ÚNICO

Posiblemente esté mal de la cabeza a los pies, posiblemente mi mente siga jugando por mucho tiempo. Poco me importaba ya en estos momentos. 

Lo deseaba. 

Lo deseo. 

El hombre con esas cuatro personalidades distintas; 

El calor de una de esas personalidades es calma. 

La alegría de otra es felicidad. 

La neutralidad de una tercera es paciencia. 

La impulsividad de otro es deseo, un deseo ardiente que doblega.. esta sin duda es la más fuerte de entre las cuatro. 

Con ellos lo tengo todo y lo deseo todo. Es más de lo que jamás pensé que tendría pero a la vez es tan confuso que me lleva a un mundo explosivo y sin retorno, me quema, me inquieta, me emociona y me calma. 

Suga. Yoonji. Yoongi. Agust. 

Sin importar quien sea, todas sus facetas me envuelven, me atrapan, me elevan... lo amo. Realmente lo amo. Aún cuando me lastima sé que no lo hace a propósito. Aún cuando se aleja, sé que en algún momento volverá a buscarme. Aún cuando me mima, aprovecho cada segundo para pasarlo a su lado. Aún cuando soy quien toma el control, trato de darle la tranquilidad que en ocasiones logra perder. 

—Kookie —levanté mi rostro ante ese llamado tan suave, perdiéndome en su mirada baja mientras jugaba nerviosamente con sus dedos. 

—Yoonji —tenía tanto de conocerlos que me he esforzado por conocer sus personalidades a tal punto de diferenciarlas casi de inmediato. 

Cuando Yoonji aparecía, sus expresiones, posturas, vestimenta y actitud femenina y delicada se hacían presentes. Ella, siempre ella. Detestaba ser comparada con los demás, ella era fina, delicada, gentil, amable, compasiva, cariñosa. Una dulzura. 

Lo difícil en Yoonji era que se quejaba y acomplejaba de su cuerpo, quería un cuerpo de chica porque por más que vistiera y viese femenina, seguía teniendo sus extremidades de un chico, de un hombre. Ahí era justo cuando yo hablaba y podía ayudar, tratándola como quería, una mujer y jamás le cuestioné absolutamente nada tampoco... 

Yoonji me amaba y aceptaba cada palabra que le decía, confiaba plenamente en mí y eso fue porque fue a la primera personalidad que conocí. Me parecía la mujer más hermosa que pude haber visto nunca. Su piel pálida, sus largas y finas piernas las cuales lucía elegantemente en un vestido azul celeste, sus tacones dominandolos a la perfección y con gracia, su largo cabello lacio un poco más abajo de los hombros y un flequillo que cubría su frente (gracias a que pude hablar con las demás personalidades fue que llegamos a un acuerdo para mantener a Yoonji tranquila, se decidió dejarse crecer un poco el cabello, ya los demás lo arreglarían recogiéndoselos de algún modo), su rostro de porcelana, su naricita de botón y sus expresivos ojos fueron los que me atraparon. 

Yo creí que era una chica, realmente lo creí, eso hasta que la escuché hablar, entendí que era un chico vestido de mujer pero todo indicaba lo muy afeminado que era. Jamás me había sentido atraído hacia alguien de mi mismo sexo pero verle de esa forma alteró todas mis hormonas indescriptiblemente. 

Aún sabiendo ya que era un chico, no podía apartarme, su voz profunda, tratando de ocultarla bajando y fingiendo otra pero fracasando en ello claramente, igual algo dentro de mí me dijo que estaba perdido. 

Yo le quería, quería saber de esa persona, un aura de misterio la envolvía y yo estaba curioso, intrigado. Necesitaba saber su secreto. Necesitaba saber todo referente a esa persona. 

Corteje a Yoonji por un tiempo, logrando que aceptara mi compañía. Llegó un momento entre muchos otros donde se me hacía extraño desaparecía sin decir nada por un largo período, yo ya era consciente de que era un hombre pero eso era lo de menos, realmente deseaba pertenecer en un pequeño espacio en su vida porque en la mía ya no podía apartarle. 

La segunda vez que aquellas desapariciones repentinas llegaban, me propuse a vigilar más minuciosamente todos sus movimientos, fue cuando me topé con Agust. Todo parecía tan extraño, en ese momento él quería matarme, tan explosivo, tan frustrado, tan inquieto y aunque mis sentidos me pedían a gritos correr y alejarme de él, algo más fuerte me dejó con los pies clavados en el suelo, Agust me derribó, tenía una fuerza descomunal pero no pude hacer más que verle, él comenzó a golpearme y con un cuchillo (que quién demonios sabe de dónde sacó) rasgó mi camisa y luego pasó el filo por mi pecho, aún llevo esa cicatriz de la cual cada uno lo lamenta enormemente pero me hace consciente de la vida que decidí llevar permaneciendo con ellos. 

Afortunadamente para mí, Agust se quedó quieto y de repente cambió, su actitud, su postura, su aura. Él estaba sobre mí y al verme se sorprendió tanto que sus ojos pequeños se aguaron, vi la intención de huída en sus orbes llenos de arrepentimiento pero antes de que hiciese cualquier movimiento, lo abracé, impidiendo que se alejara... algo me hacía reaccionar de acuerdo a cada uno de ellos. Suga lloró en mi pecho y repetía incansablemente "Lo siento, lo siento". Yo no sabía lo que ocurría pero al verle llorar algo apretó dolorosamente mi pecho... yo estaba determinado a consolarle. 

Suga lloró hasta quedarse dormido, estábamos en un callejón a media noche, por lo que me levanté y caminé con él en mis brazos, su peso era ligero pero firme, se notaba pocos músculos resaltando, por lo que deduje él hacía ejercicios o algún tipo de entrenamiento que practicaba... afirme aquello luego de un tiempo de ganarme la confianza de cada uno. 

Esa ocasión llevé a Suga a mi departamento, cuando despertó alguien totalmente diferente apareció. Yoongi es una de las personalidades más ariscas, apenas habla, apenas come, apenas opina sobre algo, puede pasar un día entero durmiendo, no respondía ninguna de mis preguntas y me rendí a la primera, lo que fue bueno es que no se quejaba de nada, ni siquiera de mi compañía o de que estuviese en mi departamento... parecía darle igual pero mientras no apareciese el violento, creo que estaría bien. 

Al día siguiente, Yoonji apareció y fue cuando me confesó todo, dijo que lo hacía por lo bien que me había comportado con cada personalidad ya que todos tenían claro que nadie nunca lo sabría, ella supo que yo era la persona correcta para cada uno de ellos y por eso siempre me buscaba, también comentó que era la primera vez que los cambios en ellos fueran tan repentinamente rápidos pues a veces demoraban una semana o más en cambiar y permanecer tanto como fuese posible. Me explicó quién era cada uno y qué esperar de todos, así como la forma de controlarlos, ellos sabían cada cosa para ponerla en práctica por si algo les sucedía ya que no son conscientes de lo que hace una personalidad u otra. 

—Kookie —la voz suave y un tanto ronca volvió a llamar mi atención. 

—¡Oh! Perdón. —dije rápidamente, levantándome de la silla giratoria para luego rodear el escritorio y caminar hacia Yoonji quien con más seguridad caminó hacia mí para abrazarme, rodeándome la cintura con sus delgados pero trabajados brazos. 

—¿Estás muy ocupado? Lamento venir de repente pero quería verte —su voz salió amortiguada debido a que tenía su cara pegada a mi pecho. 

—Solo estoy ordenando algunos pendientes y tu puedes venir las veces que sea y sin necesidad de anunciarte —le aclaro, besando su cabello grisáceo y sedoso, el cual se extendía una pulgada debajo de sus hombros. 

—Agust compró ropa para mí, me dejó un video con la cámara que nos regalaste y dijo que te quedaste viendo un traje en un maniquí femenino por eso lo compró —su voz un tanto avergonzada pero feliz explicando aquello me hizo sonreír. 

Sin soltar el abrazo nos llevé a ambos al sofá de cuero en una esquina de la oficina, me senté primero para luego hacer que se sentara en mis piernas y con gusto se acurrucó. 

—No pensé que Agust me observaba, pensaba comprarte ese conjunto pero andaba algo de prisa ese día —expliqué, acariciando gentilmente su brazo izquierdo. 

—Agust no quiere que lo sepas pero... —de pronto se quedó en silencio, llevando una mano a su boca para cubrirla antes de soltar sus pensamientos. 

Quité con suavidad su mano en medio de caricias para luego preguntar;— ¿Qué ocurre con Agust? 

—Se enojara si te lo digo —su susurro tembloroso indicó el miedo que tenía en Agust, eso a veces llevaba al encierro de Yoonji como castigo, luego que Yoonji me contara sobre ellos, inmediatamente cambió y Agust apareció, no permitiendo que saliera en un mes apróximadamente. 

—Yo hablaré con él luego, o ni siquiera se lo mencionaré —aseguro para darle confianza. 

—¿Lo prometes? —preguntó con esperanza brillando en sus oscuros y profundos ojos. 

—Lo prometo —mi voz segura robó una sonrisa, haciendo que sus finos labios se extendieran dejándome embelesado. 

—Agust te observa mucho porque te respeta y te quiere, así como te quiere Suga, así como te quiere Yoongi... así como yo te quiero —terminó con una sonrisa hermosa en sus finas facciones. 

—¿Agust me quiere? —pregunté curioso ya que las veces que he conversado con él siempre me esquiva, refunfuña peor que Yoongi y me maldice tanto como puede, insultándome y atacandome, por lo menos evitar cortarme a menos que esté demasiado acalorado. 

—Sí —asegura Yoonji con una sonrisa divertida— Dijo que eres un hombre delicioso y estar dentro de tí es quemarse de alguna manera cálida. Yo siento lo mismo pero me gusta más que tú estés dentro de mí, es tan extraño imaginar lo que explícitamente Agust menciona —una mueca de desagrado aparece en su rostro haciéndome reír con fuerza. 

—¿Será que puedo ver esas grabaciones? —pregunto con picardía. 

Siempre les he dado la privacidad necesaria a cada uno, jamás me entrometo cuando ellos se graban entre sí para comunicar algo al otro, de hecho, mandé a hacer un cuarto especial donde podían ver sus propias grabaciones por si necesitaban decirse algo y todo aquello ha funcionado gratamente, ganándome la confianza plena de cada personalidad, todos son uno mismo pero al cambiar realmente son totalmente diferentes entre sí, cada acción, cada postura, cada gesto, cada mirada... es tan fácil diferenciarlos debido a que, por más que traten tomar el lugar de uno, les es imposible porque odian lo que el otro hace. 

Suga, Yoongi y Agust se disgustan porque Yoonji los obliga a vestir de mujer, Yoonji llora cuando ellos le quitan su feminidad, la disputa lleva de una cosa a otra, Suga es más callado pero sonríe como un pequeño y ama los videojuegos como un adolescente que a veces se pone muy hormonal. Yoongi podría decirse que es el más sensato de todos porque la violencia de Agust es en extremo incontrolable pero cuando este se excede, Yoongi inmediatamente aparece para hacerse cargo del desastre causado. 

No puedo decir que personalidad amo más porque pese a sus diferencias siempre ellos son uno solo, afeminado, sádico, sereno, adolescente, sin importar quien aparezca siempre me permiten verlos, aparecen ante mí sin importar qué y al estar nuestros cuerpos unidos, siendo uno solo, los cuatro se vuelven uno y yo con él nos hacemos uno. 

¿Dependencia? ¿Amor? ¿Deseo? ¿Pasión desenfrenada? Por lo que sea, estoy seguro que en mi vida no podría estar más completo de no ser por ellos... Yoonji, Yoongi, Suga y Agust, lo más valioso y lo que más atesoro. Sin duda lucharé para conservarlos, para amarlos. 

—Puedo mostrarte las mías si quieres, pero sabes bien que las demás grabaciones no me pertenecen —Yoonji se acomodó, abriendo sus piernas y dejándolas a cada lado de mí, uniendo aún sobre la tela nuestras intimidades. 

—Le pediré a Agust que me muestre las suyas —una sonora carcajada brota de mi garganta al ver la perplejidad que mis palabras dejan en Yoonji.— No soy un suicida, así que relájate. No lo haré. 

—¡Qué alivio! Eres malo… casi me da un paro cardíaco! —ambos reímos ante eso pues sabemos que ni en un millón de años Agust me dejaría ver esos videos. 

Cuido mi integridad al respetar la privacidad de cada uno y en especial la de Agust pues él tiene un temperamento que es mejor ser el sumiso ante él. Realmente quiero permanecer a su lado por ende dejo que los cuatro en su momento hagan lo que deseen. 

Lo doloroso que fue mi primera vez no la olvido nunca. La cuestión está en que a la hora de tener sexo, las personalidades salen a la vez cada tiempo y la primera vez en que intimé y profané el agujero de Yoonji, segundos después apareció Suga quien lloraba por no saber lo que estaba haciendo pero luego Yoongi salió y su mirada neutra me dio miedo ya que aún tenía mi virilidad dentro del agujero de él. 

—Será mejor que salgas —me dijo con voz neutra pero ni siquiera pude mover un solo músculo cuando Agust apareció. 

—¿Pero qué mierda? 

Agust me empujó lejos y sus ojos llenos de odio me hicieron temblar, me obligó a ponerme de rodillas y como castigo por profanar su cuerpo él lo hizo con el mío. 

Así las personalidades cambian a la hora de intimar y es algo realmente jodido pero excitante. Jamás me imaginé volverme sumiso pero a Agust no le gusta que le den, sino dar y esa versatilidad que se manifiesta impulsivamente es enloquecedora pues a Yoongi le da igual si el que penetra o el penetrado es él mientras que a Suga la primera vez tuve que explicarle y tardíamente comprendió pues no hice nada hasta que él quisiera y ser suave no es problema, el problema es que al ser yo quien domine, siempre termina apareciendo Agust y disgustado las cosas se tornan muy salvajes pues a él le va la agresividad. 

—Definitivamente quiero conservar mi hombría —comenté, llevando mi mano a esta bajo la divertida mirada de Yoonji. 

—También quiero que la conserves —murmura sugerente Yoonji, llevando su propia mano a mi abultado pantalón, notando una clara erección de tan solo haber pensado en cada uno de ellos. 

—Doctor Jeon —la puerta es abierta, mostrando a mi asistente quien al darse cuenta de Yoonji volteó su apenado rostro por la posición en la que Yoonji y yo estábamos. 

—¿Qué ocurre Jimin? —pregunté amable a mi aprendiz quien ha trabajado arduamente para permanecer en el puesto aún con mis exigencias. 

—Su padre Namjoon acaba de llamar, dijo que hay una preparada cena para usted y le pide no faltar, ellos quieren conocer a su pareja. Eso será en hora y media. 

Inclino mi cabeza hacia atrás. Llevo meses sin saber de mi familia debido a mi trabajo y a que ninguno de mis chicos ha querido ser presentado a mi familia pero si no llego estoy seguro que mi padre moverá cielo y tierra para arrastrarme a esa dichosa cena y no me atrevía a separarme de mis chicos, sea quien sea que aparezca. 

—Si quieres voy yo —enderezo mi cabeza para observar frente a mí. 

—Yoongi… 

—Es lo más sensato y si no tenemos intimidad en toda la noche es menos probable que los demás aparezcan, así nadie sospechara nada. 

Yoongi se levanta para sentarse a la par mía, él huye de las muestras de afecto cada que puede, sonrío agradecido porque él ha aparecido, eso ayudará bastante esta noche, lo difícil será mantener mis manos alejadas de su cuerpo. 

—Confirma mi llegada a esa cena Jimin y vístete adecuadamente tú también. Estás invitado  —sonrío ante mi asistente que perplejo me observa. 

—¿De verdad, doctor? —pregunta con brillo emocionado. 

—Seguro. Mis padres no es de hacer una cena sencilla, seguro invitaron a mucha gente así que puedes ir y disfrutar de la velada —aseguro sonriéndole. 

—De acuerdo. Avisaré a su padre y luego me iré para prepararme. Con permiso Doctor Jeon, Señor Min —Jimin hizo una reverencia respetuosa para luego salir cerrando la puerta con cuidado y darnos privacidad. 

Jimin es la única persona aparte de mí que sabe lo que ocurre con mi pareja y se limita a dirigirse a él como Señor Min para no cometer algún error con ellos ya que Agust le dejó claro que tenía que rendirle respeto, además de mantener su distancia conmigo… sonrío. 

—¿Entonces? ¿Nos vamos ya? Falta menos de hora y media para esa cena y no tengo ninguna intención de ir vestido de mujer —miro a mi lado hacia Yoongi y le sonrío muy agradecido de querer acompañarme. 

Yoongi se levanta y se dirige al baño, siempre tengo una mochila con diferentes tipos de ropa por si cualquiera de ellos aparece de repente como ahora y se sientan cómodos. 

Yoongi salió vestido pulcramente, semi formal pero se notaba lo cómodo que se sentía. 

—Vamos. —me levanto del sofá y extiendo mi mano esperando pacientemente para que él la tome. 

Con su mirada en otro lado menos en mí, Yoongi une su mano sobre la mía y caminando a mi lado juntos salimos del consultorio, esta noche lo presentaría oficialmente ante mi familia como mi pareja. 

Mi pareja. 

Es lo que es, sin importar quien aparezca de repente. Cada uno es mi pareja y tenerles es una dicha enorme, así, tomados de las manos puedo sentir a cada uno en uno solo, el calor, la calidez, el amor y la protección que quiero brindarles me llena el alma, me llena la vida entera. 

Ya sea como Yoongi, o como cualquiera de los que suelen aparecer a su manera, le amo, con cada fibra de mi ser y sé que lo sabe. Min Yoongi esta ocasión, tan cálido, tan paciente, tan hermoso, tan mío. 

Solo mío y yo siendo uno para ellos… total y enteramente de ellos. Porque, aún siendo cuatro seres totalmente diferentes en personalidad, en mi mundo no hay división que me aleje de la realidad de quienes ellos son, porque de acuerdo a lo que son es en lo que yo me he convertido pues mi alma ya eligió permanecer a su lado y mi corazón lleno de amor es uno solo para él… para ellos. 

√√FIN√√

avataravatar