1 Un Buen Día I

La brisa mecía suavemente las grandes cortinas de azul profundo, el piso recubierto de alguna clase de raro material refrescaba el gran salón del sofocante calor del verano. Las murmuraciones de los presentes si iban integrando con el cantar de algunos insectos.

" Si hubiera menos gente, un poco de jugo bien helado y algunas semillas....seria perfecto...."

- Tienes algo que decir ante las acusaciones, ¿ Muriel ?- Una voz profunda resonó en la habitación acallando a todas las demás, inmediatamente varios pares de ojos se posaron en una menuda figura que se encontraba en el centro.

Los blancos cabellos ligeramente ondulados con extraños adornos se deslizaron por el rostro mostrando un rostro pequeño cubierto por una mascara de plata que solamente dejaba al descubierto una ligera sonrisa.

Frases y dedos acusatorios se posaron en ella inmediatamente. Muriel continuo sentada en forma de mariposa en el piso del Gran Salón ignorando todo lo dicho mientras movía ligeramente sus piernas. El Gran Maestro no pudo evitar fruncir las cejas ante tan descuidada actitud, con un gesto calmó a las visitantes que estaban aquí para presenciar un torneo pero terminaron viendo un espectáculo entre ella y el hada del Sol.

- ¿ Te sientes cómoda en el piso, señorita Muriel?- pregunto el Gran Maestro controlando el tono de voz.

- No-

- ...-

- (._.) -

-¡Tienes la valentía para decir eso!- Gritó lleno de indignación alguien con el estómago tan gordo como un cerdo.

-La tengo, ¿y, tú?- con una sonrisa inclinada respondió Muriel sin regresar a verlo. Desde el comienzo su vista se había posado en la figura que se sentaba en el centro del salón en un asiento de roble, vestido con túnicas azules al estilo orienta, con el largo cabello recogido en un moño y un rostro delgado. A su lado estaba una mujer en la flor de su juventud con su rostro marcado de lagrimas y una hermosa huella roja de alguna palma que no tuvo el corazón de contenerse ante tanta belleza, con el cabello y la ropa ligeramente desordenado.

-¿ Por qué atacaste a la hermana Xing?-

- No la ataqué-

-Su cuerpo posee varias lesiones, son muestra de que la agrediste-

-Aparte de la huella de mi mano, no hay otra lesión, ah, su orgullo, creo-

- ¡Muriel!- Alzó la voz el Gran Maestro mostrando su impaciencia pero la persona a la que iba dirigida toda su atención se alzó de hombros e ignoro todo a su alrededor.

Los árboles agitaban ligeramente sus copas, las cigarras y grillos cantaron más suavemente y el viento trajo un ligero viento frío.

Ocultando una pequeña sonrisa Muriel pensó "llegó"...

..Sus ojos pasaron lentamente por todos los presentes, posándose en unos bello ojos redondos...

***

Las túnicas blancas se movieron con gracia ante el caminar de un elegante joven de platinos cabellos. Toda la sala quedo en silencio cuando la figura entro con pasos largos y lentos, ignoro las miradas y saludos hasta detenerse en frente de la silla del Gran Maestro.

El Gran Maestro sintió como su cuerpo se estremecía ante la gélida mirada de esos ojos zafiro, se puso de pie para dar la bienvenida al joven, pero este ignoro el saludo a medio terminar y se sentó en la silla. El Gran Maestro se situó respetuosamente a un lado.

Oer Cain La'r Gogledd se sintió cansado, frustrado, malhumorado pero no tenía manera de quejarse y su naturaleza no le permitía hacerlo, suspirando mentalmente pensó en su compañero que daba rienda suelta a lo que deseaba, y se sintió más deprimido. Ignorando todo a su alrededor finalmente tuvo la valentía de ver a la pequeña figura de cabellos blancos en medio del pasillo, no pudo evitar un ligero tic al verla...

Las pupilas rojas mostraban un pequeño flujo de alegría, n. Oer Cain La'r Gogledd de repente pensó: " Terminado". Cuando abrió sus labios dijo;

-Me tomé la molestia de venir a este encuentro de combatientes, pero en su lugar me encuentro con un juicio, ¿Alguien seria tan amable de explicarme la situación?- Oer sintió que pronto necesitaría un psicólogo. Miro a todos los presentes y observo como todos temblaban...No entendía porque le temían, claramente hablo con cortesía y amabilidad pero sus rostros están tan pálidos, como la hermosa señorita con una linda marca en su rostro que se acerco a explicar las cosas.

-Monarca, lo que ocurrió fué que mientras yo explicaba a nuestros compañeros las reglas y les contaba leyendas de la era anterior, dije que mi linaje tendría un poco de los sagrados INMORTALES, cuando termine de decir esto, la amable invitada que a habitado nuestra secta por un año de pronto de golpeo brutalmente y dijo que no debería hablar sobre asuntos que no se-

Oer de pronto tuvo la epifanía de que una palma en el rostro era realmente nada, y si hubiera sido una golpisa brutal...recordando eventos de hace unos años...Oer solo quiso echarse en una cama y llorar. Despejando su mente y alejando brutales recuerdos a losmás profundo de su ser supo como solucionar el problema, después de todo había arreglado cosas peores hechos por sus compañeros discípulos y su querida maestra _(:зゝ∠)_

Alzando la vista dijo:

-¿Porque crees que posees linaje de los INMORTALES?

- El orbe brillo tenuemente cuando..

-Traedme ese orbe- corto rápidamente Oer.

Una pequeña bolita de cristal apareció en frente de todos, antes de que alguien pudiera decir algo se acerco y poso su mano, el orbe rápidamente dejo de brillar y se congeló emitiendo un frío aire.

-El orbe solamente muestra que tan profundamente tu técnica está ligada con las de los INMORTALES-

Cuando sus palabras cayeron todos estaba estupefactos, vieron el orbe congelado y entendieron una cosa: ese joven tiene una conexión con los Antiguos INMORTALES.

Alzando su vista, vio a Muriel ignorando todo mientras se fijaba en un niño; mientras los demás hablaban decidió echar un vistazo al joven.

Alrededor de los diez años, con un cabello negro y unos ojos profundos de color azul, los rasgos del niño diferían de sus compañeros, inconscientemente toco su rostro e imagino el rostro de Harlet; "si tuviéramos un hijo se vería así,", cuando sus pensamiento llegaron ahí..

avataravatar
Next chapter