124 Humanos contra demonios x La dolorosa vida de Ángel 2

Humanos contra demonios x La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 2

Daniel y sus compañeros están comiendo en una gran mesa.

Daniel los observa comer, no se están quejando ni nada por el estilo. Observa su plato con una expresión de asco. En el plato hay ojos mezclados con verduras y con salsa roja.

—Abuela, ¿cómo puedes comer esto?

—Al empiezo te da asco, pero saben muy bien. Deberías probarlo, Da...

Deja de moverse mientras tiene la boca abierta.

—¿Abuela?

Todos dejan de moverse y Daniel se levanta de la mesa preocupado.

—¿Qué está pasando?

Un agujero blanco aparece bajo sus pies y cae al agujero.

Está cayendo y todo a su alrededor es completamente blanco.

—¡¡¿Qué?!! ¡¡¿Qué es esto?!!

-Mundo quince-

Ángel está en un salón de clases.

Está vestido con un uniforme escolar, tiene una camisa blanca y un pantalón negro.

Está sentado y observa a sus compañeros hablar y reír.

—Extraño el otro mundo.- Piensa con un tono triste.

Una chica con el cabello negro y corto y lentes negros se acerca a él. La chica tiene pocos pechos, es plana.

—Ángel, ¿quieres ir a desayunar conmigo?

—Claro, vamos, Crismei.- Dice sonriendo.

—¿Crismei?

Ángel deja de sonreír y baja la mirada triste.

—Lo siento, olvida lo que dije. Vamos, Mariana.

Se levanta de la butaca y salen del salón.

—¿Te adaptaste bien a la escuela?- Dice Mariana.

—Sí, un poco... Gracias por preguntar.

Empiezan a bajar por unas escaleras.

—Aunque extraño el otro mundo.- Piensa Ángel con una expresión triste.

Mariana se resbala, y Ángel, con una increíble velocidad de reacción, la toma del cuerpo y la carga en sus brazos.

Sus rostros están demasiado cerca y Mariana se sonroja.

—Ten cuidado.- Dice Ángel con una mirada seria.

La baja y sigue bajando las escaleras.

—Resbalarse en las escaleras es peligroso, ten cuidado al bajar.

—S-sí...

Ángel observa el patio de la escuela y observa a un grupo de amigas sentadas en el suelo comiendo.

—Este mundo es demasiado aburrido.- Piensa Ángel.

-Minutos después-

Ángel y Mariana están sentados en unas gradas mientras observan a unos estudiantes jugar fútbol. Están comiendo pizza.

—Me dejaron entrar a la escuela por qué pensaron que era un prodigio y que nunca necesité la educación primaria o secundaria, y que solamente entré a la preparatoria para saber cómo se siente estudiar en una escuela... La magia que tengo es de mucha ayuda. Al usar magia en mi cerebro y ojos, puedo leer rápidamente y memorizar los libros con facilidad... Tener magia en este mundo tiene sus ventajas... Aunque...- Piensa.

Baja la mirada triste.

—Me prohibieron usar hechizos y solo puedo usar mi magia en casos de emergencia... Podría usar el hechizo "Viaje" para regresar con Crismei, pero me prohibieron usar hechizos... Realmente extraño a Crismei...- Piensa.

Uno de los estudiantes patea el balón mal y se dirige a Ángel.

—¡¡Cuidado, Ángel!!- Dice Mariana.

Ángel detiene el balón con su mano derecha y levanta la mirada.

Se levanta.

—Tomen.

Patea el balón y vuelve a sentarse.

—Tienes buenos reflejos, Ángel.- Dice Mariana.

—Gracias.

Todos a su alrededor dejan de moverse.

Ángel observa el balón flotando en el aire.

—¿Eh?

Voltea a ver a Mariana y ella está observando a Ángel sonrojada, pero no se mueve nada.

—¿Qué pasa?

Se levanta y observa a su alrededor.

—¿Intentan invocarme?

Un agujero blanco aparece bajo sus pies.

Siente que está cayendo e inmediatamente se convierte en hada y comienza a flotar.

—No, esto es diferente.

Un bate de béisbol aparece arriba de él y le da un gran golpe en la cabeza.

Ángel se queja del dolor y a causa del gran golpe, cae al agujero.

Está cayendo a una gran velocidad.

—¡¡Eso dolió!!

Un portal aparece y lo atraviesa.

Cuando lo atraviesa, inmediatamente choca contra el suelo.

—¡¡Eso dolió más!!

Se levanta rápidamente enojado.

—¡¡¿Quién hizo eso?!!

A lado de él, está Daniel, que también se está levantando del suelo.

—Me dolió... ¿En dónde estoy?

Los dos se voltean a ver.

—¿Daniel?

—Oye, tú eres el chico que me pidió algo de magia.

Ángel observa a su alrededor. Están en medio de un bosque.

—¿En dónde estamos?- Dice Ángel.

—No lo sé, un portal me trajo a este lugar.

—A mí también.

Un ser completamente blanco, sin ojos, calvo, que usa una falda corta negra y una blusa negra, aparece frente a ellos. Parece que es una chica, pues tiene pechos.

—Hola, Ángel y Daniel, bienvenidos al mundo de los juegos.

—¿Mundo de los juegos?- Dice Ángel.

—¿Este mundo lo hizo la Diosa de los juegos?- Dice Daniel.

—Este lugar no tiene nada que ver con ella. Este mundo fue creado por el Dios supremo. Ustedes fueron escogidos para ser participantes de un juego.

Ángel y Daniel se voltean a ver.

—¿Un juego?- Dicen los dos confundidos.

—Escuchen con atención.

Siete hologramas aparecen alrededor de ellos. Cada uno tiene un paisaje diferente.

—Vean con atención. El juego consiste en conseguir siete llaves que se encuentran en siete ubicaciones diferentes.

La chica comienza a caminar y se para frente a un holograma. En el holograma se puede apreciar una ciudad enorme.

—La llave número uno se encuentra en la ciudad "Merjam". La llave la tiene el jefe de la organización criminal que controla la ciudad. Su misión es encontrar la manera de obtener la llave sin víctimas inocentes, eso significa que, si hay al menos un inocente herido, ustedes pierden.

—Espera, yo no quiero jugar un juego.- Dice Ángel.

—Yo tampoco, no tengo tiempo.- Dice Daniel.

—El Dios supremo los borrará de la existencia si no juegan, así que no tienen otra opción.

—¿Y qué pasa si perdemos?- Dice Daniel.

—Si pierden o mueren, el Dios supremo los borrará.

Los dos bajan la mirada y parece que están asustados.

—El Dios supremo es alguien al que debemos obedecer.- Dice Daniel.

—Debemos participar y ganar, no tenemos otra opción.- Dice Ángel.

—¿Habrá premios? Supongo que nos darán algo si ganamos.

—No lo sé, tenemos que preguntarle.

Los dos levantan la mirada.

—¿Y qué ganaremos si ganamos el juego?- Dicen los dos.

—El Dios supremo les cumplirá un deseo.

—¿Un deseo?- Piensan los dos.

Ángel comienza a imaginar que carga a una chica (Crismei) con vestido de novia en sus brazos.

—Si ganamos, podré desear regresar al otro mundo.- Piensa Ángel con una gran sonrisa.

Daniel comienza a imaginar que está pateando el cuerpo de un demonio con una cara con signo de interrogación que tiene una corona.

—¡¡Lo logré, lo logré!!- Imagina que dice mientras lo patea.

Daniel sonríe.

—Puedo desear que el rey demonio sea destruido y así el mundo uno estará a salvo.- Piensa contento.

—¡¡Aceptamos!!- Dicen los dos.

—Muy bien, cuando obtengan la llave número uno, deberán esperar 24 horas para que su siguiente misión comience. Buena suerte.

Los dos desaparecen de ahí.

Mientras tanto, el Dios supremo está sonriendo mientras los observa.

—Creo que se llevarán muy bien. Si pasan tiempo juntos, la pelea final será más interesante.

Una niña pequeña aparece a lado de él. Tiene los ojos completamente rosas, cabello rosa y largo y usa un vestido negro con figuras de ojos. Usa unos brazaletes dorados. Está descalza, pero usa zapatos en sus manos.

—Hermano mayor, quiero participar, quiero participar.- Dice con un tono alegre mientras salta.

—¿Quieres participar, hermana?

—¡¡Sí, por favor!!

—Pídele permiso a nuestro padre.

La niña levanta la mirada.

—¡¡Padre, quiero participar!!

—Claro que puedes, hija.- Dice una voz siniestra.

—¡¡Gracias!!

—Está bien, ve hermanita, pero intenta mantenerte al mismo nivel que ellos.

Un vapor rodea a la niña y comienza a crecer. El vapor desaparece después de cinco segundos y se convierte en una chica con enormes pechos. Ahora usa una falda corta color negra y una blusa negra.

—¡¡Estoy lista!!

El Dios supremo truena los dedos y los pechos de su hermana desaparecen.

—Los pechos no son necesarios, idiota.

—Está bien, hermano mayor.

—Y usa bien los zapatos.

Los zapatos desaparecen de sus manos y aparecen en sus pies.

—¡¡Estoy lista!!

—La pelea final será entre ellos dos, así que tú vas a morir en la misión número siete.

—¡¡Está bien!!

Desaparece de ahí y el Dios supremo sigue observando.

—Si ellos dos se hacen amigos de mi hermana, la muerte de ella les afectará... Perfecto.- Dice sonriendo.

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