32 Ceremonia de nacimiento VIII

Quinn Ophyris

Después de que el rayo callo sobre su cuerpo todos nos quedamos quietos para ver si lograba sobrevivir al proceso, algunos no logran recordar su vida con la Diosa, o sienten un shock tan grande que no logran volver a la realidad. Por lo tanto, todos los miembros de la tribu asistimos a la ceremonia, es nuestra forma de mostrarle a la nueva cría que, aunque no podemos ayudarla a pasar la prueba, nos mantendremos a su lado. 

Un tiempo después cuando empezaba a preocuparme, de que algo haya salido mal con la prueba, la pequeña cría se levanta y mira hacia el cielo, para luego empezar su trasformación en humana. Siempre supe que sus facciones iban a ser diferentes al del resto de la tribu, pero me sorprendió lo distinta que era. En vez del cabello rubio que tiene mayoritariamente los miembros, la niña tiene un cabello color madera, que, aunque no es tan raro, sus ojos verdes profundos y su piel morena eran algo que jamás había visto en mi vida. Se veía muy pequeña y frágil, parecía que tan solo tenía unos 5 años y tenía unos pequeños lunares en su rostro. Dos debajo de su ojo derecho, otro en su mejilla izquierda y uno en su nariz.

Apenas se volvió completamente humana la sacerdotisa le puso una manta sobre su cuerpo para luego alzarla hacia la luna y agradecerle a la Diosa por darnos un miembro más a la tribu. En ese momento mi padre subió a la plataforma y se acercó a la sacerdotisa, mi hermano y yo hicimos lo mismo. Esa es la forma en la cual, la reconocemos como un miembro de la familia. Mi padre pone a la niña en sus brazos para luego llevarla a la nueva choza. La niña no soporta la caminata y se queda dormida en los brazos de mi padre. 

Al salir de la cueva, muchos miembros de la tribu se acercan a mi padre a felicitarlo por su nueva hija, parecen bastante contentos por el comportamiento de mi hermana y le preguntan a mi padre cuando pueden ir a visitarla. Las mujeres generalmente no salen de las chozas hasta que cumplen unos 10 años, ya que se considera riesgoso, no hay muchas mujeres, las pocas que hay deben de ser tratadas con mucho cuidado. Mi padre solo les sonríe a los demás miembros, pero sin comprometerse a nada. 

Al llegar a la nueva choza mi padre deja a mi nueva hermana en su cuarto. Para que tuviera suficiente privacidad mi padre se aseguró de crearle un cuarto aparte en el fondo de la choza con una ventana que da al bosque. Antes de mi hermana, a mi padre y a nosotros no nos preocupaba mucho el espacio y la privacidad. Mi padre sale a cazar varias veces en el año y mi hermano y yo al ser gemelos no necesitamos muchas cosas. Pero nuestra nueva hermana cambia un poco la cosa. La nueva choza cuenta con tres habitaciones y una sala. Creo que mi padre tiene una gran ilusión por mi nueva hermana, ya que es la choza más grande de toda la aldea. 

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