13 CAPÍTULO 13: La derrota de...

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 13

Llegamos a un salón donde está el rey, su esposa y su hija. El rey tiene una gran barba negra, es pequeño y usa una corona azul. Su esposa es muy hermosa, tiene una larga cabellera verde y unos enormes pechos. La hija es igual a su madre, solo que más pequeña.

—Su majestad, él es Ángel, el familiar.

Sonia y Froulen se arrodillan, demostrando sus respetos hacia la familia real.

—Es un placer conocerte, Ángel.- Dice el rey.

—Jeje gracias.

Sonia me susurra.

—Ángel, debes arrodillarte.

—No, gracias. ¡Disculpe, ¿Qué quiere de mí?!

Sonia se levanta y me tapa la boca.

—¡D-disculpe a mi familiar, por favor!- Dice nerviosa.

—No te preocupes, déjalo hablar.- Dice el rey sonriendo.

—¡S-sí!

Sonia me quita la mano de la boca.

—Solo quería conocer al familiar que fue invocado por medio del muro celestial, es todo.

—Entonces viajamos todo un día... ¿Solo por eso?... ¡¿Es en serio?!- Digo enojado.

—Lo siento, es que hace miles de años que nadie invocaba a su familiar por medio del muro celestial, por eso quería conocerte.

Suspiro y me relajo. Me hizo venir hasta este lugar solo por eso... Demonios.

—Está bien... Bien... ¿Es todo? Ya me vió, ¿Me puedo ir?

Sonia me tapa la boca de nuevo.

—¡Él no sabe lo que dice, discúlpenos!

El rey se ríe.

—¡Me caes bien! ¡¿Quieres comer con nosotros, Ángel?!- Dice el rey emocionado.

Sonia quita su mano de mi boca.

—Por supuesto, tengo mucha hambre.

—Yo también tengo hambre, Ángel.- Dice Crismei.

—¿También?... Bueno... Puedes salir, Crismei.

Saco a Crismei de la vaina y se transforma en una niña.

—Bien, ¿Y la comida?- Digo sonriendo.

El rey y su familia observan a Crismei sorprendidos... Bueno, cualquiera se sorprendería si viera a una espada transformarse en una niña.

—¡Increíble! ¡¿Tú espada se transformó en una niña?!- Dice el rey sorprendido.

—¿Está ciego? Es obvio que mi espada se transformó en una niña. Su nombre es Crismei, es un hada.

—¡Increíble!- Dice la hija del rey.

La hija del rey se acerca a Crismei.

—¡¿Eres un hada?!- Dice emocionada.

—Crismei, conviértete en un hada, por favor.

Crismei se transforma en un hada.

—¡Es hermosa!

La hija del rey intenta acariciar a Crismei y Crismei se aleja de ella.

—No me gusta que me toquen. Solo mi amo Ángel puede tocarme.

—¡Quiero tocarte!- Dice enojada.

La hija del rey me apunta con su dedo índice.

—¡Te ordeno que le ordenes que se deje tocar!- Dice enojada.

—¿Me estás dando una orden?

Se me sale una risa.

—Lo siento, no puedo. Si a Crismei no le gusta que la toquen, yo no puedo obligarla a que se deje tocar.

—¡Te lo ordeno, haz lo que te digo!

Suspiro e intento relajarme. La hija del rey es otra Sonia.

—No me gustan las chicas groseras como tú, adiós. Crismei, vámonos.

—¡Pero la comida...!

—Por aquí debe haber un pueblo, conseguiremos comida ahí.

La hija del rey me observa con una mirada amenazante.

—¡Froulen, no dejes que se vaya!

Froulen se pone frente a mí y saca su espada.

—No puedes irte.

—No me pueden obligar a quedarme.

Sonia me da un golpe en el brazo derecho.

—¡Ángel, debes quedarte, la princesa te lo ordena!

—¡No quiero!- Digo enojado.

Froulen pone su espada en mi cuello.

—Harás lo que la princesa te diga.

Doy un paso hacia atrás.

—¡Crismei!

—¡Sí!

Crismei se transforma en una espada y la tomo con la mano derecha.

—¡No quiero pelear!

Trago saliva y me pongo nervioso. ¡Yo no sé pelear, maldita sea!

—Padre, quiero comprobar que tan fuerte es Ángel.

—Yo también quiero averiguarlo. ¡Froulen, ataca a matar!

—¡Sí!

Froulen me ataca y esquivo su ataque fácilmente gracias a Crismei.

—¡Ahora!

Le doy varios golpes con la espada y doy unos pasos hacia atrás.

—¡¿Eh?!- Dicen todos sorprendidos.

Todos se sorprenden. El cuerpo de Froulen cae al suelo cubierto de sangre y completamente herido.

—¡¿Qué hice?!- Digo asustado.

Crismei se transforma en una niña.

—No te preocupes, sigue vivo, no lo atacaste para matarlo, así que solo está gravemente herido.

—¡Increíble!- Dice el rey.

—¡Derrotó a Froulen!- Dice la reina.

—¡Ángel, eso fue increíble!- Dice Sonia.

—¡Traigan a un médico, Froulen puede morir!- Dice la princesa asustada.

—¡¡Guardias!!- Grita el rey.

Dos guardias entran al salón.

—¡Lleven a Froulen con el médico real!

—¡Sí, su majestad!

Los guardias se llevan a Froulen.

—¡Eso fue sorprendente, sabía que el familiar que fue invocado por medio del muro celestial debía ser alguien muy poderoso!- Dice el rey sorprendido.

—¿Se quedarán a comer?- Dice la reina.

—Carajo, está bien, pero alejen a su hija de mí y de Crismei, por favor.- Digo enojado.

—¿Por qué?- Dice la Reina.

—No me agrada.- Digo enojado.

—A mí tampoco me agrada.- Dice Crismei.

Sonia nos jala de la oreja a Crismei y a mí.

—¡Ángel, Crismei, no deben decir eso!- Dice asustada.

—Cierto, puede hacer que nos corten la cabeza, ¿Verdad?- Digo bromeando.

—Vengan, la comida ya debe estar lista.- Dice el rey.

Salimos del salón y llegamos al comedor. Hay una enorme mesa llena de comida.

—¡Wow, se ve delicioso!- Dice Crismei con los ojos brillantes.

Crismei se sienta y empieza a comer rápidamente.

—Come despacio.

—¡Hace mucho tiempo que no comía algo así de delicioso!

Me siento y tomo algo de carne. La pruebo y es realmente deliciosa.

—Está deliciosa. Era de esperarse de la comida que come la realeza.

La hija del rey se sienta a mi lado. Me siento un poco incómodo, pues no deja de observarme.

—Me quiero disculpar por mí comportamiento, lo siento.

—Está bien.

Me alejo de ella.

—Te perdono.

Sigo comiendo. Esta comida es realmente deliciosa.

—Ángel, quiero decirte algo. Si el muro te envió a nuestro mundo, eso significa que algo malo podría pasar y que tú vienes a ayudarnos.- Dice el rey.

—¿Algo malo?

—Sí, algo malo.

—Ohh...

—Por eso debo pedirte que entrenes. Es obvio que eres muy fuerte, pero puedes mejorar. Froulen es el caballero más fuerte del país, pero tú lo derrotaste fácilmente.

—Gracias... Supongo que no puedo negarme.

—Muchas gracias.

Termino de comer y me levanto.

—Bueno, debo irme, adiós.

—¿Ya nos vamos?- Dice Crismei.

—Sí, Crismei. Sonia ¿Te quedas? Yo iré al pueblo.

Sonia pone una cara de desagrado.

—¿Con los plebeyos? No, gracias.

—Está bien... Como quieras.

Salgo del comedor.

—Señorita Churs, quiero que trate a su familiar muy bien, por favor.- Dice la reina.

—C-claro.

Salimos del castillo y veo un pueblo a lo lejos.

—Ahí está el pueblo, vamos.

—Sí.

-En el pueblo-

Veo el lugar a mi alrededor. Hay muchas tiendas y casas. Las personas a mi alrededor usan ropa que no parece elegante. Es ropa de plebeyo. Veo a muchas chicas lindas caminando por el pueblo y eso me gusta.

—Es muy lindo, hay chicas lindas, chicas lindas y más chicas lindas.

—Creo que te gustan mucho las chicas lindas.

—Por supuesto, me gustan las chicas lindas que no sean nobles, las nobles son más... Fastidiosas.

Veo a las personas a mí alrededor. Parecen personas normales, no sobresalen nada.

—Lo que tengo entendido es que los plebeyos no tienen magia... Me gustaría estar más tiempo con personas normales como ellos.

Veo a 6 hombres golpeando a un hombre, los hombres usan armaduras, parece que son guardias. Con ellos está un señor muy gordo riendo. El señor gordo usa un traje negro y tiene el cabello blanco y largo.

—¡Para la próxima, paga tus impuestos a tiempo!- Dice el señor gordo riendo.

Me dirijo a los guardias, no soporto ver cómo lo golpean.

—¡Oigan, dejen a ese hombre en paz!- Digo enojado.

—¡No te metas! ¡Golpeen a ese chico también!- Dice el gordo.

Los guardias dejan de golpear al hombre y se dirigen a mí.

—¡Ustedes lo pidieron!

Veo a todos los guardias y pienso en todos ellos al mismo tiempo.

—¡Forle levitation!

Levanto a todos los guardias del suelo, pero me empiezo a sentir muy cansado.

—Es... Cansado...

Lanzo a los guardias muy lejos y el gordo me observa temblando de miedo.

—¡¿Eh?!- Dice asustado.

Veo al señor gordo y él se aleja poco a poco de mí. Los habitantes del pueblo me están observando sorprendidos.

—¡No puedes hacerme daño, trabajo para el rey!

—¡Forle levitation!

Levanto al hombre del suelo.

—No me importa...

Azoto al hombre en el suelo.

—¡¡Ahhh!!- Grita del dolor.

—¡Crismei!

—¡Sí!

Crismei se transforma en una espada y la tomo con mi mano derecha.

—¡Aléjate de mí!

Apunto con mi espada al hombre.

—¿Dejarás a ese hombre en paz?

—¡Déjame en paz, te daré dinero!

Saca una bolsa con monedas de su bolsillo.

—Gracias.

La tomo y volteo a ver al hombre que golpeaban.

—¡Oye!

Le hablo al hombre que estaban golpeando.

—¡Toma esto!

Le aviento la bolsa con monedas.

—¡Acéptalo como un "lo siento" de él!

—¡Gracias!- Dice el hombre emocionado y feliz.

Volteo a ver al señor gordo.

—Y tú te irás ahora mismo, ¿entendido?

—¡Sí!

—Crismei, regresa a tú forma humana.

—¡Sí!- Dice Crismei.

Crismei se transforma en una niña.

—Vete.

El hombre gordo se levanta y se va corriendo.

—Creo que hicimos nuestra buena acción del día...

Me siento muy cansado y caigo al suelo boca abajo.

—¿Por qué me siento tan cansado?

—Usaste el hechizo "Forle levitation" para levantar a todos los guardias al mismo tiempo, eso es muy increíble, pero gastó mucha de tú energía mágica.

—¿Energía mágica?

—Sí, cuando usas muchos hechizos, tú energía mágica se agota. Tú usaste un hechizo para levantar a muchos guardias al mismo tiempo, eso gastó mucha energía mágica. Ese hechizo solo puede ser usado para levantar cosas pequeñas y no tan pesadas como un hombre. Por eso tú energía mágica se gastó tan rápido.

—Ya veo.

—Espera...

Me toca la cabeza.

—Te daré algo de mi energía mágica.

Me siento menos cansado.

—Gracias, creo que puedo levantarme.

Me levanto del suelo.

—Creo que ya no usaré ese hechizo con personas.

Todas las personas a mi alrededor me ven asombradas.

—Creo que me ven raro.

Veo a dos chicas lindas. Son hermanas gemelas, tienen el cabello plateado y corto y usan vestido rojo.

—Jeje, debo aprovechar, acompáñame.

Nos dirigimos a las chicas.

—Hola, ¿Cómo están? Aunque creo que están muy bien.- Digo sonriendo.

—¡Lo que hiciste fue increíble!

—¡Derrotaste a los guardias fácilmente!

—Lo sé, soy genial.

—¡Y esa niña se transformó en una espada!

—Es mi compañera, es un hada.

—¡¿Hada?!

—Crismei.

—¡Sí!- Dice Crismei.

Crismei se transforma en un hada y las chicas la observan asombradas.

—¡Qué linda!

—¿Quieren ir a comer algo? Yo las invito.

—¡Claro!

—¡Sí!

Me sonrojo. Comúnmente no me atrevería a hacer esto, pero creo que tener magia me está cambiando bastante.

—Vamos, jeje.

avataravatar
Next chapter