1 Capítulo 1 – Vamos a Cancelar Nuestro Compromiso (1)

Durante mucho tiempo, hubo algo que Lin Jiage quiso decirle a Shi Yao. Sin embargo, sería mucho, mucho después cuando tuviese la oportunidad de decírselo.

"Cada momento contigo fue hermoso"…Ye Fei Ye. "Mi hermoso tiempo contigo"

…

Ya era avanzada la noche. Shi Yao estaba acostada en su cama con los ojos cerrados, pero el sueño se negaba a llegar a ella. Finalmente se dio por vencida y buscó el teléfono celular a tientas cerca de su almohada, antes de apartar las sábanas y dirigirse a la ventana.

Shi Yao contempló la profunda noche durante un largo momento y, finalmente, como si se hubiera llenado de determinación, levantó el teléfono, desbloqueó la pantalla y pulsó el ícono de 'Mensajes'.

Movió la pantalla antes de detenerse en el nombre en la parte más baja del menú de mensajes: Lin Jiage.

Shi Yao miró esas dos palabras durante mucho tiempo, mientras sus ojos parpadeaban con incertidumbre. Pero eventualmente presionó el nombre sobre la pantalla.

Su intención inicial era hacer una llamada, pero antes de que su dedo pudiera alcanzar el ícono 'Llamar', se detuvo abruptamente.

Por un breve momento su expresión reflejó su lucha interna, antes de que optara por enviar un mensaje de texto.

Con sus dedos en el teclado, ella formuló un mensaje:

[Lin Jiage, soy Shi Yao.]

[La razón por la que te estoy escribiendo es para decirte que deseo cancelar nuestro compromiso.]

Después de redactar esas dos oraciones, Shi Yao ni siquiera se molestó en comprobar lo que acababa de escribir antes de pulsar el botón 'Enviar'.

Cuando el sonido de notificación confirmó que el mensaje se había enviado con éxito, Shi Yao soltó un largo suspiro de alivio, antes de mirar fijamente la pantalla de su teléfono.

Ya eran las dos de la mañana, así que Shi Yao asumió que Lin Jiage quizá estaba dormido. Probablemente amanecería antes de que él respondiera a su mensaje.

Por un momento, miró el mensaje que acababa de enviar antes de apagar la pantalla para volver a la cama y dormir. Sin embargo, antes de que ella pudiera llegar a su cama, el teléfono en su mano sonó, *¡ding dong! *. Instintivamente lo levantó para mirar la pantalla. Sorprendentemente, Lin Jiage había respondido a su mensaje. Su respuesta fue breve y simple, conteniendo una sola palabra: [Bien].

Aparte de eso, no había nada más.

Shi Yao se quedó mirando esa sola palabra durante bastante rato, mientras una sonrisa se formaba gradualmente en sus labios.

Él debió haber esperado ese mensaje por mucho tiempo. Es por eso que pudo responder de una manera tan decisiva después de recibirlo.

Con ese pensamiento en mente, los párpados de Shi Yao cayeron.

Un momento después, ella tiró a un lado su teléfono, volvió a subir a su cama y cerró los ojos.

…

Al día siguiente, Shi Yao se despertó aturdida ante el ruido de su teléfono. Sólo después de escuchar la animada voz de Liang Mumu, fue que su cabeza finalmente se aclaró—Yaoyao, nos vemos en SKP más tarde. Quiero comprar dos conjuntos de ropa. Después de eso podemos cenar en la tienda Hot Pot. No he comido allí en mucho tiempo…

Después de colgar el teléfono, Shi Yao echó un vistazo a la hora y notó que ya estaba cerca del mediodía. Se recostó en su cama por un momento más, antes de levantarse para lavarse los dientes y desayunar. Después de eso limpió un poco su habitación para luego salir.

Liang Mumu y Lin Jiage eran vecinos que crecieron juntos. Fue sólo después de comprometerse con Lin Jiage que Shi Yao conoció a Liang Mumu.

Liang Mumu era una persona alegre y acogedora. Siempre que había buena comida, ella compartía una porción con Shi Yao primero. Con el paso del tiempo, Shi Yao se fue encariñando con ella.

Liang Mumu era una ávida compradora, y Shi Yao era una glotona voraz. Para cuando terminaron de comprar y cenar ya eran las diez de la noche, el momento preciso para que ambas se separaran.

Shi Yao solicitó un taxi a través de su teléfono. Cuando el taxista llamó para informarle que pronto llegaría a la entrada del centro comercial, Shi Yao y Liang Mumu finalmente salieron del restaurante y entraron en uno de los ascensores.

En el tercer piso, el ascensor se detuvo.

Las puertas se abrieron y un grupo de jóvenes hombres y mujeres entraron.

El hombre al frente del grupo tenía una figura alta y esbelta, combinada con una tez clara, haciéndolo particularmente llamativo. Incluso mientras vestía una simple camiseta blanca, tenía una presencia fuerte y exquisita. Sin embargo, lo que más destacó fue su cara, que era asombrosamente perfecta. Cada uno de sus cinco rasgos faciales era indescriptiblemente delicado y estéticamente agradable.

Shi Yao sabía quién era este hombre excepcionalmente guapo.

Él era su prometido, al que ella le había enviado la noche anterior aquel mensaje para cancelar su compromiso: Lin Jiage.