5 Capitulo 5 - Celos

Estaba completamente paralizado por el miedo, y no solo yo, la chica que cayó encima de mí también estaba muy asustada. Podía sentir que estaba temblando e incluso, verla llorar. Sus manos estaban apretando mi pecho con mucha fuerza.

Sabía cómo eran los celos de Vyvyan, pero no creí que fueran tan extremos como para que terminaran asustando a esta pobre chica. Debo detenerla lo antes posible o esto podría salirse de control.

– Señorita… Sería tan amable de moverse un poco.

La chica no me respondió; al parecer el miedo la estaba consumiendo desde adentro. Al parecer ella no se podía mover, así que tomé la iniciativa y comencé a moverme. Con un poco de mis fuerzas aparte a la sirvienta.

Mire a Vyvyan y ella estaba muy atenta, no decía nada y solo estaba observando con una mirada demasiado aterradora.

– Vyvyan, serías tan amable de calmarte, ella no lo hizo a propósito así que perdónala por este ligero error.

Ella no contesto. Seguía observando, manteniendo una fuerte presión sobre nosotros. No sabía si estaba en lo correcto, pero creo que Vyvyan está más atenta a la chica; ella no me estaba escuchando en absoluto.

– Bueno… – di un ligero suspiro y miré a la sirvienta –. Espero no ser impertinente, así que disculpa por lo que voy a hacer.

Con mucho cuidado agarre a la chica (que aún estaba en el suelo) y la levante. Fue algo espontaneo y para ser más exactos, la estaba cargando como a una princesa. Era muy ligera y aprecia que estaba tranquilizándose un poco.

Cuando estaba a punto de camina junto con ella, note algo estaba sujetando mi ropa desde la espalda. Mire hacia atrás, y al parecer eran los dedos de Vyvyan lo que me había atrapado; ella me estaba sujetando desde mi ropa. Voltee a ver de nuevo a la chica y la otra mano de Vyvyan estaba sujetando a la chica.

Vyvyan la arrebato de mis brazos y sin ningún cuidado, arrojo a la chica a un lado. Su cuerpo impacto contra el suelo y yo no pude evitar sentirme asustado por la manera en que trato a su sirvienta.

– ¡Vyvyan tranquilízate! Ella no hizo nada malo, no tienes por qué tratarla así..

Ella seguía sin decirme nada. Camine para socorrer a la joven que apenas y logro sobrevivir al impacto, pero Vyvyan se levantó de la mesa.

– Espera Vyvyan… ¡Que estas…!

Extendió su mano y me atrapo en ella sin previo aviso. Estaba confundido, ¿qué me iba hacer? Ella me estaba llevando hacia sus pechos y me aguardo adentro, pero esta vez se sentía mucho más apretado, no podía moverme debido a la presión.

Vyvyan estaba siendo mucho más agresiva, y cada vez que yo me movía, ella me apretaba con sus pechos. Por mas que intentaba hablar con ella, simplemente no me respondía.

#Vyvyan#

¡¿Quién es esa mujer?! ¡¿Porque está encima de mi Mack?! ¡Ella lo hizo a propósito para esta cerca de él!

Seguí observando a ambos para ver qué pasaba. No podía dejar que Mack me viera matando a esa sirvienta, así que di lo mejor de mí para no hacerlo. Yo se lo prometí a mi cariño… le prometí que no mataría a nadie, pero… ¡Es muy difícil!

Mack estaba hablándole a la sirvienta para que se quitara de encima, ¡pero ella no quería! Cada vez me sentía más furiosa ¡Quien es esta mujer para robarse lo que es mío! Mack me pertenece y no se lo daría a ninguna mujer…. Espera… ¡Mack! ¡¿Qué estás haciendo?!

No podía creer lo que estaba viendo. Mack la levanto del suelo y… y… la estaba cargando como a una princesa… ¡Como a una princesa! ¡Él nunca me había cargado así!

Solo una vez me había llevado en su espalda, pero ahora, él estaba cargando a una chica cualquiera frente a mí… ¡Su novia! ¡Bien! Hasta aquí llego mi limite, no puedo soportar más esto.

Mack estaba a punto de irse con esa mujer, así que lo detuve sujetándolo desde su ropa. Cuando él se distrajo, tome a esa mujer y la arroje a un lado como un pedazo de basura; eso es lo que ella.

Esa mujer se atrevió a tocar a mi novio y la mataría ahora, pero será en otro momento… No quiero que Mack me vea. Me levante de la meza y lo tome para aguardarlo entre mis pechos. Mack se movía mucho, pero yo lo apretaba cada vez que intentaba escapar de mí para ver a esta mujerzuela a mis espaldas. Les di un último vistazo a esas tres sirvientas y me marché a toda prisa hacia mi habitación sin decir una sola palabra.

#De vuelta al presente#

– Vyvyan, tranquilízate… me estas aplastando, t-ten cuidado conmigo… Ella no hizo nada malo.

–…-

Vyvyan caminaba por los pasillos son mucha prisa; estaba ignorando todo a su alrededor. Ella me estaba escuchando, pero no me respondía. Siguió su caminando hasta que se encontró a la señorita Lucia cerca de la puerta de su cuarto.

– ¡Lucia! – hablo con fuerza Vyvyan –. Quiero que encierres a las tres sirvientas que se quedaron en el jardín. Mañana envíalas a mi oficina ¡Entendiste!

– S-sí su… ma-majestad. Las encerrare ahora mismo en el calabozo subterráneo.

– Tiene totalmente prohibido molestarme. Si alguien se acerca… los asesinare de inmediato.

– ¡Claro su majestad! – respondió inmediatamente Lucia –. Daré el aviso para que nadie la interrumpa en su descanso-

Vyvyan entro a su habitación sin decir nada más, cerrando la puerta con llave. Bajo todas las cortinas, se quitó las zapatillas y las medias, y se introdujo en su cama conmigo entre sus pechos. En cuanto intente decir algo, ella se tapó con las sabanas completamente y se acostó haciéndose bolita.

#En el jardín#

Después de que vieron como la reina se retiró del jardín, Alexis y Zury fueron para ayudar a Amber.

– ¡Amber! – gritaron Alexis y Zury al mismo tiempo.

Amber estaba en él suelo, parecía más como una muñeca de trapo abandonada en la mesa que una persona. Se había lastimado debido a la fuerza que aplico Vyvyan sobre su cuerpo. Tenía un brazo roto y sus piernas presentaban algunos moretones.

Alexis y Zury llegaron pasa correrla.

– ¡Alexis, ayúdame a levantarla! Debemos llevarla a la enfermería para curarla.

– ¡Claro! Tu toma su brazo izquierdo y yo me encargo del derecho.

– Ten cuidado, Amber esta lastimada de ese lado.

Las chicas estaban a punto de salir del jardín, cuando vieron a Lucia llegar con varios guardias.

– Aguanta un poco Amber, ya llego la ayuda – comentaron amabas sin pensar que era todo lo contrario.

Lucia hizo una seña con las manos y los guardias esperaron, después camino hacia las tres chicas mientras las miraba con decepción.

– ¡Ustedes! – dice con enojo –. ¿Qué hicieron para que la emperatriz estuviera muy enojada? – Lucia paso su mano por su cara y volvió a preguntar –. ¿Acaso no le dije que no cometieran algún error?

– Pe-pe-pero señorita Lucia, no fue a prop…

– ¡Suficiente, no quiero escusas! Les advertí que pasaría si cometían un ligero error – Lucia soltó un fuerte suspiro y miro a las tres jóvenes –. La emperatriz me dio órdenes de encerrarlas… y llevarlas con ella a la mañana siguiente, así que… ¡Guardias! Llévenselas y enciérrenlas en el calabozo subterráneo – dijo esa palabras con cierta tristeza.

– ¡No! Por favor señorita Lucia, necesitamos curar a Amber, está muy lastimada.

– ¡Por favor señorita Lucia! Cure a nuestra amiga. Nosotras iremos al calabozo, pero por favor, ayúdela.

– Si ustedes hubiera obedecido, esto no hubiera pasado… – Lucia extendió sus alas y salió del jardín sin ver como los guardias capturaban a las tres chicas.

Alexis y Zury quedaron mudas, y comenzaron a odiar a Lucia por su indiferencia hacia su amiga. Ambas querían explicar los hechos, pero cada vez que hablaban eran abofeteadas por los guardias. Llorando en silencio, solo podían observar cómo Amber (a pesar de su condición) era arrastrada también al calabozo.

#En la habitación de Vyvyan#

Vyvyan estaba llorando en silencio bajo las sabanas, y yo seguía atrapado entre sus pechos.

– Amor, no llores… Solo fue un accidente. Ella se resbalo sobre mí y estaba paralizada por el miedo – trate de explicarle lo que había pasado –. La cargue para hacerla a un lado, ¡eso es todo! No estoy enamorado de esa chica…. por favor, créeme.

– Pe-pe-pero me pro-prometiste que nunca tocarías a ni-ninguna chica… ¡Eres un mentiroso! No debí sacarte de mis pechos y dejarte que comieras afuera.

-Vyvyan, tranquilízate… No paso entre ella y yo ¡Tú lo viste! Aun te sigo amando y todo esto fue un accidente.

– ¡No! Esa mujer te quiere alejar de mí. – el corazón de Vyvyan acelero de un momento a otro –. Yo he estado varios años contigo y… y… ¡Nunca me has cargado como a una princesa! – grito como una niña berrinchuda –. Tu eres muy popular con la chicas. En ese entonces no podía hacer nada, pero ahora puedo protegerte de todas ellas.

No podía razonar con ella. Cuando Vyvyan está enojada siempre se comporta de esta forma. Una vez golpeo a una chica porque ella creía que se me estaba confesando, pero en realidad solo me pedía la dirección de un lugar. Me costó mucho calmarla y después de lo sucedido, ella fue mucho más atenta conmigo. Me tomaba del brazo, miraba por los lados, he incluso, tenía que pedirle permiso para ir al baño; fue días muy agotadores.

Una vez desobedecí sus reglas y fue todo un dolor de cabeza. Ella me hizo la ley de hielo, no me hablaba y me tomo un largo tiempo para que dejara su berrinche. Después de muchos apapachos, besos, cariños y de más mimos… ella se calmó. La amo con todo mi corazón, pero ella tiende ir a los extremos cuando se trata de mí.

– Cariño… después de lo que sucedió hoy, he tomado la decisión de que estarás siempre conmigo.

– ¡¿Qué?! – grite inmediatamente –. No crees que te lo estas tomando muy apec…

– ¡A callar! Soy tu novia y no quiero que otras chicas te vean o te toquen sin mi permiso. Tú me perteneces y si te vas sin mi permiso te castigare – ella me volvió a apretar con sus pechos como advertencia –. No quiero que mi futuro esposo tenga una amante. Así que matare a cualquier mujer que intente llevarte lejos de mi lado.

– Pero Vyvyan… Me prometiste que no matarías a nadie.

– ¡Y tu rompiste tu promesa cuando la abrazaste enfrente de mí! Mi corazón sufría al ver como abrazaste a esa sirvienta.

– Si te sentías tan mal… ¿Porque no me la quitaste de encima? Si tú me la hubieras ayudado, yo no la hubiera abrazado.

– Si hubiera actuado antes, ¡la habría matado! Me estaba conteniendo para no hacerle daño. Yo quería matarla en ese momento, pero recordé nuestra promesa y no lo hice.

Ella estaba demasiado enfadada. Esta no era la primera vez que la veía enojada, pero ahora, podia sentir que su enojo se encontraba a otro nivel. Vyvyan es capaz de matar seres inocentes solo por mí. Tenía que buscar la manera de tranquilizarla lo más pronto posible.

– Vyvyan… ¿Recuerdas mi promesa? Jure que estaría para siempre a tu lado, y que me volvería el más poderoso para protegerte si alguien quisiera hacerte daño.

Vyvyan estaba escuchando atentamente mis palabras. Necesitaba que mis emociones llegaran a su corazón.

–Adoro estar siempre a tu lado. Deseo pasar mis días contigo, pero si me mantienes siempre a tu lado sin poder salir, nunca cumpliré mi promesa… No podre protegerte. Quiero que confíes en mi Vyvyan… Ten confianza de que cuando esté listo, seré yo quien pida tu mano y te tome como mi esposa para tener una vida juntos, te lo prometo.

Vyvyan escucho mis palabras y poco a poco, comenzó a sollozar.

– ¡Cariño! – Ella me saco con cuidado desde sus pechos – ¡Te amo! ¡En verdad te amo! Perdóname si te hice daño, y-yo no quería hacerlo a propósito.

Vyvyan no dejaba de besarme. Por fin se había calmado y yo también. Si ella perdía el control no sabría como detenerla.

– ¿Enserio me tomaras como tu esposa?

Vyvyan salió de sus cobijas y por fin pude mirarla; estaba demasiado roja y sus lágrimas adornaban sus pestañas. Se que era un momento especial pero le hice una pequeña travesura.

Ella estaba acostada, así que me fui caminado hacia su mejilla y le di un dulce beso. Vyvyan siempre me había besado antes (ella tomaba la iniciativa), así que era mi turno. Después de darle un beso, me fui a su oído y le susurré.

– No sería un hombre si rompiera mi promesa. Me volvere fuerte y te tomare como mi esposa mi amor.

Salte a la almohada y ella se dio la vuelta. Su sonrisa siempre calmaba mi corazón. Quiero proteger su felicidad a todo costo y verla feliz para toda la vida. Ahora tengo una verdadera meta, y esa es quedarme siempre a su lado.

– Vyvyan – me acerqué a sus labios y le di un cálido beso – Nunca te daré sola, y te lo repetiré hasta con mi último aliento… te amo – Vyvyan me devolvió el beso.

– Yo también te amo Mack, siempre te amare. Se que… puedo llegar a enojarme mucho, pero lo hago porque me preocupas. No sé qué haría sin ti mi cariño.

– Está bien amor, sé que te preocupas mucho pero… deberías de confiar más en mí. Sé que no lo haces con malas intenciones, pero te demostrare que no me importa cuántas mujeres vengan hacia mí, ¡nunca te cambiare por alguna de ellas!

– ¡Claro que si amor! Yo las matare antes que se acerquen a ti.

Vyvyan aún le costaba confiar en mí, pero le demostrare que no hay nada de qué preocuparse. Soy su fiel caballero.

– Bueno… ¡Ya es hora de dormir! Te prometí que dormiría en tus pechos y voy a cumplir mi palabra – ella estaba a punto de tomarme para colocarme en sus pechos, pero la detuve.

– ¿Que pasa cariño? ¿No quieres dormir conmigo?

– No es eso, yo mismo lo hare.

– Cariño… Mi cuerpo siempre será tuyo. Puedes dormir donde tú quieras y siempre te dejare dormir cerca de mí.

Fui caminado directamente hacia los pechos de Vyvyan, pero cada paso que daba le daba cosquillas a Vyvyan.

– Jijiji… Me haces cosquillas.

Sus risitas me hacían muy feliz y su estado de humor fue un verdadero cambio. Será difícil hacer cambiar sus celos, pero lo hare poco a poco.

No me tomo mucho llegar a sus suaves malvaviscos. Me adentre en ellos y trate de ponerme lo más cómodo posible. Vyvyan seguía totalmente roja de sus mejillas.

– Hasta mañana amor, te amo.

– Yo igual te amo cariño, que descanses – Vyvyan se acomodó en la cama y apago las luces dando un simple chasquido –. Tratare de no moverme mucho para no aplastarte cariño, así que no te preocupes.

– Espero que no… Descansa cariño.

Cuando estaba a punto de cerrar mis ojos, vi que Vyvyan dirigió sus manos hacia mí y me cubrió con ellas, dejando sus dedos entreabiertos para que pasara el aire y no muriera asfixiado. No me tomo mucho tiempo para dormirme.

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