106 La dolorosa vida de Izuke- CAPITULO 49

Después de crear unos pantalones negros, me acerco a la princesa que se estaba cambiando.

—¿Estás bien?

—S-sí... Aunque no sé cómo terminé desnuda.

—¿No recuerdas lo que te pasó?

—No... Lo último que recuerdo fue que un demonio nos iba a atacar.

—Está bien.

La princesa observa a Sinfer y se sorprende demasiado.

—¡¡¿Sinfer?!! ¡¡¿Estás vivo?!!

—Luego hablamos.

Me toma del brazo y empieza a correr.

—Debemos ir a la fiesta, quiero ver si Sonia y los otros sobrevivieron.

Sangre sale de mi nariz y boca mientras corremos.

—S-sí...

Acaricio mi pecho.

—Vamos, Izuke, aguanta un poco más.- Pienso.

Llegamos a la fiesta y vemos a los invitados vistiéndose rápidamente... Aunque son menos que antes.

Vemos a Sonia y a Ángel vistiéndose.

Sonrío de nuevo.

—Están vivos...

Veo a todas partes y no veo a Crismei ni a Nei.

—¿Crismei?... ¿Nei?... ¡¡Crismei, contesta!! ¡¡¿En dónde están?!!

Ángel y Sonia voltean a vernos. Sus ojos se sobresaltan.

—¡¡¿Es Sinfer?!!

—¡¡¿Sinfer?!!

—M-mira a Izuke, está completamente herido.

—¿Q-qué pasó?

Me pongo de rodillas y mi sonrisa vuelve a desaparecer.

—N-no... Crismei... No quiero perder a otra Crismei...

Golpeo el suelo con fuerza.

—¡¡Crismei!!

Crismei me acaricia la cabeza por detrás.

—Aquí estoy, Izuke.

Volteo a verla y la veo sonreír. Nei está sobre su cabeza.

—¡¡¿Qué te pasó, Izuke?!!- Grita Crismei.

—¡¡Estás muy herido!!- Grita Nei.

No puedo dejar de llorar y me levanto.

—Crismei...

La abrazo con fuerza.

—Me alegro de que estén bien.

Mis piernas empiezan a temblar.

—P-perdón por lo que pasó... No pude evitarlo... Lo siento.

—¿Lo que pasó?

Mis ojos empiezan a cerrarse y me doy un golpe en la cara.

—¡¡No puedo desmayarme aún, tengo cosas por hacer!!

Sinfer me acaricia la cabeza.

—¿Tratas de mantenerte de pie desde la pelea?... No... ¿Has estado así de cansado incluso cuando estabas peleando?

—¡¡¿Sinfer?!!- Grita Crismei sorprendida.

—S-sí... Lo siento... Pero ya no puedo... No puedo.

Me desmayo y Sinfer me carga en sus brazos.

—Mereces descansar, Izuke.

Ángel y Sonia se acercan a nosotros.

—¡¡¿Eres Sinfer?!!

Sinfer voltea a verlos y sonríe.

—Sí, lo soy... Creo que tengo mucho que explicarles.

-Tres horas después-

Estoy acostado sobre mi cama y Crismei está a mi lado, dormida, abrazándome.

Saito aparece frente a nosotros.

—Izuke... Realmente me has superado... Peleaste estando cansado... Peleaste incluso cuando apenas podías mantenerte de pie... Ningún guerrero que conozco podría hacer eso... Eres increíble.

Se acerca a mí y me acaricia la cabeza.

—Con el poder del rey demonio del infierno del mundo uno, y con el permiso del Dios supremo, sello a Fetoca dentro del alma de Izuke, donde dormirá y no despertará hasta que el alma de Izuke reencarne.

Su mano empieza a brillar por unos segundos.

—Esta será la última vez que pueda sellar a un espíritu... Izuke, sé que Sinfer se enojará contigo por qué no podrás usar a Fetoca, pero es lo mejor.

Me da un beso en la frente.

—Cuídate mucho, hijo.

-Una semana después-

De los 100,321 habitantes, solo 29,052 habitantes sobrevivieron, por suerte, ninguno de mis compañeros murió... Bueno... Solamente murió Nina... La reina les contó a los habitantes el cómo y el por qué murieron sus familiares. La reina dio un gran discurso, pero en resumidas cuentas dijo "El demonio utilizó la energía vital de los habitantes para pelear contra Izuke. Afortunadamente, Izuke logró derrotarlo,pero lamentablemente lo derrotó cuando el demonio ya había utilizado la mayoría de la energía. Logramos deshacernos de un miembro del trío demoníaco, pero pagamos un gran precio a cambio. "

La mayoría de los habitantes ahora me ven con odio, a pesar de haberlos salvado.

Por otra parte, el por qué Sinfer sigue vivo... Bueno, eso apenas me lo va a explicar.

Todos estamos sentados en una mesa. Estoy vestido con la ropa que siempre uso.

—Izuke... Yo usé un hechizo de reencarnación. Reencarné en una rana, y afortunadamente, logré reencarnar con un poco... Pero con muy poco poder mágico, lo que me permitió no morir durante el ataque de ese demonio. No podía volver a ser un humano por qué con mi poder mágico, no podía volver a la normalidad, es por eso que salté a la boca de ese demonio. Absorbí algo de su poder mágico, lo que me permitió volver a la normalidad.

—Yo también sé un hechizo de reencarnación, pero solo funciona con personas que sean compatibles con el hechizo. Pero a diferencia del hechizo de Sinfer, el hechizo que sé solo permite reencarnar en humanos y no en animales.- Dice Crismei.

—Ya veo... Entiendo.

—Ahora, Izuke, debes contarnos la verdad.

—¿La verdad?

Todos me observan con una mirada seria.

—¿Por qué no nos dijiste que eres un hada?

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