3 Capítulo 3 - Cena

Podía sentir que estaba flotando cuando me acosté en la cálida piel de Vyvyan. Me hacía sentir bastante bien que no paso mucho tiempo para que quedara dormido; la cálida sonrisa de Vyvyan hacia que me sintiera mucho más tranquilo.

# VYVYAN #

– Cariño... Te vez tan lindo mientras estas durmiendo en mis piernas – contemple como Mack dormía entre mis piernas – .Como desearía que esto durara para siempre.

No pude resistirme, y aproveché que Mack estaba durmiendo para darle ligeros apapachos con mis dedos. Estoy tan feliz de que por fin, después de tanto tiempo, Mack estará a mi lado.

– Eres tan suavecito como un muñequito y tu cabello... ¡Es igual de lindo! – solté un fuerte suspiro –. Eres tan especial como la primera vez que nos conocimos. Siempre te preocupabas por mí que jamás olvidare cada momento que pasamos juntos.-

Mack comenzó a arrullarse como si fuera un niño y yo trataba de no morir de ternura por verlo. Verlo de esta forma tan indefensa mientras dormía ¿No sabes que muchas chicas quiere atacarte y llevarte lejos de mi?

– No dejare que nadie te aleje de mí y te vigilare de día como de noche-. Cualquier chica que se te acerqué sin mi permiso desaparece sin que tú lo notes – empecé a sentirme molesta al pensar en eso –. Cualquiera que trate de hacerte daño morirá enseguida y si tu... desaparecieras de este mundo, buscaría la manera de traerte de vuelta conmigo ¡Sin importarme ser enemiga de la humanidad! Todo lo que necesito es tenerte a mi lado.-

No podía dejar de acariciar a Mack; parecía que mis dedos actuaban por cuenta propia. Muy pronto comenzaría la cena, así que era momento de resguardar a Mack. Lo tome ligeramente entre mis manos (cuidando que no despertara), le di un tenue beso y lo aguarde entre mis pechos.

– Te llevaras una linda sorpresa cuando despiertes cariño – mire a Mack alegre con ciertos toques de picardía.

# EN ALGUNA PARTE DEL CASTILLO #

– ¡Dense prisa! La reina quiere algo para cenar.-

– ¡Estamos haciendo todo lo que podemos! Además, no es fácil alimentarla.-

– Somos los mejores cocineros cuando se trata de hacer la comida, deberías de sentirte honrado de hacer su comida.-

– Lo siento, pero aun así esto sigue siendo una tarea difícil de hacer.-

Todos los del personal estaban muy apurado mientras preparaban el alimento de la reina. Mientras algunas estaban enfocadas en sus tareas, yo miraba con asombro todo el esfuerzo que estaban haciendo para complacer a la reina.

– ¡Oye nueva, ven! – La dama de llaves me llamo la atención.

– ¿S..s..sí? – conteste con voz temblorosa.

– No tengas miedo de mi niña, solo te llamo la atención porque eres una de las nuevas sirvientas. Ahora mismo nuestra reina consiguió a un humano como mascota y está totalmente prohibido que nos dirijamos hacia él.-

La ama de llaves se detuvo un momento de todos sus quehaceres y hablo de manera muy seria conmigo.

– Ella nos mandó un claro mensaje. ¡Nadie debe de lastimarlo o verlo sin su permiso! Si alguien rompe esa regla solo le esperara un castigo que es peor que la muerte – sus palabras me estremecían y escuchar a mi superior decir eso, me ponía más nerviosa de lo que ya estaba.

– Pe... ¿Pero porque nuestra reina quiere mantener a un débil humano bajo su protección?-

– No estoy muy segura sobre eso, pero por alguna extraña razón, a las sirvientas o cualquiera de nuestro personal femenino tiene estrictamente prohibido acercarse al humano de la reina.-

– ¡¿Enserio?! – no podía creer lo que dijo.

– Hace poco paso una tragedia. Una de nuestras compañeras fue asesinada por nuestra reina.-

– ¿Q... Que hizo ella para hacer enfurecer a la reina? – no podía evitar sentir cierta curiosidad.

– No estoy muy segura de los detalles. Tres sirvientas fueron llamadas para ver a la reina, pero después de verla... solo aparecieron dos. Por un momento creí que la tercera se había quedado para hacerle compañía a la reina pero...-

– ¿Pero qué...?-

– Pero cuando las volví a ver de nuevo... sus rostros estaban pálidos y llenos de mucho temor. Me dijeron que la tercera sirvienta fue pisada hasta morir, pero no me dieron muchos detalles del por qué la reina se había enojado con ella.-

Ya no me sentía nerviosa... ¡ahora me sentía aterrada! ¿Qué puedes hacer como para que la reina te asesine de esa manera? Seguí preguntándome mil cosas más hasta que la ama de llaves toco mi hombro.

– Tranquila niña, solo debes tener cuidado de no romper alguna regla si no quieres terminar aplastada bajo el zapato de la reina, y evita cometer alguna tontería ¡Entendiste!-

– ¡Sí! -

Terminamos nuestra plática, pero siempre estaba atenta a todos los consejos e historias que me contaban mis compañeras de trabajo.

# MACK #

Me encontraba caminando por una ciudad de golosinas. Caramelos, galletas, pasteles... era un mundo que me habría el apetito. Mire por todos lados hasta que algo llamo mi intención. Eran un par de enormes malvaviscos que lucían tan apetitosos que no pude evitar ir a ellos.

– ¡Vaya! Que suaves están estos malvaviscos – mis manos se hundieron con facilidad en la suave superficie –. Por alguna razón son gigantescos pero... me gustaría que Vyvyan estuviera aquí conmigo para poder probarlos.

Era muy extraño. La última vez estaba durmiendo entre las piernas de Vyvyan y ahora me encontraba en esta extraña ciudad.

– Me adelantare un poco – escale los malvaviscos y comencé a jugar –. Son muy suaves y tienen un rico aroma a... ¡dulces! – Desde niño he querido comerme uno de estos – ¿Por dónde debería empezar? Supongo que eso no importa - empecé a chupar los gigantescos malvaviscos.

– ¡Cariño! -

– ¿Qué fue eso? – Reaccione inmediatamente – ¿De dónde salió ese sonido? – mire por todos lados pero no note nada –. Bueno... ¡Supongo que continuare!

Me volví a acostar y comencé a morder el malvavisco. Era tan suave, incluso, estaba calientito; era como si estuviera recién hecho.

– Ma... Mack esos... Esos no son... ¡Detente!-

La voz volvió y se repetía a cada momento que saboreaba los malvaviscos. Estaba tan concentrado que no le preste atención. Seguí saboreándolos hasta que sentí un terremoto.

– ¡¿Que está pasando?! ¡¿Por qué los malvaviscos se están acercando a mí?! Me están apretando ¡Auxilio!-

– ¡Mack, Mack!-

La voz me llamo por mi nombre volvía y los malvaviscos me aprisionaron hasta que ya no podía ver nada. Poco después llegue abrir mis ojos. Estaba un poco confundió por lo que me sucedió.

– ¿Vyvyan que paso aquí? ¿Y los gigantescos malvaviscos a donde se fueron? -

– ¿Malvaviscos? – Vyvyan contesto confundida – Nunca hubo malvaviscos cariño, al parecer tenías un sueño. -

Me tranquilice por un momento y mire los alrededores. Me encontraba un poco aturdido. Toque un poco los lados y note algo bastante suave.

– Ca... Cariño aquí no. Nos ve... Verán las sirvientas... �� Vyvyan soltó un leve gemido.

Me tomo algo de tiempo para que me despertara completamente y me lleve una grata sorpresa.

– ¿Que paso aquí? ¿Porque estoy durmiendo en sus pechos? ¿Tenía demasiado sueño para no darme cuenta de cómo llegue aquí? – me pregunte muchas mientras estaba ahí guardado entre sus pechos. -

# COCINA DEL CASTILLO #

– ¡Ya está todo listo ama de llaves! La comida de la reina está hecha.-

– ¡Perfecto! Hiciste un buen trabajo cocinándolo, te felicito chef.-

– Muchas gracias ama de llaves, no soy digno de sus elogios. Ahora solo es cuestión de que se lo lleven a nuestra reina.-

– No te preocupes por esos detalles, ya tengo asignadas a las sirvientas que le llevaran la comida a la reina.-

– Está bien. Con su permiso me retiro, tengo que preparar los demás alimentos para la servidumbre.-

La ama de llaves se despidió del chef con un ligero saludo, y se dio la vuelta para buscar a las sirvientas que dejaran la comida a la reina.

– Muy bien señoritas, hagan una fila – todas nos formamos –. Solo seleccione a 10 de ustedes para que sirvan la cena a nuestra reina, así no quiero que lo arruinen – pude sentir como me observo al decir eso –. Enviare algunos demonios de alto rango para que les ayuden a llevar la comida. Ustedes estarán presentes en la cena de la reina por si necesita algo ¡No hagan alguna tontería o serán castigadas por la reina! Ella no dudara en matarlas... así que tengan eso en mente.

Me sentía muy nerviosa, la ama de llaves no dejaba de darnos instrucciones y solo nos guiaría hacia el jardín de la reina, el resto dependería de nosotras. Mientras unos demonios (de unos 5 0 6 metros) llevaban la comida, nosotras permanecíamos atrás de ellos.

Caminamos hasta que al fin llegamos al jardín. Era tan hermoso, nunca había visto tanta variedad de flores en mi vida. Estaba tan fascinada por el bello paisaje hasta que alguien me susurro.

– Escucha bien niña, no levantes la cabeza a menos que te lo ordene la reina. Mira como lo hacemos algunas de nosotras y estarás bien – sonrió la ama de llaves y siguió su camino.

– ¡Muchas gracias!-

Estaba tan fascinada con el lugar que se me había olvidado por un momento el consejo de mi superior. Volví a la normalidad y me concentré en ser una digna sirvienta.

# MACK #

Me quede durante un tiempo entre los pechos de Vyvyan. Estaba muy avergonzado y no solo yo, también ella; su rostro estaba muy rojo. Me gustaba esta sensación pero de algún modo tenía que salir para poder comer.

– Bu-Bueno... Vyvyan, podrías bajarme y ponerme en la mesa por favor. -

– ¡Pero cariño! ¿No te gusta estar ahí? -

La escuche un poco triste. No quería irme de este lugar, pero pronto seria la hora de cenar y no sería nada fácil comer estando en esta posición.

– Vyvyan, me encanta estar aquí, pero pronto vamos a comer y me gustaría que cenemos juntos... frente a frente. -

– Pero amor... ¡Yo te daré de comer! Cortare algunos trozos de comida y te lo pasare, así que no te preocupes, quiero que estés cómodo mientras comes. -

Vyvyan hablaba melosamente. Ella en verdad quería que estuviera entre sus pechos pero... también yo quería tener un poco de espacio; ser alimentado por tu novia no es tan malo, pero tampoco quiera depender mucho de ella.

Tuve una pequeña discusión con Vyvyan hasta que ella accedió. Fue difícil, pero logre convencerla ofreciéndole dormir entre sus pechos cuando fuéramos a dormir. Ella se puso muy feliz, pero se le hizo difícil dejarme libre para la cena.

– Me gusto estar ahí, pero también necesito estirar los músculos. -

– ¡Pero yo quería que estuvieras más cómodo ahí! Además... no quiero que te vean las sirvientas. Si te ven es posible que traten de alejarte de mí. -

Vyvyan estaba haciendo sus berrinches y parecía más una niña pequeña que una adulta, así que fui a calmarla y platiqué con ella mientras llegaba la comida. No paso mucho cuando vi a unos seres a lo lejos; al parecer son demonios. Eran unos tipos grandes que llevaban la comida y algunas sirvientas.

Los demonios grandes dejaron la comida mientras las sirvientas alistaban la mesa. Yo estaba a un lado, pero se me hizo bastante raro que ninguno se atreviera a mirarme.

Miré a las sirvientas y al parecer casi todas son muy lindas. De algún modo hizo que me sintiera avergonzado estar frente de ellas, hasta que sentí un escalofrió en mi espalda que me hizo sacar del trance.

Voltee y mire a Vyvyan con una cara muy seria, ya no parecía la Vyvyan que conocía. Ella emanaba un aura de una verdadera reina. Miraba fijamente a los sirvientes como un dragón que estaba a punto de devorar a sus presas. El ambiente se puso muy hostil y tenía el presentimiento de que ellas terminarían muertas si cometían un error.

– Mi reina, le hemos traído la cena que usted nos pidió. Espero que sea de su agrado su majestad. – hablo una de las sirvientas y bajo rápidamente la cabeza. -

– Hiciste un gran trabajo como siempre Lucia. Puede retirarte y regresar a tus deberes. -

– Muchas gracias su majestad, no soy digna de sus elogios – la sirvienta se dio la vuelta pero hablo antes de salir –. Por cierto, dejare a algunas sirvientas aquí por si necesita algo más su majestad. -

– No era necesario que hayas traído tantas sirvientas. Solo deja a 3 de ellas, el resto se puede retirar. -

– Si su majestad – Lucia giro y selecciono a las 3 sirvientas –. Listo su majestad, con su permiso me retiro – todos hicieron una reverencia a Vyvyan y se retiraron.

Estaba muy sorprendido al ver que tan disciplinados estaban ellos, además... de que también las sirvientas que se quedaron se veían tranquilas a la vista. Mire a Vyvyan y ella aún seguía emanando la misma aura de emperatriz, estaba un poco confundido hasta que ella decidió hablar.

– Al parecer son nuevas por aquí, nunca las había visto en el castillo – soltó un leve suspiro –. Pero la verdad no me interesa. Lucia ya les habrá contado acerca de las reglas, ¿verdad? -

Solo me quede observando en silencio mientras Vyvyan platicaba con sus sirvientas. Ella tenía una cara muy seria y las chicas estaban con la cabeza abajo y con los ojos cerrados. Los ojos de Vyvyan daban bastante miedo a pesar de que no estaba dirigidos a mí, tenía una mirada un tanto sombría.

Paso el tiempo cuando por fin Vyvyan termino de darles el discurso. Toma un tenedor y un cuchillo y corto un pedazo de carne.

– Ten cariño, no te vayas a ensuciar – su voz paso de ser amenazante a una muy dulce y cantarina.

Me quedé atónito de cómo cambio su actitud de repente, actuando como si no hubiera pasado nada. Me resultaba increíble, pero mejor decidí ignorarlo. Ella puso el trozo de carne cerca de mí y yo comencé a comer. Vyvyan comía con buenos modales, como la gente de la nobleza. Ella en verdad se acostumbró después de tanto tiempo aquí... o eso creo yo.

Dejé de admirarla y comencé a comer mi pedazo de carne. Sabia bastante bien, nunca había comido una carne tan sabrosa en mi vida.

# Vyvyan #

Perdóname cariño si fui muy mala, pero tengo que ser muy estricta con la servidumbre, y en especial con las sirvientas. No quiero que ellas te miren y tratan de hacerte algo, debo de recordarles cómo comportarse y como deben tratar a mi futuro esposo.

Mientras comía, no podía evitar mirar a Mack y sentirme muy alegre porque cenáramos juntos.

Mack se ve tan lindo. Me agrado que te gustara la comida, pues si hubiera sido de otra forma, hubiera mandado a ejecutar al chef.

# Mack #

La cena fue... "normal", y digo eso porque a pesar de que Vyvyan estaba comiendo, ella no dejaba de observarlas detenidamente para evitar que ellas me miraran. Las sirvientas perecieron todo el tiempo cabizbajo y con los ojos cerrados. Era un ambiente un poco tenso con grandes cambios de humor por parte de Vyvyan pero... fuera de eso, estaba disfrutando mi comida.

– ¡Que delicioso estuvo! Jamás me había llenado comiendo carne. -

Decidí acostarme durante un rato en la mesa y cerré los ojos. No paso mucho hasta que volví a abrir los ojos y vi como algo viscoso caía hacia mí. No tuve tiempo de esquivarlo y me termino cubriendo por completo.

– Huaaa – al escuchar mi grito, Vyvyan se alarmo y dejo lo que estaba haciendo.

– ¡¿Cariño estas bien?! ¡¿No te paso nada?! -

Vyvyan rápidamente me limpio un poco con sus dedos. Al parecer me cayó encima una gota de mermelada de su pan tostado. Era una sensación extraña y de algún modo, sabía bien; tenía un sabor a fresas con zarzamora.

– Tranquila amor, no es nada grabe, solo me callo un poco de mermelada. -

-Pero espo... cariño ¡Y si hubiera sido un ataque enemigo! O alguna chica queriéndote besar... -

La charla (y su preocupación) se puso un poco fuera de lugar. Vyvyan estaba muy alterada así que tratare de calmarla.

– Tranquila cariño. Mírame, solo estoy cubierto de mermelada... Eso es todo, no pasó nada malo.-

– P-Pero, no puedo evitar preocuparme por ti... Sabía que debía dejarte entre en mis pe... -

– ¡Bueno, ya entendí! Trata de tranquilizarte cariño. -

Apenas pude detener su frase. Sentiría mucha vergüenza si dijera en donde me aguardaba, en especial frente de las sirvientas. No quiero tener una mala reputación aquí en el castillo y tampoco quiero que ella lo tenga.

– ¡Ustedes, vayan por ropa limpia para él, es una orden! – las tres sirvientas sonaban en unísono y se fueron para traer rompa limpia –. Listo cariño, pronto te traeré ropa limpia, solo espera un momento. -

– Claro amor, no te preocupes. Me limpiare un poco para no estar muy pegajoso. -

Estaba tratando de limpiarme un poco, pero sin darme cuenta, Vyvyan me tomo entre sus manos y me dirigió directo a sus labios.

– Cariño... Yo... ¡Deja te ayude! – tenía el presentimiento de que algo iba a pasar. -

– ¿Vyvyan... qué vas a hacer...? ¡Espera un momento! – ella empezó a abrir un poco su boca.

– No te muevas cariño. No podre limpiarte si te mueves mucho. -

No paso mucho para que la colosal legua de Vyvyan se dirigiera a mí. Ella me dio una lamida como si fuera un dulce. Su lengua paso por todo mi cuerpo, dejando un rastro de saliva en todo mi cuerpo. Mi mente se estaba poniendo en blanco y estaba tratando de no tener una reacción ante esta situación.

Vyvyan retajo su lengua y saboreo la mermelada que limpio de mi cuerpo. No paso mucho tiempo para que una vez más me volviera a dar otra lamida. Esta vez toda su lengua me cubrió. No podía creer lo que estaba pasando. Me estaba volviendo adicto a esto....

Fueron dos lamidas que casi retiraban toda la mermelada. Tarde en reaccionar y volví en sí. Debía de detenerla, pues si esto continuaba, no sé qué más pasaría. Respiré hondo y con todas mis fuerzas le dije.

– ¡Detente Vyvyan! ¡No es momento para esto, por favor para! -

Vyvyan se detuvo al escucharme. Lentamente aguardo su lengua y yo por fin pude descansar. Estaba bastante cansado solo por ser lamido por Vyvyan.

– Pe-pe-Perdón cariño, me deje llevar y... ¡En verdad lo siento muchísimo! -

Vyvyan pasó de ser una chica erótica a una chica muy arrepentida. Ver su linda cara triste me hizo sentir mal. Ella me coloco en la mesa y yo me limpie un poco la saliva que había dejado.

– No pasa nada amor y perdóname si te grite, no fue mi intención. Solo... ten más auto control y avísame si vas a hacer eso de nuevo - Vyvyan estaba a punto de llorar, pero se calmó cuando le hable con más tranquilidad.

– ¡Si cariño! En verdad lo siento. Te veías tan lindo que no pude resistirme. -

-Está bien amor. Ha pasado un largo tiempo desde que nos dimos un beso francés. -

Ambos nos sonrojamos y nos relajamos un poco. Ella me paso un pequeño pañuelo para que me limpiara mucho mejor.

Al cabo de un rato, las tres sirvientas regresaron y traían un traje para mí. Se detuvieron he hicieron una reverencia hacia Vyvyan.

– Su majestad, hemos traído la ropa que nos pidió para él. -

– Está bien pueden dejarlo a un lado. -

– Si su majestad. -

No me encontraba muy lejos de las sirvientas, así que me levante para tomar mi ropa. El rostro de Vyvyan volvió a poner una cara seria hacia las sirvientas y también a mí. Me dirigí para recoger la ropa pero cuando me di la vuelta, una de las sirvientas se había resbalado con la mermelada y... desgraciadamente termino cayendo conmigo. Aún estaba resbaloso por el dulce y la saliva de Vyvyan.

La sirvienta cayó encima de mí y podía sentir sus pechos encima de mí. Fue un momento tan reconfortante hasta que un mal presentimiento toco a mi puerta. Voltee y mire a Vyvyan. Sus ojos ahora eran del color de la sangre.

Vyvyan no decía nada y yo estaba muy asustado cuando la mire... Era la primera vez que tenía miedo de Vyvyan en toda mi vida.

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