Capítulo 25: Órdenes.

En realidad tomaban diez minutos para llegar a la oficina del director desde el departamento de Obstetricia y Ginecología, pero Huo Mian logró alargar los minutos a quince al caminar muy lentamente.

El Director Wu Zhongxing era un hombre de más de cincuenta años, con un rostro cuadrado, ojos agudos, y una manera de hacer las cosas a la antigua.

Por supuesto, como una interna de enfermería que había estado trabajando en el hospital de primer grado por menos de un año, Huo Mian aún no había tenido el honor de conocer al director en persona.

Solo lo había visto en fotografías de la página web oficial del hospital. Por lo que había oído, el director fue un sobresaliente profesor de ortopedia en su juventud.

Además, había un profesor visitante en Europa varias veces en el pasado. 

Sin darse cuenta, había llegado a la oficina del director. Parado en la puerta estaba un hombre elegante, vistiendo un traje pulcro y lentes de marco dorado.

—¿Tu eres Huo Mian? —habló primero el hombre.

—Sí.

—El director te está esperando adentro. Puedes pasar.

—Está bien —asintió Huo Mian. Luego, sintiéndose un poco ansiosa, golpeó la puerta.

—Adelante —dijo una voz profunda y solemne desde adentro.

Huo Mian entro para ver al director. Como era de esperarse, lucía prácticamente idéntico a las fotos, y su bata blanca de médico era extremadamente brillante.

A pesar de que el director aún no tenía sesenta años, su cabello ya tenía mechones blancos y había claras arrugas en la esquinas de sus ojos.

—¿Eres Huo Mian? —dijo el director, iniciando la conversación.

—Lo soy.

—Ven y siéntate.

La actitud del director era sorprendentemente amigable. Esto, sin embargo, hizo que Huo Mian se sienta incluso más incómoda.

—Está bien, solo me quedaré parada —dijo Huo Mian. Aún estaba un poco retraída.

—No tengas miedo. Sentémonos y hablemos. —gesticuló el director, invitando a Huo Mian a tomar asiento.

Huo Mian pensó que si lo rechazaba de nuevo, parecería irrazonable. Así que fue hacia el sofá negro y se sentó en él.

—Este es el caso: Te llamé aquí hoy porque tengo una tarea muy importante para ti.

Huo Mian asintió.

—Claro, director. Por favor dígame. Siempre y cuando esté dentro de mis capacidades, le prometo que haré lo mejor que pueda.

—Ayer, un oficial de la ciudad capital Jing vino a inspeccionar la ciudad C. Sin embargo, repentinamente sufrió una hemorragia cerebral severa y anoche fue traído a la sala privada más exclusiva. Para empezar, nuestras instalaciones médicas y equipamientos no son realmente las mejores. No obstante, la condición del oficial es grave y él no se encuentra lo suficientemente estable para ser trasladado a otro hospital. Con su condición crítica, el más mínimo movimiento puede resultar en hemorragia intracraneal. Por lo tanto, los demás ejecutivos y yo tuvimos una reunión de emergencia y decidimos realizar una craneotomía aquí en el hospital. La cirugía tendrá lugar de aquí a tres horas, y los mejores neurocirujanos realizaran el procedimiento personalmente.

Luego de que el director terminara de hablar, Huo Mian asintió. Ahora comprendía la situación. En verdad era una situación grave.

Dado que el oficial venía de la ciudad Jing, él o ella debían tener un alto rango en el gobierno. No había duda por qué el director estaba tomando este asunto tan seriamente.

—Director, ¿hay algo en lo que puedo ayudar?

—Me gustaría que seas la enfermera de quirófano para esta cirugía.

A esto, Huo Mian de inmediato objetó.

—Director, ¿cómo puede pedirme eso a mí? Soy una enfermera de partos que trabaja en el departamento de Obstetricia y Ginecología, y yo no sé nada sobre neurocirugía. Debería mandar a alguien como la Enfermera Jefe para asistir en el procedimiento, no a una interna como yo. Creo que habrá leído mi currículo. No soy graduada de una institución famosa. Es más, me gradué en el curso avanzado de enfermería en una de las academias médicas más ordinarias de nuestra ciudad.

—Sé eso —respondió el director seriamente.

—Si ya sabe eso, entonces ¿por qué me está dando esta tarea a mí? Esta no es…no es una decisión muy sensata —dijo Huo Mian con calma.