Rilley había ordenado un despliegue del Security Corps para asegurar que la retorcida personalidad de Norman no se volviera loca en su hospital. Rilley pensaba que esa parte de Norman no sería tan atrevido, pero como ya se sabía el mismo Rilley no era alguien que se confiara sin importar la ventaja que tuviera.
El escuadrón de evacuación era prueba de eso, a pesar de las bajas posibilidades que tenían de entrar en acción incluso con el equipo de repuesta y vigilancia en la zona, Rilley aún había optado por enviarlos como un segundo seguro o medida extra de contingencia. Un seguro sobre otro seguro esa era la mejor forma de explicar la mentalidad y razonamiento de Rilley, si quería que todo resultara de acuerdo con sus planes entonces debía poner su máximo empeño en ello.
Rilley pensó por un momento en el líder del Security Corps dispuesto por él mismo. Recordó que de no ser por su intervención lo más seguro es que Frank siguiera el mismo destino que sus variantes en otros universos. Rilley entendía que no necesariamente las cosas ocurrirían de la misma manera como se describía en las historias, pero todavía creía que ese conocimiento le serviría como una importante referencia para tomar ciertas decisiones.
Frank Castle, mejor conocido como "The punisher" en esas historias estaría destinado a perder todo lo que alguna vez amó, su amada esposa y sus amados hijo, incluso no tuvo la oportunidad de sentir el compañerismo y la genuina amistad. Llegando el momento estaría esclavizado a la venganza, a pesar de completar su venganza contra aquellos que le hicieron daño nunca estaría satisfecho.
Condenado a una vida monótona y sin sentido, sin tener un futuro a la vista comenzaría a castigar por cuenta propia a todas aquellas figuras que abusaran de su poder e influencia, tratando así de llenar algún vacío en su existencia.
Viéndolo desde una perspectiva enteramente de beneficios no estaría mal decir que toda la familia Castle le debía la vida a Rilley, gracias a él esta trágica familia se había encaminando a un futuro más brillante, olvidando por completo el tétrico y sombrío futuro del destino predeterminado.
Por situaciones como esta es que Rilley creía que el destino no era inmutable, aplicando las variables adecuadas estas podían ser manipuladas y así ayudar a encaminarse a futuros desconocidos.
Tal como era de esperarse de los varios universos cada individuo tenía pequeñas diferencias que los ayudaban a identificarse de entre los tantos similares, pero aún cuando estos cambios se ven aplicados el panorama general no se ve alterado porque ciertamente es aquello que los convierte en lo que son. Estos eran los hábitos, motivaciones, aspiraciones, deseos y cierta particularidad en sus vidas.
El Frank Castle del universo Ultimate 14672 había cambiado tanto a tal punto de que sus otras variantes no lo reconocerían, y aunque todavía podía ser identificado por la trayectoria de su vida así como sus particularidades únicas, ya estaba por mucho lejos de lo que sería al cumplir con su trágico destino.
Francis Gilbert Castle, es un exmarine retirado de 37 años. A diferencia de sus otras variantes este no estuvo implicado en peligrosas guerras o en misiones de muerte casi segura, pero aún así estuvo activo en misiones importantes en las que pudo demostrar su talento y posteriormente ser ascendido al rango de capitán.
Otra diferencia con sus variantes era su talento para entablar conexiones, siempre llevó buenas relaciones con sus compañeros y superiores, estos últimos habían formado un muy buen concepto de él a tal punto de considerarlo uno de los mejores activos que tenía el país. Aunque su rango no podía incrementar más debido a oportunidades para ganar mérito militar, su salario si mostró un aumento considerable que le permitió brindar a su familia una vida acomodada.
Esta sobresaliente habilidad social se demostró desde que era un niño, y al formar pequeñas camarillas siempre se estableció como un líder entre ellos. Ya de adulto esto solo le sirvió aún más para conectarse con figuras de influencia y formar buenas relaciones con sus compañeros, amigos y superiores.
A diferencia de sus otras variantes su trayecto como militar empezó un poco tarde, sucedió después de que sus padres fallecieran debido a un deterioro en su salud. A los 26 años estando completamente solo decidió unirse a las fuerzas de la marina del país, tras pasar las varias pruebas y exámenes logró su ingresó con total éxito. Allí sirvió durante 10 años completos.
Cuando tenía 31 años conoció a una hermosa mujer con el nombre de María Elizabeth de la que cayó completamente enamorado, después de varios meses de cortejarla finalmente aceptó su confesión y comenzaron a vivir juntos, un año después María había quedado embarazada. Tras el nacimiento de su primera hija Lisa Castle, Frank y María celebraron su boda, en esta celebración solo pudieron asistir algunos conocidos de Frank así como la familia y amigos de María.
Años más tarde Frank decidió retirarse del servicio para abrir un negocio propio y mantenerse cerca de su familia. En una ocasión tanto él como su esposa e hija fueron testigos de un atraco realizado por miembros de la mafia irlandesa, estos para evitar dejar testigos que pudieran identificarlos persiguieron a la familia con la intención de silenciarlos.
Tras cubrir sus rostros tuvieron la intención de disparar en medio de la calle transitada por más personas sin importarles el daño que causarían, eran en extremo desenfrenados, se portaban así porque pensaban que estarían libres de problemas debido a los tratos en los que se implicaron oficiales de policía con altos puestos.
Por casualidad Rilley pasaba por ahí mismo en su automóvil con la intención de ir a una conocida tienda de postres que había abierto una nueva sucursal cerca. En aquel momento podría hacer ignorado la situación, al final de cuentas no era algo que lo implicara. Pero tras reconocer al joven Punisher ¿Cómo podría ignorar cierta oportunidad?. Interponiendo su auto en el camino bloqueó el avance de los mafiosos y permitió a la pareja subir a su vehículo.
Claramente los sujetos no dejarían que la familia se escapara, pero tenían mala suerte al encontrarse con Rilley, todos los vehículos de la familia Glass habían sido fabricados con un material especial lo suficientemente resistente como para soportar explosiones por un corto período de tiempo, las balas de pequeño calibre no podían ni siquiera rayarle la pintura.
Lo cierto es que Rilley nunca había pensando en reclutar a Frank. El encontrarse fue una completa casualidad, si bien había pensado en formar su propia organización estaba fuera de sus planes a futuro que Frank estuviera dentro, al final terminó por traerlo a su barco porque ya lo tenía en frente y tuvo que aprovechar esa oportunidad.
Para Rilley con la ayuda de la familia Glass arreglar los problemas con la mafia era cuestión de una llamada, después de unas horas las cosas se habían solucionado. Con solo una llamada Rilley había activado las alertas dentro de la policía, no todos los altos mandos de la policía eran corruptos, para aquellos que seguían con su buen trabajo esa llamada los había involucrado para poner orden y así descartar a cualquier alborotador en sus filas.
Los integrantes de la mafia irlandesa fueron atrapados durante la estricta investigación de los oficiales de policía de otros departamentos. Dando paso a este momento se abrió una investigación en la que se vieron implicados varios políticos y oficiales a cargo de la sucursal de policía en Nueva York. Si bien estos políticos fueron listos y lograron salir del barco antes de hundirse, aquellos con altos puestos en la policía no corrieron con la misma suerte.
Fue entonces que sucedió la gran purga dentro de la policía, gracias a esto varios oficiales honestos y con gran dedicación en sus trabajos lograron ascender a puestos de importancia. De hecho fue en esta oportunidad que el capitán Stacy se hizo cargo de su puesto actual, después de mucho tiempo esperándolo con esmero finalmente recibió el reconocimiento y el ascenso con el que siempre soñó.
El mismo capitán Stacy tenía una vaga idea de la razón pora que se le reconocieron sus méritos, aunque la familia Glass no actuó específicamente con el fin de ayudarlo, aún así sus acciones lejos de afectar negativamente fueron más que beneficiosas para la sociedad. Esa era una de las razones por las que el capitán Stacy tenía respeto por la familia Glass, los tenía en tan alta estima porque sabía que a diferencia de otros empresarios sin escrúpulos ellos aún se les consideraba los más honestos.
Frank también sabía que le debía mucho a Rilley, no solo le habían salvado la vida sino también el futuro de su hija y la felicidad de su esposa. De solo recordar lo que hubiese sucedido si Rilley no hubiese intervenido, el corazón de Frank se sentía apretado. De ser necesario Frank estaba muy dispuesto a dar su propia vida como agradecimiento por el acto desinteresado de la salvación, pero también era consciente de sí mismo y todavía podía entender su propio valor, y sabiendo eso estaba seguro de que incluso si pudiera dar su vida cientos se veces eso no necesariamente pagaría su gran deuda.
Cuando Rilley extendió la invitación para reclutarlo bajo su mando aceptó inmediatamente sin ningún titubeo. Desde ese momento Frank se convirtió en el subordinado más leal, siempre y cuando sus acciones no dañaran a su propia familia Frank actuaría sin dudar para cumplir con la tarea que se le fuera asignada.
Rilley despertó de sus pensamientos y dejó todo eso a un lado. Una vez que se reuniera con Frank y posteriormente con los demás miembros del Security Corps empezaría una nueva etapa en su vida. Rilley podía sentir que sus acciones traerían un cambio significativo a su vida hasta ahora monótona y poco interesante, esperó con ansias sintiéndose muy interesado por lo que vendría en un futuro.
Hasta ahora la vida de Rilley había sido demasiado relajada, teniendo ciertos conocimientos de trayectorias futuras en los diferente universos alternos pudo tomar muchas cosas con calma, habían muy pocas cosas que podían sorprenderlo, con su mente amplia estaba seguro de poder aceptar casi cualquier cosa.
Rilley subió a su auto y condujo de regreso a su laboratorio.
...
Mientras todo el caos sucedía en el centro de la ciudad Spider-Man se columpiaba a través de los grandes edificios, tras un tiempo de transportarse con su cuerpo malherido llegó hasta un barrio de Manhattan, exactamente al conocido barrio llamado Hell's Kitchen.
Spider-Man llegó hasta un almacén abandonado, este era una base secreta de un amigo superhéroe conocido por el barrio, este no era otro que el vigilante nocturno "Daredevil".
Cuando Spider-Man entró a la bodega cayó al suelo sintiéndose muy cansado tras la sobreexigencia física de su cuerpo, se arrastró en el suelo tratando de llegar hacia donde recordaba haber visto un botiquín médico la última vez que había visitado.
Los pasos se escucharon y pronto apareció un hombre con vestimenta de cuero color carmesí intenso, solo se podía ver descubierta la parte desde su nariz hasta su barbilla. Con dos grandes "D" escritas en su pecho, a un lado de su cintura llevaba una funda en el que llevaba un bastón metálico similar al que usaban los miembros de la policía.
El hombre pareció mirar a Spider-Man por un breve momento tratando de evaluarlo.
Spider-Man levantó la mirada y usando aún su tono bromista de siempre dijo. —Amigo. Sabes, me vendría bien una mano en estos momentos.
Al confirmar que definitivamente se trababa de Spider-Man, Daredevil de acercó para ayudarlo. Tras llevarlo a una cama médica improvisada, trajo consigo un botiquín médico y comenzó a tratar las heridas.
—Escuché las noticias de esta tarde. Es lamentable lo sucedido, creo firmemente que hiciste todo lo posible para salvarlos. Pero debes recordar que habrá momentos en el que no podremos salvar a todos. -Daredevil dijo tratando de aliviar el estado de ánimo de Spider-Man, con sus agudos sentidos pudo darse cuenta de que Spider-Man no estaba del todo bien.
—Lo sé, siempre lo he tenido en cuenta... Es solo que ahora que llegó ese momento me siento un poco perdido. Sé que debo cargar con esto y levantarme una y otra vez sin importar cuantas veces caiga... Solo... Es difícil y doloroso levantarse... El equilibro que logré alcanzar se ha hecho añicos después de esto, tanto mi vida personal como la vida de héroe se han visto entremezcladas haciéndome imposible diferenciar el principio y el fin de cada una.
Las palabras de Spider-Man dejaron que el silencio en la habitación se extendiera por mucho tiempo, solo dejando el sonido de las gasas al usarse para limpiar las heridas. Posteriormente solo quedó el sonido de las suturas y de las vendas al colocarse en el cuerpo.
Terminando el trabajo Daredevil solo pudo decir. —Mi único consejo para ti es que trates de relajarte, tal vez debas tomar una pausa ya sea de tu vida personal o de tu vida como héroe. Complicarse las cosas uno mismo no ayuda en nada, solo te traerá más presión.
Daredevil se levantó y dejó las cosas en su lugar correspondiente. —Tengo que irme. Puedes quedarte aquí y descansar el tiempo que necesites.
—Gracias. -dijo Spider-Man con sincero agradecimiento.
Daredevil no dijo nada, dando un salto desde la ventana de la vieja bodega desapareció entre oscuridad de la noche.
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