40 CAPÍTULO 40: Primeras peleas

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 40

El puño derecho de Ansmel se vuelve negro y golpea a Marco en la cara... Pero inesperadamente, Marco soporta el golpe.

—No quiero golpear mucho a un niño, debes rendirte.

—¿Rendirme? Pero si ya gané.

Ansmel se vuelve una niña pequeña, como de 5 años.

—Vaya, ¿eres de la familia Drugei?

—Parece que conoces a mi familia, así que supongo que sabes de nuestra magia de juventud. Si toco a alguien, yo puedo controlar la apariencia de la persona por un minuto.

Marco se vuelve un hombre adulto.

—Así que ya no es necesario mantener esta forma.

Marco intenta golpear a Ansmel con su puño derecho, pero ella lo esquiva fácilmente.

—¿Pensaste que no podría pelear siendo una niña? Eres patético.

Ansmel se aleja de él y extiende sus brazos.

— ¡Fuego de dragón Dex!

Fuego sale de sus brazos y el fuego rodea a Marco.

—¡¡Ahhh!!

El fuego sigue saliendo de los brazos de Ansmel.

—¡¡Me rindo!!

—Deshacer hechizos.

El fuego deja de salir y Marco cae al suelo.

—¡¡La ganadora es Ansmel!!

—E-eso es imposible, mi magia hace que tu poder mágico sea el mismo que tenías de niña. ¡Es imposible que hayas tenido tanto poder mágico de niña!

Ansmel se aleja de él.

—Eso es un secreto.

—Impo... sible.

Marco se desmaya y Ansmel vuelve a su forma normal.

—Su magia es interesante.

-En las gradas-

Ese fue es realmente sorprendente... Ansmel lo derrotó rápidamente.

—Vaya, ese hechizo es sorprendente.

—¿Puedo volver a la normalidad?- Dice Crismei.

—Claro.

Crismei se transforma en una niña.

—Su poder mágico es increíble, será difícil derrotarla.

—Pero no imposible.- Dice Crismei.

Escucho la voz de Jisas.

—¡¡La siguiente pelea será entre Mipor y Silvia!!

Mipor se dirige al centro de la arena.

—Estoy seguro de que es de la familia Dobermer, no debo confiarme.- Piensa.

Silvia se dirige al centro de la arena.

��Mipor, mipo, tipo, sipo, bipo, lipo, nipo.

Se ríe... Está jugando con esas palabras.

—Cipo, dipo, ripo, flipo.

Se sigue riendo.

—Que divertidas palabras.

Los dos llegan al centro de la arena.

—¡Buena suerte, bigote!

—Como si la necesitara.

—¡¡Comiencen!!

Mipor saca su espada.

—¡Muere!

Intenta golpear a Silvia, pero el cabello de Silvia detiene la espada.

—¡Eres muy lento, amigo!

El cabello de Silvia se extiende por la espada y cubre los brazos de Mipor.

—¡¿Eh?!

El cabello sigue extendiéndose por el cuerpo de Mipor y este parece sufrir mucho.

—¡¡Duele!!

—¡Solo debes rendirte, eso es todo!

—¡Nunca!

—Bueno, como quieras.

El cabello de Silvia entra por la nariz de Mipor.

—¡Destruiré tu cerebro!

—¡¿Qué?! ¡No, espera, me rindo!

El cabello de Silvia sale de su nariz y vuelve a ella.

—Eres débil, flipo.

—Me llamo Mipor.

—¿Sipo?

—Mi... Nada. Eres muy buena.

—Gracias.

—¡¡La ganadora es Silvia!!

-En las gradas-

Su cabello parece muy poderoso... Los participantes son geniales.

—Su cabello es sorprendente.- Dice Crismei.

—Sí que lo es... Me estoy preocupando, no sé si pueda ganar el torneo, hay personas realmente fuertes.

Liz me toca el hombro izquierdo.

—No te preocupes, solo debes tener confianza en ti mismo. Estoy segura de que ganarás.- Dice Liz.

—Te lo agradezco.

Alguien le tira cerveza a Liz en la cabeza.

—¡Está fría!

—¡¿Estás bien?!

—S-sí, solo me cayó en el cabello, es todo.

Volteo y veo a un hombre borracho.

—¡Tú, sí, tú, aléjate de esos demonios!

Se dirige a mí... Claramente está borracho, pero no me importa, lo golpearé.

—¡Nunca debes acercarte a ellos, nunca!

Saca una navaja de su bolsillo.

—¡Yo te protegeré, amigo!

Intenta atacar a Liz.

—¡Muere!

Detengo la navaja con mi mano derecha.

—No permitiré que les hagas daño.

Golpeo al hombre en la cara con mi puño izquierdo y cae al suelo.

—Idiota.

—¡Ángel, tu mano!- Dice Crismei preocupada.

—¿Mi mano?

Veo mi mano, la navaja atravesó mi mano.

—Vaya, vaya... Que raro, no lo sentí.

Me quito la navaja y la tiro al suelo.

—Duele un poco.

—¡Yo sé un poco de medicina, puedo sanar tu herida, solo necesito algo de...!- Dice Liz preocupada.

La interrumpo... Sano rápidamente, no será necesario.

—No te preocupes, está bien, tengo un gran cuerpo, puedo sanar rápidamente.

Liz se arranca una parte de su vestido.

—¡Necesitas al menos cubrir la herida!

Me toma la mano y cubre mi herida con el pedazo de su vestido.

—Listo.

Me sonrojo y volteo a ver a otro lado.

—N-no era necesario, pero gracias.

—¡¡La ganadora es Rose!!

Mierda, me perdí la pelea.

—¿Ya acabó? No la vi.

—No fue nada increíble, solo pelearon con espadas y uno que otro hechizo básico.- Dice Crismei.

—¡¡La siguiente pelea será entre Dulfos y Sinaí!!

Dulfos se dirige al centro de la arena.

—¡¡Me dan asco tus cicatrices, eres horrible!!

Sinaí se dirige al centro de la arena.

—Me lo dicen siempre.- Dice con una mirada seria.

Los dos llegan al centro de la arena.

—¡¡Comiencen!!

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