2 Un buen día II
La sala de repente quedó en silencio y las miradas se dirigieron a un pequeño discípulo que se encontraba en una esquina sosteniendo una bandeja con bocadillos y refrescos mientras miraba hacia el suelo.
Cuando el monarca se levanto, el asiento se rompió en fragmentos congelados.
Lían seguía mirando hacia el suelo, fascinado por la belleza del monarca Oer y con un ligero presentimiento ominoso en su corazón cuando unas botas de cuero aparecieron.
Cuando levanto la vista una mascara de plata estaba a unos milímetros de su rostro, y unos ojos rojos lo miraban con un extraño destello, detrás de ella puedo ver la figura del monarca.
Muriel asintió y enderezo su espalda dirigiéndose a Oer realizo un gesto con la cabeza y a Lían le indico con la mano que lo siguiera. Atravesaron a la multitud de personas que habían realizado un camino para ellos, caminaron durante varios minutos hasta un pequeño palacio estilo oriental. Entraron en el lugar sin ninguna ceremonia.
Lían se sorprendió al encontrar al fundador de la secta dentro del palacio, estaba a punto de arrodillarse para saludarlo cuando alguien lo tomo del brazo.
Oer se acerco a una ventana de la habitación con los brazos cruzados y observo silenciosamente lo que iba a ocurrir, no puedo evitar lanzar una mirada al pequeño discípulo y suspirar interiormente.
Muriel se sentó enfrente del fundador de la secta, tomando una copa que estaba servida en una pequeña mesa.
Lían se vio obligado a sentarse a lado de Muriel mientras ella continuaba tomando su brazo.
-Aún recuerdas tus palabras -
El fundador alzo los ojos y asintió con al cabeza.
-Eso es triste- con un suspiro Muriel miro a Oer, tomo al pequeño discípulo y lo arrastro a una esquina de la habitación.
***
-Hay una barrera-
Lían se sobresalto al escuchar la voz de Muriel, al darse la vuelta vio que ella se había sentado y estaba dando palmaditas al suelo invitando tambien a sentarse en el suelo.
-¿Porque pusieron una barrera?-
- Quién sabe...- respondio sonriendo.
Volvió su vista al fundador de la secta y al monarca, parecía que estaban en una conversación tranquila.
Su ojos se posaron en el extraño adorno en el cabello de Oer que cubría ambas orejas, daba la forma de una alas muy delicadas.
-Cortarían tu mano si las tocases-
Lían se giro a Muriel.
Realizo un gesto al monarca y dijo:
-Parecen frágiles pero en realidad es un metal que solo se encuentran en las Tierras Norto-
-¿Tierras Norto?
-Continente del Norte-
Lían abrió mucho sus ojos, iba a preguntar algo más cuando vio que los ojos de Muriel se achicaron, una muestra de que sonrió.
-¿Cuál es tu nombre?
-Lían Tian-
-...-
***
Muriel vio los ojos azules lleno de inocencia y desvió su atención a las dos personas que tenía en frente. Sus cejas se entretejieron
-Monarca, pero tengo discípulos más talentosos-
-Por favor retire al niño de su secta-
>Eres demasiado amable pequeño Oer<
>Maestra debemos actuar de manera razonable, recuerde la razón principal por la cual usted visito este lugar por un año<
>Tch, si ese cabeza de paja sigue insistiendo así yo misma le daré una razón para expulsar al pequeño Lían>
>¿Porque le causa diversión el nombre del discípulo?<
>... Lían Tian, no te recuerda a algo<
>No<
>Es el nombre de una estrella porno de mi continente natal<
>¡Maestra estamos en una conexión mental, lo que usted piensa o imagina yo lo veré y sentiré!<
>...<
>Mi inocencia TTATT<
>O.O todavía eres virgen<
>....<
>jajajaj<
>...Maestra....<
>Ese vejete está diciendo algo<
Oer rápidamente cambio su atención al fundador de la secta.
-Pero como le explicare a las cabezas que un discípulo desapareció-
-No es mi problema-
-Monarca, no puede ser mas flexible sobre está situación-
>No, se más duro como el corazón de tu hermano menor<
-...Fundador de la secta, por favor, mi maestra está empezando a impacientarse, tiende un temperamento bastante fuerte una vez que llega a su límite-
>Exacto<
-...Monarca, lo entiendo si no hay de otra- dijo con un largo suspiro.
>Al fin<
-Pero Monarca, una cuestión más-
>No<
-Adelante Fundador-
>No ignores las ordenes de tu maestra<
-En cinco años nos reuniremos para acabar con las sectas demoníacas, espero que su excelencia nos acompañe-
-Lo siento, pero soy parte de la facción neutral-
>Buen chico<
***
Lían vio como Muriel de pronto quedo viendo a la nada, sin mover ningún musculo. Gracias a eso pudo observar la apariencia de ella en detalle, desde el cabello completamente blanco con adornos hasta las botas de cuero con elegantes adornos, pasando por la gargantilla y la blusa blanca con mangas abombadas y manos enguantadas, el chaleco negro sin mangas que le llegaba a la cintura, desde donde se enrollaba un cinturón grueso de algún metal color platino.
Los pantalones blancos eran flojos y estaban cubiertos por telas de colores: azul profundo, morado, rojo.
Estando tan cerca pudo observar que la mascara que cubría el rostro de Muriel parecía muy fina, tenia los bordes dorados con extraños patrones alrededor, solamente dejaba al descubierto los ojos y un mentón delgado en un rostro triangular.
De repente Muriel se levantó y camino en dirección a las dos personas que estaban conversando.
Lían la siguió al ver el gesto de su mano y esa misma mano lo empujo hasta quedar frente al fundador de la secta.
-Lían Tian, a partir de ahora estás expulsado de la secta Esmeralda- dijo el fundador de la secta de manera solemne.
El pequeño discípulo abrió mucho sus ojos al oír esa frase, aunque su talento era bajo, vivía en la parte más pobre de la secta, la comida era mala, su vivienda era compartida por cinco discípulos, había que pelear por los recursos para cultivarse, pero aun así desarrollo sentimientos por quienes los cuidaron por dos años.
Sintió en su hombro un ligero toque, cuando giro su cabeza vio a Muriel sonriendo mientras alzaba su mano y golpeaba su frente con un dedo.
***
Oer vio como el pequeño discípulo cayo con un golpe sordo al suelo, observo como su maestra cogió del cuello al fundador de la secta y le dio un puntapié en el estomago.
Cuando Muriel terminó de sofocar su ira, el monarca se le acerco.
-Maestra-
-Tsk-
-Es buena idea dejarlo inconsciente-
-Mm, destruí toda su base con ese golpe, el dolor sería terrible así que lo mejor sería dejarlo dormir un rato-
-Maestra, ¿Cuánto tiempo es un rato?-
-Unos días-
-Que piensa hacer ahora-
-Lo llevare a mi casa, lo entrenare, en dos años visitare a cada uno de ustedes para presentárselo adecuadamente-
-Que haré respecto al asunto de esta secta-
Muriel mostró una expresión de disgusto.
-Solamente patea un poco al fundador, dales una lección a la banda de idiotas de la sala, y declina la guerra que quieren iniciar y cúbrete el rostro-
Oer la miro sin mostrar ninguna reacción, pero no por nada había sido su maestra por tanto tiempo.
-Un tipo te miro de manera lasciva, si Harlot se entera lo despellejara vivo-
-...-
-De todos mis estudiantes tu eres el más adorable- dijo Muriel mientra tomaba al pequeño discípulo bajo el brazo y daba unas palmaditas en el brazo de Oer.
