445 Nadie asciende

Cuando llegaron al salón, el emperador de Tsui Oriental, Yu Cang, ya estaba adentro esperándolos. Cuando vio a los tres entrando, inmediatamente se puso de pie y se inclinó hacia Yi Qing.

—Yu Cang saluda al Emperador Celestial —era increíblemente humilde. Nadie hubiera adivinado que era el mismo hombre que antes había estado lleno de una ira tan justa.

Los tres lo ignoraron y continuaron caminando derecho. Shen Ying tomó el asiento principal mientras se desplomaba en su silla, con un brazo apoyado en el posabrazos. Yi Qing se quedó a su lado y recogió pasteles para que los comiera por costumbre. Los colocó en la mesa lateral junto a Shen Ying.

Lonemoon, por otro lado, tomó el asiento más cercano a él en la plataforma inferior. Miró al incómodo Yu Cang y sonrió. ꟷJoven Emperador Yu, ¿a qué debemos este honor? ¿Sus discípulos nos informaron mal? ¿No estabas buscando al Emperador Celestial Lan Hua? ꟷmencionó eso a propósito.