247 Capítulo 243: Soldados de la esperanza vs Primigenios

(Perspectiva 3° persona)

El espacio sobre la Secta del Buda Dorado mostraba la representación del apocalipsis.

Millones de cultivadores con el poder para borrar universos estaban trabajando juntos para enfrentar a una colosal masa de carne llena de tentáculos y bocas que destruían todo a su paso.

Los cultivadores estaban resistiendo el ataque de la personificación del caos gracias a que el monstruo no les prestaba atención, el monstruo solo estaba interesado en romper la barrera que protegía la secta budista.

Los lideres de las sectas mas importantes del Cielo Eterno Inmortal estaban esforzándose por contener el poder de Azathoth.

Mientras el mayor peligro era enfrentado por los lideres, los otros cultivadores ingresaban en la secta para enfrentar el ataque de tres grupos enemigos.

De manera aleatoria había dos Primigenios que estaban causando destrucción descontrolada mientras parecían buscar a alguien.

Por si eso no fuera suficiente, en el área norte había comenzado una invasión por parte del Infierno a la vez que el ejercito del Paraíso había comenzado a invadir la secta desde lo que debió ser el área segura en el oeste.

El Paraíso podría tener conflictos internos por diferencias de intereses e ideologías, pero cuando se trataba de enfrentar a los enemigos externos ellos eran la organización más unida.

Las dos facciones del Paraíso habían estabilizado las dos Puertas Dimensionales que conectaban la secta budista con el Paraíso y las tropas comenzaron a invadir el mundo de los cultivadores.

Los dos ejércitos estaban cooperando sin el menor conflicto mostrando la fuerza de los números. Aunque los guerreros del Paraíso eran más débiles que los cultivadores en combate individual, la fuerza de estos soldados estaba en el perfecto trabajo en equipo que les permitía enfrentar a calamidades como Primigenios y cultivadores enloquecidos.

El ejercito avanzó mientras destruían a cada enemigo a la vista. Cultivadores y demonios fueron destruidos mientras sus almas eran enviadas al ciclo de reencarnación por lo que esas entidades no podrán regresar al campo de batalla en poco tiempo.

"¿Qué ocurre?" – Un guerrero de armadura plateada preguntó a un hombre de armadura dorada a su lado.

"No lo sé" – El hombre frunció el ceño. – "Siento que alguien nos observa con una habilidad de análisis, pero no puedo identificar de donde proviene esta habilidad o sus efectos"

El hombre de armadura dorada era uno de los generales de la facción 'Paraíso Armónico' (Idealista). El hombre a su lado era su asistente.

Si bien ambos hombres no eran los mas fuertes y sus nombres eran irrelevantes, ambos tenían un nivel de poder decente, y lo mas importante, ambos eran seguidores del 'Arcángel de la Esperanza', Auriel.

Además de la misión de para contraatacar a los cultivadores, este general tenía una misión secreta que fue encomendada por la propia Auriel.........................................

......…..

.............

[Notificación del Sistema: La habilidad 'Paranoia' advierte no buscar demasiada información o la entidad 'Auriel' detectará la habilidad 'Perspectiva del Lector']

...….

..........

"Estamos en medio de un campo de batalla, las habilidades de análisis y clarividencia son normales" – El asistente sonrió con ironía por la actitud paranoica de su jefe.

"Esto es diferente" – El general suspiró. – "No siento malicia en esta habilidad, parece solo una habilidad para comprender el campo de batalla… Oh, ahora que lo pienso, los Héroes suelen tener esta habilidad"

El asistente frunció el ceño. – "General, ¿Usted cree que esta habilidad pertenezca al Héroe de la Armonía?"

El general sonrió. – "Es posible… El informe decía que ese mocoso envió una advertencia a nuestra santa señora sobre este ataque, un buen mocoso"

El asistente tenía una sonrisa irónica. – "Pero general, ese Héroe rechazó las ofertas de los seguidores de nuestra santa señora y decidió que una mujer sin facción fuera su representante… ¿Realmente debemos confiar en alguien así?"

El general sonrió. – "Escuché que el mocoso era un humano que ha vivido menos de un siglo, es normal ser un poco impulsivo, incluso escuché que es lujurioso lo que es normal entre los jóvenes"

El asistente suspiró. – "General, eres demasiado permisivo…"

"No importa… ¿Qué es eso?" – El general dejó de sonreí y miró en una dirección lejana. – "Esta energía…"

"Es la bendición de nuestra santa señora" – El asistente frunció el ceño.

"¡Vamos!" – Grandes alas doradas emergieron de la espalda del general y en un instante desapareció del lugar mientras el asistente y una tropa de soldados los siguieron.

Esto no causó problemas en el ejercito del Paraíso ya que este general era irrelevante para el resto de los generales pues entre las tropas del Paraíso, los soldados que trabajan para Auriel normalmente tienen el rol de soporte, rescatar civiles y sanar a los heridos.

Aunque Auriel es una poderosa entidad, su rol principal es el sanar a otras Entidades Superiores pues ella es una de las pocas entidades del multiverso con la capacidad de sanar heridas del alma de forma instantánea, por eso otros lideres prefieren que Auriel se mantenga fuera de los conflictos ya que la muerte de Auriel sería lo mismo a perder la medicina más preciada del Paraíso.

Esto se ha reflejado en los soldados de Auriel pues ellos también prefieren salvar a gente inocente en lugar de combatir a las fuerzas malignas, pero eso no significaba que fueran débiles, todo lo contrario, proteger a personas indefensas es más difícil que enfrentar enemigos poderosos.

El general se acercó al lugar de donde provenía la sensación familiar que solo podía ser detectada por aquellos que han estado en contacto con la bendición de Auriel.

Al llegar a lo que parecía los escombros de un edificio reforzado, el general se sorprendió por lo que vio.

Millones de personas normales sin poder de combate estaban siendo rodeadas por miles de demonios enloquecidos por el hambre de carne humana.

Estos humanos deberían haber sido convertidos en carne masticada hace tiempo, pero un hombre acompañado de un grupo de ángeles femeninos estaba deteniendo el avance los demonios.

Las entidades artificiales no eran extrañas y el Paraíso tenía diferentes tipos de autómatas por lo que no cuestionaron el origen de las mujeres pues era claro que ellas eran un tipo de androides, lo que realmente llamó la atención del general fue que el hombre sostenía una espada dorada sin adornos, pero que emitía un cálido sentimiento de esperanza.

"Un buen mocoso sin duda" – El general sonrió con favorabilidad y rápidamente se apresuró hacia los demonios.

El general se dio cuenta de los demonios no eran entidades vivas, sino que eran cadáveres reanimados con algún tipo de ritual maligno.

No era extraño que el Infierno usara nigromancia para que sus criaturas siguieran luchando despues de morir así que el general no estaba preocupado ya que la energía santa era la debilidad natural de los no-muertos.

El general llegó al centro del grupo de demonios y su cuerpo fue cubierto por una cálida luz dorada.

La energía santa emergió del cuerpo del general lo que destruyó de inmediato los cuerpos de todas las entidades con grandes pecados en sus almas a la vez que las personas indefensas recuperaban la vitalidad y salud.

El general se dio la vuelta para ver al chico que había enfrentado a los demonios.

"Mocoso, eres talentoso" – El general sonrió al ver que el joven sostenía la espada de forma defensiva. – "Es bueno que no bajes la guardia, pero no te preocupes, estoy aquí para ayudarte"

El hombre emitió una energía calidad que hizo suspirar al joven, esta era la misma bendición de Auriel que poseía el joven.

"Gracias por venir" – El joven suspiró. – "Se estaba volviendo una molestia luchar sin parar… En fin, mucho gusto señor, mi nombre es Ichijo Seiji"

"Lo sé, eres el Héroe de la Armonía" – El general sonrió.

"Ese título es un poco…" – Seiji sonrió con amargura. – "Bueno, no importa, agradezco la ayuda del señor"

"No necesitas ser tan respetuoso chico" – El hombre sonrió. – "Por cierto, ¿Mantienes activa una habilidad de análisis?"

Seiji sonrió con vergüenza. – "Lo siento señor, esta habilidad se activa de forma automática cuando estoy en una pelea, aunque solo es para conocer el campo de batalla y así prevenir ataques furtivos"

"Ya veo" – El general asintió. – "No te preocupes, pero te recomiendo reducir el rango de esta habilidad o tu mente se sobrecargará por el exceso de información"

Seiji asintió mientras se masajeaba la frente. – "De hecho estoy un poco mareado, pero es tolerable"

"Jajaja, solo necesitas un poco de entrenamiento, tus bases son buenas" – El general estaba divirtiéndose.

Los soldados de Auriel se acercaron y comenzaron a ayudar a las personas normales para llevarlos al portal que conectaba al Paraíso.

Seiji hizo un gesto a las mujeres con alas para que no intervinieran y pudieran descansar.

"¿Está bien llevarse a los habitantes de este lugar?" – Seiji preguntó con dudas al ver que los civiles eran escoltados por los soldados.

El general sonrió. – "Muchacho, dime, ¿Por qué protegiste a estas personas a pesar de que los cultivadores fueron quienes te secuestraron? Incluso luchaste contra un ejercito a pesar de estar en medio de una guerra entre entidades más allá de tu imaginación"

Seiji suspiró con amargura. – "Bueno… Había algunas chicas lindas sería una tragedia verlas morir"

"Pfff ajajajajajaja" – El general palmeó el hombro de Seiji. – "Mocoso, ten cuidado de no meterte en problemas por pensar con tu parte inferior… Pero esta bien, las acciones hablan más que las palabras, el hecho de que arriesgaras tu vida para enviar la información a nuestra santa señora muestra que tienes el corazón de un héroe"

Seiji tenía una expresión de amargura como si esas palabras le incomodaran.

"Por cierto, tus armas son bastante buenas" – El general miró a las mujeres con alas. – "No pensé que la tecnología podría desarrollarse a tal punto, creo que me estoy volviendo viejo"

Seiji suspiró. – "Señor, con todo respeto, ellas no son mis armas, son mi familia"

Las mujeres con alas escucharon esto y se sonrojaron un poco, a excepción de una pequeña niña de cabello rubio verdoso la cual se apresuró para abrazar a Seiji.

"Onii-chan, ¿Qué tal lo hice? ¡Acabé con muchos villanos!" – La niña sonrió de forma adorable, aunque la sangre e intestinos que cubrían su ropa eran perturbadores.

"Hiciste un buen trabajo Chaos" – Seiji sonrió y acarició la cabeza de la niña.

El general sonrió al ver esta escena. – "Ya veo, así que eres un hombre de familia, eso es bueno… Algunas personas piensan que los lazos afectivos son una debilidad, pero eso es una estupidez, la verdadera fuerza esta en proteger a quienes amamos"

Seiji asintió y estaba por decir algo, pero tanto el general como Seiji retrocedieron rápidamente.

El suelo se rompió donde ambos hombres solían estar de pie y de la grieta emergieron cientos de tentáculos negros.

Las mujeres con alas se alejaron lo que desactivó la barrera que protegía a los civiles.

Cuando los tentáculos estaban por aplastar a las personas indefensas, los soldados de Auriel levantaron pesados escudos.

Una barrera dorada apareció frente a los soldados la cual detuvo el ataque de los tentáculos sin problemas.

El suelo comenzó a temblar y miles de tentáculos emergieron del suelo, pero los soldados tenían una amplia experiencia de combate por lo que lograron resistir el ataque mientras protegían a los civiles.

Las mujeres con alas se pararon detrás de Seiji mientras el general se paraba junto al héroe.

"Un Primigenio…" – El general frunció el ceño. – "Muchacho, será mejor que retrocedas, aun no estas listo para esta pelea"

Seiji estaba por decir algo, pero rápidamente levantó la espada dorada a la vez que cuatro escudos de energía lo cubrían.

Los escudos fueron destruidos por un delgado tentáculo, pero la espada dorada pudo impedir que el corazón de Seiji fuera apuñalado.

El general no pudo ayudar ya que usó su energía santa para crear un escudo dorado para bloquear un ataque que venía de lo que parecía un mar de fuego que había cubierto el cielo.

Del mar de fuego comenzaron a caer cadáveres carbonizados de cultivadores y demonios mientras la temperatura aumentaba de forma sofocante.

A la vez, la cantidad de tentáculos que emergían del suelo seguía aumentando, haciendo que los soldados fueran incapaces de contraatacar con tal proteger a los civiles.

"Cthylla y Cthugha…" – El general frunció el ceño y sacó una pesada espada de dos metros de largo. – "Muchacho, llamaré la atención de estas dos criaturas, aprovecha la apertura para escapar hacia la Puerta…"

"No creo que eso sea posible" – Seiji sonrió con ironía. – "Tal vez es idea mía, pero creo que los tentáculos me están apuntando…"

La conversión fue interrumpida cuando una bola de fuego atacó al general a la vez que dos tentáculos atacaban a Seiji.

Las mujeres con alas formaron múltiples barreras de energía que debilitaron el ataque de los tentáculos permitiendo que Seiji los cortara con la espada dorada, pero esto parecía haber sido un señuelo ya que debajo de Seiji surgió un tentáculo tan delgado como aguja el cual se envolvió en el brazo derecho del héroe.

Seiji no dudó y cortó su propio brazo antes de que el tentáculo pudiera invadir su cuerpo.

Una chica con cabello rosa sujetó a Seiji y se alejó rápidamente de lugar, pero el campo de batalla había sido bloqueado con una barrera de fuego impidiendo que Seiji llegara a la Puerta Dimensional.

Luz dorada cubrió el brazo de Seiji regenerando su brazo, pero el héroe no se veía tranquilo.

"Lo siento chicas, esto es demasiado peligroso para ustedes" – Seiji suspiró.

Las mujeres con alas estaban confundidas por estas palabras, pero rápidamente mostraron angustia al comprender lo que Seiji haría.

Las mujeres con alas desaparecieron dejando a Seiji solo contra los tentáculos.

El general notó esto, pero no podía ayudar al Héroe ya que estaba concentrado en evitar que el fuego de Cthugha destruyera a los civiles.

"¡Formación 22! ¡La prioridad es proteger al Héroe de la Armonía!" – El general gritó a sus subordinados.

"Criaturas repugnantes…"

El mar de fuego aumentó su calor haciendo que la energía espiritual en el ambiente comenzara a evaporarse.

"¿Dónde está?...."

El calor y los rastros de energía corrupta aumentaron haciendo que la tarea de proteger a los civiles fuera cada vez más difícil.

"¡¿DÓNDE ESTÁ MI NYARUKO?!"

Del mar de fuego salió una linda chica pelirroja la cual estaba vestida con lo que parecía un atuendo revelador que marcaba el contorno de su cuerpo.

La chica sostenía una larga espada de aspecto maligno mientras pequeños drones con forma de cañón la rodeaban.

"¡DAME A MI NYARUKO!" – La chica gritó de forma obsesiva mientras atacaba la barrera del general de armadura dorada.

Aunque el Paraíso ha mejorado la energía sagrada para contrarrestar la Locura, este método es mas eficaz en contra de Dioses Exteriores ya que ellos usan la energía Locura en su estado puro.

Por otro lado, los Primigenios mezclan otras energías con la Locura por lo que la energía sagrada no es tan eficaz al enfrentarlos.

Las llamas de Cthugha comenzaron a consumir la barrera dorada, pero el general no mostró angustia, él apretó el agarre de la espada y con un corte vertical enfrentó a Cthugha.

Cthugha y el general retrocedieron por la fuerza del impacto mientras se escucharon sonidos de cristal rompiéndose por las grietas que aparecían en el espacio.

El general se apresuró a usar su energía sagrada para estabilizar el espacio ya que las grietas espaciales podrían generar tormentas espaciales las cuales no solo destruirían a los civiles, incluso el héroe estaría en peligro.

Cthugha aprovechó esto para atacar al general, pero el hombre mostró una larga vida de experiencia en combate ya que con un movimiento suave de espada pudo contrarrestar el ataque de Cthugha y logró hacer una profunda herida en el abdomen de la chica.

La espada del general estaba clavada en el abdomen de Cthugha, pero a ella no parecía importarle esto.

"¡DAME A MI NYARUKO!" – Cthugha gritó mientras sostenía la espada en su abdomen para evitar que el general retrocediera.

Las llamas aumentaron en intensidad y rodearon Cthugha.

El general no dudó en soltar la espada y dio una patada a Cthugha para arrojarla de nuevo al mar de fuego.

En el mar de fuego apareció una esfera roja del tamaño de un planeta, luego esa esfera se contrajo y desapareció dejando un hueco en el espacio como si un agujero negro hubiera destruido todo rastro de materia en ese lugar.

En el lugar vacío solo estaba la chica pelirroja la cual parecía cansada, aunque su expresión de odio enloquecido mostraba que su deseo de luchar solo había crecido.

"Compré esa espada en una venta de liquidación, que desperdicio…" – El general suspiró y una lanza dorada apareció en sus manos. – "Vemos si puedes luchar contra un regalo de navidad"

El general avanzó para enfrentar a Cthugha mientras se aseguraba de evitar que los impactos de la pelea llegaran a los civiles y el héroe.

Mientras el general enfrentaba el peligro que cubría el cielo, en la tierra los soldados habían preparado una extraña formación de combate.

A primera vista parecía que estaban dispersos sin coordinación, pero esta formación les permitía encerrar a un enemigo mucho mas poderoso similar a un ave en una jaula.

En el centro de la formación de combate estaba una hermosa mujer de cabello negro y ropa blanca que mostraba su seductor cuerpo.

La belleza de esta mujer hacia contraste con su mirada sombría que provocaba terror en quien se atreviera a mirarla.

"Lo preguntaré una última vez… ¿Dónde esta mi hermanito?" – La mujer preguntó hacia un hombre joven que sostenía una espada dorada.

"Ya te dije que no se de quien hablas" – El hombre sonrió con ironía mientras luz dorada regeneraba su brazo izquierdo y la mitad de su cara. – "Señorita creo que aquí hay un malentendido, ¿Por qué no nos sentamos a discutir esto con una taza de té? Aunque personalmente prefiero el café"

La mujer miró a Seiji con disgusto. – "¿Estas coqueteando conmigo?"

Seiji parpadeó varias en confusión. – "¿Sí?"

Un tentáculo intentó partir a Seiji por la mitad, pero los soldados lograron bloquear el ataque a la perfección.

"¡Solo mi hermanito puede verme con lujuria!" – El suelo bajo la mujer comenzó a temblar mientras liquido negro emergía como una fuga de petróleo. – "¡Devuélveme a mi hermanito o te mataré de una forma más horrenda de lo que tu asquerosa mente puede imaginar!"

Seiji sonrió con ironía. – "Ya te dije que no sé de quien hablas, además, hay basura muy perturbadora en mi cabeza y no creo que puedas superar los métodos de tortura que conozco… ¿Alguna vez escuchaste del Escuadrón 731?"

"¡Cállate!" – La mujer gritó con furia.

Un tentáculo del tamaño de un país emergió del suelo e intentó aplastar a Seiji haciendo que la mujer dejara su espalda desprotegida.

"¡Ahora!" – Seiji gritó mientras enfocaba su energía en la espada dorada para resistir el ataque.

Un grupo de soldados ayudaron a Seiji para resistir el ataque mientras diez soldados atacaban la espalda de la mujer causándole graves heridas.

Los brazos de Seiji se rompieron y varios soldados resultaron gravemente heridos, pero en un instante la bendición de Auriel los cubrió a todos dejándolos ilesos y listos para el combate.

Mientras el general enfrentaba a Cthugha, los soldaos y Seiji habían usado esta táctica para enfrentar a Cthylla.

La táctica consiste en rodear al enemigo y luego llamar su atención. Cada vez que el enemigo ataque a una parte de la formación, los otros soldados atacaran las áreas desprotegidas.

Aunque los soldados de Auriel no eran los mas poderosos del Paraíso, eran los mejores muros de carne ya que la bendición de Auriel los hacia imparables, incluso podían suprimir a los Devoradores que usan ataques para destruir almas.

El problema de esta táctica es que tarda mucho tiempo en suprimir al enemigo ya que no pueden atacar si el enemigo no ataca primero, pero aquí es donde Seiji tuvo un papel importante.

Era obvio que el objetivo de Cthylla era Seiji por lo que él se ofreció como señuelo.

Los soldados al principio no querían aceptar esto ya que su misión era rescatar al Héroe de la Armonía, pero Seiji logró convencerlos con que este método facilitaría vencer a Cthylla y así podrían dar apoyo al general de armadura dorada.

Las heridas en la espalda de Cthylla eran tan profundas que sus órganos y huesos eran visibles, pero ella no mostró dolor y solo siguió atacando a Seiji a pesar de que esto dejó mas aperturas para que los soldados dañaran su cuerpo.

Cthylla era muy peligrosa y su poder aumentaba a cada segundo, pero ella había empezado a tener un ataque de demencia haciéndola incapaz de analizar la situación, ella se estaba volviendo una bestia violenta e irracional.

"¡Hueles como él! ¡Lo conoces! ¡Lo tuviste cerca!" – Cthylla gritó mientras su energía explotaba creando millones de tentáculos, cada uno con el poder para hundir un país. – "¡DIME DONDE ESTÁ MI HERMANITO!"

Los soldados tuvieron que enfocarse en la defensa ya que ese ataque tenía la fuerza para destruir toda la secta budista.

Algunos soldados murieron, pero la bendición de Auriel los devolvió a la vida permitiéndoles resistir el ataque e incluso lograron proteger a los civiles, el problema es que si este ataque continuaba entonces los civiles comenzarían a morir por la corrupción mental.

"¡No podemos seguir así o las personas morirán!" – Seiji gritó con angustia al ver que la Locura comenzaba a filtrarse fuera de la barrera de los soldados.

Si los soldados no estuvieran protegiendo a los civiles entonces ellos podrían suprimir a Cthylla con mayor eficiencia.

El problema es que no podían alejar a los civiles ya que toda la secta era un campo de batalla y los civiles podrían volverse el alimento de los demonios si no eran escoltados.

"A este paso no podremos resistir" – El asistente de armadura plateada frunció el ceño. – "Los demonios y cultivadores ya nos han notado, solo están esperando a que Cthylla nos debilite para poder atacarnos"

Seiji frunció el ceño y miró los alrededores.

El área estaba cubierta con una barrera de fuego puesta por Cthugha, pero fuera de la barrea había cultivadores y demonios los cuales esperaban una oportunidad para eliminar a los soldados del Paraíso y capturar a los Primigenios.

"Héroe, tienes que proteger a los civiles mientras te diriges a la Puerta" – El asistente suspiró. – "Nos encargaremos de los Primigenios, solo espera mi señal para que huyas"

Seiji frunció el ceño. – "¿Qué hay de ustedes?"

El asistente sonrió con amabilidad. – "No te preocupes, nuestra santa señora nos protegerá"

Seiji se quedó en silencio con una expresión de renuencia.

"La amabilidad es un buen rasgo, pero en la guerra siempre hay sacrificios" – El asistente paleó el hombro de Seiji. – "Aun eres joven y tienes mucho potencial, es mejor que salgas de aquí"

Seiji bajó la mirada.

"No te preocupes chico" – El asistente tenía una expresión de total amabilidad.

Seiji siguió con la mirada baja. – "¿Ustedes tienen habilidades espaciales?"

"No" – El asistente suspiró. – "Nos especializamos en la defensa y curación, además de que hay muchas formas de interferir con las habilidades espaciales así que no son muy confiables durante el combate"

"A decir verdad, no puedo transportar a grandes grupos, pero si uso toda mi energía puedo transportar por la fuerza a una entidad mas fuerte que yo" – Seiji siguió mirando al suelo.

"Oh, esa habilidad es interesante" – El asistente respondió con genuina sorpresa.

Seiji levantó la mirada, pero su expresión hizo que el asistente frunciera el ceño.

"Por favor ayuda al general, parece un hombre agradable" – Seiji sonrió y desapareció.

El asistente intentó entrar en la formación que enjaulaba a Cthylla, pero no fue lo bastante rápido.

Dentro de la formación de combate, la mano de la hermosa mujer había atravesado el estómago del héroe.

"¿Finalmente me dirás donde esta mi hermanito?" – Cthylla usó la poca racionalidad que le quedaba para no asesinar al héroe de inmediato.

Seiji sonrió a pesar de que sus intestinos fueron destruidos. – "Claro, te llevaré con él"

Con una fluctuación espacial tanto Seiji como Cthylla desaparecieron del lugar dejando a los soldados con expresiones de asombro y horror.

avataravatar
Next chapter