2 ¿Qué esta pasando?

Marco cayo y cayo creyendo que todo terminaría, la caída era sorprendentemente larga, cuando se dio cuenta de que estaba cerca del suelo, ya llevaba casi cinco minutos cayendo constantemente y mientras caía, pudo pensar mejor en todo lo que pasaba. Por alguna razón que desconocía, Marco había perdido parte de sus memorias, recordaba perfectamente todos los acontecimientos previos a la unión de los mundos, pero no recordaba ni siquiera lo que había pasado minutos después de que se había vuelto a encontrar, solo recordaba las escenas confusas de una boda, pero no tenia idea de quien era la boda.

Marco seguía cayendo, tenia el sobrero de mariachi amarrado a su cabeza y la mascara pegada a su rostro, se dio cuenta que llevaba una especie de chaqueta de cuero encima de un traje de mariachi y unos guantes de motociclistas. No sabia porque llevaba esas ropas, pero suponía que había sido aquel hombre quien se las había puesto.

Marco se acercaba cada vez mas al suelo y podía ver como naves espaciales y cientos de distintos tipos de transportes volaban cerca de el, los edificios se iban haciendo cada vez mas grandes y el suelo estaba demasiado cerca. Marco gritaba de miedo y casi estuvo a punto de hacerse en los pantalones. Marco cerro los ojos cuando ya quedaba poco para tocar el suelo..

Marco termino de caer... Pero no sintió ningún tipo de impacto o dolor y cuando volvió a abrir los ojos, se encontró flotando en el aire a unos cuantos centímetros del suelo.

—Je, mira a ese idiota flotando, cree que puede suicidarse dentro de un campo de no-gravedad —escucho Marco de un hombre de piel verde y un solo ojo diciéndole a otro como el pero de color morado.

Marco golpeo el suelo después de unos cuantos segundos y cuando levanto la cabeza... Se encontró con un mundo extraño y fascinante. Marco se encontraba en lo que parecía una calle principal donde cientos de personas de todo tipo caminaban tranquilamente. Habían todo tipo de seres, robots de apariencias variadas, hombres y mujeres de pieles de colores extraños como verde, rosado, azul o amarillo, seres que miden mas de tres metros, animales con formas de humano, humanos con forma de animales, seres tan pequeños como su mano, criaturas parecidas a insectos... Todo tipo de seres con ropas extrañas, parecidas a las que usarían en una película futurista, con luces y formas extrañas. Todos caminaban tranquilamente mientras por sus cabezas pasaban naves espaciales, personas en motos voladoras e incluso criaturas voladoras. La calle estaba rodeada por edificios demasiado grandes como para ver su final.

Marco estaba impresionado por todo lo que veía, aquella calle principal era absurdamente grande, pero cuando camino un poco, termino saliendo a una zona parecida a una plaza con miles de criaturas caminando en todas direcciones, con unos edificios de formas extrañas... Y Marco se quedo con la boca abierta cuando alzo la mirada y se encontró en centro de esa plaza una estatua de oro tan grande como un edificio, la estatua era de un hombre con traje en una pose recta y saludando con la mano... Aquel hombre era Nicolás...

—Esto no es muy bueno... —dijo Marco. Eso no podía ser bueno.

A Marco le sorprendió descubrir que todas esas criaturas hablaban el mismo idioma que el. Trato de buscar ayuda, pero cada vez que lo hacia, las personas se le quedaban mirando y le decían «No quiero comprar nada» o simplemente lo ignoraban. Marco no tenia ni idea que hacer, sin las tijeras dimensionales, era imposible que pudiera salir de aquel lugar... Y mas aun teniendo en cuenta que ni siquiera sabia donde se encontraba realmente.

Marco se quedo caminando por un rato sin un rumbo aparente, no sabia que hacer y nadie quería ayudarlo, así que comenzó a analizar su situación, sabia que se encontraba en aquel lugar porque Nicolas lo había traído, no sabia el porque, solo sabia que quería que participara en su juego. Marco se observo en uno de los espejos... Y en definitiva, no hab��a pasado poco tiempo desde la unión de mundos, Marco se veía unos cuantos años mayores, tal vez unos cinco o seis años, era mucho mas alto que antes y su rostro era mucho mas adulto (Aunque parecía que seguía sin tener el bigote que tanto quería). Marco no llevaba ningún arma u objeto que lo pudiera ayudar además de la barita con forma de espada samurái. La espada llevaba una funda de color negro y la empuñadura era de color naranja y marrón con unos dibujos de hojas. Cuando desenfundo la espada, vio que en ella tenia la figura de un dragón en la hoja y la gema de la barita parecía brillar fuertemente. Marco trato de hacer algo con ella, tal vez hacer alguno de los hechizos de Star, pero no parecía que pudiera hacer nada, no sentía la magia en ella, era como si no sirviera o estuviera muerta, no sentía la magia fluir como cuando lo hacia con la de Star... En pocas palabras, no tenia ni idea de como volver a casa... Algo que Marco acepto como todo un hombre... Y solo lloro un poco...

De repente Marco alzo la vista al cielo y vio algo extraño.

—¿Eso es... Un jet de caza militar? —Se pregunto Marco al darse cuenta que entre todas las naves que pasaban por encima de el, solo una era un avión... Y aquel jet se dirigía hacia el...

Marco se quedo quieto por un momento para asegurarse... Y si, realmente el avión iba en picada hacia el. Marco se hecho a correr con todas sus fuerzas escapando del avión, corrió entre las distintas criaturas, entre robots, paso por callejones, se escondió por debajo de edificios, pero el avión aun lo seguía, hasta que después de casi media hora de persecución, Marco no pudo continuar mas y se dejo caer al piso en una plaza no tan grande como la anterior, con una estatua de un dragón con cohetes en las alas, sin ninguna forma de evitarlo y cuando el avión estuvo a punto de chocar con el suelo... El avión se convirtió en un robot enorme...

«¿Que diablos?»

El avión que ahora era un robot gigantesco era de color gris, con un cañón en su mano robótica y con los alerones en su espalda, tenia una cara parecida a la de un hombre, como la de esos robots en los animes y con un símbolo extraño en el gran pecho mecánico. El robot apunto su cañón hacia Marco...

—¡Tu debes perecer! —exclamo el inmenso robot con su sintética y estruendosa voz, sonaba como un hombre usando un sintetizador... Un hombre muy enojado.

El robot enojado disparo con su cañón a Marco, el cual logro esquivar el impacto saltando hacia hacia la estatua del dragon, la explosión fue grande y cuando se asomo, pudo ver como el disparo dejo un agujero bastante profundo en el piso... Seria mejor que no recibiera el golpe.

—¡No escapes bola de carne! —Le grito el robot que siguió disparando su cañón en ráfagas. Marco logro evitar los disparos al ocultarse detrás de la estatua, pero sabia que no aguantaría mucho.

Marco estaba demasiado atónito, un avión militar transformado en un robot enorme y enojado trataba de asesinarlo por que probablemente algún psicópata quería ver como lloraba... Eso era demasiado para procesar y Marco no tenia idea como escapar de esa situación, estaba asustado y confuso, no había nada que pudiera hacer mas que escapar como un cobarde...

—¡A.. Ayuda! —Una pequeña niña de color morado y con dos cabezas gritaba sollozante en el piso mientras todos los demás escapaban despavoridos del lugar, la niña se había caído y parecía tener demasiado miedo como para moverse—. ¡Ayuda!

La niña gritaba y gritaba por ayuda, pero nadie le hacia caso, todos simplemente corrían por sus vidas, tropezando y cayendo, alejándose lo mas que podían del lugar.

—¡A callar estúpida forma a base de carbono! —grito el robot enojado a la niña y le apunto con su cañón.

«Mierda»

El robot activo su cañón... Y sin poder evitarlo, Marco corrió con todo lo que tenia hacia la niña. Casi deja los pulmones, no podía evitarlo. Marco se lanzo hacia la niña y en el ultimo momento logro agarrarla y evitar que el cañón los incinerara a ambos. Marco corrió con la pequeña niña entre los brazos, el robot rugió de furia y siguió disparándole y solo de milagro ninguno de los disparos logro impactarlo.

—¡Tranquila pequeña, todo saldrá bien! —Trato de calmar a la niña que seguía llorando y tenia los ojos cerrados. A veces Marco creía que era un idiota y aquello lo demostraba, casi no podía seguir corriendo y el robot corría haciendo temblar el suelo con cada paso que daba.

El robot estuvo a punto de golpearlo, pero de repente una explosión sonó y cuando Marco volteo, se dio cuenta que el robot había sido golpeado por algo parecido a su cañón. Marco cayo al piso junto a la niña por el impacto y cuando alzo la mirada, se encontró con un robot mas pequeño... O tal vez un hombre con un traje mecánico, no estaba seguro.

—¿Estas bien niño? —pregunto el extraño con una voz profunda que no sonaba a la de un robot, así que supuso que no era uno.

El hombre llevaba un traje de color verde militar de cuerpo completo, parecía medir mas de dos metros y tenia un casco parecido al de un piloto con un visor de color naranja que le ocultaba el rostro. El hombre llevaba una extraña arma parecida a una ametralladora, perO mas futurista. El hombre tenia una aura como de soldado...

—¿Puedes levantarte? —Le pregunto el extraño mientras le tendía la mano para ayudarlo. Marco la acepto con gusto.

—Gra... Gracias —respondió Marco con gratitud, el hombre lo levanto con bastante facilidad.

—¿Primera vez peleando contra un Decepticon? —Le pregunto el hombre.

—¿Decepticon? —Marco no tenia idea que era eso.

—Ya veo... Entonces será mejor que te pongas detrás de mi —Le dijo el hombre. Su voz era profunda y se escuchaba un poco distorsionada, como si estuviera hablando por una radio, aun así, se podía se escuchaba fuerte e imponente, casi como un soldado.

El extraño se quedo observando al Decepticon que se estaba levantando, debido a la explosión, tenia la mitad de su cuerpo destrozada y le faltaba un brazo... Y cuando logro levantarse por completo, el hombre corrió velozmente hacia el robot. Este le disparo con el cañón, pero el hombre logro esquivar fácilmente los disparos, era bastante rápido y antes de que Marco se diera cuenta, el extraño se encontró justamente en frente del robot.

El robot le dio un puñetazo, pero el hombre salto hacia atrás y el Decepticon quedo con el brazo atrapado en el concreto, lo que el soldado aprovecho para montarse en su brazo y escalar hacia la cabeza del robot, una vez en ella, el hombre le apunto con su arma y la disparo. Marco pudo ver una gran explosión que dejo una inmensa nube de polvo... Y cuando esta desaparición, vio al robot con la cabeza totalmente destrozada tirado en el piso y con el hombre encima de el. Marco solo pudo reaccionar de una forma.

—¡Guau! —exclamo Marco al ver como el soldado había acabado tan fácilmente con el robot.

Marco se acerco a el aun con la niña entre sus brazos y se quedo observando a aquel hombre, se veía como un héroe de acción, un soldado capaz de hacer lo que sea, fuerte valiente, estratégico y sereno... Era increíble.

—¡Guau! —repitió otra vez Marco... No sabia que mas decir. El soldado bajo del robot y cayo en frente de el.

—¿Cuál es tu nombre niño? —pregunto seriamente el hombre. Marco se sintió como un soldado recibiendo ordenes de su comandante.

—Ma... Marco Diaz... ¡Señor! —exclamo Marco que por alguna razón hizo el saludo marcial, no pudo evitarlo.

—Marco Diaz, será mejor que te prepares, porque ahora vendrán otra decena como aquel y no quiero estar aquí cuando eso ocurra, tendremos que escapar si queremos seguir con vida —dijo el soldado sin esperar respuesta de Marco.

En ese momento una mujer parecida a la niña llego con ellos, la niña corrió a abrazarla y juntas escaparon del lugar no sin antes agradecerle a Marco, la niña se despidió y corrió mientras se quedaba mirando hacia el.

—Se... Señor, ¿Cuál es su nombre? —pregunto Marco, el soldado se volteo a mirarlo.

—Soy John-117... Pero puedes llamarme Master Chief... Ahora vamos, no tenemos mucho tiempo —Master Chief camino hacia un callejón y Marco lo siguió sin poner ninguna queja. Aquel hombre desprendía un aura que hacia que Marco confiara en el, así que ni siquiera pensó dos veces en seguirlo...

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