132 Humanos contra demonios x La dolorosa vida de Ángel 10

Humanos contra demonios x La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 10

Es de día y un grupo de aventureros está en la aldea de los duendes. Están observando los cadáveres de decenas de duendes.

—¿Quién habrá hecho esto? Los duendes son muy poderosos, son difíciles de matar... - Dice un aventurero un poco viejo, con armadura blanca. Tiene el cabello rosa y ojos completamente negros. Tiene una gran espada en su espalda.

Una aventurera se acerca a él corriendo. La aventurera tiene el cabello blanco y largo, ojos verdes, usa una falda corta negra y una blusa negra.

—¡Jefe, encontramos a unos niños!

—¿Niños?

La aventurera lleva a su jefe a una casa. Dentro de la casa hay decenas de niños sentados en el suelo llorando.

—¿Quién hizo esto? ¿Lo saben?

Una niña se acerca a él llorando.

—U-un chico muy guapo nos dijo que no saliéramos de esta casa. C-cuando salimos, v-vimos los cadáveres de... De...

Abraza la pierna del hombre llorando.

—¡Por favor, maten a los que mataron a mis padres!

El aventurero hace un gesto de asco y golpea con su rodilla el rostro de la niña, que cae al suelo.

—Un chico muy guapo... Mi esposa me contó un rumor, me dijo que un chico muy guapo derrotó a un grupo de criminales él solo... Debo averiguar más sobre eso.

Se aleja caminando y levanta su puño derecho.

—Ya no los necesitamos, mata a esos niños.

Todos los niños se asustan y comienzan a gritar pidiendo misericordia y piedad.

—¡¡No, por favor!!

—¡¡No nos hagan daño!!

La aventurera comienza a cerrar la puerta.

—Está bien.- Dice con una mirada seria.

Cierra la puerta y comienzan a escucharse gritos de dolor.

El aventurero se aleja caminando sonriendo.

—Me pregunto que tan poderoso es ese chico.

-Lejos de ahí-

Daniel está en su cama, leyendo un manga.

Estornuda y se limpia la nariz con su mano.

—No puedo olvidar lo que pasó...

Cierra el manga y suspira.

—Me siento mal por esos niños... Pero supongo que hicimos lo correcto... Ellos secuestraban personas y se los comían... Incluso comían niños...

-Horas antes-

Daniel está encerrando a los niños en una casa.

—N-no salgan de esta casa, por favor... Es por su propio bien.

Cierra la puerta y comienza a llorar.

—Lo siento... Realmente lo siento.

Daniel observa como Ángel y Criska están peleando y asesinando a los duendes.

—Supongo que es lo correcto...

Baja la mirada triste.

—Supongo...

-Presente-

—Al menos los convencí de dejar vivos a los niños...

Se levanta de la mesa y se acaricia la mejilla derecha con su mano.

—Las personas secuestradas nos dijeron que los duendes torturaban a los humanos por placer... Sí hicimos lo correcto...

Daniel recuerda a los niños y se da un golpe en la mejilla derecha.

—Sí... Hicimos lo correcto... Lo hicimos... Deja de pensar en ellos, deja de pensar en ellos... Deja de...

-Minutos después-

Daniel se dirige corriendo a la casa donde escondió a los niños.

—¡No puedo dejar de pensar en ellos!

Abre la puerta de la casa y su expresión cambia drásticamente.

Cae al suelo temblando de miedo.

—N-no... A-Ángel no hizo esto... N-no es capaz de hacer algo como esto... M-menos Criska... ¿Q-quién demonios...?

Daniel observa los cuerpos de los niños sin vida, tienen la cabeza cortada.

—¡¿Quién demonios hizo algo tan enfermo?!

—Fui yo.

Levanta la mirada y observa a una aventurera en el techo de la casa.

—Hola, mi nombre es Shisana, pero puedes llamarme "Shi". ¿Cuál es tu nombre?

—¿T-tú los mataste?

—Sí, lo hice.

—Tú... Mataste... A unos... Niños... Los mataste...

Daniel está cambiando de actitud y su expresión cambia a una de enojo.

—Mataste a unos niños...

Se levanta del suelo y su espada aparece en su mano derecha.

—¡Eran solamente unos niños!

Daniel salta e intenta atacarla con un gran y rápido ataque. Daniel se detiene poco antes de tocarla en el cuello con su espada. Shi tiene una expresión de asombro y miedo.

—No puedo matarte...

Daniel aterriza y su espada desaparece.

—No sé las reglas de este mundo... No puedo matarte sin saber el por qué lo hiciste... Dime, ¿por qué hiciste esto?

Shi baja del techo.

—Los duendes han sido un problema desde hace años. Secuestran a las personas y se las comen. También disfrutan torturando a las personas hasta la muerte. Ellos son muy poderosos y fuertes, por lo que son difíciles de matar... Pero tú lograste matarlos tú solo, eso es increíble. Maté a los niños por qué eran una amenaza para los humanos.

Daniel baja la mirada y suspira.

—Son las reglas de este mundo... Supongo que tiene razón...

Levanta la mirada y observa a Shi a los ojos.

—Está bien... Supongo que eran seres malvados... Por cierto, no quiero llevarme el crédito por esto, mis compañeros mataron a los duendes, yo solo encerré a los niños para que no vieran nada...

Daniel se aleja caminando.

—¡Espera, aún no sé tú nombre!

Daniel voltea a verla y le sonríe.

—Mi nombre es Daniel, mucho gusto.

Shi se sonroja y Daniel se aleja corriendo.

—Daniel... Parece ser de mi tipo.- Dice mordiendo su labio.