61 La dolorosa vida de Izuke- CAPÍTULO 4

La dolorosa vida de Izuke.

CAPÍTULO 4

La ciudad Melfis es muy interesante, hay restaurantes, aguas termales, posadas, en las calles hay puestos de comida, de joyería, de armas, entre otras cosas. Hay también un establecimiento en donde unas Súcubos e Incubos pueden hacer realidad tus fantasías por algo de dinero. También hay un interesante gran salón de eventos, donde se realizan las fiestas de la ciudad.

Los cuatro estamos caminando juntos por la calle... Esta ciudad es realmente interesante... Me gusta este lugar, y mucho.

—¡Esta ciudad es hermosa!

Y, bueno, aquí también existen personas malas.

A lo lejos veo a tres hombres con armaduras golpeando a un anciano, y un hombre sin camisa, que usa unos pantalones verdes, calvo y que parece muy fuerte, está riéndose. Tiene la piel morena (Negro, afroamericano, no quiero parecer racista.).

—¡No me importa que seas pobre, debes pagar tus impuestos!

Me acerco a ellos... Malditos... No permitiré que hagan eso.

—¡¡Oigan, dejen a ese anciano en...!!

Sinfer me tapa la boca.

—Trabajan para la reina, no los molestes.

Quita su mano de mi boca.

—Pero solamente es un pobre anciano, no es justo.

—¿Quieres ayudarlo?

—¡Claro que sí!

—La persona cuya alma sea la de un guerrero, está destinada a ayudar a las personas que lo necesiten... Me gusta mucho tu actitud, chico. Intenta ayudarlo.

—¡Gracias!

—Pero usa a Crismei, por si necesitas usarla.

—Está bien.

Volteo a ver a Crismei.

—Por favor, conviértete en espada.

—Sí, Izuke.

Crismei se convierte en espada y la tomo con mi mano derecha.

—Bien.

Me acerco corriendo a ellos.

—¡¡Dejen a ese anciano en paz!!

El hombre voltea a verme.

—¡No te metas, niño! ¡Guardias, maten a ese niño por irrespetuoso!

Espera... ¡¿Qué?! ¡¿Realmente intentarán matarme?!

—¡¿Matarme?!

Los guardias se dirigen a mí con sus espadas.

—¡Mierda!

Uno de ellos me intenta atacar, pero veo su ataque en cámara lenta y me agacho.

—¿Eh?

Uno de ellos me intenta golpear mientras estoy agachado y me alejo rápidamente.

—¿Puedo reaccionar rápidamente a los ataques?

Crismei me empieza a hablar.

—Es gracias a mí, luego te explico, Izuke.

—¡Genial!

Los tres guardias intentan atacarme y yo esquivo los ataques fácilmente.

—¡Genial!

Sinfer me grita.

—¡¡Acaba con ellos, Izuke!! ¡¡Crismei, fortalece su cuerpo!!

¿A qué se refiere con eso?

—¿Fortalecer mi cuerpo?

—Puedo fortalecer partes de tu cuerpo con magia.

—¡Increíble, hazlo, por favor!

Uno de ellos me intenta atacar y me agacho. Golpeo su pierna derecha con mi pierna izquierda y cae al suelo.

Uno aprovecha para golpearme y esquivo su ataque.

Tomo su brazo derecho y lo jalo, estrellando su cuerpo contra el suelo.

—¡Genial!

Estoy de espaldas y el tercero aprovecha eso y me ataca.

Me doy la vuelta y logro reaccionar a tiempo, alejándome de él, pero recibo una pequeña herida en la mejilla derecha.

—¡Eso estuvo cerca!

Tomo el brazo derecho del guardia y lo jalo. Le doy una patada con mi pierna derecha en su costado izquierdo y lo saco volando varios metros, ocasionando que se estrelle contra una pared.

—¡Eso fue increíble!- Digo emocionado.

—¡Simplemente genial!- Dice el hombre.

El hombre que se estaba riendo se acerca a mí.

—¡Sinfer, este niño es perfecto!

¿Se conocen?

—¿Eh?

Volteo a ver a Sinfer.

—¡¿Lo conoces?!

Sinfer y Cris se acercan a nosotros.

—¡Es nuestro amigo!- Dice Cris.

—Su nombre es "Ángel".

Ángel se acerca demasiado a mí.

—¡Mucho gusto, yo soy Ángel, es un gusto conocerte!

Parece alguien amable.

—M-me llamo Izuke.

Los guardias y el anciano se acercan a nosotros.

—Vaya, realmente es fuerte.

—Sí, lo es.

—Demasiado.

—Es un buen niño.

Esto es raro.

—¿Eh? ¿Qué está pasando?

Sinfer me acaricia la cabeza.

—Solo fue una pequeña prueba, y la pasaste con honores, felicidades.

—¿Prueba?

—Solo quería saber si eras capaz de ayudar a alguien y de pelear por él. Chicos, pueden retirarse e informarle a la reina sobre el resultado.

—¡¡Sí, jefe!!- Gritan los cuatro y se van corriendo.

—¿Eh? ¿Una prueba...? Bueno... Está bien. Crismei, vuelve a tu forma humana.

—Sí, Izuke.

Crismei se convierte en una niña y suspiro.

—Bueno... ¿Y ahora qué?

Ángel me abraza fuertemente.

—Me gusta mucho este niño, es muy valiente para ser un niño.

¡No soy un niño!

—¡Tengo 16 años, no soy un niño!

—Ángel, déjalo.- Dice Sinfer.

Ángel me suelta.

—¡Sí, jefe!

—Bueno... Tengo una pregunta. ¿Por qué puedo reaccionar fácilmente a los ataques?

—Cuando me usas, tus sentidos incrementan y tu agilidad también incrementa.- Dice Crismei.

¡Crismei, eres increíble!

—¡Genial!

—Bien, vámonos, quiero que conozcas a alguien.- Dice Sinfer.

—Vamos.

avataravatar
Next chapter