4 CAPÍTULO 4: Misión.

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 4

Estoy realmente confundido. Ser transportado a otro mundo es raro, y ahora que el director me dijo que los familiares que sean invocados por medio del muro celestial serán los hechiceros más poderosos, me hace sentir intriga y un poco de confusión mezclado con miedo.

El director se acerca a mí y me mira a los ojos con una mirada seria.

—Todos los años, los estudiantes de primero invocan a sus familiares usando las esculturas antiguas, pero todos los estudiantes tienen la oportunidad de intentar invocar a su familiar usando el muro celestial. Tú fuiste invocado por medio del muro celestial, es la primera vez en miles de años que eso pasa.

—¿P-por eso tengo magia? En mi mundo no tenía magia.- Lo digo con un tono nervioso.

—Exacto. Creemos que el muro te dio la magia. Eso podría significar que algo malo podría pasar y por eso fuiste invocado por medio del muro celestial.- Lo dice con un tono serio.

Siento un poco de miedo. ¿Algo malo pasará? ¿Yo debo encargarme de eso malo? ¿Por qué yo? Tengo muchas preguntas en mi cabeza.

—¿Algo malo?- Digo confundido.

—Sí, algo malo. Por eso debes aprender a controlar tú magia. Quiero que seas un estudiante de nuestra escuela.

Me extiende su mano derecha y me sonríe.

—¿Aceptas?

Dudo por unos segundos, realmente no entiendo nada de lo que está pasando.

—Pero no podré leer sus libros, su escritura es diferente a la mía.

—No hay problema, tú no serás obligado a leer los libros.

—Entonces... ¿No hay forma de volver a mí mundo?

—No, lamentablemente, no es posible.

Bajo la cabeza y suspiro. Ya no puedo volver a mí mundo. Debo quedarme en este lugar hasta que muera.

—Bueno, supongo que no tengo otra opción.

Nos damos un apretón de manos.

—Está bien. Seré un estudiante.

—Perfecto, por favor, vaya a clases y no diga nada de lo que te dije.

Dejamos de saludarnos y suspiro. Ahora no solo estoy en otro mundo, sino que también tengo que estudiar en este mundo.

—Está bien... Espere, ¿Qué pasará con Sonia? ¿Seguiré siendo su familiar?

—Claro, tú eres su familiar, eso no cambiará.

Bajo la cabeza y suspiro. Tengo que seguir soportando a Sonia. ¿Sobreviviré estando con ella? Yo creo que no.

—Está bien.- Digo con un tono triste.

El director mete su mano en uno de sus bolsillos y saca una pequeña bolsa.

—Toma esto.

Me entrega la bolsa y la tomo. Es algo pesado. La abro y veo muchas monedas blancas dentro de la bolsa.

—¿Es dinero?- Digo confundido.

—Es dinero para que compres comida en el comedor. Te daré dinero cada semana. Mañana te entregarán tú uniforme.

—Está bien. Muchas gracias.

Salgo de la oficina y me da un poco de curiosidad saber cómo son las monedas de este mundo.

—¿Cómo serán las monedas de este mundo?

Saco una moneda de la bolsa. Tiene una espada como sello y al otro lado tiene una boca sonriendo.

—¿Una espada y una sonrisa?

Pongo una cara de decepción y suspiro.

—Todo en este mundo es raro.

Guardo la moneda y guardo la bolsa en mi pantalón.

—Creo que comeré algo después.

Empiezo a caminar mientras sigo pensando en lo que me dijo el director. ¿A qué se refiere con algo malo? ¿Por qué yo tengo que encargarme de eso malo? Son preguntas que me venía haciendo. Llego a la puerta del salón y suspiro.

—Supongo que debo acostumbrarme a estar en este mundo.

Abro la puerta del salón y todos voltean a verme.

—¿Puedo pasar?

—Claro.- Dice el profesor.

Entro y me dirijo al profesor.

—El director dice que seré un estudiante a partir de hoy.

—Claro, bienvenido. ¡Ángel es su nuevo compañero!

Todos empiezan a murmurar mientras me miran. Es algo incómodo, así que volteo a otro lado.

—¡¿Alguien quiere mostrarle la escuela?!

Sonia y Charlotte levantan la mano.

—¡Yo lo haré!- Dice Charlotte con una dulce sonrisa alegre.

—¡No, yo lo haré!- Dice sonia con una sonrisa diab��lica.

El profesor pone una cara de preocupación y miedo cuando ve a Sonia. Me voltea a ver un poco nervioso.

—B-bueno... ¡Charlotte te mostrará la escuela cuando las clases terminen!

Sentí un gran alivio cuando escuché eso. En este momento pienso "Hasta el profesor le tiene miedo a Sonia".

—Muchas gracias, profesor.

Me dirijo a Sonia y me siento a su lado.

—¿Qué te dijo el director?

—Me ofreció que sea un estudiante en la escuela para que aprenda a controlar mi magia.

—¿Es todo?

—Sí... Sonia, soy tú familiar, pero quiero que me trates como un amigo. Haré todo lo que digas, pero no me golpees todo el tiempo, ¿Está bien?

Sonia duda por unos segundos, ¡¿realmente es difícil dejar de golpearme, maldita loca?!

—Está bien, pero tendrás que hacer todo lo que te ordene.

—Está bien, no te preocupes, te voy a obedecer.

Pongo mi cabeza en la mesa y cierro los ojos.

—Como si tuviera otra opción.

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