33 CAPÍTULO 33: Demonio

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 33

-Al anochecer-

Crismei y yo estamos dormidos y empiezo a hablar dormido. La habitación es un poco grande, hay una gran cama, un ropero, un escritorio y una estantería con libros.

—Soy... un inútil.

Empiezo a soñar que estoy en la escuela.

—¿Es la escuela?

Todos los estudiantes aparecen de la nada alrededor de mí.

—¿Qué pasa?

Sus cuerpos empiezan a incendiarse y empiezan a gritar del dolor.

—¡¡¿En dónde estás, Ángel?!!

—¡¡¿Por qué no nos salvaste?!!

Charlotte se acerca a mí.

—¿Por qué no estuviste aquí?

—¡No sabía que esto iba a pasar!

Todos desaparecen.

—No lo sabía... ¡No lo sabía!

Una voz de hombre me habla.

—No lo sabías, pero prácticamente fue tu culpa. Podías haber evitado que esa flecha le diera a Cristal, y también podías haber evitado que Mei muriera si ella no te hubiera acompañado.

—No...

Una Mei niña y una Mei de 15 años aparecen frente a mí.

—¿Por qué dijiste que querías que fuera tu novia?

—¿Por qué nos mentiste?

—Solo era una broma... No quería romperte el corazón.

—No nos rompiste el corazón.

—Pero por tu culpa, nos rompieron el cuello.

Las dos escupen sangre y caen al suelo.

—¡Mei!

La voz de antes me habla.

—Las personas que son cercanas a ti siempre terminan muertas por tu culpa.

—No... ¡Yo no lo sabía!

Cristal aparece frente a mí.

—Tú podías haber evitado que esa flecha me diera, pero no hiciste nada.

—Cristal...

Rei aparece sobre su hombro derecho.

—No pudiste salvar a mi ama, y tampoco pudiste salvarme a mí y a los otros.

Los estudiantes, pero con los ojos completamente negros, aparecen frente a mí y empiezan a gritar.

—¡¡Eres un inútil!!

—¡¡Estamos muertos por tu culpa!!

Empiezo a llorar... Sé que esto es un sueño, pero parece demasiado real.

—¡Lo siento!

Me empiezo a golpear la cabeza.

—¡Soy un idiota, soy un inútil!

Todos desaparecen y la voz de antes me habla.

—Todos ellos están muertos por tu culpa.

Un anciano con dos cuernos aparece frente a mí. Usa una vestimenta negra y es calvo.

—Pero podrías ser útil por primera vez en tu vida. ¡Derrota a Golan!

—Pero no tengo magia... ¡No puedo hacerlo!

Me da un golpe en la cara con su puño derecho.

—¡Puedes hacerlo, confía en ti!

—¿Quién eres?

—Digamos que soy un amigo.

Me toca la frente con la palma de su mano izquierda.

—Te daré mi poder mágico, espero que no me decepciones.

—¿Tu poder mágico?

—¡Adiós!- Dice sonriendo.

Me despierto y mi cuerpo está rodeado de fuego... Es realmente doloroso.

—¡¡Ahhh!!

Crismei se despierta y se levanta asustada.

—¡¿Ángel?!

—¡¡Mierda!!

El fuego desaparece y me desmayo.

—¡Ángel!

-5 días después-

-11:31 de la mañana-

Abro los ojos poco a poco... ¿Cuánto tiempo dormí? Me duele un poco el cuerpo.

—Me duele la cabeza.

Me pongo los zapatos y ropa nueva. Es un conjunto sencillo, una camisa blanca con un chaleco corto negro, pantalones negros y zapatos negros.

—¿Crismei?

Salgo de la habitación y veo a Crismei hablando con dos semihumanas con cabeza de gato.

—¡Despertaste!

Crismei se dirige a mí y me abraza.

—¡Estuviste dormido por 5 días!

Vaya... ¿Realmente dormí tanto tiempo?

—¿5 días?

—¡Sí!

—Ya veo... Salgamos, tenemos que hablar.

—Claro.

Salimos de la posada.

—Yo soñé con un anciano con cuernos y me dijo que me dio su poder mágico, y cuando desperté mi cuerpo estaba rodeado de fuego. ¿Sabes que significa eso?

—¿Un anciano con cuernos?... ¡Era un demonio!- Dice Crismei preocupada.

—¿Un demonio?

—¡Sí, esto es malo!

—Me dijo que me dio su poder mágico para que derrote a Golan.

—¡Nunca debes confiar en un demonio!

—¿Por qué?

—¡Porque es un demonio!

—¿Entonces no uso su poder mágico?

—¡No!

—Está bien... Creo.

—¡Dame tu tarjeta!

—¿La del gremio?

—¡Sí!

—Está bien... Creo...

Saco mi tarjeta y se la doy.

—¡Lo sabía!

Me enseña mi tarjeta.

—¡Tienes 100 puntos de magia demoníaca!

—¿100 puntos?

—Cuando estabas dormido pude investigar más acerca de los comandantes y de los gremios. Hay 13 comandantes... Bueno, ahora hay 12 comandantes. Las tarjetas de los gremios son mágicas, cuando derrotes enemigos, estos te darán puntos para aprender hechizos.

—¿Eso significa que incluso los plebeyos pueden hacer magia?

—Sí. Las tarjetas fueron creadas por Golan.

—¿Por qué haría eso?

—No lo sé. Lo que importa es que ahora tienes 100 puntos de magia demoníaca. ¡No los uses!

Me da mi tarjeta.

—Pero sin magia no podré derrotar a Golan.

Leo la tarjeta.

—Escudo deriac: 50 puntos... ¿Cómo lo uso?

—Escucha, no los uses, puede ser peligroso.

—Sí... tal vez, pero si no los uso ahora, en el futuro me arrepentiré de no usarlo. ¿Cómo se usa?

—Está bien. Solo debes tocar el hechizo y decir: "Confirmar".

Toco el hechizo.

—Confirmar.

Un brillo rodea mi cuerpo por 3 segundos.

—¿Funcionó?

—Creo que sí.

—¡Escudo deriac!

Un escudo con fuego aparece en mi brazo izquierdo.

—¡Increíble!

—Está bien... Supongo que tal vez podríamos confiar en ese demonio.

Leo la tarjeta.

—Arco infernal: 50 puntos.

Toco el hechizo.

—Confirmar.

Un brillo rodea mi cuerpo... Se siente raro cuando eso pasa.

—¡Arco infernal!

Un arco de fuego aparece en mi mano derecha... No me quema... Está hecho de fuego, pero no me quema... Genial.

—¡Increíble, no me quema!... ¿Cómo me los quito?

—Dí: "Deshacer hechizos".

—¡Deshacer hechizos!

El arco y el escudo desaparecen.

—Te dije que no era mala idea usar...

Siento un gran dolor en mi corazón.

—¡¡Ahhh!!

—¡¿Qué te pasa?!- Dice Crismei asustada.

El dolor desaparece.

—Me empezó a doler el corazón de la nada.

—¡Sabía que no debías usar esos hechizos!

—Calma, el dolor ya se fue.

Veo mi tarjeta.

—Tengo 132 puntos, pero no dice de que son.

—Son los puntos normales, con esos aprendes hechizos normales.

—Detesico enemigo: 40 puntos.

Lo toco.

—Sirve para detectar enemigos y saber cuántos son. Tiene un alcance de 100 metros. Confirmar.

Un brillo rodea mi cuerpo.

—Bueno, creo que así será más fácil.- Digo sonriendo.

-Pueblo Disa-

Un guardia se dirige a otro guardia, que está cuidando una caja fuerte. Están en una especie de mazmorra o cueva subterránea.

—¡¡Uno y Dos escaparon!!

—¡¿Escaparon?!

—¡Sus celdas están destruidas, ellos escaparon!

—¡Búscalos!

-En la afueras del pueblo-

Un perro grande lleva a un perro más pequeño en su espalda. Los dos son de la raza pastor alemán.

—¡No te preocupes, logramos escapar!- Dice el perro grande, con voz de hombre.

—¡¡Ahí están!!- Grita un guardia.

—¡Mierda!

—¡Los guardias nos alcanzarán, hermano!- Dice pequeño, con voz de niña.

—No... Me alcanzarán a mí. Hermana, huye mientras puedas, yo te daré tiempo.

—¡No, quiero escapar contigo!

—¡Haz lo que te digo! ¡Ve a buscar ayuda, para que los demás también logren escapar!

—¡Hermano!

—¡Cuídate, hermana!

Uno frena y Dos salta.

—¡Ve!

Dos se va corriendo llorando.

—¡Hermano!

Los guardias intentan atrapar a Uno, pero este empieza a pelear.

—Huye lejos, hermana.- Piensa.

-Ciudad semihumana-

Crismei y yo caminamos juntos por la ciudad.

—Ya me gasté los puntos que tenía... Aún es difícil de creer que con una simple tarjeta pueda usar magia.

—Los poderes de Golan son un misterio.

—¿Será buena idea usar la tarjeta?

—Sí, no te preocupes, Golan es una guerrera con honor, nunca usaría un truco como las tarjetas para destruir a sus enemigos. Lo más probable es que lo haya hecho para entretenerse, ya sabes, que los aventureros la reten y peleen.

—Ya veo... ¿En dónde está el gremio?

—Es por aquí, vamos. Por cierto, yo ya me registré.

-Minutos después-

Llegamos al gremio... Es como el anterior gremio. No son muy diferentes.

—¿Necesito registrarme de nuevo?

—No es necesario, cuando te unes a un gremio, te unes a todos.

—Ya veo.

Veo la pared de misiones. Es una pared en donde están pegados papeles.

—Hay una misión de cazar a un oso gigante, el oso pone en peligro a los animales y a las personas... ¿Será una misión difícil?

—Yo podría cortarlo fácilmente.- Dice Crismei.

—Está bien.

Tomo el cartel y se lo entrego a la encargada, que es una mujer con la cabeza de una serpiente.

—Haré está misión.

—Su tarjeta, por favor.

Le entrego mi tarjeta y la mira.

—Listo, buena suerte.

—Gracias.

Salimos del gremio.

—El oso está en el bosque Solem, cerca de un pueblo llamado Disa... Creo que debemos conseguir un mapa.

—En la carreta dejé un mapa.- Dice Crismei.

—No sé usar los mapas, ¿tú sabes?

—Sí, no te preocupes.

—Está bien.

avataravatar
Next chapter