66 La dolorosa vida de Izuke- CAPÍTULO 9

Estamos frente una puerta rosa.

—Esta es su habitación.

—Está bien... Espero que me escuche.

—Suerte.

Estoy a punto de tocar la puerta y cierro los ojos.

—Haré lo mismo que hice con Crismei.- Digo susurrando.

Toco la puerta.

—¡¡¿Quien es?!!

—¡¡Soy Izuke, majestad!! ¡¡Me gustaría hablar con usted!!

—¡¡Vete, no quiero ver a nadie!!

—¡¡Solo quiero hablar contigo por unos minutos, por favor!!

—¡¡No quiero!! ¡¡No quiero!! ¡¡Vete de aquí, es una orden!!

La reina acaricia mi cabeza.

—No tiene caso, no te hará caso... Creo que con el tiempo se le pasará.

—Supongo... Yo tenia una amiga que le pasó lo mismo, pero logré hacerla sentir bien y dejó en el pasado lo que le pasó.

—¿Sentir bien? ¿Cómo?

—La hice reír. La risa puede alegrar a las personas y hacer que olviden sus problemas. Hacer reír a alguien es la mejor manera de hacerlas felices.

—Sí, tienes razón... Regresemos al comedor.

—Está bien.

Nos retiramos del lugar.

Dentro de la habitación, que por cierto, es bastante elegante y limpio, la princesa está llorando sobre su cama.

—Ednoc.... ¿Por qué preferiste a una plebeya?

-Una hora después -

Estamos arrodillados frente a la Reina.

—¡¡Fue un placer conocerla, majestad!!

—El placer fue mio. Espero que logres derrotar a los demonios. Mucha suerte, Izuke.

—¡¡Daré mi mejor esfuerzo!! ¡¡Gracias!!

Sonia me observa por unos instantes. Tiene una mirada seria.

-Varios minutos después -

Nos alejamos del castillo y me acaricio el estómago.

—¡¡Estoy lleno!! ¡¡La comida de ricos es realmente deliciosa!!

Sonia me toma de la camisa y se detiene.

—¿Eh? ¿Pasa algo?

—Izuke, dime, ¿No tienes miedo?

—¿Miedo?

—Tu estás aquí para ayudarnos a derrotar al trío demoníaco. Aparte, el trío demoníaco tiene miles de sirvientes demonios que son muy fuertes... ¿No tienes miedo? No pareces asustado.

—¿Tienen miles de demonios como sirvientes?

—Sí, y son realmente fuertes.

—Ya veo... ¿Cómo puedo decirlo?... Yo no he tenido una vida llena de lujos, he vivido en las calles toda mi vida, pero realmente no me molestaba vivir en las calles, por qué estaba con Saito, mi padre... Pero desde que él murió, siento un vacío en mi corazón... Cuando me convertí en un familiar, estaba un poco asustado, pero ya no. En este mundo tengo magia, me dan comida, me dan un lugar en donde dormir... Creo que no tengo miedo por que creo que ayudar a Sinfer a derrotar a los demonios es lo mínimo que puedo hacer para pagarle lo que hizo por mí... Prefiero luchar contra demonios que regresar a las calles de mi mundo.

—Ya veo... ¿No tienes miedo de morir?

—He estado listo para morir desde hace un año... Y creo que morir intentando derrotar a unos demonios es una manera muy genial de morir.

—Eres bastante raro... Me gusta. Bien, empecemos con tu entrenamiento.

—¡¡Claro!!

-Varios minutos después -

Nos alejamos de la ciudad y entramos en un bosque.

—Izuke, quítate la camisa.

—Sí.

Me quito la camisa y la dejo en el suelo

—Haz quinientas abdominales.

—¿Q-quinientas?

—Debes fortalecer tu cuerpo, para que los golpes que des con la espada sean más potentes.

—E-está bien... Pero Crismei puede hacerlo usando magia.

—Si fortaleces tu cuerpo con entrenamiento, al fortalecerlos con magia, tu fuerza será el triple de fuerte de lo que es actualmente usando magia.

—Ya veo, tiene sentido.

—Luego correrás por una hora, después usarás a Crismei para esquivar mis ataques por dos horas, y finalmente, regresarás a la ciudad arrastrándote usando solamente tus manos.

Trago saliva y suspiro.

—Está bien.

Sonia sonríe.

—Comencemos.

avataravatar
Next chapter