58 Capítulo 58: Compensación

Huo Mian negó con la cabeza.

—No, solo quisiera darle más tiempo a mi madre. Después de todo, no está muy bien de salud y temo que no pueda soportarlo.

Qin Chu contempló los ojos de Huo Mian por largo tiempo, perdiendo, de última, ante la sinceridad de éstos.

—De acuerdo, lo haremos a tu manera —dijo Qin Chu, levantándose para irse.

—¿A dónde vas?

—De regreso a la compañía —replicó Qin Chu, removiendo su bata y dirigiéndose afuera.

—¿Por qué no comes algo antes de irte? Hay una cafetería para empleados abajo —insistió Huo Mian, arrepintiéndose inmediatamente de sus palabras. ¿Cómo podría alguien como Qin Chu comer en una cafetería de empleados?

—No, estoy bien.

De nuevo, declinó. Aproximándose a la puerta, Qin Chu se vio la vuelta, como si repentinamente hubiera recordado algo, tomó el vaso de agua tibia y lo bebió todo.

—Sabe bastante bien.