quién era, él era Li Lei el gran jefe de Skyart Entertainment, se rumoraba que era el nieto brutal y violento de la familia Li. Cuando Xia Ling se giró parcialmente para mirarlo, escuchó parte de lo que estaba diciendo.

—Estoy herido en las montañas, ven rápido... ¿Qué, tengo que esperar? Tu jefe está muriendo... No, no, no traigas a Wei Shaoyin, no quiero tener que escuchar las tóxicas palabras de ese hombre.

Se puso en una posición más cómoda mientras continuaba hablando, tratando de sonar infantil y dar lastima.

En ese momento, Xia Ling simplemente no podía soportar pensar: ¿Esta es la tríada negra que se rumora? ¿Qué pasó con lo de frío y brutal?

Antes de que Xia Ling se repusiera del shock, Li Lei había colgado y devuelto el teléfono.

De forma sutil, miró las manchas de sangre en su cabeza, no estaba segura de sí se había lastimado o si había sido el leopardo. Ella resistió el impulso de dejar de pensar en eso, pero a medida que lo sopesaba, decidió no hacerlo.

Tan Ying llegó muy rápido e incluso trajo a un equipo, con algunos rostros extraños que no eran parte del equipo de grabación. Xia Ling pensó que probablemente eran obreros que ya estaban en las montañas.

Silenciosa pero rápidamente colocaron la camilla en el suelo y pusieron a Li Lei sobre ella, cada uno de sus movimientos era sistemáticos y parecían bien entrenados.

En medio de todo eso, ella apenas podía escuchar la preocupada voz de Tan Ying a medida que preguntaba: —¿Cómo estás, es malo?

—Herida de bala, pero no es grave. No moriré—Li Lei sonó tan casual que sus palabras tuvieron un cierto efecto milagroso que tranquilizó a la gente—. Tan Ying, consigue algunos hombres e inspeccionen el lugar para comprobar si no hay otros hombres armados. Ignora el cadáver en el árbol, déjalo para la cena de Er Mao. También... —Se volvió hacia Xia Ling, y dijo: —Esta pequeña belleza también se lesionó, consigue a alguien que la cure.

Tan Ying asintió con la cabeza a cada petición, y luego miró a Xia Ling también, a medida que daba órdenes a los hombres. 

—Busca una camilla para ella también, así bajamos juntos.

A lo largo del viaje, nadie le dijo una palabra ni le pidió que tomara ninguna pastilla, o si le dolía algo o si estaba dispuesta a bajar de la montaña con ellos. En su vida anterior, Xia Ling habría perdido los estribos, pero los tiempos habían cambiado. Ya no tenía las mismas bendiciones que antes. Ya no tenía más un halo, por lo que tenía que aprender a vivir como una persona promedio.

Afortunadamente, ella había tenido tiempos difíciles y había experimentado lo que es la satisfacción simple, al haber pasado más de 12 años en un orfanato antes de conocer a Pei Ziheng. Ahora había vuelto a ser una persona común viviendo una vida común, ese era el tipo de persona que debería haber sido desde el principio.

El equipo la llevó en la camilla, hasta los edificios en el pico de la montaña.

La dejaron en la habitación de invitados y le trajeron médicos profesionales para examinar sus heridas y curarlas.

 —Son sólo algunas heridas superficiales, nada demasiado grave. Descanse bien durante unos días, no esté en contacto con el agua, no coma nada picante, y seguramente estará bien muy pronto —dijo el médico.

Xia Ling sonrió y asintió con la cabeza, sin embargo, en el momento en que el médico dio la vuelta y se fue, ella caminó directamente al baño.

Llenó la bañera hasta la mitad y luego se sumergió hasta donde pudo. El agua cálida y limpia la envolvía, y el olor de la sangre se diseminó en el aire junto con el vapor. Se le hizo difícil usar su mano izquierda para lavarse con cuidado, tratando de no abrir la herida en su hombro derecho. Pero aun así, el olor de la sangre se hizo más y más fuerte.

La escena del leopardo abalanzándose sobre ella seguía reproduciéndose en su cabeza.

Al momento siguiente, se convirtió en un perro grande y feroz con pelaje oscuro y brillante, parado a más de la mitad de la altura de un ser humano. Había tratado de atacarla, todo su cuerpo saltaba sobre ella una y otra vez...

En la villa de Pei Ziheng que parecía estar completamente aislada del mundo, ella estaba en el sótano oscuro tratando de evitar a ese animal a toda costa. Golpeó la puerta como una loca y pidió ayuda, pero estaba atrapada sin que nadie la pudiera ayudar.

Ese fue el día más aterrador de su vida.

Incluso ahora temblaba un poco cuando pensaba en ese día.

Antes de ese día, nunca había obedecido a Pei Ziheng. Incluso cuando fue colocada bajo arresto domiciliario en su villa, ella continuó discutiendo con él, desafiando cada una de sus órdenes.

Él siempre le dijo: —Ling, un día se me va a acabar la paciencia contigo.

Ese día finalmente llegó. Era su cumpleaños número 28.

Al amanecer, dejó un ramo de rosas rojas junto a su cama y se inclinó para acariciar sus labios. Xia Ling hizo su mejor esfuerzo para evitar sus besos, pero su barbilla estaba firmemente aprisionada con la de él, sus manos estaban presionadas contra la cama. Ella sólo podía mirar como su guapo rostro se acercaba más y más, el olor a vino y limón en sus labios que presionaban contra los suyos...

Luego lo mordió brutalmente.

El olor de la sangre se extendió entre sus labios.

Él la soltó, con horror en sus ojos.

Ella le gritó: —¡Quítate de encima! ¡Bestia! 

Él la miró seriamente, sus ojos se veían aterradoramente fríos. Rápidamente se limpió la sangre de sus labios y dijo: —¿Bestia? Bueno entonces, déjame mostrarte cómo es realmente una bestia. 

La sacó de la habitación y la dejó en un sótano.

Cerró la puerta de golpe y le echó llave desde afuera. El sótano era casi negro y sólo podía ver vagamente las siluetas de lo que había dentro. Oyó un ladrido enfurecido, y luego una enorme sombra saltó hacia ella.