26 Capítulo 26: Haciéndose Rico De La Noche A La Mañana

—Jefe, ¿qué debemos hacer ahora? — Después de aguantar el silencio total durante mucho tiempo, el joven tatuado habló nerviosamente y le preguntó a Li Kanglong.

—¿Qué demonios puedo hacer... solo puedo reconocer mi derrota hoy y dejar que el estudiante de secundaria juegue todo lo que quiera? Mientras esté feliz, el Joven Maestro Long estará tranquilo y podremos continuar abriendo la Sala de Juegos— Li Kanglong estaba lleno de amargura y un sentimiento de impotencia recordando el poder del padre de Long Zhenglin en Ciudad Estrella.

En este momento, Li Kanglong quería abofetearse desesperadamente. Si hubiera sido un poco más generoso y hubiera estado dispuesto a desenterrar algo más de dinero para ese estudiante de secundaria, esta situación no habría ocurrido.

Ahora, no solo había ofendido a Young Master Long, sino que también podía perder más dinero.

—Jefe, si ese estudiante de secundaria realmente ha descubierto el patrón regular para ganar el premio de las máquinas tragamonedas, entonces perderemos demasiado dinero, hace casi una semana que quitamos las monedas de las máquinas— El joven tatuado habló mostrando preocupación.

—¿Investigando el patrón regular para ganar el premio de las máquinas tragamonedas? ¡Piensas demasiado! ¿Cómo diablos podría haber tal genio en Ciudad Estrella? Si existiera un genio así, sería mucho mejor ir directamente a apostar en Macao, ¿por qué demonios tendría que venir a mi pequeño negocio, eh? — Li Kanglong no estuvo de acuerdo con lo que había dicho el joven tatuado.

Aunque Li Kanglong dijo que Tang Xiu nunca podría estudiar el patrón general para alcanzar el premio mayor de las máquinas tragamonedas, su corazón se llenó de inquietud.

Si no fuera por el miedo y el temor del poderoso respaldo detrás de Long Zhenglin, Li Kanglong habría expulsado rápidamente a Tang Xiu de la Sala de Juegos.

Mientras que Li Kanglong y sus matones se estaban ahogando por la inquietud, Tang Xiu disponía de todo sin el más mínimo escrúpulo.

Después de ganar el premio mayor tres veces, Tang Xiu se hizo famoso en el Club Salud y Prosperidad. Cuando se ponía frente a una máquina tragamonedas, la mayoría de la gente le daba su lugar en la fila y le permitían mostrar su habilidad única para controlar las máquinas tragamonedas y hacerlas llover monedas.

Sin embargo, otros que veían a Tang Xiu detrás de ellos pensaban que la máquina tragamonedas sin duda daría un cien por ciento de ganancia, por lo que no estaban dispuestos a dejarle el lugar. Pero Tang Xiu solo se reía sin decir nada, no dudaba en alinearse frente a otras máquinas tragamonedas, causando a esas personas una incesante vergüenza y un sentimiento de pérdida, que los dejaba sin saber qué hacer.

Debido a que la actitud agresiva de la Sala de Juegos enfureció a Tang Xiu, sus siguientes movimientos fueron absolutamente desenfrenados, ni siquiera le importaba la posición en la que quedaría la Sala de Juegos.

Después de eso, todos en la Sala de Juegos fueron testigos de lo que sucedió con las monedas en las máquinas.

Tres monedas adentro, doce mil monedas afuera.

Diecisiete monedas adentro, lluvia de seis mil monedas.

Noventa y nueve monedas adentro, estallido de veintidós mil monedas.

En solo media hora, Tang Xiu había barrido más de la mitad de las máquinas tragamonedas en la Sala de Juegos, cada máquina le daba a Tang Xiu de varios miles a decenas de miles de monedas, mientras que la más impresionante le dio más de veinte mil.

Incluso aquellos jugadores que se habían aferrado a ciertas máquinas tragamonedas y se negaban a darle su lugar, quedaron desconcertados después de reflexionar sobre sus acciones más de cien veces. Aunque eventualmente también ganaron un premio, las probabilidades eran muy pequeñas y luego esperaron hasta agotar sus monedas. Nunca pudieron ganar el premio más de una vez.

Cuando se dieron cuenta de que ni siquiera podían ganar dinero aprovechando las máquinas tragamonedas, nadie recurrió a estos pequeños trucos de nuevo ni menospreciaron a Tang Xiu. El resto de personas en la Sala de Juegos también lo elogiaron excesivamente, llenos de admiración.

Finalmente, Tang Xiu movilizó a todos los jugadores en la Sala de Juegos, que desatendieron a sus propias máquinas tragamonedas y se lanzaron detrás de Tang Xiu. Dondequiera que él caminara siempre lo seguían, querían ver si el milagro continuaría sucediendo.

Tang Xiu estaba barriendo locamente varias decenas de miles de monedas en la Sala de juegos. Li Kanglong casi lloró, siendo perfectamente consciente de que, aunque las ganancias de la Sala de Juegos eran muy grandes, no significaba que todas esas ganancias fueran suyas.

De hecho, Li Kanglong era solo el jefe de la Sala de Juegos en la superficie, porque la mayoría de las acciones pertenecían a otras personas. Entonces, una vez que perdió tan miserablemente, no solo sería expulsado de la posición de jefe, sino que incluso tendría que sacar el dinero de su propio bolsillo para cubrir el déficit.

Pero frente a la amenaza de Long Zhenglin, Li Kanglong no se atrevió a tomar ninguna acción.

Li Kanglong a lo sumo podría pagar de a poco usando su dinero si la Sala de Juegos llegaba al déficit extremo. Pero si se atrevía a ignorar las palabras de Long Zhenglin podría y perdería su vida.

En este mismo momento, el arrepentimiento de Li Kanglong literalmente había hecho que sus intestinos se volvieran verdes. Estaba sangrando en su corazón.

Li Kanglong lamentó haber sido demasiado mezquino y también lamentó haber sido demasiado testarudo frente a Tang Xiu.

Si Long Zhenglin le diera permiso, Li Kanglong deseaba poder correr de inmediato y arrodillarse ante Tang Xiu para rogarle que no siguiera jugando.

Pero bajo la expresión sonriente de Long Zhenglin que lo amenazó con suavidad, Li Kanglong simplemente no se atrevió a acercarse a Tang Xiu y mucho menos a pedirle disculpas.

—Maldita sea, Tang Xiu es realmente increíble, no es de extrañar que obtuviera buenos resultados en la prueba y siempre haya cursado el Primer grado, también ganado varias medallas en muchos Juegos Olímpicos para la escuela.

—Eh, no está bien, ¿no ha dicho el Gran Hermano Fei que el cerebro de Tang Xiu estaba dañado? Pero estoy realmente seguro de que su rendimiento en este momento nunca podría explicarse solo por la suerte. Tang Xiu debe haber calculado todas las probabilidades de las máquinas tragamonedas y sus patrones generales para alcanzar el premio mayor.

Su Duanxin y Tan Liquan susurraban entre ellos, mirando el rostro de Su Xiangfei que ya se había puesto pálido y feo.

—¿Crees que Tang Xiu es muy inteligente? ¿Lo envidian porque ganó tanto dinero? — Al ver las expresiones de envidia de Su Duanxin y Tan Liquan, Su Xiangfei dejó escapar una sonrisa desdeñosa. —¡Creo firmemente que su mente todavía tiene algunos problemas!

—Puedes pensar en esto, ¿cómo podría una sala de juegos tan grande mantener el negocio en la calle Héroes Conjuntos, la más bulliciosa de Ciudad Estrella? ¿Podría el jefe de este Salón de Juegos ser un don nadie? Si permite que Tang Xiu siga causando estos problemas, ¿dónde diablos deberá meterse? ¡Tang Xiu solo está ganando dinero e intercambiándolo por su vida! — Mirando la expresión complaciente y orgullosa de Tang Xiu, una sensación de lástima apareció en la cara de Su Xiangfei.

Después de escuchar el análisis de Su Xiangfei, Su Duanxin y Tan Liquan no pudieron evitar temblar de miedo...

Inmediatamente ya no miraron a Tang Xiu con envidia y celos, sino que sus miradas se convirtieron compasivas y de lástima.

Su Duanxin y Tan Liquan sabían bien que el mundo nunca era tan limpio como parecía en la superficie. Así que cuanto más dinero ganara Tang Xiu, más imposible sería que la Sala de Juegos no lo dejara irse.

Si Tang Xiu se diera cuenta y se hacía consciente de lo que tenía que hacer, él voluntariamente entregaría todas sus monedas y saldría de allí.

Si Tang Xiu no se ponía al tanto de su situación, se podría presumir que su destino sería muy miserable.

Entonces, no importaba cuánto dinero podía ganar, sus esfuerzos serían inútiles.

Su Duanxin y Tan Liquan no lo sabían, Su Xiangfei en ese momento estaba pensando que Tang Xiu no podría salir del Salón de Juego, pero se había dado cuenta de una cosa: la mente de Tang Xiu había regresado a la normalidad e incluso era más sofisticada que antes de que sufriera un accidente automovilístico.

Además, la expresión de confianza de Tang Xiu y su comportamiento inescrupuloso también hicieron palpitar el corazón de Su Xiangfei, porque sintió que Tang Xiu no tenía nada que temer, a pesar de que había ganado especialmente en en la Sala de Juegos, como si tuviera un poderoso respaldo. Tang Xiu debería había estar preparando la salida, de lo contrario, no tendría sentido y era difícil imaginar que fuera completamente incapaz de pensar en eso.

Había pasado media hora y Tang Xiu básicamente había limpiado todas las máquinas tragamonedas en el Salón de Juegos. En ese momento, había ganado la impactante cantidad de 470.000 monedas.

Tang Xiu había jugado en todas las máquinas, sin mencionar que no había venido a jugar, sino a ganar. Tang Xiu ni siquiera esperó a que el personal de la Sala de Juegos llegara a enfrentarlo cuando tomó todas las monedas que había ganado y se acercó a la recepción para cambiarlo por dinero.

Al ver la dirección que tomaba Tang Xiu, el Salón de Juegos quedó en silencio instantáneamente, los pensamientos quedaron atorados en sus gargantas.

Todos sabían perfectamente que ahora se desataría la verdad.

Aunque Tang Xiu haya ganado tantas monedas, si no tenía forma de convertirlas en dinero, entonces los grandes esfuerzos serían solamente una pérdida de tiempo.

Todos pensaron que sería imposible que la Sala de Juegos convirtiera las monedas de Tang Xiu en dinero, o que nunca le permitirían salir forma segura.

Pero extrañamente, para sorpresa de todos, el jefe de la Sala de Juegos no solo no se opuso a Tang Xiu, sino que además mostró una sonrisa de disculpa y personalmente le entregó todo el dinero, asintió con la cabeza y lo acompañó respetuosamente fuera de El salón de Juegos.

Viendo claramente con sus propios ojos cómo el jefe de la Sala de Juegos había asentido literalmente con la cabeza e hizo una reverencia a Tang Xiu, todos quedaron jadeando y estupefactos. Pensaron que sus ojos estaban teniendo problemas o simplemente que estaban en un sueño, solo pudieron permanecer inmóviles y callados en su lugar durante largo rato, sin poder responder.

El propio Tang Xiu también se sintió desconcertado. Se había estado preparado mentalmente durante mucho tiempo para resolver este problema con violencia y nunca se le ocurrió que lo dejaría salir así.

—¿Cómo puede ser? ¿Cómo es posible que el jefe de la Sala de Juegos dejara salir a Tang Xiu? El jefe de la Sala de Juegos está absolutamente preocupado por las malas consecuencias que puede tener, por lo que no quiere ocuparse de Tang Xiu aquí dentro. Tiene la intención de esperar a que Tang Xiu se aleje para después "limpiarlo". Sí, debe ser así, es así como siempre pasa en las películas— Al ver las diferencias entre la realidad y su imaginación, una expresión de asombro cubrió el rostro de Su Xiangfei.

Su Duanxin y Tan Liquan, que también estaban esperando para ver el gran drama, descubrieron que no iba a suceder y se sintieron como estafados. Solo después de escuchar el análisis de Su Xiangfei sus corazones se sintieron mejor.

—Gran Hermano Fei, sigamos en silencio a Tang Xiu y averigüemos cuál será su destino final— Dudaron por un momento, pero Su Duanxin sugirió esto como queriendo saltar y moverse.

Cuando Su Xiangfei lo escuchó, sus ojos se iluminaron y no dudó en estar de acuerdo. El trío lo persiguió rápidamente.

Fuera de la sala de juegos, Tang Xiu casi había salido cuando Long Zhenglin lo detuvo y lo bloqueó.

—Hermano mayor, ¿realmente te hace falta tanto dinero? Si tienes poco dinero, ¡tengo una manera de hacerte rico de la noche a la mañana! — Después de casi una hora de enredos, Long Zhenglin ya se había acercado y seguido a Tang Xiu con éxito abriéndose camino para hacerse su amigo, incluso desvergonzadamente saludó a Tang Xiu como un Maestro descarado.

Aunque Tang Xiu no había dado su consentimiento o estaba dispuesto a admitir que tenía un hermano tan joven como Long Zhenglin, pero Long Zhenglin ignoró descaradamente su opinión e insistió en dirigirse a Tang Xiu como su hermano mayor.

—Solo te gusta mi capacidad de calcular y quieres que gane dinero a través del juego. Pero solo gané un poco más de 30.000 yuanes del Club Salud y Prosperidad, y ahora estoy seguro de que me están apuntando. ¿Piensas usarme y hacerte rico de la noche a la mañana a través del juego? — Tang Xiu habló bruscamente mirando a Long Zhenglin.

—Hermano mayor, tú... ¿cómo sabes que quiero que vayas a jugar? Oh, cierto, tienes ese cerebro inteligente en tu cabeza. Ciertamente puedes adivinar mi pensamiento con el movimiento de tu dedo del pie— Al escuchar que Tang Xiu descubrió fácilmente sus intenciones, Long Zhenglin no pudo evitar sentirse sorprendido. Pero entonces, al recordar la reacción de Tang Xiu en la Sala de Juegos, Long Zhenglin se sintió aliviado rápidamente.

—Hermano mayor, si estás realmente seguro de tu habilidad para apostar, no solo tengo los medios para hacerte rico de la noche a la mañana, sino que también tendrás la oportunidad de hacer que alguien te deba un favor. Con el favor de esa persona, puedes hacer muchas cosas en la provincia de Shuangqing— Al ver que Tang Xiu ya había adivinado su propósito, Long Zhenglin no volvió a esconderse, sino que demostró su excitación.