84 La dolorosa vida de Izuke- CAPITULO 27

Me paro frente la entrada del castillo.

—Es momento de la verdad...

Me acerco a unos guardias que parecen niños.

—Hola, me presento, mi nombre es Izuke, y vengo a ver a las gobernantes de este lugar.

—¿Quién eres exactamente? ¿Te están esperando?

—No, pero soy "Supuesta mente" uno de los hijos del rey hada, así que vine a este lugar a confirmarlo.

—¿El hijo del rey hada?...

El guardia voltea a ver a su compañero.

—Informale esto a la reina.

—¡¡Sí!!

El guardia se aleja corriendo.

—Espera por favor.

—Está bien... ¿Y ganas bien?

—¿Gano bien?

—¿Te pagan muy bien por ser guardia?

—Bueno... No me quejo, no me quejo, me pagan lo suficiente.

—Ya veo...

Después de unos minutos, el guardia regresa.

—¡¡Sígueme, por favor!!

—Muchas gracias.

Después de seguir al guardia, entramos a un enorme salón. Hay dos tronos, donde en uno está sentada una niña con el cabello azul y corto, usa lentes negros y usa un vestido negro. El otro trono esta vacío.

Nos arrodillamos ante ella.

—¿Dices que eres mi hermano? ¿Puedes probarlo?

—La verdad, no estoy completamente seguro, hace poco descubrí que soy un hada... Yo vengo de un mundo alterno y fui invocado a este mundo por un hombre. Yo vengo de un mundo dónde la magia no existe... Fui invocado por medio de un muro llamado "Muro celestial" que me dio magia... Pero un espíritu de agua con forma de mujer me dijo que yo tenía dos tipos de magia, la que me fue otorgada por el muro y la magia con la que nací, magia tipo Hada... Yo vengo de un mundo donde la magia no existe, así que es imposible que yo haya tenido magia desde que nací... Pero me contó la historia del rey hada y sus hijos... Y la verdad, tiene mucho sentido. Yo fui abandonado en un callejón oscuro cuando apenas era un bebé... Tengo 16 años... Tengo magia tipo hada... Son demasiadas coincidencias... Aparte, yo tengo el cabello color azul y tú también... Creo que realmente somos hermanos.

—I-increíble... Aunque necesito confirmarlo. Haremos una prueba sangre para confirmarlo.

—Está bien.

—¡¡Nia!!

Una niña con el cabello blanco y largo entra al salón.

—¿Sí?

—¡¡Necesito que compares la sangre de este chico con mi sangre!!

—Está bien.

Una aguja aparece de la nada frente a ella y la toma con sus dedos.

Nos saca sangre a mí y a la chica.

—Los resultados estarán listos en unos minutos, ya regreso.

Nia sale del salón.

—Bueno... Tengo entendido que eramos 11 hermanos... ¿Y los demás también están aquí?

La niña cambia su expresión a una expresión de tristeza.

—Lamentablemente, ocho de mis hermanos murieron y uno sigue desaparecido... Mi hermana y yo somos las únicas que quedamos... Si es verdad lo que dices, tú eres nuestro hermano desaparecido.

—¿M-murieron?... ¿Cómo lo saben?

—Varios sirvientes fueron enviados a buscarnos... Nos encontraron a nosotras con vida... Varios de mis hermanos fueron asesinados por animales... Y dos de mis hermanas mayores fueron violadas y asesinadas... Los mundos a los que fueron a parar, eran mundos bastantes salvajes.

Una lágrima sale de mi mejilla derecha.

—Otra vez perdí a mis familiares... Otra vez...

—Aún no sabemos que seas nuestro...

Nia entra rápidamente al salón.

—¡¡Nerma!! ¡¡La sangre de ese chico y la de usted es igual!! ¡¡Comparten la misma sangre!! ¡¡Él es su hermano!!

—M-mi... Hermano.

Le extiendo mi mano derecha.

—Mi nombre es Izuke, mucho gusto en conocerte...

Lágrimas salen de mis ojos.

—Hermana.

—¡¡Hermano!!

Nerma y yo nos abrazamos con fuerza mientras lloramos.