1 Llegada a Madrid. Una nueva vida prt.1

-Los pasajeros del vuelo IB21 diríjanse a recoger su equipaje.- 

Tras oír la indicación, mi familia que me acompañaba en ese momento y yo, nos dirigimos a por nuestras maletas. La de mis padres llegó bastante rápido, en cambio la mía salió la última. Cuando salimos del aeropuerto, nos encontramos con una ciudad más grande de lo que esperábamos.

-Madrid es muy grande ¿No te parece, Yuki-. La persona que me hizo la pregunta fue mi madre.

 -Si, es realmente gigante-. En comparación con mi antigua ciudad,  Osaka ( ciudad japonesa ) Madrid es colosal.

Mi padre también estaba ahí con nosotros pero, estaba muy concentrado en ubicarse y saber dónde estaba nuestra nueva casa, que se encontraba en la zona del Retiro, bastante cerca del instituto al que asistiría. Hablando del instituto, era 6 de septiembre, lo que quería decir que al día siguiente comenzaría 4° de ESO, en un país muy diferente al mío. ¡ Qué ilusión!

Después de 10 minutos en metro desde el aeropuerto llegamos a nuestro piso en la zona de "El Retiro". Era un bloque de pisos muy alto, cerca del instituto al que asistiría mañana, nuestro piso estaba en la 6° planta, era espacioso y contaba con 2 habitaciones. La mía tenía una ventana encima de la cama, la cual me parecía realmente molesta, que tenía vistas a "El Retiro".

-¿Qué te parece, Yuki?- . Preguntó mi padre emocionado. 

-Me parece un piso genial y, además, está al lado del instituto-.

Nos costó lo nuestro desempaquetar todas nuestras cosas pero, después de unas horas y ya con todo listo, se veía todo fantástico. Con todo el lío de la mudanza ya se nos había hecho de noche, así que me puse manos a la obra junto con mi madre para hacer la cena. Mientras la hacíamos nos pusimos a hablar un poco.

-Mañana empiezas 4° de la ESO. ¿Ya lo tienes todo preparado?-. Mi madre, conociéndome, supo perfectamente que no había preparado ni la ropa ni los libros para mañana.

Claro que sí mamá.¿Cómo lo dudas?-respondí haciéndome el loco. -Después de cenar lo hago-. Finalmente  acepté que no lo había hecho.

Después de la cena preparé el uniforme del instituto y la libreta después, a las 11 p.m fui a mi cuarto y me acosté impaciente por el dia que estaba por comenzar.

La alarma me despertó a las 7 en punto. Hace poco descubrí que en España el instituto empieza a la misma hora que en Japón, a las 8:30, hecho que facilita mucho despertarse a tiempo. Saludé a mi familia y me fui a la ducha, estuve allí unos 10 minutos, pero, después viene el problema… secarme el pelo, dado que tengo el pelo medianamente largo esta tarea se me hace cuesta arriba. Al final me pasé 45 minutos en el baño. Al volver al salón me encontré a mi madre esperándome. 

-Ya tienes el desayuno listo, hijo-. Me dijo.

-Muchas gracias-. Respondí.

Mi padre, en ese momento, ya se había ido a trabajar. Empieza su trabajo en una nueva brigada especial de homicidios, por tanto, está muy ocupado, además, la comisaría les ha encargado una serie de crímenes muy complicados , de hecho ese es el motivo por el cual nos trasladamos a España.

Pocos minutos después terminé el desayuno, me despedí de mi madre y me fui al instituto.

El centro está realmente cerca , a 5 minutos caminando. Ya podía ver el Isabel Católica, a partir de ahora, mi nuevo instituto. Y allí estaba aquella puerta, rodeada por cientos de personas, estaba muy nervioso , tanto que me dolía el estómago. 

Al cabo de 10 minutos un hombre salió por la puerta. Era un hombre joven, de unos 25 años, muy alto y con el pelo negro corto con mucha gomina, llevaba unas gafas negras, de montura metálica, además de una barba de tres días. Daba una muy buena impresión. Entonces el hombre nos dijo con una voz muy seria que nos pusiéramos en filas dependiendo de nuestro curso. En ese momento, me fijé en quienes serían mis compañeros de curso, que cabe recalcar, eran menos de lo que me esperaba. Hubo una chica en especial que me llamó la atención, era más alta que yo, que mido un metro con sesenta y dos (si, soy bajito lo sé), tenía un larguísimo pelo rubio y unos azul celeste en los que era imposible no fijarse.

-Voy a presentaros a las personas que os mostrarán las instalaciones-. El hombre golpeó suavemente la puerta y salieron más o menos unas 40 personas .

Se me acercó uno de ellos y me saludó.

-Buenos días, me llamo José, ¿Y tú?- Dijo el chico con un tono amable.

Considero necesario recalcar el hecho de que aquí todo el mundo es extremadamente alto o yo soy demasiado pequeño, claro.

-Yo me llamo Yuki, encantado de conocerte, José- Dije para después estrechar su mano, la cuál, estaba ardiendo.

-Necesitamos encontrar otras 3 personas, así seremos un grupo de 5- hizo una breve pausa- en marcha-

Casualmente la primera persona que encontramos fue la chica de antes, resulta que se llama Minami, un nombre muy común en Japón. Me alegro de haber encontrado a alguien que también sea Japonés.

-Ya solo quedan 2-Dijo José después de presentarnos.

La siguiente persona que encontramos fue una chica inglesa llamada Elisabeth, que nombre tan bonito. Era una chica bajita, por fin, pelirroja y con los ojos verdes, era muy extraño pero bonito. Después de buscar un poco, encontramos a nuestro último compañero , un chico altísimo noruego llamado Björn (pronunciado biorn), era el chico más guapo que había visto en toda mi vida, de pelo por la barbilla rubio , ojos de color verde claro y de complexión delgada.

-Bueno, ya estamos tod...- dijo José finalmente.

-Espera- Interrumpió Minami- ¿Por qué vamos en grupos de cinco?- Era una buena pregunta es más, creo que todos lo estabamos pensando.

-Porque así es más fácil y nos conoceremos mejor.-

-Tienes razón- dijo Minami.

-Ahora sí, os voy a mostrar las instalaciones.- Finalizó José.

Las instalaciones, a pesar de lo pequeñas que parecen por fuera, son realmente grandes, tiene dos pisos, tres patios y una piscina interior. Primero nos mostró la planta principal donde había una biblioteca, una sala de ordenadores, un laboratorio, un taller que supongo sería para tecnología y el comedor. En la planta de arriba es donde se encontraban las aulas y la sala de profesores.Estuvimos un buen rato mirando todo hasta que la campana que marcaba el comienzo de las clases sonó.

-Bueno la guía terminó así que vayamos a clase- dijo José mientras empezaba a caminar a hacia el aula.

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