5 CAPÍTULO 5: Discriminación.

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 5

Salgo del salón muerto del aburrimiento.

—Nada interesante, solo historia de un país que no conozco.

Bostezo. Las clases son bastante aburridas, lo único entretenido fue la historia de un guerrero llamado "Izuke".

—Qué aburrido... Aunque ese Izuke era alguien genial. Logró detener una guerra él sólo.

Alguien me toca el hombro y volteo. Es Charlotte, tan hermosa y dulce como siempre.

—H-hola, Charlotte.- Digo sonrojado.

—¡Te mostraré la escuela, vamos!

—Está bien, gracias.

Empezamos a caminar juntos.

—Aparte de los dormitorios, hay seis salones en la escuela, dos salones de primero, dos de segundo y dos de tercero, hay dos baños y un comedor. Las sirvientas van a lavar tú ropa y...

La interrumpo, ¿dijo sirvientas? Sabía que esta escuela debía ser cara por su gran tamaño, pero no creí que tuvieran sirvientas.

—¿Sirvientas?

Sonia está detrás de nosotros y se acerca rápidamente con una gran sonrisa diabólica en su rostro.

—Sí, todos los estudiantes en la escuela somos nobles, bueno, casi todos. Así que tenemos sirvientas y cocineras.

—Debe ser una escuela cara.

—Lo es.

—Que suerte que estudiaré gratis.- Lo digo con una sonrisa.

—Vamos te mostraré el lugar.

—Va...

Sonia me da una gran patada en la entrepierna

—¡¡Ahhh!!- Grito del dolor.

La volteo a ver muy enojado.

—¡Creí que no me ibas a golpear más!

—¡Vamos, te enseñaré a usar los hechizos!- Dice enojada.

—Pero Charlotte me está enseñando la escuela.

—Está bien, te espero en mi habitación.

—Gracias.

Sonia se aleja de nosotros y suspiro aliviado. Volteo a ver a Charlotte.

—¿Seguimos?

—Claro.

-Castillo del rey-

El rey, su esposa, su hija y un caballero, están reunidos en el salón principal. El caballero está arrodillado frente a ellos mientras que el rey y su familia están sentados en sus respectivos tronos.

—Tenemos un mensaje de la escuela "Estrella verde".

—¿Cuál es el mensaje?

—Un familiar fue invocado por medio del muro celestial.

El rey se levanta por la emoción y algo nervioso.

—¡¿Un familiar?!

—Sí, majestad.

—¡Increíble, quiero conocerlo!- Dice emocionado.

—Iré por él ahora mismo.

El caballero se levanta y se retira del salón.

—Padre, eso significa que algo malo va a pasar.- Lo dice con un tono de preocupación.

—Sí, lo sé.

—Ese familiar fué enviado por Dios para salvarnos.- Dice la Reina.

-Una hora después-

Charlotte terminó de mostrarme la escuela. La escuela es realmente grande. Tiene establos, baños grandes y decenas de habitaciones.

—¡Gracias por el recorrido!

—No fue nada, no te preocupes. Debo darte gracias a tí por el teléfono.

—Puedes llamarme cuando quieras, adiós.

—Adiós.- Lo dice con una dulce sonrisa y se aleja de mí caminando.

La veo sonrojado. Ella es completamente diferente a Sonia.

—Qué dulce y linda es.

Una Sonia imaginaria aparece y me da un golpe en la cabeza.

—¡Yo soy más linda!

Empiezo a mover la cabeza rápidamente y luego de unos tres segundos me detengo.

—Estar con Sonia me está afectando psicológicamente.

Empiezo a caminar y veo a unas estudiantes pasar. Las estudiantes son muy lindas. Cuando pasan a mi lado, las volteo a ver.

—Esta escuela está llena de chicas lindas.- Pienso mientras las sigo observando.

Empiezo a reír silenciosamente.

—Estudiar aquí me va a gustar.

Sigo caminando y veo a una sirvienta recogiendo ropa del suelo en un canasto. La sirvienta tiene el cabello verde y corto, parece de mi edad. Me acerco a ella con la intención de ayudarle.

—Te ayudo.

—No se preocupe, amo.

Escuchar que alguien me diga amo se siente muy raro.

—¿Amo? ¿Por qué me dices amo?

—Soy una sirvienta, los estudiantes son mis amos.

Típica escuela de ricos, todos se sienten superiores a los demás.

—Qué ridículo, te ayudaré.

Me agacho y le ayudo a recoger la ropa.

—Muchas gracias, amo.

—Me llamo Ángel, no me digas amo.

—Está bien. Gracias, Ángel.

Terminamos de juntar la ropa en el canasto y me levanto.

—Nos vemos... ¿Cuál es tú nombre?

—Me llamo Rem, mucho gusto.

—Es un gusto conocerte, Rem.

Le extiendo la mano derecha.

—El gusto es mío.

Nos damos un apretón de manos y le sonrío.

—Nos vemos luego, adiós.

—A-adiós- Lo dice nerviosa.

Me alejo caminando y Rem me observa emocionada.

—Es el primer estudiante que me trata bien.- Dice sonriendo.

-Minutos después-

Entro a la habitación de Sonia.

—Hola, Sonia.

—¡Llegas tarde!- Dice enojada como siempre.

—Lo siento, la escuela es muy grande.

—Está bien. Te enseñaré a usar hechizos. Quiero que me conozcan como la hechicera con un familiar realmente poderoso.- Dice con un tono molesto y presumido.

—Claro... Supongo.

—Bien, el primer hechizo se llama "Forle levitation". Este hechizo te permite atraer objetos hacia tí o moverlos como quieras. Observa.

Extiende su mano derecha apuntando unas bragas.

—¡Forle levitation!

Levanta las bragas y las bragas se dirigen a ella. La veo emocionado y sorprendido.

—¡Genial!

—Es un poco difícil de manejar, debes tener mucha concentración.

Las toma y sonríe dulcemente, algo raro de ver.

—¿Entendiste?

—Bonitas bragas, jeje.

Con eso arruiné su buen humor otra vez, lo admito, esta vez es mi culpa.

Me da un golpe en la cara.

—¡Pervertido!

—Me lo merezco, lo siento.

—Quiero que lo intentes. Solo debes imaginar el objeto que quieres atraer y cómo moverlo.

Extiendo mi mano derecha y pienso en la almohada de Sonia.

—¡Forle levitation!

La almohada flota hacia mí y la tomo. Tener magia es lo más genial del mundo, realmente es increíble.

—Jeje, tener magia es genial.

—¡Increíble, a mí me tomó dos meses controlar ese hechizo!

¿Dos meses? Y yo lo hice al primer intento... Creo que mi magia es especial o la magia de Sonia es inútil.

—Creo que tienes suerte de que yo sea tú familiar, creo que deberías tratarme mejor, ¿no lo crees?

—Si me obedeces, yo te trataré bien.

Sí, claro, no creo que realmente me vaya a tratar mejor, estoy seguro que seguirá golpeándome.

—Está bien.

Tocan la puerta.

—Disculpe, ¿Tiene ropa sucia?

—¡Sí!

Sonia toma algo de ropa del suelo.

—Abre la puerta.

Abro la puerta y veo a Rem.

—Hola de nuevo.- Digo sonriendo.

—Hola, Ángel.- Dice sonriendo.

Sonia se acerca a nosotros muy enojada.

—¡¿Ángel?! ¡Tú eres una sirvienta, no actúes como si fueras igual a nosotros! ¡Debes llamarlo "amo"!- Dice Sonia enojada.

Rem baja la cabeza y se ve triste.

—Está bien, ama.

Volteo a ver a Sonia con asco. Sabía que era mala, pero esto es demasiado.

—Sonia, no la trates de esa forma.

—Tú eres de otro mundo, no entiendes cómo funcionan las clases sociales en este mundo.

Sonia le avienta la ropa a Rem en la cara.

—¡Que queden limpias!

Rem se agacha a juntar la ropa.

—Sí, ama.

Ver eso me hizo sentir asco hacia Sonia. Esto es demasiado cruel.

—Sonia, la gente como tú me da asco.

Me agacho y le ayudo a Rem a juntar la ropa.

—Se debe sentir feo que te traten así ¿Verdad?

—Lo es.- Lo dice con un tono triste.

Terminamos de juntar la ropa.

—Gracias, Ángel.

—No hay problema, Rem.

—Adiós.

Rem se aleja caminando y volteo a ver a Sonia, que me observa enojada como siempre.

—¿Terminaste de coquetear?

—¿Coquetear? Solo le estaba ayudando.

—No quiero que trates a las sirvientas como si fueran tus amigas.

—¿Por qué?

—Tú tienes magia, así que eres muy superior a ellas.

¿Superior? Ya veo, ya me estoy empezando a dar cuenta como funcionan las cosas en este lugar.

—¿Y eso que tiene que ver? No me hace diferente a ellas.

—Como quieras, me da igual.

Sonia saca tres monedas de su falda.

—Toma, ve y tráeme algo de comer.

Tomo las monedas y las guardo en mi pantalón.

—¿Cualquier cosa?

—Sí. Cuando vuelvas te enseñaré más hechizos.

—Está bien.

Salgo de la habitación y empiezo a caminar.

avataravatar
Next chapter