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CAPITULO 42 HACIA ARKAY por Sylar

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

El pueblo de Arkay se halla a unos casi 200 kilómetros al noroeste de la aldea de Argoh, llegar caminando hacia allí me tomara días, pero si voy por una carreta me demorare solo uno.

Me encontré con varias carretas siendo cargando de mercancías tanto comestibles como material por sus encargados, acercándome a uno de ellos pregunto si su destino se acerca a Arkay y si podía llevarme allí, por supuesto ofrecí algo de dinero a cambio del favor.

—Lo siento niño, ninguna de estas carretas va ni por asomo a Arkay –Me responde el hombre —Pero te tengo noticias, oí de una que va a llevar un importante cargamento hacia la ciudad de Carmuy.

Carmuy era la capital de este reino (Luthe), allí donde residen los organismos principales encargados de gobernar estas tierra, la familia real Serafia y su actual rey Learus Rydol Serafia. La ciudad de Carmuy se encuentra a muchísimos kilómetros al norte de Argoh, la carreta no me llevaría directamente allí, pero me dejaría lo suficiente cerca como para llegar por mi cuenta caminando el resto de la distancia en cuestión de unas horas

El buen hombre me explico dónde podría encontrar esta carreta, la cual destacaba por ser muy grande y tenía cerca de una docena de caballos para moverla, lo que sea que cargasen debe ser pesado y bastante valioso.

—"Amo, ¿iremos en esa carreta?" –Pregunta Allum.

—Así es, es nuestro medio de transporte más cercano a nuestro destino y quizás el único.

El carro estaba manejado por tres personas y habían dos aventureros contratados para protegerla, esa fue la explicación resumida que me dio el responsable de llevar esto a Carmuy. Allí hice mi proposición y le ofrecí 1000 Bals a cambio, sé que era una estafada lo que me permitía, pero estaba cerca y debía llegar cuanto antes hacia allí, a saber si ese comerciante seguirá en ese pueblo aun para cuando llegue.

El hombre acepto mi dinero y me permitió subir situándome a un costado de la parte trasera con la condición de no tocar absolutamente nada, al subir fue cuando me di cuenta de la valiosa "mercancía" que cargaba en su interior dentro de una jaula metálica, personas.

—Es cierto, en este mundo la esclavitud aún existe como un importante negocio en muchos reinos, lamentablemente –Dije con cierta incomodidad en mis pensamientos al verlos.

Vistiendo harapos sucios, distinguía unos 11 esclavos jóvenes, solo dos eran varones y para el colmo unos niños, el resto eran muchachas de entre 16 o 20 años, el hecho de que no notara algún grillete o algún objeto metálico en su cuerpo que me diera la idea de que sus poderes mágicos son suprimidos, entonces me da la idea de que todos son no magos, otra lamentablemente cosa de este mundo es que en estatus social, los magos tienen mayor beneficio y es raro ver a uno sometido como un esclavo, al menos que fuese un deudor o la jodiera lo suficiente para terminar como uno.

Uno de los aventureros vigilaba desde el exterior de la carreta en compañía de los que la manejan y el otro en su interior cuidando la mercancía, me observaba con desconfianza como si creyera que planeaba algo entre manos.

Solo me queda ignorar y ser paciente, mientras tanto me enfoque en pensar todo lo sucedido en mi anterior trabajo en la mina de Granarg, tantas cosas ocurrieron, con solo mirar el collar negro que es la nueva forma de la armadura encantada negra y recordar al inesperado "huésped" que vive en su interior, es algo que aún me sigue sorprendiendo.

Ahora que lo pienso, comienzo a notar que me olvido de algo, comencé a tener esta sensación desde que regrese de Granarg, intento pensar a que se debe y en mis memorias se reproduce el recuerdo de mi lucha contra el wyvern y la parte en que empiezo a caer a gran altura tras herirle ambos ojos y dejarle ciego.

— ¿Eh?, yo lo había herido con…

Una daga de plata con empuñadura dorada, la reliquia de los Gramwind, ¡ahora lo recuerdo!, cuando el wyvern me lanzo por los aires y obtuve la forma del Intense Iron tras conocer a Myldark, no recuerdo en ningún momento haber recogido la daga.

—No… no puede ser…

Después de vencer al wyvern, ese mago de nivel SS me desafío y tras la lucha contra él, enterré a Cronk antes de irme de allí, pero en ningún momento recuerdo con toda claridad haber usado algo de tiempo para recordar la daga y recogerla, yo, había perdido el valioso objeto que Riza me entrego con toda su confianza.

— ¡CARAJO, CARAJO, CARAJO, CARAJO, CARAJO!... –Repetía una y otra vez en mi menta alterado tras darme cuenta.

—"¿Amo?, ¿qué te sucede?, te noto angustiado" –Percibe el pequeño slime preocupado.

—Yo… acabo de recordar algo… bastante horrible, soy una persona muy descuidada.

—"¿Por qué lo dices amo?".

—Recién me doy cuenta, que acabo de perder un preciado objeto de una amiga, una daga que simboliza una reliquia de mucho valor tanto material como sentimental para ella y su familia, me siento como un increíble idiota, ¿¡cómo pude haberme olvidado!?.

Pronto Allum comienza a dar numerosos saltos sobre mí, repitiendo "amo" varias veces como si tuviera algo urgente que decir.

—"Amo, lo acabo de recordar, lo acabo de recordar ahora" –Me dice él.

—¿Recordar?, ¿qué cosa?.

Allum se hincha un momento y expulsa algo de su cuerpo un arma, era una daga de plata con empuñadura dorada, ¡la misma que creí haber perdido!.

— ¿Cómo…? –Pregunte sorprendido y a la vez aliviado.

—"Acabo de recordar que la había encontrado en el suelo, pero como se encontraba bastante ocupado, la guarde en mi interior para devolvérsela después, pero… creo que me olvide, ¡hasta ahora!" –Me contesta el pequeño slime.

Me eche a reír unos momentos junto a Allum, sentí un gran pesar menos en mi pecho al saber que no lo había perdido, aun.

—Oye –Me habla el aventurero que vigilaba allí —Llevas un buen rato hablando solo.

—En realidad es con este "amiguito" con quien estoy hablando –Le respondo señalando a Allum —Aunque no lo parezca, tiene la capacidad de hablar pero solo telepáticamente conmigo.

—Me da igual, solo cállate que me desconcentras.

—Está bien, lo hare.

Un aventurero poco amistoso que digamos, pero no importa, me quede el resto del viaje callado y descansando.

— ¡Oye chico!, ¡oye! –Me despierta uno de los encargados de la carreta.

— ¿Qué paso? –Pregunte bostezando.

—Fin de tu trayecto.

No sé cuánto tiempo lleve durmiendo, para cuando baje ya era completamente de noche, me encontraba en un extenso campo, el hombre me explico que siguiendo el camino que me señala hacia el este llegaría a mi destino, el pueblo de Arkay.

— ¿Estás seguro de querer ir caminando por tu cuenta? –Me pregunta él.

—Necesito llegar urgente allí, ¿acaso parece que tengo opciones?, gracias por el viaje, adiós.

Seguí por mi cuenta, tenía algunas horas de camino, con la primera hora transcurrida me aliviaba de saber que mi trayecto era pacifico, nada de bandidos o monstruo, considerando que transitaba por un camino fuera de una carretera la cual asegura que nada es seguro.

El sol comenzó a salir, era el amanecer y solo habían pasado unas tres horas desde que comencé a avanzar por mi cuenta, ¿qué hora era cuando desperté de la carreta?, comencé a percatarme de que seguro eran entre las 4 o 5 de la mañana, dado a que es verano el sol comienza a salir entre las 7 u 7:30 de la mañana.

A lo lejos podía avistar casas tanto grandes como pequeñas, toda un área urbana, me emocione tanto porque finalmente había llegado al pueblo de Arkay y solo ha pasado un día desde que emprendí mi trayecto hacia aquí, confiaba en que ese mercader aun siguiera en el pueblo, otra cosa de lo que me percato era el avistamiento de varias columnas de humo negro, ¿estarán quemando algo?.

El mapa que describía el paradero de Basan Nios, también tiene una descripción resumida acerca de este pueblo, Arkay tiene una población estimada de entre 25 a 30 mil habitantes y destacaba por su gran aporte de cerámica y por tener una pequeña mina de cristales de mana, aunque esta última ya dejó de existir porque la sobreexplotaron a mas no poder.

Cuando puse mis pies hacia Arkay lo que encontré fue inesperado e imprevisto, con tantos habitantes uno creería que sería como la aldea de Argoh, con sus habitantes transitando las calles o comerciantes haciendo de las suyas, pero en lugar de eso me halle con algo más inquietante.

— ¿Qué paso aquí? –Me pregunte conmocionado como confuso por la atmosfera que observaba frente a mí.

—"Este lugar… me aterra" –Opina mi compañero slime.

Las calles estaban vacía completamente, sin un alma a la vista, incluso los alrededores presentaban ciertos destrozos materiales y algunas en llamas, ahora sabia de dónde venían las columnas de humo negro.

¿Qué ocurrió aquí?, era como si un desastre hubiera pasado por este pueblo, pero este desastre no era natural, en el suelo había varias manchas de sangre seca y también armas como espadas, flechas y arcos destrozados, pero no veía ningún cuerpo, hasta que…

— ¿Qué cara…?

Note a cierta distancia algo asqueante en el suelo, me acerque lo suficiente para verificarlo más de cerca y mi inquietud acertó, lo que halle era un brazo cortado con varias mordidas en ella, como si un animal salvaje la hubiera mordisqueado hasta quitarle todo la piel.

— ¡Aaaaahhh!...

El gemido de un hombre como si estuviera herido se oye en dirección hacia una casa, ¿una persona logro sobrevivir?, me dirigí hacia donde escuche el sonido y al estar más cerca empecé a oír otra cosa, era el sonido de alguien masticando algo, como si estuviera despedazando carne crujiente con sus dientes.

Abrí la puerta y lo siguiente en encontrar fue aún más perturbador, era un sujeto de espaldas devorando el cuerpo sin vida de otro, pronto deja de comerlo y volteo la cabeza llevando su mirada hacia mí.

—No jodas… -Reaccione al verle al rostro.

—"Viene hacia usted, amo" –Me advierte Allum.

Su piel rígida con clara señal de estar muerta y ojos completamente blancos, era un muerto, un muerto viviente yaciendo de pie ante mis ojos, un zombi como es conocido en muchas culturas, pero este zombi tenia características especiales que difiere del clásico.

Sobre su cuerpo lo envolvía raíces verdes que denotaban sobre la piel del monstruo unas extensas venas del mismo color, dichas raíces se extendían tanto su torso, piernas y la parte inferior de su cara, era como un muerto mitad planta a la vez.

Le apunte con mi rifle y dispare destrozando gran parte de su hombro derecho como también el brazo de dicho lado, sangre verde brotaba de sus heridas, sin embargo soy nuevamente sorprendido al ver como esta cosa regenera sus partes dañadas brotando de ellas raíces sobre las heridas que adoptan la forma de las partes del cuerpo que hice añicos con mi arma.

Estaba otra vez de pie y con su cuerpo de zombi intacto, si dañar sus miembros o torso era inútil, entonces opte por apuntar a otra parte, siguiendo el ejemplo de muchas películas sobre zombis, la mayoría de ellos tienen como punto débil la cabeza, si destruyes el cerebro estos dejan de moverse.

Dispare y de dos tiros destroce su cabeza fácilmente, creí haber estado a salvo, pero otra vez soy abrumado y mi rostro se pone perplejo de solo verlo, de la herida en la cabeza de la criatura brotan esas raíces que sanan todo daño provocado y vuelve a hacer que se ponga de pie, nuevamente intacto.

—No puede ser…

Incluso es capaz de regenerar su cabeza, curaba su cuerpo como si fuera una planta, comencé a ponerme nervioso y sin pensarlo más, con el rifle en automático descargue una ráfaga de balas sobre esa cosa, lo llene agujeros que su cuerpo quedo casi irreconocible.

—"Amo, ¡mire!".

Sin embargo, al cabo de unos cuantos segundos comienza a regenerarse mediante esas raíces verdes, uniendo las partes separas y reemplazando aquellas pérdidas, nuevamente se encontraba de pie e intacto, fue entonces que me di cuenta que a esta especie de zombi mitad planta vencerlo estaba fuera de mi alcance.

—Zombi y planta, dos enemigos mutuos, combinados y convertidos en una potencial amenaza –Comente personalmente en mi mente.

Salí huyendo de esa casa y al encontrarme en las calles del pueblo, mi suerte solo empeoro, mas zombis como el anterior habían aparecido en decenas a mí alrededor, me encontraba rodeado en todos los lados.

Continuara…