8 Capítulo 8. Primer Día de Trabajo

Lunes.

El dios del tiempo no estaba feliz, por lo que la bruma era pesada.

Este era el primer día de trabajo de Zhang Ye. Llevaba puesto un traje occidental y una corbata. Fue, una vez más, con mucho respeto, a la estación de radio de Beijing y subió por las escaleras al piso superior donde estaba el departamento del Canal de Literatura.

La cobertura de la estación de radio era el área Beijing-Tianjin-Hebei. Algunas ciudades pequeñas en las regiones del noreste también podían recibir la señal. Aunque no podía compararse con la estación de radio central, su cobertura y sus oyentes eran mayores a las de las otras estaciones de radio locales que estaban rankeadas de manera similar.

La oficina del líder.

Zhang Ye tocó suavemente la puerta. Después de escuchar un "entre" desde el interior de la habitación, abrió la puerta y entró. Sentado detrás del escritorio de la oficina estaba una persona que Zhang Ye había conocido durante la entrevista. Era Zhao Guozhou, que tenía unos 40 años. Era el responsable del Canal de Literatura. A la persona que estaba a cargo de la estación de radio o de la televisión en Beijing o en otras áreas se la llamaba Director. Por supuesto, había excepciones; por ejemplo, en el sur y el norte de Hunan a este cargo se llamaría Maestro.

—Líder.

 —Hola, pequeño Zhang. Siéntate. ¿Has traído todos los documentos?

—Los he traído todos.

—Genial. Alguien de Recursos Humanos hará los procedimientos de tu contratación, pero no hay prisa. Bebe un poco de agua y, después de eso, primero te llevaré a la oficina para presentarte a todos.

—Está bien, gracias por ocuparse de todo.

Zhang Ye fue muy consciente de su discurso, incluso durante este simple intercambio.

Luego, Zhao Guozhou llevó a Zhang Ye con una sonrisa a la oficina del departamento del Canal de Literatura que estaba en el mismo piso. Era una superficie grande y había alrededor de 30-40 escritorios. Era posible que los programas de ese día hubieran sido pregrabados, así que todos no parecían estar demasiado ocupados. Algunos jugaban a juegos, mientras otros charlaban.

Sólo cuando vieron venir a su Líder, dejaron de jugar y charlar.

—Líder.

—Buenos días, líder.

Todos saludaron.

Zhao Guozhou asintió y golpeó a Zhang Ye en el hombro. —Todos, dejen de hacer lo que están haciendo. Les presento a un nuevo compañero. Zhang Ye es un graduado de la Universidad de Radiodifusión. Será uno de los nuestros a partir de hoy. Por favor, denle la bienvenida.

Aunque la Universidad de los Medios de Comunicación era su nombre actual, antes se la conocía como Universidad de Radiodifusión de Beijing. El nombre de la institución había cambiado hace sólo unos años, por lo que mucha gente todavía la llamaba por su nombre antiguo.

 —...Podría haber algunos compañeros de escuela de Little Zhang aquí. Ustedes son sus hermanos mayores y sus hermanas mayores. Todos, por favor, cuiden de este novato.

El aplauso de bienvenida fue escaso. Algunas personas le dieron una obvia mirada cuestionadora.

Zhang Ye aprovechó la oportunidad para saludar y dio una breve presentación personal.

Después de eso, Zhao Guozhou llamó a un joven. Parecía tener la misma edad que Zhang Ye, no podía ser mucho mayor que él. Sin embargo, no era necesario compararlos. Era mucho más guapo. —Tian Bin. Ah, eres un anfitrión de radio. Encárgate del pequeño Zhang estos días para que se familiarice con el negocio.

Tian Bin se ofreció a darle la mano a Zhang Ye. —Hola, pequeño Zhang. Puedes preguntarme lo que quieras si tienes alguna duda.

Zhang Ye inmediatamente usó las dos manos para recibir el apretón de manos,

—Hermano Tian, te estaré molestando en el futuro.

Zhao Guozhou le dijo a Zhang Ye: —Pequeño Tian es el anfitrión de radio del programa "Historias de Fantasmas Nocturnos" de nuestro canal. Te seráútil aprender de él. Anteriormente, el Canal de Literatura tenía historias de fantasmas en el canal nocturno, pero el nombre del programa era diferente. Probablemente todo esto lo cambió el anillo de juego.

Después de que se realizaron todos los procedimientos necesarios, Zhang Ye fue a hacer los trámites formales para su contratación. Cuando terminó, ya eran las 10.30 a.m. Sólo entonces, volvió a su escritorio de oficina en la esquina.

Un escritorio en la esquina suele ser popular entre las personas, ya que el Líder no podía verlo, lo que permitía holgazanear. Sin embargo, esta esquina era diferente. En primer lugar, no estaba lejos de la entrada y en segundo lugar, había una fuente de agua aquí. La gente iba y venía, lo que lo convertía en un lugar muy concurrido.

Como novato, Zhang Ye no podía hacer nada. Aunque su puesto como anfitrión de radio le permitía tener salarios más altos que el de una secretaria de oficina o editores de oficina, después de todo, él sólo era un novato. No iba a tener ningún lugar especial para elegir.

Tian Bin estaba sentado frente a él, sólo los separaba un panel. Zhang Ye miró a su alrededor, ya que no tenía nada que hacer. Nadie le había dado ningún trabajo, así que se levantó y preguntó: —Hermano Tian, ¿qué crees que debería hacer o aprender?

Tian Bin lo miró, pero su expresión ya no era la misma que tenía delante del líder. No se preocupó por él y dijo: —Familiarízate primero.

—Bien. —Zhang Ye no pudo pedir nada más.

Al mediodía en la cafetería de la estación, Zhang Ye aprovechó la oportunidad para saludar a sus colegas en la misma oficina: —Hola, hermana Wang. Soy nuevo, así que por favor cuídame.

La mirada de Wang Xiaomei cruzó su rostro y le dio un insensible ¡Uh! antes de alejarse.

Zhang Ye había querido estrechar su mano, pero ahora él se quedó en una posición incómoda.

Anteriormente, se había enterado después de oír algunas conversaciones que Wang Xiaomei tenía unos 30 años y era una de las estrellas de la oficina. Ella era la mejor chica del Canal de Literatura. El programa "Charla sobre el mundo" que ella presentaba era un programa estrella que había obtenido las calificaciones más altas de su canal. Era un programa de humanidades e historia, donde se discutía el pasado y el presente. Wang Xiaomei era una buena anfitriona y era guapa.

Aunque no era tan ridículamente hermosa como Rao Aimin, todos los que la conocían la consideraban una belleza.

Pero a Zhang Ye no le cautivó su belleza, porque aunque Wang Xiaomei era bonita, le faltaba algo. Carecía de temperamento, lo que la hacía palidecer en comparación con su casera.

Durante un día entero, Zhang Ye trató de establecer vínculos personales con la gente, pero fue en vano. Era como si todos no quisieran ser amigables con él. Parecía prescindible.

Tian Bin se comportó del mismo modo.

Wang Xiaomei hizo lo mismo.

Sólo cuando llegó el momento de irse, Zhang Ye se dio cuenta, por casualidad de que esta era su oportunidad, cuando escuchó una conversación entre el editor de teléfonos del Canal de Literatura, Tian Bin, y otra hermosa mujer.

La mujer hermosa era muy probablemente la esposa de Tian Bin, ya que los dos se tomaban de la mano. Probablemente había venido a reunirse con su esposo después de que terminaran sus horas de trabajo.

—Hermano Tian, ¿cómo contrataron a Zhang Ye? —preguntó el editor del teléfonos.

Tian Bin curvó su boca y negó con la cabeza: —¿Quién sabe? Por su aspecto seguro que no.

El editor del teléfonos suspiró: —Así es. ¿Cómo puede una persona con semejante aspecto ser un presentador de radio? En serio, no tengo idea de lo que estaba pensando el canal. Creo que yo podría hacer un mejor trabajo que él.

Tian Bin afirmó: —Zhang Ye definitivamente no será famoso.

El editor de teléfonos se hizo eco: —Ni siquiera hablemos de ser famoso. Puede que ni siquiera pueda obtener un programa. Todos nuestros programas en el Canal de Literatura tienen anfitriones permanentes. Puede, a lo sumo, ser un anfitrión de reemplazo o un anfitrión invitado para suplantar a alguien que esté enfermo. ¿Crees que él puede tener su propio programa? Ni siquiera creo que eso pueda suceder el año próximo. Deja que lo soporte. Eh, si no fuera porque el anfitrión de reemplazo anterior fue transferido al Canal de Noticias, ¿quién lo hubiera contratado con ese aspecto? Ni siquiera hubiera podido ingresar al canal de literatura como anfitrión.

La esposa de Tian Bin se rio: —¿Y contrataron a alguien así? Qué broma.

Tian Bin dijo: —El líder incluso quiere que lo ayude. No tengo tiempo para eso.

Su esposa dijo: —Entonces simplemente ignóralo. Si no tiene un programa, el canal probablemente lo transferirá a otro departamento.

Los tres caminaron mientras conversaban. No sabían que Zhang Ye, que estaba junto a la entrada de la compañía, los había escuchado. ¿Hablando mal de mí a mis espaldas?

¿Quieren que me transfieran?

¿Qué clase de personas son?

Claramente, el editor estaba celoso de la buena suerte de Zhang Ye. Los otros anfitriones de radio tampoco pensaron que Zhang Ye lograría mucho. Para ellos, Zhang Ye era un anfitrión de reemplazo, y nada más, nada distinto de algún artículo común. Como resultado de todo eso, esa escena tuvo lugar. Nadie en el Canal de Literatura lo valoró.

¿Quién te dijo que no seré famoso?

¿Quién te dijo que no puedo ir a los programas?

Espera y verás. ¡Te abriré los ojos!

La gente persigue la fama y la fortuna. Zhang Ye no era codicioso, ya que sólo quería fama y no dinero. ¡Daría todo su esfuerzo y energía para convertirse en famoso, dirigiéndose hacia su objetivo final establecido por la configuración del anillo de juego, que era "convertirse en la mejor superestrella del mundo"!

El trabajo duro siempre valdría la pena. ¡Abandonar todos los deseos y sólo luchar por la fama, sólo podía hacerlo grande!

¿En cuanto a otras cosas, como por ejemplo, el dinero?

Bueno, ¿qué es el dinero? ¿Cómo puede compararse con ser famoso?

Siempre lo habían tratado como basura. Realmente no le importaban otras cosas mundanas, como el dinero. Realmente no le importaban...

Eh, espera!

Zhang se detuvo de repente en la entrada occidental de la estación. Había pisado algo. Al ver que nadie lo estaba mirando, se agachó y recogió un centavo que alguien había tirado al suelo. Lo guardó a escondidas en los bolsillos, antes de seguir caminando.

 Bien, ¿dónde estaba?

¡Correcto!

¿Quién te dijo que no puedo ir a los programas?

Eh

¿Quién te dijo eso?