3 Capítulo 3: Di Tus Últimas Palabras

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

—¿No has visto los avisos todavía?

Li Zheng estaba aún más sorprendido que ella.

—¿Anuncios?

—Perdón. Olvidé que no tienes padre, así que todavía no sabes cómo usarla.

Él se golpeó la frente y maldijo con una expresión de enojo:

—¿Quién cometería tal pecado? Todo es culpa de esa persona. Te entregó y luego se lavó las manos, dejando a una pequeña joven como tú aquí abandonada. Merece que lo maten con mil cuchilladas y ser condenado a una eterna soledad.

Maldecía mientras tomaba la tarjeta de identificación de sus manos. De alguna manera misteriosa, la tarjeta con forma de murciélago se volvió roja y el número 5 en ella se transformó en un signo de exclamación.

"¡Guau! ¡Quién hubiera adivinado que esta tarjeta de identificación era de tan alta tecnología!".

—¿Ves esto? Es la señal de advertencia de la gran guerra. Si observas que la tarjeta cambia de color en el futuro, no deambules por las calles en ese momento.

Él le mostró la tarjeta.

—Es un caos allá afuera, por lo que mi tienda también cerrará en los próximos días. Ya no trabajaré.

—¡Espera!

Yao Si todavía seguía confundida.

—Esa gran guerra que mencionaste, ¿de qué se trata? ¿Contra quién luchas?

—Contra esos idiotas occidentales, por supuesto.

Li Zheng golpeó la silla a su lado, le hizo un gesto para que se sentara, y luego comenzó a contarle la historia.

La actual estructura interna entre los vampiros no era tan armoniosa; todavía prevalecían algunos conflictos. En resumen, los principales miembros se dividieron en dos facciones, la occidental y la oriental. Cada lado tenía su propia política y sistema de gestión.

De vez en cuando, ambos bandos chocaban y se producían sangrientos enfrentamientos. El principal conflicto fue la actitud de cada uno frente a los humanos.

El lado occidental promovió la paz y la armonía, abogando por vivir sin inferir unos con otros, ocupándose cada uno de sus propios asuntos. La facción oriental, por otro lado, se concentró en la integración, sugiriendo que debían mostrarse ante los humanos y promover el desarrollo mutuo. Y fue por esto que las dos facciones estaban enfrentadas y se libraron innumerables batallas.

—Nosotros, los vampiros jóvenes ya somos una especie exótica, ¿entonces qué tiene de malo convertir a algunos humanos?

La cara de Li Zhengse se llenó de angustia y continuó:

—Esos occidentales incluso se llamaban a sí mismos conservadores, pero en mi opinión, ¡todos son reaccionarios!

—Mmmm...

"¿Por qué siento que nos parecemos más a los reaccionarios?", pensó Yao Si.

—Convertir a todos los humanos en vampiros jóvenes… solo el gran jefe enemigo de las películas podría hacer tal cosa.

—Tonterías... Debes haber visto demasiadas películas occidentales para pensar así. Los humanos son tan vulnerables, fáciles de diagnosticar con enfermedades incurables ¿Qué tiene de malo ser un vampiro joven cuando solo se trata de un cambio en la dieta? Al menos, no se enfermarán de nuevo.

Lo que dijo tenía algún sentido.

—De todos modos, nosotros, los vampiros jóvenes, solo podemos transformar a un descendiente durante nuestra vida, así que, para ser correctos, somos los que sufrimos la mayor desventaja.

¡¿Existía tal situación?! Sin embargo, ahora que Yao Si reflexionaba sobre el asunto, no estaba tan mal eso de no tener que beber sangre humana tan a menudo como lo había visto en las películas siendo una vampira joven. Aunque tenían menos opciones de alimentos, la inteligencia de los amantes de la comida en el gran imperio celestial era ilimitada. Si llegara el día en que todos los humanos se convirtieran, es probable que inventarían más de cien maneras de cocinar solo la sangre de pato.

—Sisi, todavía eres joven, pero no puedes comportarte del modo que lo hacen los occidentales.

Tomó sus manos y le habló con seriedad:

—Esas películas y novelas de vampiros occidentales mienten. Sin duda son los trucos de la facción occidental; es una conspiración. Están jugando con la opinión del público. Es una evidente forma de evitar la invasión cultural del oponente. ¡Debes tener la mente clara y estar atenta!

Era difícil percibir con la primera impresión que el hermano Li tenía una conciencia política tan profunda que incluso ella se sentía persuadida. Las manos de Yao Si le dolían porque el hermano Li las sostenía con mucha fuerza. Para evitar que él se agitara aún más, solo pudo asentir con la cabeza y estar de acuerdo, expresando su decisión inquebrantable de quedarse con la facción oriental.

—Lo sé, mi hermano; pertenezco al lado oriental.

—Buena muchacha.

Le dio una palmadita en el hombro con alegría, luego reflexionó por un segundo y comenzó a explicarle de nuevo:

—Por cierto, escuché que esta gran guerra no es tan simple. Todos los vampiros viejos de primera, segunda y tercera generación nos movilizamos. Perdimos a muchos de nuestra especie en la ciudad A. Aunque esa batalla se libró lejos de aquí, no debes salir de la casa por unos días para estar a salvo.

—Está bien, hermano Li; entiendo.

—Ah, los nuevos como tú deberían tener a sus padres a su lado para estar seguros. Y ahora que también perteneces a la quinta generación, en absoluto no... ¡Espera!

Él se volteó para mirarla y le preguntó:

—¿Ya ha despertado tu habilidad?

—Aún no.

—¿Ni siquiera una? —expresó Li Zhengse con sorpresa. Ya habían pasado cuatro meses.

En cada nuevo vampiro joven, se despertarán algunas habilidades especiales, más fuertes o más débiles. Las más básicas eran la velocidad, la fuerza y los cinco poderes elementales: metal, tierra, plantas, fuego y agua. Otros tenían poderes especiales como el control del tiempo o las dimensiones, pero esos eran bastante raros. La fuerza de las habilidades también estaba relacionada con la generación; la primera generación es la más fuerte y las que le siguen después tienen poderes de menor envergadura.

—De verdad, no lo ha hecho —expresó Yao Si negando con la cabeza.

Ella en efecto no sentía nada extraño en su cuerpo.

—Tal vez es porque soy de la quinta generación. Demasiado débil, por eso...

—Eso no es posible. He visto a un vampiro joven de sexta generación con la habilidad de la supervelocidad.

A pesar de no ser muy fuerte, no había ninguna razón por la cual un vampiro joven de la quinta generación no pudiera despertar su habilidad.

—Ah… si solo la persona que te convirtió estuviera aquí. Podría sentir tu habilidad a través de la conexión sanguínea.

Después de una pausa, Li Zheng agregó:

—Todo es culpa de ese idiota. ¿Quién abandona a su único descendiente? Ahora ni siquiera puedes... Argh.

Estaba a la mitad de sus maldiciones cuando de repente se dio una palmada en el muslo y manifestó con emoción:

—Recuerdo que hay una forma en la que puedes poner a prueba tus habilidades.

—¿De verdad? —exclamó Yao Si levantándose de un salto.

A pesar de que ella era una debilucha entre los vampiros jóvenes, tener una habilidad especial era mejor que nada.

—¿Cómo?

—Espera aquí.

El hermano Li se dirigió hacia un pequeño compartimiento detrás suyo y comenzó a hurgar en los cajones. Le tomó unos minutos antes de encontrar un objeto largo y rectangular. Se lo pasó a ella muy emocionado.

—Aquí está.

Yao Si se quedó mirando el objeto, estupefacta e incapaz de volver a la realidad. Era... Sintió que sobresalían las venas en su frente.

—Hermano, no estoy casada.

—Lo sé.

—Tampoco he estado en una relación.

—¿Eh?

—Ni he tenido aventuras casuales con nadie.

—Oh.

—Incluso soy una persona hogareña.

—¿Y?

—Y...—expresó retorciendo la comisura de sus labios—¿Por qué me das una prueba de embarazo?

***

Cuando Yao Si regresó de la casa de Li Zheng, la luna ya se había elevado en lo alto del cielo.

Para su sorpresa, la prueba de embarazo que Li Zheng le había dado en realidad podía comprobar si tenía habilidades especiales, pero solo podía identificar las habilidades de los cinco elementos. Al dejar unas gotas de sangre en el papel de la prueba, aparecería una franja del color asignado a la habilidad.

Por desgracia, su sangre no reveló ninguna marca en absoluto. Podía recordar los ojos llorosos de Li Zheng después de no obtener ningún resultado.

Luego utilizó "Los tres símbolos clásicos". Era una pieza de la antigua literatura china que se escribió en el siglo XIII y aún se enseña a niños pequeños en la escuela primaria. Cada línea tiene tres símbolos y cada oración tiene seis que enseñan un principio moral. Los cinco temas centrales de "Los tres símbolos clásicos" son benevolencia, rectitud, honestidad, respeto y piedad filial.

Entonces, lo que Li Zheng hizo allí fue básicamente maldecir a los antepasados de ese hombre de manera educada. Durante media hora utilizó "Los tres símbolos clásicos" para percibir al vampiro joven que la había convertido.

Yao Si mentiría si dijera que no estaba decepcionada. Hace poco se había convertido en una vampira, no tenía padres y ahora ni siquiera podía despertar ni una sola habilidad especial. Como si eso no fuera suficiente, ella también era una vampira joven de la quinta generación.

¿Qué significa ser de la quinta generación? Digamos que, si el hermano Li, que pertenecía a la cuarta generación, no estaba calificado para participar en la lucha entre los lados occidental y oriental, ella era una debilucha sin ningún valor y solo sería una carga durante la batalla.

Sus oídos aún resonaban por el tono compasivo que Li Zheng había usado cuando ella se fue.

—Ja, ja, ja. Sisi, tal vez tu habilidad sea una especial en diez millones. No mires hacia abajo.

Demonios, ¡eso era aún más trágico!

Frotándose la nariz, se rindió. A quién le importa. Ella también tenía que apresurarse para llegar a casa y comer un tazón de cuajada para calmarse.

Al apretar la tarjeta de identidad en su mano que se había puesto roja, no sentía nada sobre la guerra que el hermano Li había mencionado, esa pelea entre las facciones del este y del oeste. Sin mencionar que no hace mucho tiempo todavía era una buena muchacha que había nacido bajo la bandera roja del socialismo, criada en el glorioso viento primaveral y vivido en una época pacífica. Solo había visto la palabra guerra en televisión y películas.

Además, la ciudad A, en la que se había producido el violento conflicto, estaba a decenas de miles de millas de distancia de la ciudad F donde ella vivía. Ella era solo una debilucha perteneciente a la quinta generación que no estaba en condiciones de alistarse, por lo que las llamas de la guerra civil nunca la afectarían.

Y de pronto…¡pum!

Un fuerte sonido agudo atravesó la noche, y una silueta negra pasó a su lado. Una gran caja de luz cayó de repente desde arriba, aterrizando justo delante de ella y luego romperse en pedazos. Se esparcieron pedazos de vidrio afilado por el suelo, habiendo solo un paso de distancia entre ella y los restos de la caja.

Una expresión desdeñosa sonó por encima de su cabeza

.—Eh, ¿toda tu facción oriental está llena de este tipo de debiluchos?

"¡Oh, mierda!".

A medida que las palabras que Yao Si había pensado hace unos momentos resonaban en su cabeza, su confianza se derrumbó.

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